La primera vez de mi mujer con otro (2)

Después de la primera vez del año pasado habiamos quedado en que no se repetiria aquello, hasta que este año, de nuevo en un hotel de playa se repetia la historia, pero esta vez no me dejaban participar.

Bueno, desde el verano pasado que mi mujer había follado con otro delante mía no lo habíamos vuelto a repetir, ni ella quería, decía que con una vez bastaba, que no necesitaba hacerlo mas, pero la verdad es que, de vez en cuando, cuando follamos, lo recuerda, lo comentamos, y tenemos unas corridas de infarto.

Este año, como en otras ocasiones, dejamos a los niños con los abuelos y nos fuimos, solo por un fin de semana, a un hotelito en la playa.

La cosa está mala con la crisis, así que con tres días de playita hay que conformarse.

Llegamos al hotel, cogimos nuestra habitación y guardamos las pocas cosas que traíamos.

Después de esto mi mujer ya quería bajarse a la playa, pero le dije que se esperara un poco, que no había prisa, que había que estrenar la habitación.

En esta ocasión nos había tocado una habitación que daba a la piscina, pero que no se veía la playa, bueno, un poco si de refilón, pero solo el mar.

Se resistió un poco, pero en el momento que me vio desnudo y con la polla dura no pudo resistirse. Se quitó el biquini, se tiró en la cama y nos pusimos a follar. Estaba muy húmeda y le pregunté si era por verme la polla, por el hotel o por que, pero no me contestaba, me decía “follame y córrete dentro”, así que así lo hice, le pegué una buena follada y nos corrimos.

Después de terminar, nos lavamos un poco y nos quedamos desnudos por la habitación. Yo salí al balcón y me di cuenta que un tío en una habitación cercana me estaba mirando. El hotel formaba un cuadrado con la piscina en el centro y desde unas habitaciones se podían ver otras.

Al mirar mas detenidamente me di cuenta de que podía ver la habitación de aquel tío perfectamente, y a través de los cristales traslucidos de color champán del balcón podía ver como el tío estaba mirándome y tocándose la polla.

En un principio pensé que podría ser que no me estuviera mirando a mi, que fuera a otra habitación. Luego pensé que seria un gay que le había gustado verme, para finalmente recordar que lo que había estado viendo aquel tío era el polvazo que habíamos echado mi mujer y yo.

Llamé a mi mujer para que se asomara. Le dije que no se pusiera nada, que se quedara desnuda. Ella se asomó al balcón y miró hacia la piscina, y se puso de puntillas intentando ver algo mas del mar. Yo me quedé pendiente del tío que ante la presencia de mi mujer empezó a morderse los labios y a masturbarse mas rápido aún. Ya tenia claro que lo que le ponía la polla dura era mi mujer.

Estando allí en el balcón le pregunté de nuevo a mi mujer el por que de estar tan húmeda, y al final me confesó de que se había acordado de los polvazos que le había echado el joven del año pasado y que se había puesto muy cachonda, y que me reconocía que mientras follabamos había estado pensando en aquel joven. Eso hizo que se me volviera a poner dura la polla. Ella empezó a reírse, se agachó y se puso a chupármela, allí, en el balcón. Miré al tío que estaba en el otro balcón y vi como se entusiasmó ante aquella imagen. Por los cristales traslucidos no podía ver como me la chupaba, pero se adivinaba al verla a ella de rodillas, moviendo su cabeza, y por mis movimientos.

Ante aquella situación pude adivinar como el tío se corrió y me hizo una señal con el pulgar hacia arriba, como dándome el OK, se introdujo en su habitación y cerró las cortinas.

Yo ya imaginándome que ese tío se la podía follar me corrí en la boca de mi mujer, la cual quedó impresionada de que me hubiera corrido dos veces tan seguidas. Me dijo que se imaginaba por que, por que yo también me acordaba de cómo la follaban el año pasado, y yo le contesté que si, pero en verdad pensaba que me había corrido imaginándome como se la iban a follar este año.

Una vez en la playa pensé que tenia que ir rápido si quería que se la follaran ya que solo íbamos a estar tres días, dos noches, así que empecé a buscar al tío de la otra habitación. No le había visto muy bien la cara, pero era un tío muy fuerte, de machacarse a diario en el gimnasio y no habría muchos así por la zona.

Le dije a mi mujer que me iba a darme una vueltecita por la playa;

--      A ver tetas ¿no?

--      Jajajaja, si cariño, a ver si veo tías buenas con grandes tetas haciendo top less

--      Vaaaale, pero luego follas conmigo.

--      No te preocupes que quedarás bien satisfecha.

Me fui por la orilla dando un paseo, buscando a aquel tío, y por supuesto mirando las tías.

Después de un buen rato caminando me di por vencido, aquel tío no estaba por allí así que me volví donde estaba mi mujer.

Llegó la hora de comer, así que nos fuimos a hacer lo propio. Ella después dijo que estaba cansada y que iba a dormir un ratillo la siesta. Yo cogí un libro y me fui a la piscina, mas que para leer para ver si daba con aquel tío.

Después de un buen rato pasó alguien por delante de mi hamaca y me dijo “hola”. Casi sin levantar la vista del libro devolví el saludo para que en aquel mismo instante me diera un vuelco el corazón. Levanté rápidamente la mirada y……….. ¡era aquel tío!

--      Oye, oye, para un momento.

--      Si dime.

--      ¿Eras tu el del balcón?

--      Jejeje, si yo era, valla polvazo que habéis echado. Perdona, pero no pude evitar verlo todo y me pusisteis muy cachondo.

--      ¿Te gustó mi mujer? ¿Te gustó verla follando?

--      Ummmm, bueno……….. si, perooo……….. ¿a que viene esto?

Rápidamente le conté lo del año anterior y que en las dos noches que íbamos a estar allí quería repetirlo, y me parecía el un buen candidato.

--      Bueno mira yo no estoy aquí por casualidad, me han contratado durante el verano como animador para los clientes y me han facilitado una habitación, pero entenderás que yo me debo a todas las clientas, jajajajaja.

--      Si, claro, yo lo entiendo, pero a unas las antederas mejor que a otras, ¿no?

--      Bueno, tu mujer la verdad es que está muy bien, y uno también se cansa de las niñatillas. Una madurita que este buena, con buenas tetas y que folle bien también apetece de vez en cuando.

--      Vale. Mi mujer se pone cachonda y pierde un poco la cabeza con un par de cubatillas. Esta noche iremos a la discoteca del hotel, así que acércate por allí y preséntate a ella, a ver como reacciona.

--      OK, bueno, me voy que doy ahora una clase de aquaerobic.

--      Vale, hasta luego.

La verdad es que el tío valía para aquello. Súper machacado en el gimnasio, pero sin estar demasiado hinchado, guapo, con mucho don de palabra y simpático.

Al rato de aquello apareció mi mujer en la piscina.

--      ¿has descansado?

--      Si, me ha venido muy bien la siesta, he recuperado fuerzas para esta noche.

--      Jejeje, ya estas pensando en el polvazo que te voy a echar esta noche ¿no?

--      Si cariño, hay que aprovechar que estamos solitos.

--     Bueno, pues ponte en forma. Acércate a la piscina que van a dar una clase de Aquaerobic.

--      ¡Ahh, bien! ¡me gusta el aerobic!

--     Vale, pues me han dicho que empieza ahora, y que el monitor esta muy bueno, así que aprovecha.

--      Ummmm, ¿y tu como sabes que esta muy bueno? ¿Quién te ha dicho eso?

--      Bueno, no es que me lo hayan dicho, es que he escuchado a dos mujeres hablando, y lo han comentado.

--      Bueno, pues lo mismo que tu has ido esta mañana a ver tetas por la playa voy a ir yo ahora a ver al monitor.

--      Vale, pero no te pongas muy cachonda.

--      Bueno, si me pongo cachonda tu luego me follas.

Diciendo esto se marchó hacia la parte de la piscina donde estaba la gente ya preparándose para la clase.

Cuando terminó vino mi mujer hasta donde yo estaba y me comentó que era verdad que el monitor estaba muy bueno.

--      Uffff, no veas como está el tío, guapísimo, súper fuerte, un paquetazo impresionante, debe tener una buena polla, y muy simpático. Después de la clase se a acercado a preguntarnos si nos había gustado y se me a presentado y me a dado dos besos. Se llama Daniel y está muy duro.

--      Perooooo…….¿como de duro? ¿ya le has tocado la polla?

--      No imbecil, que le he tocado los brazos y los abdominales, y uffff, que tío, como está.

--      Que, ¿ya te has puesto cachonda?

--      Para que te voy a engañar, pues si, me he puesto cachonda como una perra.

--      ¿Ya te lo quieres follar?

--      Nooooooooo….. ni pensarlo, luego me follas tu y nos imaginamos que el está con nosotros.

--      Vale.

Nos quedamos hasta ultima hora en la piscina. Después nos fuimos a cenar y luego a la discoteca.

allí nos pusimos a bailar un poco y a tomar unos cubatas, y el supuesto Daniel no aparecía por ninguna parte.

Después de tres cubatas, mi mujer ya cachonda queriendo follar y sin aparecer Daniel decidí irnos a la habitación y finalizar yo la faena. Nos dirigíamos hacia la puerta, y al salir, mi mujer que iba delante tropieza con Daniel que entraba. Se piden perdón por el tropiezo y el le lanza dos besos en las mejillas.

--      ¿A dónde vas? ¡la fiesta empieza ahora!

Mi mujer empezó a reírse, con una risa nerviosa. Se dio la vuelta, me cogió de la mano y volvimos a dentro.

--      Pedirme una copa. Voy a saludar a unos amigos y estoy con vosotros.

--      Vale, ¿Qué quieres tomar?

--      Un cubata, de lo mismo que tome tu mujer.

--      Vale.

Mi mujer me miró con cara rara.

--      Parece como si os conocierais.

--      Noooo, que va, ya sabes que esta gente tiene mucha cara, hace como que conoce a todo el mundo, se dedican a esto.

--      Perooo…. ¿tu sabes quien es?

--      No lo se, pero me imagino que es el monitor

--      Jejejeje, si, si lo es.

No sentamos en una mesa con tres cubatas, aunque mi mujer decía que no quería beber mas.

--      Cariño….

--      Si dime.

--      Tu no estarás planeando lo mismo del año pasado, ¿no?

--      Yooooooooo….. En todo caso tu que eres la que conoces a este tío y le has plantado dos besos.

--      No se por que me da a mi que………..

--      Anda, anda, no invente, no busques culpables, tu lo que pasa es que te gustaría follartelo y me quieres echar las culpas a mi, para no sentirte tu culpable, o mas bien para no sentirte tu como una puta zorra cachonda, jajajajaja.

--      Bueno, pues vale, que si, que me gustaría follarmelo, peroooo…… es que ya dijimos que esto no lo íbamos a volver a repetir.

--      Pero bueno, quien te ha dicho a ti que este tío te valla a follar, es un relaciones publicas y está haciendo su trabajo.

--      Es verdad, si es que tu me lías.

--      No, yo no te lío, es que te gustaría follartelo y por eso ya te inventas todo esto.

--      Jajajaja, es verdad, es que me gustaría, pero bueno, me gusta que me folles tu, y con eso me vale.

Mientras teníamos esta conversación llegó Daniel y se sentó en la mesa, cogio su cubata y le dio un largo trago.

--      ¿Os lo estáis pasando bien?

--      Si claro.

--      ¿De que estabais hablando?

En eso mi mujer se le escapó una carcajada, yo me sonreí y le guiñe un ojo a el.

--      Me gustaría follarte.

Mi mujer se quedó de piedra ante lo que le había dicho de golpe aquel pedazo de tío.

--      Peroooo…. No se, tu debes tener pedazos de tías detrás tuya para folla, ¿Por qué yo?

--      Pues por varias razones. Primero por que esta mañana os vi follando en vuestra habitación a través del balcón, y follas de miedo. Segundo por que después vi como le comías la polla a tu marido en el balcón y viendo eso me masturbe y me corrí, y tercero, por que estas muy buena, y eres una mujer de verdad, no como las niñatas que me persiguen todo el día.

Ante esto mi mujer se volvió y me miró muy seria.

--      ¿Tu sabias que nos estaba viendo?

--      Noooooooooo, yo no lo sabia, peroooooooo…… ¿no te gustaría follartelo?

--      Pues si que me gustaría, vamos, que me lo voy a follar, pero tu no lo vas a ver.

--      ¿Por qué no?

--      Por que yo se que tu has formado parte de esto, que tu has planeado algo, así que como castigo me lo voy a follar y tu vas a esperar fuera, y si después de que me corra unas cuantas veces con el me quedan ganas a lo mejor dejo que me folles, y si no te lo cuento y tu te pajeas.

--      Bueno, de acuerdo, pero si esto se repite mañana yo quiero estar presente.

--      Ya veremos, has sido malo y no vas a ver como follo con Daniel.

Se levantaron los dos de la mesa, ella me pidió la llave magnética de la habitación y se marcharon dejándome allí con los tres cubatas. El me hizo un quiño, le agarró el culo a mi mujer y salieron de la discoteca.

PROXIMAMENTE SEGUNDA PARTE.