La primera vez con mi hermano
Algo que me sucedió con mi hermano, fue la primera vez que tuve sexo con alguien
Por fin me decidí a escribir mi primera vez con mi hermano, fue algo real, nadie lo sabe y si lees esto y os parece aberrante me da igual, solo lo comento porque se que no soy la única, y me gusta hablar con otra gente, que le sucede algo parecido y demostrar que no somos unos bichos.
La relación con mi hermano siempre fue muy cordial, no recuerdo de habernos llevado mal nunca, ni desde pequeños.
Siempre pensé que nuestra adolescencia y nuestro comienzo en el tema sexual no iba a estar ligado a ambos. Cuando me masturbaba no pensaba en mi hermano, mis manos iban a mi coño para aliviar mis instintos sexuales, sin pensar en nada ni nadie en concreto. Lo que ya dudo es si él pensaba lo mismo que yo.
A los 18 años, o incluso antes, ya sabía lo que los hombres querían y lo que mi cuerpo les causaba al verlo. Eso me ayudo a sentirme más sexy, me gustaba llamar la atención, ya de aquellas tenia unas buenas tetas y unas buenas piernas y un coño que me estaba pidiendo sexo siempre. Mis amigos andaban detrás de mí y otros que me veían me comían con los ojos. Ami me encantaba darles calabazas y hacerlos rabiar, sentirse deseada me encantaba me excitaba y me hacia sentirme superior a ellos. Claro que tenía ganas de follar, pero me aguantaba y saciaba mis ganas con mis dedos prácticamente a diario, que por el momento me llegaba.
Enseguida empecé a notar que mi hermano se fijaba también en mi más de la cuenta, y que estaba pendiente de cualquier movimiento que pudiese enseñar alguna parte de mi cuerpo que debería estar tapada. Al principio me hacia gracia, mi hermano tenia los mismos instintos que los demás chicos, era mi hermano y no me importaba que me viese, incluso con cierta lujuria, no lo hacia por mal, pensaba, si no, porque a su edad se sentía atraído por el sexo opuesto, y en mí descubría como era el cuerpo de una mujer, pero sin codiciarlo para nada.
Todo esto de gustar a los demás del sexo opuesto, incluido a mi hermano, me empezó a entusiasmar y empecé a jugar un poco con él, y si me miraba para las tetas yo le miraba para su paquete para ver quien era el primero en apartar la vista y quien ganaba. Tengo que decir que al principio siempre ganaba yo, el se avergonzaba primero, pero también fue algo que le dió alas sin pensar en llegar a tanto.
Todo iba transcurriendo como un juego hasta que algo me llamó la atención un día, fui a la lavadora a poner una prenda dentro, y sin quererlo toqué una braguita de las miás y la note como pringada, la saqué de la lavadora, más que nada por curiosidad y la vi llena de semen, estaba pegajosa. Yo nunca había visto semen en mi vida pero supe lo que era enseguida, al principio me quedé algo atontada y me preguntaba como estaba eso así . Pero enseguida me dí cuenta y sabía que la única persona que podía hacer algo así era mi hermano, que se había pajeado y corrido con ella, no se me pasaba por la imaginación que fuese mi padre, él ya tenía a mi madre. A partir de ese día me dediqué a ver la lavadora y comprobé que la mayoría de las veces encontraba mis bragas llenas de ese liquido lechoso y pegajoso. Al principio me dio pena de mi hermano que recurriese a eso para satisfacerse, y que no tuviese una amiga que le hiciese algo, pero que caray yo hago lo mismo y porque quiero, y no necesito de nadie me dije.
Un día estábamos viendo la televisión uno frente al otro y cuando me dí cuenta, estaba viendo mis piernas, no me había dado cuenta y tenía el camisón por encima de las rodillas. Mi primera intención fue bajar el camisón para taparme, pero después pensé que no pasaba nada si le enseñaba las piernas a mi hermano, y así que se pajeara mejor, a mi cuenta, cosa que me puso muy cachonda.
Subí el camisón poco a poco hasta dejar al descubierto mis muslos y luego los fui abriendo. Me fijaba de reojo y mi hermano no apartaba la vista de mí, hasta noté crecer un bulto en su entrepierna, al poco rato ya estaba empalmado como un burro. Para nada me disgustó, incluso mojé las bragas, notaba la humedad en mi sexo y terminé con las piernas casi completamente abiertas y enseñando las bragas por completo a mi hermano.
Tengo que decir que ese día me masturbe como una salida, me gustó tanto que mis siguientes masturbaciones ya no fueron lo mismo, ya no me llenaban tanto si no metía a mi hermano en mi cabeza viéndome, recurrir una y otra vez a esa imagen, yo con las piernas abiertas y mi hermano empalmado como un burro viendo mis bragas, cuando me masturbaba pensaba en él, incluso muchas veces iba a la lavadora para ver si se había masturbado con mis braguitas y así coger una manchada y llevarla a a mi cuarto para restregar el semen de mi hermanito por mi raja y mancharlo aunque fuese con su semen reseco, mientras me corría como una zorrita,cuando no la encontraba manchada quedaba muy frustrada.
Todas las noches se había hecho un ritual por mi parte, cerraba los ojos y recorría con mis dedos y mis bragas llenas de semen, manchando mi sexo con su semen y olor hasta que me corría, secaba mi sexo con las bragas y las ponía en la lavadora, el saber que mi hermano iba a pajearse despúes de haber dejado los restos de un orgasmo en ellas me encantaba. Incluso por las mañanas en la ducha, volvía a tener un orgasmo, andaba muy salida esos días, No me sacaba de la cabeza el sexo, ni a mi hermano, así que la mayoría de las veces andaba muy caliente.
Alguna ha de saber que es bastante fastidiado estar en celo y hacer fuerzas para no dejar que alguien te rompa el coño, pero no quería follar con nadie, me aguantaba las ganas gozando yo misma con mis fantasías, cualquier chico hubiese dado cualquier cosa con tenerme.
Quería sentir más cada día, y cada vez necesitaba más, y pensar en como mi hermano se moría de ganas de follarme toda, mis imágenes se me pasaban por mi calenturienta cabeza, lo veía en mi imaginación, haciéndose pajas como un loco corriéndose encima de mi cara y mi cuerpo desnudo pensando en mi, y en las ganas que tendría de follarme. Un día estaba en la ducha masturbándome mientras pensaba en todo ello y cuando abrí los ojos, ahí lo vi, mirándome con los ojos sin pestañear, no pudo ser mucho tiempo pero el suficiente para ver toda la escena. Al principio quedé de piedra y me tapé con mis manos y brazos como pude- la madre que te pario, sal de aquí joder, eres un mierda, cabrón, le dije gritando, mientras echaba espuma por la boca de la rabia, esas palabras fue lo primero que me salio por mi boca.
Me dio tal vergüenza y rabia que durante unos días ni le dirigí la palabra. Me pidió perdón de mil maneras y yo le miraba con odio mientras lo mandaba a la mierda, me había visto no solo desnuda si no como me masturbaba y eso me hacía sentir muy vulnerable.
Nuestros padres se dieron cuenta que no nos hablábamos. - ¿ pero que os pasa a vosotros dos, tan bien como os llevabais? Nos dijo incluso nuestra madre,- es ella dijo mi hermano -nada mama dije yo ,son cosas nuestras. Pues tenéis que llevaros bien que sois hermanos, Y al final me dí cuenta que no iba a estar así toda la vida y empecé hablarle de nuevo, al fin y al cabo me masturbaba pensando en todo eso y que él se metía en la bañera y me poseía ahí mismo, mis ojos se ponían en su lugar y me veía mi cuerpo como él creía que lo veía desde su perspectiva.
Volví de nuevo a ponerme enfrente de mi hermano pero ese día fui más descarada . Después de pensarlo durante días, tomé la decisión de hacerlo, lo que tanto había pensado y deseado y era una de mis fantasías mientras me masturbaba. Me dejé sin bragas, es que estaba muy caliente, tenía el coño muy mojado. Abrí las piernas subí el camisón y le enseñe mi sexo, le salieron los ojos de las orbitas, mientras yo jugaba con mis muslos, los abría los cerraba, los volvía abrir, era la misma escena que tenia en la cabeza cuando me masturbaba, yo con las piernas abiertas enseñándole mi sexo y el viendo y pajeándose a mi cuenta, ahora ya no era una fantasía si no que se había convertido en realidad, en algo que había pensado muchas veces mientras me masturbaba.
Me fijé y vi como mi hermano estaba acariciando muy sutilmente con sus dedos su bultazo que le salía por debajo del pantalón, en ese momento nos miramos a los ojos, yo le sonreí y el hizo lo mismo, entonces sin pensarlo abrí más las piernas para que viese mejor mi rajita mientras me llevaba el dedo indice a mi boca y lo mordía de forma muy sensual, quería dejar claro que era yo la que se la estaba enseñando porque quería, y entonces sin dejar de sonreír, sacó la polla y empezó a masturbarse como un poseído, en eso no había caído pero me encanto vérsela por fin.
Tenía una buena polla, gruesa y gorda y un cabezón gordo, para mí me parecío algo precioso, vería ese pedazo de carne prieto en forma de lanza apuntando hacía mí. Era grande pero sabía que no me haría daño si me entraba, tenía la forma aunque grande perfecta para penetrar dentro de mí, el le daba al manubrio de arriba a bajo, bajando el prepucio hasta dejar su cabezón libre y de nuevo volvía a darle seguido, miraba como su piel bajaba y subía al ritmo que le daba cubriendo y destapando su cabezón, mientras yo no podía apartar la vista de ella. En esos momentos ya no pensé en nada, estaba como hipnotizada viendo como movía su polla de arriba a bajo dándose placer, mientras me miraba el coño.
Lleve mi mano abajo y me vi con mis dedos apartando los labios vaginales, enseñándole ya todo mi sexo, sin ninguna vergüenza, mientras se masturbaba, yo no pensé en nada, el mundo se había parado al igual que me cabeza que solo estaba pendiente de su polla – uuf, hermanita menudo coño tienes, joder estas buenísima, me decía, tienes un polvo de muerte, iba hablando sin dejar de pajearse, sus palabras me fueron poniendo, si ya cabía, cada vez más cachonda, hasta que sin darme cuenta me puse a tocarme también fue al principio tan sutil que ni yo misma me dí cuenta de lo que estaba haciendo. Primero fue el apenas roce de un dedo casi sin tocar el coño pasándolo por los labios vaginales sin casi profundizar, solo para notar el roce de mi dedo, de arriba abajo, para luego retirarlo , hasta que se fue convirtiendo ya en toques más frecuentes y prolongados y después ya con más intensidad sin poder parar y hasta llegar a gemir , mi cabeza ya no pensaba, me daba igual que estuviese mi hermano viendo mientras me tocaba, tenía que tocarme yo también, y sentir placer, ya no podía aguantar más, mi vergüenza ya había pasado.
Algo tenía que decir, ya que los dos estábamos en silencio y quise hacer todo esto algo más normal - Eres el primero que me lo vé le, dije sin dejar de gemir, Ooh, oooh, oooh, nuestros gemidos de placer se mezclaban mientras el le daba cada vez más rápido a su manubrio y yo a mi clítoris . Entonces de repente, se levanto de golpe agarrándose la polla apuntando hacía mi sin dejar de verme el coño como me masturbaba y de su polla salió despedido un enorme chorretón blancuzco con fuerza, parecía un surtidor echando semen, sin parar.- joder, uuf, uuf, uuf, decía mientras se iba corriendo.
Se quedó así parado viéndome mientras yo le daba más movimiento a mi mano – espera, espera, le decía sin pensar . Hasta que tuve un orgasmo como antes nunca había tenido.
Cuando me corrí me di cuenta de lo que había pasado, me cubrí – joder hermanito, debes pensar que soy una salida, que vergüenza me esta dando.- que va, lo que pienso que eres una mujer a parte de muy guapa, eres muy sexy, y me encantas hermanita querida- la culpa querido ha sito tuya por hacer eso, le dije sonriendo muy picaramente. Eso me tranquilizo un poquito más, ya no sabía más que decir me levante y me fui al baño a asearme y pensando en lo que había sucedido, la cabeza me daba vueltas, no sabía que pensar ni como afrontar lo sucedido, pero sin embargo aún sentía el placer que me había dado en el coño, así que tuve que masturbarme yo sola en la cama un par de veces más.
Después de ese día todo cambió. Por ejemplo a la hora de comer empezó a tocarme, primero ponía la mano en mi muslo y me lo acariciaba repetidas veces, yo le dejaba, pero no sin temor a que nuestros padres se diesen cuenta, era agradable sentir su mano tocarme. Un día le dije -me estas tocando por debajo de la mesa y se van a enterar nuestros padres- que va, ya me fijo antes, - bueno tu ten cuidado, no vayas hacer el tonto, que no vale la pena, le dije.
Tengo que decir que eso me animó más, y cuando notaba su mano encima de mi muslo, ponía durante unos segundo la mía encima de la suya.
Fuimos haciendo así durante unas semanas hasta que un día que estaba con una falda, la subí cuando noté la mano de mi hermano, para notarla mejor encima de mi muslo desnudo. Una vez que puso su mano, encima de mi piel noté como se me aceleraba el corazón, la empezó a subir poco a poco. Noté entonces como me tocaba el pubis con sus dedos por encima de la braguita, duró solo unos instantes, pero me gustó sentir sus dedos tocarme donde nadie lo había hecho antes.
Me encantó muchisimo el sentir la mano en mi muslo y quería más, Al siguiente día antes de ir a comer, después de pensarlo, me quité las bragas y me senté a la mesa, estaba chorreando, notaba como me bajaba la humedad por los muslos. Me senté y levante la falda casi por completo, no sin dejar de mirar hacia nuestros padres, ninguno se percató de ello, no siendo mi hermano. Al notar la mano de mi hermano en mi entrepierna las abrí y él entro tocándome mi húmeda raja, el corazón parecía que me iba a saltar del pecho y noté como una especie de sudor por todo el cuerpo, al mismo tiempo que se me secaba la boca.
Miré de nuevo hacía nuestros padres, pero ellos estaban distraídos hablando entre ellos, comiendo y viendo la tele, uno de sus dedos se hundió entre mis labios vaginales, miré hacía abajo y vi como iba entrando en mi raja, casi me da algo, el sentir su dedo y el ver como se lo metía en mi sexo, cerré y apreté los muslos para notar más su dedo y atraparlo entre mis labios vaginales, bajó un poco más llegando por casualidad a mi clítoris, casi me da algo, una especíe de calambre me recorrió desde abajo hasta arriba, tuve que hacer un esfuerzo muy grande para no pegar un salto en la silla, me mordí los labios, tuve que retirarle la mano de mi sexo, ya que estaba sintiendo demasiado placer y no podía aguantar tanto, sin gritar o gemir.
La cabeza me daba vueltas, y hacía un esfuerzo grande para comer, era mi hermano y pensaba que no estaba bien lo que hacíamos, pero por otro lado era más el deseo que nada en el mundo. Y como sobrevivir a la tentación y a un deseo que cada día era mayor, yo estaba ya al limite total.
Un día me dijo si le hacía una paja, era viernes y nuestros padres salen con sus amigos por la noche, ese día estaba con el camisón y sin bragas , quería volver a masturbarme de nuevo mientras él lo hacia también. Eso me lo dijo cuando empezamos a tocarnos cada uno por su lado. Al principio le dije que no, que si no le valía como lo estábamos haciendo, pero insistió me puso cara de pucheros haciéndose el gracioso y pidiendo por favor, insistió tanto y yo que estaba como estaba, termine por decirle que bueno, la verdad que tenia ganas de tocarla y sentirla entre mis manos, para saber si era tan dura como se veía.
Me puse muy nerviosa me temblaban las manos y todo el cuerpo. Me fui hacia él contoneandome exageradamente, seguramente parecería una putilla, cogí un cojín me puse de rodillas agarré su enorme y dura polla entre mis temblorosas manos. Era la primera vez que cogía una polla en mis manos, era dura como una piedra y grande pero a la vez suave, incluso empleaba mis dos manos para hacérselo.- que gusto me estás dando hermanita, te quiero mucho, me decía mientras yo lo estaba pajeando.- eres preciosa, cada vez me ponía más cachonda si cabía, yo me limitaba a hacerlo lo mejor que podía para darle el máximo placer.
La tenía justo delante de la cara y sin más sentí unas ganas desmesuradas de llevarla a la boca y así lo hice sin pensarlo ni una sola vez, la bese una vez, otra y otra vez la lamí con mi lengua desde sus testículos hasta la punta del cabezón, una vez que llegué ahí, metí el cabezón en mi boca y empecé a chuparla mientras se la meneaba. - que gusto me estas dando cielo, me decía, me sujetaba la cabeza y me la acariciaba. Sus caderas empezaron a moverse rítmicamente como si me estuviese follando la boca, bajó hasta mis pechos y empezó a tocármelos, me los acariciaba, los sobaba y apretaba. No se mucho como sucedió pero termino por quitarme el camisón sin ningún impedimento por mi parte, quedé completamente en pelotas, estas buenísima hermanita, menudo polvo tienes y como la chupas mi amor, me decía, eso me alagaba ya que era la primera vez que chupaba una polla.
Me puse de pie frente a él con una mano en la cadera y el otro brazo dejándolo suelto a lo largo de mi cuerpo para que me viese mejor, mostrando mi cuerpo,- ¿ de veras te gusto? Date cuenta que soy tu hermana- joder estas impresionante cielo, que suerte tengo tener una hermana tan buena, ven hermanita sigue chupando por favor.
Mientras se la chupaba me dijo- lo mejor de mi vida sería follarte- ¿ serias capaz de desvirgar a tu hermana? Le dije para que supiese que no me había acostado todavía con nadie- ya lo creo cielo. - eres un golfo hermanito. Sus manos no paraban de tocarme y sobarme, recorría mi piel y a los pocos segundo se vino, inundándome la boca con esperma caliente y pegajoso, estuve a punto de atragantar, al no esperarlo, pero no le aparte la polla, seguí chupando y tragando hasta que no le salio ya ni gota.
A si como estaba me atrajo hacia él me beso la boca yo aún tenía parte de su semen que no me había tragado y empezamos a mordernos los labios y a morrearnos, nos besamos como locos. Terminamos en la alfombra abrazados y pegados, notaba su calor y su fuerza, como me sujetaba, me recorria todo mi cuerpo con su lengua y me mordía los pechos, notaba sus dientes en mis pezones- oh cielo, como me estas poniendo, mi amor, le decía.
En una de estas se puso encima de mí, noté su peso, la textura y el calor de su cuerpo desnudo encima del mío y su respiración agitada, hasta el momento todo había sido un juego sexual entre ambos, porque en mi mente no estaba el tener sexo pleno con mi hermano.
No sabía ya que hacer, yo no me había corrido y él si- ¿que haces mi amor le dije?- quiero hacerte el amor, quiero follarte- no por favor le dije sin pensarlo, soy virgen.
Eso en vez de darle para atrás le dio aún más ánimos, me di cuenta que todo iba a tomar un camino sin retorno. Seré tonta pero en ningún momento había pensado en hacerlo con mi hermano, pensaba que mientras no me penetrase no había mal en ello- no dejame, te dejo y te consiento hacer lo que quieras pero no me penetres por favor hermanito, le dije.
Me beso con pasión y yo le correspondí con mi lengua dentro de su boca, noté como me abría los muslos con sus piernas mientras me besaba,- no me folles por favor hermanito, no me la metas dentro, quedé abierta de piernas y el en medio de ellas. Me tocó el coño, - estas muy mojada hermanita y se que lo deseas como yo- no dejá, no quiero perder la virginidad contigo, comeme el coño metémela por el culo o haz lo que quieras pero no me la metas en la vagina, le estaba suplicando, tengo que decir que en ese momento se me fueron por completo las ganas, creo que fue porque estaba pasando algo que ya no controlaba para nada.
Hice fuerza para retirarlo de encima de mí, pero el hacía más fuerza todavía,- estate quieta, me decía, le cogí el miembro para evitar que me la metiese. El reacciono sujetándome las manos , Podía ver en su cara estaba fuera de sí, yo me revolvía en el suelo tratando de echarlo fuera de encima mía. Y el peleaba conmigo sujetándome como podía, no podía cerrar las piernas, no se como lo hacia pero me las sujetaba con las del, notaba su polla, gorda dura, como un garrote, apretada contra mi pubis golpeándome al moverse .
Volvió a coger con su mano su polla de nuevo y ponerla en la entrada de mi vagina, me quería penetrar como fuese. Se la volví a coger y la retiré, entonces me dio una bofetada, estaba como poseído,- joder estate quieta de una vez, se me vinieron las lagrimas a los ojos – deja joder no llores, no te voy hacer daño cielo te voy a follar, que es lo que me estas pidiendo hace tiempo. Empecé a gimotear , iba a ser forzada por mi propio hermano y yo me lo había buscado.
Retiré mis manos, sabía que era una batalla perdida, no iba hacer un escándalo, no quería que nadie se enterase de nada. Así que cerré los ojos, relajé los brazos, giré la cara hacia un lado y dejé que me hiciese lo que quisiera, noté una presión en la entrada de mi vagina y como algo me penetraba poco a poco, podía notar el desgarro, incluso oírlo mientras su polla entraba centímetro a centímetro dentro de mí, pegué un grito de dolor.- Ayyy, me haces daño, cabrón le dije, no hacia caso, me escocia el coño y él mientras, la seguía metiendo centímetro a centímetro, hasta el fondo sin parar, la podía notar como se abría paso en mi vagina y me la dilataba.
Se me venían las lagrimas a los ojos, mientras el me follaba sin compasión. No había pensado nunca que mi primer polvo iba a ser con mi hermano, ni tampoco que seria de esa manera, esperaba algo más romántico quizás. Movía sus caderas, resoplaba y gruñía como un cerdo mientras se babeaba encima de mí mientras yo estaba quieta completamente pasiva y él estaba disfrutando como un cabrón del cuerpo de su hermana, tenia mi cara separa de la del hacia un lado, no quería verlo, lo hacía como muestra de enfado y rabia, de vez en cuando lo miraba de mala gana y también viéndole de reojo mientras notaba como me follaba sin compasión, hundiéndome la polla en mí.
Quería decirle con mis gestos y mi pasividad, me estas violando, estas violando a tu propia hermana cabrón . Notaba su polla entrar y salir rítmicamente, incluso escuchaba chot, chot, chot, chocando su cuerpo contra él mio, al poco tiempo dejé de sentir dolor y frustración y me fui relajando, dando paso al placer, mis quejidos lastimeros se fueron haciendo de placer. Y empecé a seguir su ritmo, mis manos lo acariciaban y mis labios buscaban los suyos- ooh, oooh, mi amoooor, follamé cielo, viola a la puta de tu hermanita, le decía, que gusto más grande me estas dando.
Levanté las piernas y con ellas le rodee su cuerpo mientras me embestía una y otra vez, notaba su fuerza, y pensaba llena de placer como esa gran polla podía estar dentro de mí, dándome tanto gusto. Mi hermanito me había desvirgado y me estaba follando.
Pase en unos instantes de sentir dolor y frustración a sentir un placer tremendo,. Los dos disfrutábamos como dos novios enamorados, sentía los gemidos también de mi hermano,uuf, uuf, oooh, y su fuerza penetrándome y dándome placer como nunca había sentido. Estaba follando me encantaba y era mi hermano el que me daba tanto gusto- ponte a cuatro patas mi amor, me dijo, me puse como él me había dicho y noté como me sujetaba por detrás mientras me metía la polla de golpe, OOOH, OOOH, cielo,le dije
Empezó a follarme por detrás sin compasión, con fuerza y cada vez más deprisa, mis pechos se movían en todas direcciones, por la fuerza de sus acometidas. Él me sujetaba con fuerza para no salir despedida por sus empujones, nuestros cuerpos chocaban una y otra vez, notaba sus manos como me sujetaban con fuerza y el sonido de su cadera al cochar contra mis nalgas, chot, chot, chot, yo gemía como una cerda- oooh, oooh, aaaah, aaah, follamé, follamé, follamé, decia una y otra vez, hasta que tuve un orgasmo como nunca antes lo había sentido- oooh. Oooh, dale más, dale más cielo, dale con todas tus fuerzas mi amor, le dije. Asi, así, asi aaaaaah mi amooor, entonces se corrió también- hermanita me corroooo, -fuera cielo hazlo fuera, no te corras dentro de mí, le dije, mientras un montón de placer me recorría el cuerpo. Pero ya era tarde noté como una oleada de calor muy agradable me inundaba por dentro, mientras jadeaba con un animal uuuf, uuuf, aaaah, aaah -. Te corriste dentro joder, le dije muy enfadada. - ¿ y que?- ¿ como que y que? Le dije y si me dejas preñada, eche la mano el coño y ví como tenia semen y algo de sangre.