La primera vez que lo sentí entrar en mi
Había experimentado manoseos en cines y eso había despertado en mi fantasias que necesitaba realizar y él me ayudó.
Los voy a aburrir, pero les contare como se fue dando en mi vida este cambio de heterosexual a homosexual.
Mi segunda experiencia fue un poco más agresiva. Ya me había aburrido de ir al cine en el centro de la ciudad. Solo conseguía manoseos y nada más. Me excitaba y quedaba con unos deseos inimaginables, con dolores en el cuerpo y furioso. Pero también, no me atrevía a nada más en esos lugares por el peligro que podían concebir dado que en mi país es contra la moral.
Un día aburrido y frustrado me puse a navegar y buscando lugares para conocer gente. Encontré una página e ingrese a un chat. Primero te pedían que pusieras (opcional) un pequeño resumen de tú perfil. Yo solo puse "Pasivo, virgen". No se rían porque lo era en esos momentos.
Al poco rato de estar contestando estupideces me llego un mensaje de un "Maduro, activo". Lo conteste con un simple ola. Al poco rato nos dimos las direcciones en MSN porque considerábamos que era más privado. A través de este medio conversamos dos o tres días, hasta que un viernes tipo hora de almuerzo me pregunto si me atrevía a juntarme con el. A esa altura estaba muy excitado producto de lo que me decía que me haría si estaba con el. Debo de aclarar que solamente tengo 22 años, por lo que significa que todavía existe una pequeña dependencia de mis padres, especialmente en lo económico.
Le conteste que si porque lo deseaba con muchas ganas. Me explico como era el físicamente y me agrado, además de su comportamiento. Sin exagerar le explique como era Yo. Mido un 1,77, contextura atlética. Practico y practique mucho deporte, en la actualidad voy al gym dos o tres veces por semana a mantenerme. No quiero perder mi bien contorneado cuerpo, mis calugas y culo apretado. Piel morena (latino, no negro), pelo negro cortísimo y peinado con gel y coqueta onda. Ojos verdes por mi madre (irlandesa). Bueno creo no ser mal parecido. Se me olvidaba agregar que no soy afeminado. Después de darle la descripción me dijo que me preparara. Que iba a besar entero, jugar con su lengua sobre mi cuerpo, abrir mi cola y llegar con su lengua a su ano y ver donde más se podía llegar. Me excito muchísimo, le pedí que no fuera a pedirme sino que lo hiciera con decisión y firmeza. Deseaba con toda el alma ser disfrutado.
En casa me bañe y depile completamente, dejando el contorno de mi miembro y culo libre de todo vello. Me perfume masculinamente, me peine como me agrada a mi. De pantalón me coloque un blue jeans deslavado que me queda bastante ajustado sin ser desagradable. Arriba solo una camisa del mismo material que llegado el momento pensaba desabrochar completamente y partí a encontrarme con quién esperaba perder mi virginidad.
El lugar de encuentro era un pequeño barcito con vista al mar. Llegue antes de la hora porque quería tener ventaja. No pensaba meterme con cualquiera, y sí era muy desastroso me largaba. Encontré una mesita en un rincón con poca vista al mar por un pilar que había al frente, pero no me importaba, no había ido a disfrutar de la vista. Pedí un trago y espere tranquilo. Miento, la excitación no me dejaba pensar. Que si me iba a dolor, que si iba a gustar. Que si esto o que si lo otro, hasta que por su descripción lo vi. Entrar. A simple vista me agrado, excepto que tenía barba. Pero al final no había venido por la barba, sino que a perder la virginidad.
Me pare de la silla y salí un poco a la vista y espere. Me vio y se encamino al lugar donde Yo estaba. Mi excitación y nerviosismo subió al máximo. Llego donde Yo estaba y me saludo con mano firme. Nos sentamos y pidió un trago. Mi nerviosismo estaba en aumento, parecía un niño de jardín infantil en su primer día. Acerco su silla y puso su mano sobre mi muslo diciéndome; "tranquilízate, todo saldrá bien". Más nervioso me puse, mentalmente pensaba como me vería desnudo y a merced de este hombre. Platicamos un rato de políticas y otras tonteras, hasta que llego lo que Yo más esperaba; " vamos a mi casa", me dijo. "Encantado le respondí con una voz muy extraña, producto de los nervios. Amablemente pago la cuenta y partimos.
Su departamento estaba solamente a tres cuadras del local. Era un edificio bastante imponente y con vista al mar. Abrió la puerta de entrada y me presento al conserje como su sobrino diciéndole si lo ves venir déjalo entrar. Caminamos hasta las puertas del ascenso, toco el timbre correspondiente y esperamos. A los minutos nos encontrábamos abordando el ascensor y veo que presiona el timbre correspondiente al último piso. Yo me encontraba nervioso y apoyado a uno de las paredes. El se acerco y me tomo de las manos a la vez que me besaba, y lo hizo buscando abrir mi boca. Yo lo deje sin poner un acápite de resistencia. Todo el viaje y la estadía en el pequeño bar me lleve pensando como sería estar en sus brazos, por lo tanto ahora no lo iba a echar a perder. Me deje llevar y abrí mi caliente boca. Me beso y me apretó contra la pared del ascensor. Sus manos desabotonaron mi camisa y la abrió, ahora éstas recorrían mi torso buscando mis pezones. No dejaba de besarme, su lengua perforaba mi boca en busca de la mía. Cada vez que se encontraban se envolvían en un abrazo sexual, mientras nuestras salivas calientes y espesas se entremezclaban.
Sus manos comenzaron a desabrochar los puños de mi camisa. La hecho para atrás de mis hombros y comenzó bajarla hasta retirarla completamente. Estaba desnudo completamente de la cintura hacia arriba. Se lanzo sobre mis pezones a morderlos y pellizcarlos. Lo hacia con fuerza y determinación. Trataba de retirarlo, pero no me dejaba y volvía con más fuerza y determinación a morderlos y chuparlos. No se porque trababa de retirarlo cuando lo único que deseaba era estar completamente desnudo y ser objeto de su pasión y locura sexual. Al llegar el ascensor a destino mi amigo se calmo un poco. Se abrieron las puertas y que sorpresa. El ascensor llegaba directamente al departamento. Era todo el piso, una vista espectacular a la bahía y terrazas con plantas por doquier. El departamento era verdaderamente espectacular y como máximo agregado tenía una piscina que parte estaba incorporada a una especia de sala de estar. El departamento era realmente espectacular. Entramos y me ofreció algo para beber. Solamente acepte una bebida gaseosa, ya que no quería que el alcohol interfiriera en mi accionar.
Me pasó la bebida y mientras bebía comenzó a desabrochar mi cinturón. Yo no hice ningún intento para pararlo, lo deseaba y más que nunca. Desabrocho el cinturón e inicio la tarea de hacer lo mismo con un botón en la parte superior de la pretina. Acto seguido bajo el cierre y abrió mi pantalón. Miro mi pene completamente erguido y depilado. Se acerco me tomo una de mis manos y la llevo a su miembro. Si el mío estaba erguido, el de él estaba por reventar. Me impresiono la dureza del miembro, el largo y su ancho. Se sentía espectacular, pero a la vez me dio miedo por el dolor que me iba a producir. Me vino a la memoria el estupido juramento que lo había hecho hacer en el pequeño bar y que decía; "que sí me resistía me lo hacía a la fuerza". Lo había hecho juramentar, por esa estupidez iba a sufrir dolor y talvez me partía en dos.
No tardo mucho en tenerme frente a él completamente desnudo. Acaricio mi cuerpo, me acerco, me abrazo y sus manos iniciaron un recorrido juguetón por toda mi espalda hasta llegar a mi cola. Ahí paro, me agarro cada uno de ellos en una mano. Me los separo a más no dar, a la vez que los apretaba con fuerza y furor. Me apretó contra su cuerpo a la vez que exprimía los cachetes de mi culo. Me hizo sentir su pene contra mi desnudes y no paraba de besarme e introducir su lengua en mi boca. Estuvimos un buen rato así hasta que me soltó y me dijo; "eres muy rico, .voy a disfrutar de tu virginidad y después te la quitare bien quitada". Sus palabras me aterraron y me excitaron. Se retiro un poco, me miro, me beso nuevamente y me dijo sal a la terraza, toma sol y baratee si quieres, vuelvo en seguida.
Me quede solo y opte por salir a una de las terrazas. Alrededor no había edificio más alto, cosa que permitía andar desnudo sin ser visto. Me tendí boca abajo en una de las reposeras y me puse a esperar. El calorcito del sol y mi calentura me hicieron dormitar. En ese estado estaba cuando sentí una lengua recorrer mi cuello y una mano hacer figuritas en mi cola. Me acomode y me deje acariciar. Su lengua recorría mi espalda y llegaba jugando hasta mi cintura, esperaba que bajara más pero no lo hacia, su mano seguía en mi culo. Mientras el jugaba conmigo, mi mano fue en busca de su miembro pensando que estaba desnudo porque sentía sus piernas así. Pero no fue real ya que tenía algo puesto que me pareció un boxer. Se lo acaricie por encima y me aterro más, trate de tomarlo y sentí que no podía cruzarlo. Era enormemente grueso y largo. Ahora me dí cuenta lo que iba a sufrir. Pero sus caricias borraban todo pensamiento de dolor y solo me hacían desearlo más y más.
Estuvo jugando conmigo por largo rato. Yo ronroneaba como un gatito en celos a la vez que me movía cadenciosamente sobre la reposera. De repente para y me dice que venga con él al agua.
Caminamos hasta la piscina. Yo entro en ella y el se queda parado cerca del borde retirándose su boxer. Retirado su boxer se yergue y ahora si que me aterro. Su VERGA era enorme, gruesa, larga y brillante. Sentí un escalofrío. Me la iba a comer y toda. No me importaba que fuera en mi boca, lo que me aterró fue que también iba a mi culo. Pensar que Yo fui el que insistió en hacerlo jurar que lo haría de todas maneras aunque tuviera que hacerlo a la fuerza. El pez muere por la boca.
Ya ambos en la piscina nos pusimos a acariciarnos y besarnos. Me olvide un poco de la enormidad de su verga la tome en mi mano y comente a jugar con ella. Me di vuelta en varias oportunidades colocándome de espalda y llevando su verga a mi cola. Me acercaba y me retiraba. Sus manos recorrían mi torso, pellizcaba mis pezones y besaba mis labios. Jugábamos y jugábamos. Yo cada tanto me daba vuelta y le ofrecía mi culo, pero giraba nuevamente. En unas de esas tantas vuelta y antes de volver a gira, me sujeta y me impide hacerlo. Con sus manos me acerca completamente a él. Estoy pegado a él y siento su VERGA
paradita entre mis nalgas. Me abraza con el abrazo del oso y pegado a mi oído me dice; "llegó la hora de robarte tu virginidad" ., "serás completamente mío aunque grites y patalees" "jure y cumpliré". Esas palabras surtieron dos efectos; terror y calentura. Trate de zafarme y más fuerte me sujeto y al aferrarme más, más calentura me dio. Me llevo hasta el borde de la piscina y me apretó contra él. Tomo mis manos y las coloco extendió sobre la superficie. Bien sujeto contra la pared empezó a abrirme de piernas hasta el máximo. De súbito siento su verga buscar mi ano. Como una perra caliente comienzo a acomodar mi culo para que mi ano quede frente a su verga. Lo siento y empiezo a empujar para atrás. Lo nota y se agarra del borde e inicia la marcha adelante. El agua me relaja y ayuda a que entre. De comienzo siento un ardor que se transforma punzantes agujas que me hieren la carne mientras la verga va entrando. El empuja y empuja sin importarle mi sufrimiento. Esta gozando. Yo estoy sufriendo. Llevo mi mano atrás creyendo que tengo toda su verga dentro de mí, que sorpresa me llevo. Ni la cabeza entera ha entrado. Lo incongruente a todo esto, es que sintiendo un dolor espantos Yo empujaba para atrás ayudándolo a meter su verga. Hecho ambos brazos atrás y trato de tomarlo de la cintura. Él nota mi movida y me aferra de la cintura, y así ambos ayudando comenzamos mi verdadera desvirginidad. Que dolor, que sufrimiento, pero a la vez que placer. Estaba gozando como una perra. Me susurraba a mis iodos las bestialidades más grandes, lo que iba a hacerme y como me dejaría. Yo a esa altura no me importaba nada, lo único que hacia era tratar de empujar para atrás, para recibir más y más su verga dentro de mí.
El dolor se acrecentaba, mi mano fue en busca de su verga y encontré que su cabeza más un cuarto de ella estaba dentro de mí. Estaba contento y pedí más. La pedí todo. Me contesto que sería muy difícil así, que saliéramos del agua y afuera me prometía que la recibiría toda, nada quedaría fuera de mí.
Al sacar su verga, sentí una sensación muy extraña difícil de describir. Caminar dentro del agua no sentí problemas, pero fuera del agua mi piernas tendía a abrirse. Tendimos unas colchonetas y me puse de espaldas sobre ellas. De rodillas levanto mis piernas y coloco una en cada hombro de él. Me coloco una especie de almohada debajo de mi cola para levantarla y dejarla frente a su verga. Se acerco lo que más pudo y puso la cabeza justo enfrente de mi ano. Se hecho hacia adelante y comenzó a empujar con fuerza. La falta de agua dio como resultado falta de lubricación y esto produjo un dolor que me tuve que morder la lengua para contener mis gritos. Miles de agujas o mejor millones de éstas perforaban mi culo, esa era la sensación. Pero no era así, sólo era su enorme y deliciosa VERGA que se abría camino por mi ano. Me estaba doliendo mucho pero a la vez estaba gozando mucho, así que peía más y más. Él me gritaba sáciate perra caliente y empujaba con fuerza. Yo volvía a gritar y el volvía a empujar. Así estuvimos largo rato hasta que su VERGA no pudo entrar más. Yo comencé a mover mi cola como en círculos y de adelante para atrás. Miraba su cara plagada de placer. Ahora con su verga adentro dominaba la situación. Yo no daba más y el tampoco daba más. Mis movimientos fueran en aumento y cada vez más continuos. Ahora era él quien bramaba, eso me daba mucho placer. Yo tenía ahora el sartén por el mango. Le dí y le dí hasta que sus gritos se transformaron en aullidos largos y agudos, y de repente sucedió lo inevitable. Tres gritos roncos seguidos y su semen comenzó a invadir mi culo. Cayo sobre mi y me beso a la vez que me decía que era muy rico, y que ahora al perder la virginidad con él le pertenecía. Sin sacar su verga de entre mi se ladeo un poco tomo mi pene que estaba durísimos y a punto de llegar y comenzó a masturbarme. Sentí que llegaba y lo grite, se agacho y lo metió en su boca. Ahí acabe. Manteniendo su boca apretada lo retiro y siguió masturbándome. Acerco su cara a la mía y abrió su boca dejando caer un chorro del semen que en ella tenia en mi cara, con su lengua lo desparramo por toda ella. Me masturbo y me hizo acabar más de una vez. Recogió mi semen con su mano y lo llevo a mi cara y también lo esparció, por la cara, ojos, oídos, boca, pelo, etc., etc. Que goce que placer, sabía darlo. Lo amaba.
Agotados nos tendimos a dormitar un poco al sol. En una próxima ocasión les contare como siguió ese fin de semana.