La primera vez que me hizo cornudo.
En este relato voy a contar como Ama Gloria me contó la primera vez que me hizo cornudo.
Ama Gloria me contó que no me hizo cornudo, como yo pensaba, en el relato ¿Cómo me convertí en cornudo de mi mujer? , sino seis meses antes y además me dijo que la habían follado dos veces a la semana, al menos, desde la primera vez que la folló.
Me dijo:
“Chúpame el coño, mientras te sigo contando, puta”.
“Lo que Vd. Diga, Ama Gloria”.
Y me postré ante ella, metí en la cabeza entre sus piernas y comencé a chupar con pasión.
Siguió contando Ama Gloria:
Me dijo que cuando llevaba el chico a inglés, siempre al dejarlo coincidía con un hombre que se la comía con la mirada, un día que no llevaba sujetador, se dio cuenta que se le notaban los pezones y eso hizo que se mojará las bragas, se estaba poniendo cachonda, sin pensarlo se dirige al hombre y le dice:
“¿Te gusta lo que ves?
“Sí claro”, respondió él.
Ella que estaba muy cachonda, se notaba que había mojado el pantalón, dijo:
“¿Qué te gustaría hacerme?”
“Te haría locuras”, respondió él.
Y diciendo la cogió por la cintura y le dio un beso que ella le devolvió con pasión.
Y empezaron a caminar para su casa, ella dijo ¿dónde me llevas?
“A mi casa, para hacerte gozar”, dijo él, mientras le desabrochaba dos botones de la blusa, lo que hizo que salieran sus pechos y quedaron a la vista de la gente.
Eso hizo que ella llegará al orgasmo y empezará a gemir.
“¡Pero que puta eres!”, dijo él.
“La culpa es tuya, que me hace sentir así”, dijo ella.
Acababan de llegar al portal, al entrar en el ascensor le desabrochó todos los botones de la blusa, le metió la mano en la entrepierna y ella alcanzó su segundo orgasmo, y gemía a gritos que se oían en todo el edificio.
Cuando se abrió el ascensor, había esperado el ascensor para entrar dos señoras, que al verla dijeron:
“Puta, zorra, guarra, …”.
Ella respondió:
“Y lo que disfrutó”.
Entonces él le desabrochó el pantalón y se lo bajo, se les veían las bragas empapadas de sus dos orgasmos. Las señoras se quedaron mirando y estaban perturbadas, debatiendo entre lo que decía su cabeza y lo que sentía su coño, dijeron:
“Tienes razón, mejor puta”.
Ellos ya habían entrado en casa, ella estaba desnuda, mojada, reluciente, parecía una diosa.
Le dijo él, ¿cómo te llamas?
“Gloria”, respondió ella, y añadió ¿y tú cómo te llamas?
“Javier”, respondió él, y añadió ¿te puedo llamar puta?
“Sí claro, es lo que soy”, respondió ella.
Saco su polla del pantalón, medía 22 cm y gorda, ella exclamó:
“Menuda polla”.
“¿Es pequeña la de tu marido?, pregunto él.
“No, 18 cm y gorda también”, respondió ella, y añadió “es muy soso, tengo que insinuarme yo”.
En eso se corrió Ama Gloria, llenando mi boca de sus abundantes jugos.
Me dijo él:
“Puta, chupa mi polla y ponla bien dura”.
“Más que está”, dijo ella.
“¡Chúpala! y verás”.
Ella empezó a lamer la polla y comenzó a crecer, ahora ya medía 28 cm.
“Fóllame, métela en mi coño, … hazme sentir lo puta que soy”, dijo ella.
“Todo a su tiempo, ahora me toca chupar a mí”, dijo él.
Me tumbo y comenzó a besarle el cuello, siguió besando los lóbulos de las orejas, le dio un beso profundo en la boca, y comenzó a besar y mordisquear sus pezones. Ella estaba muy caliente y deseaba ser follada inmediatamente. Dijo él:
“Eres una gran zorra caliente, ¡eh!”, murmuro sobre su oído.
Al oír eso, ella se excitó más y más.
¿Qué te excita más?, preguntó mientras sus dedos pellizcaban sus pezones. ¿Qué vas a ser follada por un hombre que acabas de conocer? ¿O tal vez saber que en cualquier momento puedes ser escuchada o vista, gimiendo como una perra? ¿O quizás que se dé cuenta tu marido al llegar a casa y te limpié el coño con su lengua?”
“Responde, puta”, ordenó con voz grave.
“Me excita todo eso y más cosas”, respondió ella.
“Cielos, ¡sólo cállate y fóllame de una vez!”, gimió en voz alta.
Ama Gloria se corrió por segunda vez, llenando mi boca nuevamente de sus abundantes jugos.
“¿Eso es lo que quieres, no es así?”, volvió a preguntar. “Déjame decirte una cosa, yo soy el único que decide cuándo y cómo voy a follarte”, finalizó lanzando contra un azote tan fuerte que le costó un esfuerzo no gritar.
“Por favor, ...” suplicó ella, obteniendo como resultado otro azote.
“Así no funcionan las cosas, te he dicho”, susurró nuevamente en su oído. “Primero te voy a comer el coño”.
Excitada, abrió las piernas para facilitar que le comiera el coño, pero no hizo eso, empezó a chupar los muslos y aledaños del coño, pero sin chuparlo directamente
“¡Joder, fóllame ya”, gimió ella!
“Te follaré cuando yo diga, puta”, dijo él.
Ama Gloria se corrió por tercera vez, llenando mi boca nuevamente de sus abundantes jugos.
“Voy a hacerte gritar, puta”, susurró sobre su oído. “Y cuando lo haga, todo el edificio va a saber lo puta que eres”.
Se retorció de placer al sentir su lengua hacer una larga caricia a la entrada de su coño que ya estaba chorreando de excitación.
“Tu coño está muy caliente y mojado”, rio él. “Apuesto a que si meto mis dedos entrarán con toda facilidad”.
El golpe de placer que le sobrevino cuando tras sus palabras, dos de sus dedos le penetraron con fuerza, fue más de lo que pudo soportar. Y en medio de un rápido y potente mete y saca, dejé de controlar sus gemidos.
“¡Ahhhhh,… ohhhhhh,...!”, gimió cuando golpearon un punto especialmente rico.
¿Te gusta cómo te follan mis dedos?, dijo él sin dejar el mete y saca.
” Contéstame, puta”, añadió.
“¡Hummm,... sííiii,…! me encanta como me follan tus dedos”, gimió ella.
El movimiento de sus dedos se extendió durante un par de minutos más, antes de que sin previo aviso los sacara de su coño y le metiera de un solo golpe toda su polla.
“¡Ahhhh, joder con esta puta!”, gimió él.
”Tu coño está bastante apretado”, añadió.
Ama Gloria se corrió por cuarta vez, llenando mi boca nuevamente de sus abundantes jugos.
La primera embestida le dejó sin aire por la fuerza y rapidez. Su cuerpo ya estaba preparado para recibirle, pero no con esa magnitud, de modo que no pude evitar cerrar los ojos para disfrutar cómo cada parte de su coño se abría y extendía para amoldarse.
“¡Ahhhhhhhhhhh!”, se le escapó un gemido especialmente fuerte.
Las embestidas de Javier se detuvieron por unos segundos para cambiar el ritmo a uno más lento y duro, de modo que, con cada golpe de su polla, su cuerpo chocaba, contra la cama, aplastando sus tetas y erizando sus pezones con el roce.
¡Puta, quiero correrme en tu coño!, dijo él.
“No, que estoy ovulando”, protestó ella.
“Me gustaría preñarte, para que seas más puta”, argumentó él.
Eso la excito más, y gritó:
“Sí préñame, que se enteré mi marido que el hijo no es suyo y yo seré una puta”.
“Suplícame que te preñé”, dijo el, y añadió “y cuando me hables, llámame Amo.”
“Préñame, préñame, préñame, … por favor Amo”, dijo ella.
“No es suficiente, suplica mejor jodida puta”.
“Amo, le suplico deje que preñe a esta jodida puta corriéndose en mi coño ensartado con esa polla tan descomunal, se lo ruego, préñeme”.
“Está bien, me voy a correr en tu coño para preñarte puta”.
“Gracias Amo”.
Aceleró los movimientos, su polla se hinchaba por momentos, comenzó a gemir y jadear descontroladamente, no podía aguantar más, … su polla estalló y provocó que su coño se contrajese corriéndose con él, saque la polla de su sexo y ella se dio la vuelta
“Es para que no se salga el semen y asegurarme de quedarme preñada Amo”.
“Si estás ovulando como dices, te quedaras preñada, cacho puto”.
“Sí soy muy puta, me gusta ser puta Amo”.
Ama Gloria se corrió por quinta vez, llenando mi boca nuevamente de sus abundantes jugos.
Le dejo unos minutos en esa posición, y le dijo:
“Ponte las bragas para conservar el semen y chúpame lo polla puta”.
Se incorporó, agachó su cuerpo hacia adelante y comenzó a mamar su polla, era una experta chupando pollas, él se dio cuenta y dijo.
” Eres una buena chupapollas, puta”.
“Gracias Amo, la experiencia”.
“Quieres decir, ¿qué has chupado muchas pollas?, ¿a qué chupaste la primera?”
“Chupe la primera a los quince años, y desde ese día dos pollas por semana, como mínimo, y tengo 41 años.”
“Jodida puta, me corro, …”, dijo él, y retiro la polla de su boca y lleno de semen sus tetas.
“No quiero que te limpies, embadurnarte las tetas de semen puta”.
“Sí Amo”, dijo ella, y usando las manos embadurno el semen en sus tetas.
“Ahora te follaré el culo puto”.
“No Amo, lo tengo virgen”.
“Pues te lo voy a desvirgar puta”.
Coge sus dedos y se los mete primero en el coño, los moja en sus jugos y los saca, los llevo a su ano y empieza a meter uno despacito, se retuerce un poco y gime de dolor pero no hace caso y empuja un poco más dentro de su culo el cual se va adaptando al tamaño de su dedo, lo saca y ahora lo intenta con dos, vuelve a gemir, ahora lo hace más despacio, no quiere lastimarla y no poder follarla después, los va metiendo cada vez más hasta que están enteros dentro de su culo, los deja un rato para que su culo se adapte un poco más.
"¿Preparada?, puta".
"Creo que sí, Amo".
Coge un bote de vaselina y se unta un poco la polla para que, entre más fácil, apunta a su agujero y hundo un poco la punta la cual empieza a entrar despacio mientras ella respira entre cortada para soportar el dolor.
Como en un principio parece que no se queja, vuelve a empujar para que entre un poco más en lo que se da cuenta de que le la estoy follando a pelo, "eres un cabrón" le dice ella medio gimiendo entre dolor y placer cuando ya tiene más de media polla dentro. Pega el último empujón y le mete entera su polla, ella suelta un pequeño grito de dolor.
Espera un rato a que su culo se acabe de adaptar a su polla y le dice:
"Ahora es cuando te voy a follar, si te hago daño me lo dices", ella asienta con la cabeza y entiendo que es que adelante. Empieza a embestir despacio, lleva un ritmo y pausado disfrutando de la situación, ella resopla y gime, no sé sabe si de dolor o de placer, pero aguanta sus embestidas suaves.
La coge del pelo, la giro hacia él, la morrea mientras le da una embestida un poco más fuerte, pone una cara más de dolor que de placer, pero no le dice nada y como no lo hace empieza a embestirle cada vez como más fuerza, sus gemidos cada vez son más altos lo que le excita y cada vez le da más fuerte. Una y otra vez, sus huevos golpeando en su coño y su polla ya entra y sale sola de su culo, para un poco para no correrse muy rápido y poder seguir disfrutando de ella y dice:
"No pares cabrón, sigue, lléname de leche el culo Amo".
Eso le excita más y empieza a darle fuerte para correrme dentro de ella, cada vez más, chilla, gime y su polla empieza a tener los temblores de la corrida y la saca.
"¡Qué hace mamón!, no pare Amo".
"Quiero correrme en tu culo por fuera y ponerte las bragas para que te vayas a casa sin limpiarte."
Ama Gloria se corrió por sexta vez, llenando mi boca nuevamente de sus abundantes jugos.
“Vístete puta”.
Me puse la blusa, el pantalón, me desabrochó un botón de la blusa por lo que se veían un poco las tetas embadurnadas de semen, y la humedad de las bragas había manchado el pantalón.
Le beso con lengua, le toco las tetas, le dio un azote en el culo y le dijo.
“Hasta el miércoles puta”.
“Hasta el miércoles Amo”:
Le dije “aquí no llegaste así”, le dije yo.
“Me lave un poco en casa de mi madre”, dijo ella.
“¿Y qué excusa le disté?”, le pregunté.
“Le conté la verdad”, respondió ella.
¿Y qué dijo ella?
“¿Qué si no me follabas bien?, que, si era así como, hacía bien”.
¿Y qué le dijiste?”.
“Que eres un blando, que no dices de follarme, por si te digo que no”.
Una pregunta, ¿estás preñada?
“Sí dijo ella, de una niña”.
Le dije, “no me dijo que no quería quedarte preñada de otros”.
Respondió ella, “si, pero estaba cachonda como una puta, me siento tan puta y si tengo un hijo con otro soy una puta autentica, no me digas que cuando tú estás cachonda como una puta, sí te preguntase ¿quieres qué me preñe otro?, dirías que sí”.
Respondí, “tienes razón Ama Gloria, son cosas que no se pueden prever”.
Además, pensé que había quedado preñada el primer día, y cuando fui a utilizar anticonceptivos, ya estaba preñada. Y añadió: “tendremos que aceptarlo”.
Dije, “no pasa nada, aceptado queda”.
Lo que sigue lo contaré en el próximo relato.