La primera vez de Maria (04)

Maria que está pasando el fin de semana con Ricardo, va a una fiesta con unos amigos.

LA PRIMERA VEZ DE LA MARIA ( IV )

El anterior relato dejo a Maria y Ricardo durmiendo una merecida siesta después de haber echo el amor, el quedo pegado a su espalda, aún con su miembro semirígido dentro de ella.

Me desperté sobre las 19 h, me di cuenta que Ricardo ya no estaba a mis espaldas, se oí como estaba hablando por teléfono en el salón, pero no pude entender de que estaba hablando. Al cabo de un rato entró en la habitación y después de un cariñoso beso me dijo "Hola cielo, estaba hablando con José Luis, el vecino de la casa de al lado, el y su esposa Dolores nos han invitado esta noche a cenar en el restaurante del Hotel La Gavina de S´Agaró, está a unos 30 km, nos pasarán a buscar a las 21 h". Yo me desperté de golpe, estaba asustada, tenia un ataque de pánico, una cosa era salir con Ricardo y una cosa muy distinta era salir a cenar con gente desconocida. ¿ Que pensarían de mi? ¿Me tomarían por una mujer de verdad?. Solo pude balbucear " Pero Ricardo..... yo no se.... que van a pensar de mi ....", pero no pude continuar porque Ricardo me dijo "Maria, lo único que van a pensar es de que eres una mujer encantadora, no podrían sospechar nada, eres mas femenina que muchas mujeres biológicas, tu ponte bien guapa y elegante.

El hotel donde teníamos que ir a cenar es uno de los mejores de la costa norte de Barcelona, seguramente el mejor, con un poco de miedo le dije a Ricardo que de acuerdo, pero que necesitaba un par de horas para estar lista. Me besó y su fue dejándome la habitación y el lavabo para mi sola,

Empecé por ponerme un enema, quería que mis intestinos estuviesen limpios para cuando volviéramos de la cena, después me tomé un baño caliente con sales perfumadas para relajar y perfumar mi cuerpo, seguí luego con una larga sesión de maquillaje, crema base, maquillaje con un poco de color, un poco de colorete en los pómulos, mascara en las pestañas, perfilado de cejas, sombra de ojos. Era una salida de noche y esto permite el maquillaje sofistificado. Finalmente me aplique la pintura de unas en las manos y en los pies y también pintura en los labios del mismo color rojo intenso que la laca de uñas. Peiné mi propio pelo en una semiondulada melena larga hasta un poco mas debajo de la nuca.

Antes de empezar a vestirme iba a permitirme un frivolidad, busque en una de mis maletas y encontré el accesorio que necesitaba, unas maravillosas bolas chinas de 3,5 cm de diámetro, con un poco de crema entraron perfectamente en mi orificio anal, las llevaría puestas toda la velada, además de causarme placer, ayudarían a ir relajando y dilatando mi esfínter anal, así estaría preparado para la esperada fiesta de sexo cuando volviésemos a casa.

Ahora ya era el momento para empezar a vestirme, empecé por la ropa interior. Primero un corselette negro muy, muy apretado ( casi no podía respirar, me perece que esta noche iba a poder comer poco ) que mejoraba mi silueta femenina, es del tipo con cierres en la entrepiernas, lo que hacia que mis " atributos masculinos", quedaran fuertemente aprisionados hacia atrás, después vinieron una medias negras muy finas abrochadas a los ligueros del corselette, mis piernas perfectamente depiladas lucias espléndidas. Luego le toco el turno al vestido, me puse el negro de DKNY que Ricardo me había regalado por la mañana, es un vestido de gasa muy pegado al cuerpo, largo hasta unos 10 cm por encima de las rodillas, así podría lucir de piernas,

Ya estaba casi, casi lista, solo faltaban los zapatos, saque de la caja el par que me había regalado Ricardo junto con el vestido, son de raso negro, con la puntera un poco puntiaguda y tacón de aguja, ahora me daba cuenta de lo alto que era el tacón, media 12 cm ( 5" ), nunca había salido a la calle con unos tacones tan altos, esperaba no tener que andar mucho, pues, aunque hace muchos años que usos zapatos con tacones altos, no es fácil andar suspendida por unos tacones de 12 cm por la calle. A pesar de la altura de los tacones los zapatos eran cómodos. Como la falda del vestido es de tipo tubo, estrecha, me hacia andar con unos pasos cortos, tenia un aire muy femenino, me miré en el gran espejo de la habitación y realmente lucia espléndida.

Salí de la habitación en busca de Ricardo, lo encontré en el salón tomando una copa, ya estaba vestido con un elegante traje oscuro, camisa clara y una corbata Hermes muy bonita. Creo que quedo alucinado, me miraba sin dar crédito a lo que veía, me dijo " Estas guapísima, espléndida, Maria, no se de que tienes miedo, eres una mujer fantástica, espectacular". Me ofreció una copa que acepte encantada, necesitaba energías para mi presentación en sociedad.

Le estaba contando a Ricardo mi travesura de llevar las bolas chinas puestas para que fueran preparando mi ano ,el en un tono de broma me dijo que me estaba convirtiendo en su viciosilla predilecta y que esperaría al final de la noche para sacármelas personalmente. Se oyó la bocina del coche de nuestros vecinos y salimos de la casa a través del jardín, el camino de pequeñas piedras fue una prueba de fuego para mi habilidad con los altísimos tacones, pero cogida de la mano de Ricardo, superé la prueba.

Ricardo me presentó a sus vecinos y amigos José Luis y Dolores, deben de tener alrededor de 40 años, eran gente guapa, bien vestidos, el con traje y ella en un vestido estrechísimo de color rojo bastante corto. Nos subimos a su coche, un flamante BMW 735, Ricardo se acomodó delante con José Luis y yo detrás con Dolores,

El trayecto de media hora transcurrió sin problemas, Dolores, tenia un poco de curiosidad por la amiga de Ricardo, hacia preguntas un poco insistentes, pero con la ayuda de Ricardo, no hubo problemas, seguro que no sospecho que yo era una mujer un poco "especial".

Desde la entrada del restaurante, donde dejamos el vehículo al aparcacoches, fuimos Ricardo y yo andando cogidos de las mano, el suelo de mármol hacia que el ruido de mis tacones de aguja sonara de una forma especial, clic, clak, clik, clak..., solo esto ya me estaba poniendo caliente, vi en la cara de Ricardo que a el también le gustaba. Al caminar, notaba como las bolas chinas se movían dentro de mi y hasta percibía como se golpeaban suavemente entre ellas, era feliz.

La cena fue fantástica, el restaurante de mucho lujo, comimos pescado y bebimos champan Möet, fue todo muy agradable, durante toda la cena notaba las bolas chinas dentro de mi, era una sensación especial, solo Ricardo y yo sabíamos que las llevaba y esto me daba un morbo especial. Antes de volver hacia Tossa, Dolores y yo fuimos al lavabo de mujeres, como 2 mujeres ¿Porqué las mujeres siempre van juntas al lavabo?. Dolores me hizo preguntas acerca de mi relación con Ricardo, pero yo le conteste con evasivas. Me retoqué la pintura de labios y salimos en busca de nuestros hombres.

En el viaje de vuelta, Ricardo se sentó detrás conmigo, íbamos hablando con José Luis y Dolores, pero Ricardo no perdía ocasión de tener las manos apoyada en mis piernas, percibía sus caricias a través del sedoso tacto de las medias. Cada vez que me movía, por poco que fuera, notaba como las bolas chinas también se movían, se lo comente al oído de Ricardo y sonriendo me dijo también al oído " No te preocupes, después de las sacaré personalmente con la boca, despacio, despacio "

Ricardo invitó a nuestros vecinos a una ultima copa de champan en casa, estuvimos charlando como cuatro amigos hasta que sobre la 1h de la madrugada, José Luis y Dolores decidieron irse. Ricardo puso música suave y me lleno otra copa de champan, después me invito a bailar con el, bailamos en el amplio salón, la música era una lenta balada Bailábamos juntos muy apretados, yo mido 170 cm y a pesar de mis 12 cm de tacón aun soy mas baja que los 187 cm de Ricardo. Bailaba con la cabeza apoyada en su hombro. Los pies me empezaban a doler bastante, pero aun podía aguantar

Ricardo me besaba en mis labios rojos, me besaba en el cuello, después, suavemente, me cogió de la mano y me condujo hasta nuestra habitación. Empezamos a besarnos de una forma frenética, nuestras lenguas jugaban a entrar y salir de la boca del otro. Empecé a desnudar a Ricardo, primero la camisa, después los pantalones y finalmente los calzoncillos, su miembro viril ya estába simierecto, iba a pedir guerra muy pronto. Suavemente y sin dejar de besarme en la boca, me bajó la cremallera del vestido, como si de una escena de una película se tratase, lo deje deslizar hasta los pies para luego, de un suave empujón apartarlo con el pie. No deje que me sacara nada mas, quedé así con el corselette, las medias y los zapatos de altísimo tacón.

De esta forma tan sensualmente vestida, me arrodille delante de Ricardo, me puse rápida su miembro en la boca, al cabo de unos pocos besos y succiones ya estaba totalmente erecto. Ricardo me indicó que me pusiera de rodillas en el borde de la cama, yo, sumisamente obedecí. Ya instalada en esta posición y con el tronco echado hacia delante con las manos apoyadas en la cama, noté como me abría los cierres del corselette, quedando así mi ano a merced de lo que el quisiera.

Ricardo se arrodilló en el suelo detrás de mi y mordiendo el fino cordel de las bolas chinas y muy suavemente, muy despacio, bola a bola, iba estirando y sacando las bolas, hasta completar las cinco que tenia introducidas. Mi agujero anal estaba completamente abierto, al sacar las bolas no se cerró como es habitual, las mas de cuatro horas con las bolas en mi interior habían superdilatado mi esfínter anal. Se incorporó y de una sola y fácil embestida me introdujo hasta el fondo sus 25 cm de carne tensa y dura, en esta posición empecé a realizar una pequeñas contracciones de mi esfínter, para apretar, para acaricias su sexo, por sus gemidos parecía que realmente le estaba dando mucho placer. A mi también me hacia gozar de una forma especial.

Después moviendo su caderas, empezó un lento movimiento hacia delante y hacia atrás, que combinado con mi contracciones anales nos estaba haciendo casi delirar a los dos. El movimiento se fue haciendo cada vez mas rápido y mas profundo, al igual que mis contracciones, hasta que sentí como empezaban una eyaculación con gran cantidad de liquido caliente, fueron unos chorros de leche largos, profundo, intensos, yo también había tenido un intenso orgasmo anal, acompañado de una pequeña eyaculación de mi diminuto pene. Creo que a partir de ahora lo voy a considerar como mi especial clítoris.

En la ultima embestida de Ricardo nos dejamos ir hacia delante sobre la cama, quedando Ricardo encima de mi, con una parte de su miembro aun semierecto en mi interior. Al cabo de unos minutos me levante para desvestirme y desmaquillarme, me puse un camisón negro semitransparente muy sexy, volví a la cama y quedamos dormidos hasta la mañana siguiente.

El domingo sería el ultimo día del largo fin de semana, pero lo que pasó ese día os lo contaré en el próximo capitulo de este relato.

Recordar que si alguno de vosotros/as quiere comentar alguna cosa de mis relatos o hablar de cualquier otra cosa conmigo os espero en mi e-mail.