La Primera Vez de Alexa
Después de una rica noche de sexo fantástico con Alexa, la acompañe caminando a la casa de su madrina, le llego un mensaje de texto, de algún admirador caliente.
Después de una rica noche de sexo fantástico con Alexa, la acompañe caminando a la casa de su madrina, le llego un mensaje de texto, de algún admirador caliente que más o menos decía lo siguiente:
ADMIRADOR.- Como me gustaría tenerte en mi cama, comiéndome la verga bien mojada.
G.- Que hermosos versos de amor, te mando tu admirador, tu poeta.
A.- Deja, ya tiene meses que termine con él y me sigue mandando estos mensajes, ya ni le contesto nada, pero que pena, que oso contigo.
G.- No te preocupes, pero hablando de osos, cual ha sido tu oso más grande.
A.- Ya ni me lo recuerdes, fue en la secundaria, en la cena baile; yo estaba plana toda la secundaría, pero en el tercer año me crecieron de manera exponencial sujetándose los senos), mi madrina organizo el vals y me hizo mi vestido, verde esmeralda de una sola pieza tipo strapless.
Me toco bailar con mi mejor amigo, a él le encantaba estar rejuntado a mis pechos; cuando llegamos a la cena baile, casi se le salen los ojos al ver el escote, igual que a todos mis compañeros, como era la más pechugona como ellos decían del grupo, fui la envidia de mis amigas.
Ya en el vals, el muy pendejo en un mal giro para evitar caerse, apoyo su mano en el strapless, bajándolo dejando mis senos al aire; me tapé los pechos rápidamente y salí corriendo al baño, llorando y mi madrina atrás de mí.
G.- No manches, que poca madre.
A.- Ya no regrese a la fiesta, al día siguiente mi mejor amigo estaba con un ramo de flores tamaño culpa a la puerta de la casa de mi madrina, paso y yo baje a verlo como si fuera una monja, tapada hasta los dientes.
Me dice que lo perdonara, que fue un accidente; lo abrace y le dije que no hay problema, eres mi mejor amigo, mi confidente y cómplice.
G.- Ósea que estaba en la zona del amigo, el canijo quería contigo.
A.- Siempre, quiso conmigo, más nunca se le hizo, El muy cínico ya en confianza, me dijo que esa noche me dedico a mi salud cinco chaquetas, al ver mis pechos desnudos y mis pezones rosados.
G.- A mí me hubiera gustado también verlos (abro el botón de su blusa y acaricio sus pechos por debajo de su brassier rojo, y siento como se inchan sus pezones).
A.- Y cuál fue tu oso más grande.
G.- Realmente no he pasado de cosas bochornosas, sin trascendencia; así de tu magnitud no tengo.
A.- Anda, debes de tener alguna.
G.- Una, fue en los XV años de la hermana de una amiga de la Universidad; en el salón de fiestas; solo servían los baños de los hombres ubicados en el primer y segundo piso, al organizador se le ocurrió poner como baño de mujeres el de arriba, aproveche que el segundo piso estaba vacío, para echarme un faje con mi amiga de la Universidad, me dejo bien caliente; como tenia ganas de bajarme la calentura, me metí al baño que supuesta era de hombres, orinando tranquilamente, escucho a mis espaldas un -ejem- cuando volteo con mi pene erecto entre mis manos, veo a la hermana menor de mi amiga, la Quinceañera. De la pena, me la guardo rápido y salgo en chinga del baño, varias mujeres me vieron salir, yo rojo como un tomate.
A.- Y que paso.
G.- Me quede, cuando comenzó el vals y mi amiga me dice que baile con su hermana; yo con pena salí a bailar con ella, la quinceañera me dice:,
XV- Nunca en mi vida, había visto un pene
G.- Discúlpame fue sin querer.
XV.- No te preocupes, ese será nuestro secreto, tuyo y mio.
G.- Y de todas las que me vieron salir corriendo del baño.
Reímos los dos, lo bueno de la música, es que nadie escucho nuestra platica; a menos que supieran leer los labios.
A.- Que paso con ella, saliste con ella.
G.- Seguimos siendo buenos amigos, y no volvimos a comentar el tema.
A.- Ya vez, como si paso algo y tu me lo querías negar; haber cuéntame como fue tu primera vez.
G.- Mi Primera Vez, fue . . . (Sera tema de otro relato)
A.- No manches, enserio.
G.- Así fue, y dime como fue la tuya.
A.- También fue en la secundaria, de esas tardes de sábado que sales hacer un trabajo en equipo en la casa de un compañero, como no estaban sus padres, bailamos, comimos, fumaron y terminamos locos.
G.- Ya cuéntamelo bien, o te haces del rogar; agarrándole una nalga con mi mano fría por debajo de falda.
A.- Ese sábado salí temprano de la casa de mi madrina, pues teníamos que hacer el trabajo final y me dio permiso de quedarme en la casa de mi amiga, ella ya la conocía y conocía a sus papás, así que toda la confianza del mundo.
Me fui, vestida con una playera larga y grande de Garfield; pantalón de mezclilla, un top de licra blanco que oprimía mis senos y los mantenía firmes, una pantaleta tipo cachetero, muy cómoda.
Llegamos a la casa mi amiga, más parecía fiesta que trabajo en equipo, botanas, cerveza, tequila, pizza y cigarros; sus padres confiaban mucho en ella y en us hermana mayor, aquí que nos dejaron la casa sola, más tarde comenzaron los juegos infantiles de la botella y de apuestas, de a vasito de caballito o de jalón de porro.
Entre tragos y mareos, ya mis compañeros esta bien borrachos, fui al baño y de regreso me encontré a Miguel, no era el hombre con el que me hubiera gustado perder mi virginidad; en esa época tenía la idea de casarme de blanco por la iglesia con el hombre de mi vida.
Xavier, me acorrala y me besa los labios; por las copas encima y el humo del porro, me caliente mucho, respondiendo su beso, empezó a manosearme como su fuera pulpo; sentía sus manos inexpertas por todos lados, nos dirigimos a la recamara de mi amiga, nos quitamos las playeras, él no sabía que hacer, me quite el top y me manoseo, masajeo, mordió, lamio y no sé que tantas cosas hacía con mis pechos, me quite los pantalones y él se bajó los suyos, para ese entonces no me depilaba hacia que había bello público, pero no importaba, estaba bien mojada.
Su pene no era enorme, como en las películas porno; sino normal; lo encamino a mi vagina y lo metió de golpe, era algo maravilloso entre dolor y placer, empecé a gemir, mientras el me bombeaba en la posición del misionero, no duro mucho, me dice, ALEXA, me voy a venir, le digo salte rápido y así fue, me dejo bañada las piernas de su semen.
Xavier se subió sus pantalones y se salió; yo estaba extasiada, sentía que mi vagina iba a explotar, palpitaba horrible y estaba muy caliente; tome mis dedos y me comencé a masajear, viniéndome por primera vez, no me importo que mis dedos tuvieran sangre, lo disfrute mucho.
G.- No siempre las primeras veces son como deberían de ser.
A.- No me arrepiento, gracias a Xavier, descubrí que me gustaba el sexo; y cada noche me tocaba.
G.- Y lo volviste hacer con Xavier.
A.- Nooooooo, años más tarde, salió que Xavier era puto.
G.- Que paso después.
A.- Me fui al baño, me limpie y me acomode todita la ropa; me lave la cara, me moje el cabello y me hice una coleta; baje como sin nada. Todos seguían jugando a la botella de castigos de besos, alcohol y porro, nadie noto nuestra ausencia.
G.- Que desperdicio de hombre, yo te hubiera comido todita.
A.- Ya tendrás tu chance, y si quieres me pongo top, o mejor, me visto de colegiala para ti.
Me encantaba escucharla hablar, y lo caliente que era, pero el tiempo jugo en nuestra contra y llegamos a la casa de su madrina… y lo demás ya lo leyeron.