La primera vez que provoqué un orgasmo
Nuestro protagonista cuenta una historia de juventud, cuando tuvo por primera vez el cuerpo tembloroso de una mujer entre sus manos, llevándola a un dulce orgasmo.
Me ha encantado y disfruto mucho de sus historias aquí y para ser honesto me he masturbado con varias de ellas, así que me he animado y he decidido enviar la mía, espero les guste y les caliente aunque sea un poquito.
Durante toda mi infancia siempre estuve informado sobre el sexo por mis padres, por lo que aunque era virgen siempre supe bastante acerca del sexo, las novias nunca me duraban ya que por mi afición a practicar mi deporte todos los fines de semana, a ellas no les gustaba y me mandaban por un tubo.
Hasta que conocí a Elsa a ella sí le gustaba mi deporte y compartíamos esa afición, con el tiempo nos enamoramos y nos hicimos novios, viví mis primer gran amor y mis primeras experiencias sexuales con ella, nos besamos muy apasionadamente y le tocaba sus partes por encima de la ropa cuando salíamos juntos a practicar nuestro deporte los fines de semana, en varias ocasiones pude destapar su torso y acariciarle sus senos chiquitos pero redonditos y muy sabrosos, con mis manos dedicándole más atención a sobarle sus pezones hasta ponerlos paraditos y duros, tiempo después conseguí que se dejara hacer lo mismo con mi boca, ella solo cerraba los ojos y se ponía muy caliente y me decía cosas muy agradables, como "Te amo", "qué rico siento", etc. y lo que más loco me volvía eran sus gemidos. Después de un tiempo conseguí llegar al lugar más bello del cuerpo de una mujer, su vagina y ahí me daba gusto sobando sus genitales y besándola en la boca de lengua, en estos besos recibía mi recompensa ya que era una manera muy sensual de decir "qué bien lo estas haciendo, sigue así, lo disfruto mucho".
Cuando nos veíamos entre semana en su casa (en la cual permanecía mucho tiempo) en la sala me daba gusto tocándola pero siempre por encima de la ropa, luego como era chiquita la cargaba abierta de piernas y por encima de la ropa se rozaban nuestros sexos, así transcurrieron 6 hermosos meses, yo imaginaba que era cuestión de tiempo para dejar desbordar toda nuestra pasión.
Resultó ser que un día que como de costumbre llegué a su casa y nos quedamos en la sala, al poco rato ya andaba tocándola por encima de la ropa y ella se dejaba hacer sólo cerraba sus ojos y buscaba con su boca la mía, fui bajando hasta llegar a su entrepierna y por encima de la ropa empecé a sobarla estábamos los dos muy metidos en lo nuestro sin importarnos si alguno de sus padres o hermanos nos fueran a descubrir, después de algunos minutos su cuerpo se arqueó y agarró fuertemente mi mano que tenía en aquel rincón de placer, emitiendo un gemido que me sonó a música celestial, el orgasmo le duró bastante tiempo hasta que poco a poco se fue relajando, yo después de esto la traté con mucho más cariño y le dije cosas tiernas, no sé por qué pero ella me pidió que me fuera.
A los tres días me cortó sin razón justificada, ahora al paso del tiempo imagino que nos cacharon y le pidieron terminar conmigo, nunca más la he vuelto a ver ni a buscar pero guardo este grato recuerdo como si hubiera sido mi primera vez.
Espero les haya gustado