La primera vez de mi mujer con otro (3)

Mi mujer, poco a poco, se iba haciendo cada vez mas puta. Me gustaba aquello y lo disfrutaba, pero ya no sabia donde tendria sus limites, ya pensaba en hacer cosas que nunca habia echo conmigo.

………………..No me lo podía creer, mi mujer me dejaba allí plantado y se iba con aquel pedazo de tío a la habitación a follarselo, me quedé de piedra, se estaba convirtiendo en toda una buena puta.

Me bebí los tres cubatas y me tome otros dos mas esperando. Viendo que no aparecían me decidí a subir a la habitación.

Serian ya sobre las 2 de la madrugada y había mucho silencio en el hotel. Al llegar a la habitación no se escuchaba nada, pero al acercarme a la puerta escuché perfectamente a mi mujer gimiendo de placer y pidiendo mas, “si, así, dame fuerte, fóllame, me gusta tu polla, que dura, que grande, fóllame bien, métela mas adentro que sienta tus huevos, ummmm, cómeme la boca, chúpame los pezones dame fuerte, córrete en mi coño……..” no paraba de decir cosas así y de gemir. Eso me hizo que se me pusiera la polla durísima y empecé a masturbarme escuchando como follaban a mi mujer, pero tuve que parar, por que entraba y salía gente de las habitaciones, así que me fui de nuevo a la discoteca a tomarme otra copa y a darles un rato mas.

Llegó el momento en que cerraban la discoteca del hotel y me pedían que me marchara, pero yo no sabia donde ir. Pensé en darme una vuelta por la playa, por que no iba a ser capaz de subir de nuevo a la habitación y escuchar aquello tranquilamente.

En el momento que me dirigía hacia la puerta del hotel escuché el ascensor, me volví a mirar y era Daniel que bajaba.

--     ¡Tiooooo! Como folla tu mujer, ufff, que cachonda, es bestial, tenia muchas ganas de polla, me la a pelado chupándola y después me ha hecho follarla hasta correrse, no se, he perdido la cuenta, valla pedazo de puta que está hecha. Si no te importa mañana quiero repetir.

--      Bueno, bueno, espera, esto no puede ser así, me tienes que contar con detalles.

--     No, no, los detalles que te los cuente ella que yo estoy que me duelen los huevos de tanto follarla.

--      Bueno, si te la quieres follar mañana vale, pero yo quiero verlo.

--      Eso es cosa de ella, a mi me da igual que tu estés o no, yo la voy a follar igual.

--      Bueno, pues mañana hablamos.

--     Vale, toma tu llave. Ella se ha quedado dormida. Está desnuda en la cama. Si se deja fállatela que lo mismo es capaz de haberse quedado con ganas de mas, por que no había forma de quitársela de encima.

--      Venga, mañana nos vemos.

--      Hasta mañana.

Me fui rápido a la habitación con la polla dura, imaginándome como la habría follado y si tendría ganas de mas, aunque me parecía raro, nunca había follado así conmigo.

Al llegar me la encontré dormida, desnuda en la cama. Me acerqué y empecé a acariciarla. La polla me iba a estallar, pero ella me dio un manotazo y se volvió. Estaba claro que Daniel la había dejado satisfecha, así que me metí en el cuarto de baño y me hice una buena paja recordando lo que había escuchado, y tuve una buena corrida.

Al día siguiente cuando nos despertamos se arrimo a mi y empezó a darme besitos.

--      Buenos días cariño ¿has dormido bien?

--     Ufff, he dormido de miedo, que follada me dio Daniel, nunca me habían follado así.

--      ¿Mejor que yo?

--     Hijo, no te enfades, pero la verdad es que si, que polla, que fuerza, que cuerpo, que forma de follar. La verdad es que me hubiera gustado despertarme junto a el para que me follara otra vez.

--      ¿Y no te vale que te folle yo?

--      Si, me vale, pero que sepas que mientras me follas voy a estar pensando en el, en su cuerpo, en su polla, en su boca, en como me comía, en como me follaba, ¡mira! ¡si ya tengo el coño húmedo!

--      Pues esto hay que aprovecharlo, que yo tengo la polla dura desde anoche.

--      Pues no hables mas y follame-

Mientras la follaba ella fue contándome lo que le había echo Daniel.

--      Si, así me comía el coño, así me besaba, así le comía yo la polla, no me cabía en la boca, le pedí que me follara, y me folló con el preservativo, pero después le dije que yo tomaba la píldora y le faltó tiempo, se quito el preservativo y me follo a pelo, y se corrió en mi coño, y se corrió dos veces en mi coño, todavía me chorrea su leche por los labios de mi coño, me gusta como me folla, como me come los pezones, como………

No pude aguantar mas, diciéndome todas aquellas cosas me corrí en su coño sin poder parar.

--      Cabron, que yo no me he corrido.

--      Pero hija, después de las cosas que me estas diciendo como quieres que aguante la corrida.

--      Bueno, da igual, después pienso follar con Daniel, así que me da igual.

--      No, espera, te follo otra vez y te corres.

--     Jajajaja, ¿con esa pollita colgante? Mírala, si ya se ha venido a bajo, y la de Daniel, uffff, la de Daniel, después de correrse seguía con la polla bien dura  y yo le pedía mas y se volvió a correr en mi coño. Hoy le voy a pedir que se corra en mi boca.

--      ¿Pero si a ti eso no te gusta?

--      Bueno, que no me gustaba, con este tío soy capaz de tragarme toda su corrida sin desperdiciar ni una gota.

--      Que puta eres, pero….. ¿me dejarás verlo?

--      Bueno, igual te dejo que me comas la boca con la corrida de el dentro, ya veremos.

Con estas palabras hizo que mi polla recobrara otra vez su dureza y aunque puso un poco de resistencia volví a follarmela y está vez si se corrió, aunque yo no pude.

--     Bueno campeón, ahora si has conseguido que yo me corra, pero tu no has podido volver a correrte. Que sepas que he pensado en Daniel para correrme, pero al final ha sido una desilusión por que el si se hubiera vuelto a correr.

Después de esto nos duchamos y nos fuimos a desayunar. Ya era tarde así que el buffet ya estaba cerrado y nos fuimos al bar de la piscina. Nos tomamos unos croissant y un zumo de naranja y nos fuimos a la playa.

Nos cogiamos de la mano, nos dábamos besitos algún que otro achuchon, pero yo sabia que ella estaba pensando en la follada de Daniel, y la verdad es que yo también, y lo que mas me dolía era el habérmela perdido.

Nos fuimos a comer y después a la piscina. Allí vimos a Daniel dando su clase de aquarobic. Mi mujer no quiso dar la clase, decía que estaba cansada y se quedó dormida en la tumbona de la piscina.

Después se acerco Daniel a nosotros.

--      Hola guapísima ¿Cómo estas?

--     Bien, hijo, me has dejado destrozada, ufff, que maravilla.

--      Bueno, si no puedes mas pues nada.

--     ¡Como que no! Que solo queda esta noche y hay que aprovecharla, ¡tu me follas otra vez!

--      Vale, vale, jajajaja, si yo también tengo ganas. Ya quisieran muchas jovencitas follar como tu lo haces.

--      Bueno, bueno, callaros un poquito que me estáis poniendo la polla dura con vuestra conversación.

--      Daniel ¿lo dejamos hoy que mire?

--      Si mujer, déjalo, que después se tiene que hacer las pajas el solo, que por lo menos se la haga viendo como follamos.

--      Bueno, lo dejaremos mirar, pero le voy a poner una condición.

--      ¿Cuál?

--      Que me coma la boca después de que tu te corras en mi boca.

--      Ohhhh, ¿vas a querer una corrida en la boca?

--      Si, y que sepas que tu vas a ser el primero. Nunca nadie se ha corrido en mi boca.

--      ¿Y en tu culo?

--      Jejejeje, eso ya es otra historia. Todos queréis follarme por el culo, pero tenéis mucha polla y me duele. Eso igual dejo, algún día, a alguno que tenga la polla chiquitina.

--      Jajajaja, cariño, como si esto se fuera a volver a repetir.

--      Pues…………….. es posible que se repita mas de lo que tu quisieras. Esta es la segunda vez que lo hago, y me está gustando, lo mismo se repite, no de verano en verano, si no mas a menudo.

--      Bueno, bueno, de momento follate a Daniel y después ya veremos.

--      Vale, Daniel, después de la cena nos vemos en nuestra habitación.

--      Bien, me llevaré unas botellas de champán.

Daniel se marchó del lugar y yo tuve que taparme con la toalla para que no se viera que estaba empalmado.

--      Que, ¿Qué se te pone dura?

--      Si cariño, no se me va a poner dura

--      Pues que sepas que yo tengo el coño súper húmedo, y estoy deseando que me vuelva a follar Daniel. Esta noche vas a ver como me folla ese pedazo de tío.

Llegó la hora de la cena y después nos fuimos a la habitación a esperarlo.

Mientras esperábamos estábamos desnudos, nos fuimos tocando, acariciando, estábamos los dos muy calientes, pero Daniel no llegaba.

--      Cariño, si este no llega te follo yo.

--      Bueno, pero vamos a esperar un rato mas, que quiero que me folle el primero.

En eso llamaron a la puerta. Ella dio un salto de la cama y se fue corriendo a la puerta. Se veía que tenia ganas de follarselo.

Era el. Ella le abrió la puerta completamente desnuda. El entró la abrazó y empezó a comerle la boca, sin decir ni hola. Ella se apretaba contra el. Le restregaba sus tetas y su coño con su cuerpo, y a el se le veía como tenia la polla bien dura. Yo estaba medio tumbado en la cama con mi polla dura entre mis manos, masajeándomela despacio y disfrutando de la escena. Veía a mi mujer desnuda, de espaldas, su redondo culo apretándose, agarrando a aquel pedazo de tío y comiéndole la boca como si su vida fuera en ello.

--      Ufff, me gusta como me has recibido, así desnuda y caliente. Me la has puesto bien dura.

--      Si, es que estoy deseando que me folles, pero primero…………………………...

(CONTINUARA………………….)