La primera vez con mi gemela

Mi gemela y yo somos lesbianas. Esta es nuestra maravillosa historia.

Tiempo de lectura sin introduccion: 10 minutos.

Mi nombre es Sara, creo que vivo mi sueño y me gustaría contar las historias más importantes de mi vida sexual.

No es necesario leer la introducción, a menos que vayas a leer toda la serie, yo recomiendo leerla para tener una historia más profunda. Si es que has leído la introducción de mi primer relato no es necesario que leas los dos primeros párrafos de la introducción. En el primer párrafo está la descripción de todos los personajes de la historia. El segundo describe nuestra antigua casa y como fue la separación de mis padres. Lo demás son solo cosas de mi vida.

Introducción

Tengo 35 años. Mido 1,65 metros, tengo unos senos de tamaño normal y bien formados, mis pezones son rosados y chicos, tengo una buena cintura, unas nalgas grandes con buena forma, una cadera grande, piernas largas para mi altura, mi vagina es rosada, depilada y muy chica, aunque en esa época mi vagina no estaba depilada, soy muy blanca casi pálida, rubia de ojos azules y mi pelo es lacio. Mi hermana, Alexia, es idéntica a mí por ser mi gemela. Tenemos una vos aguda y chillona. Éramos muy tímidas y no hablábamos con casi nadie

Yo vivía con mis  padres en una casa que quedaba a unas cuantas cuadras de la playa, tenía una pequeña piscina, un único piso, tres baños, tres habitaciones, una sala, un comedor y un patio pequeño. Cuando mi mamá que embarazada de mi hermana menor, mis padres se separaron y mis hermanas y yo nos fuimos a vivir con mi mamá. Mi papá le daba una pensión muy buena a mi mamá (y lo hizo por mucho tiempo). Mi mamá tuvo que conseguir un trabajo. Yo y mi hermana comenzamos a dormir juntas para que Camila, mi hermana menor, tuviera su propio cuarto. Mi mamá nos compró una cama matrimonial porque nosotras nos quejábamos mucho acerca del cuarto de Camila.

Un jueves cuando Alexia y yo teníamos 16 años estábamos almorzando en el colegio. De pronto un chico lindo llega muy confiado a nuestra mesa y se sienta con nosotras, se llamaba Alonso. Él nos comenzó a hablar y creo que estaba interesado en mí. Me puse muy nerviosa y comencé a tartamudear, era muy raro que un chico así fuese a nuestra mesa y lo más raro de todo es que se haya fijado en mí. El me invito al cine el sábado. Me emocione mucho hasta el sábado. Cuando terminamos nos fuimos a clases Alexia y yo por un lado y el por otro.

Alexia: Ese tipo es un imbécil.

Sara: Es guapo.

Alexia: ¿Te gusta?

Sara: No lo conozco, pero me parece guapo.

Alexia: Eres una estúpida.

Sara: ¿Por qué?

Alexia: Es asqueroso.

Según me entere después Alonso era el capitán del equipo de fútbol, era un año mayor y sacaba muy buenas notas. Para mí era el hombre perfecto. Pensé que a Alexia no le gustaba Alonso por celos. Ella estaba muy enojada con migo. Comencé a juntarme con él dejando a un lado a Alexia, aunque solo fue el día siguiente me sentí muy mal porque Alexia estaba sola y nosotras siempre habíamos estado juntas en todo. En verdad le gustaba al chico y creí que a mí también me gustaba.

Historia

La historia comienza en un viernes por la tarde. Alexia me invito a correr, era algo normal ya que nosotras corríamos de vez en cuando. Mientras corríamos pude notar que ella me miraba más de lo normal. Pasamos junto a un chico sin camisa.

Sara: Oye ese chico esta bueno.

Alexia: Eres una zorra hermanita.

Cuando termino de decir eso me dio una nalgada y me sonrió. A mí no me pareció malo solo un poco extraño porque nunca había hecho eso. Mientras corríamos mis senos comenzaron a rebotar mucho, pude notar que los de Alexia también, ella me los estaba mirando. Corrimos como media hora hasta que llegamos a la puerta de nuestra casa, allí nos paramos a descansar.

Alexia: ¿Quieres un poco de agua?

Cogí la botella desesperada por la sed. La tome muy rápido y un chorro grande de agua callo sobre mis senos.

Sara: ¿Porque estas tan rara?

Alexia: ¿Cómo que rara?

Sara: Ayer me odiabas y hoy estas… rara.

Tartamudeo un poco y me dijo.

Alexia: Estoy con la regla.

Sara: Claro que no. Siempre nos viene juntas.

Alexia: Pues esta vez no.

Sara: Deja de mentir.

Alexia: No sé si debería decirte la verdad.

Sara: No importa lo que sea.

Alexia en ese momento me dio un beso muy largo. Me gusto y me pareció muy raro que me allá gustado.

Alexia: Me gustas desde hace un año. Trate de evitarte, pero no pude.

Yo me asusté mucho, me fui corriendo a mi cuarto y me encerré en la ducha. Comencé a pensar en muchas cosas. Según yo no era lesbiana, pero lo dudaba ¿Qué tal si lo era? ¿Cómo se sentiría mi Alexia? ¿Cómo sería el incesto? Comencé a imaginarme mi vida con Alexia. Nunca tendría un hijo, pero yo si quería tener uno. Nunca me casaría. Nunca se lo diríamos a nadie. Me quede en la ducha como por una hora y media. Hasta que me decidí a salir. Alexia no estaba en el cuarto así que le puse seguro y me cambie. Estuve pensando como otra hora allí.

Mientras tanto Alexia se había duchado en el baño de mi mamá, toco la puerta de mi cuarto.

Alexia: Soy yo ¿Podemos hablar?

Abrí la puerta de mi cuarto y entonces la vi. Estaba con la bata rosada de mi mamá. Apenas me fije en ella por lo asustada que estaba. Yo estaba cambiada con una pijama. Ella y yo estábamos  muy nerviosas y asustadas. Apenas podíamos hablar.

Alexia: Si no me quieres como novia lo voy a entender.

Sara: Te quiero como hermana.

Alexia: Está bien… está bien…

Alexia y yo comenzamos a llorar ella se cambió y se metió a la cama. Yo la abrase y ella me abraso. No podíamos para de llorar. Trate de consolarla. Fue muy triste ver a mi hermana llorar así. Después de un largo rato nos dormimos.

El día siguiente fue un poco incómodo. Trate de divertirme con Alexia, pero ella estaba muy deprimida. En verdad me quería, era la primera vez que podía sentir que alguien me quería. Vimos la tele juntas e hicimos otras cosas.

En la tarde ella salió a correr y yo comencé a arreglarme para la cita que tenía esa noche. Me puse un vestido y unas sandalias. Alonso llego a mi casa y por suerte Alexia aun no llegaba. El me llevo al cine, me hiso escoger la película y yo escogí una de romance. En el momento en que el protagonista besa a la chica de la película, yo lo mire a los ojos y el me miro. Me beso y luego me miro, en ese momento me di cuenta que Alonso no me gustaba. Termino la película y me llevo a mi casa.

Era más de la una de la madrugada. Todas estaban dormidas, la puerta estaba sin seguro, despedí a Alonso y entre. Me fui a mi cuarto prendí la luz y estaba Alexia dormida solo con la sabana note que su almohada estaba mojada porque había llorado. Se veía muy bonita. Tal vez si me gustaba, creí que si me gustaba. La verdad no estaba segura de mi sexualidad. Me quite la ropa frente a ella y me excite al pensar en lo que estaba haciendo. Comencé a sobarme los senos viendo su cara tan bonita. Ella estaba profundamente dormida. Entonces pensé en una sorpresa para Alexia. Me puse un bikini, el vestido y las sandalias que había llevado al cine y desperté a Alexia moviéndola suavemente.

Alexia: Mierda ¿Qué hora es?

Sara: Ven, párate.

Alexia se paró de la cama solamente tenía un polo grande y sus bragas. Yo cogí una toalla de cara y con dificultad le logre hacer un nudo sobre su cabeza de manera que ella no podía ver nada.

Alexia: ¿Qué haces?

Sara: Es una sorpresa.

Le puse unas sandalias de playa, lleve dos toallas de playa y salimos de la casa hacia el mar. Cuando llegamos la lleve a una roca de 8 metros de altura, en esa roca la gente suele tirarse al mar. Alexia y yo nunca nos habíamos tirado de allí por miedosas y planeábamos no hacerlo. Deje las toallas en el piso e hice que se parara al borde de la roca.

Sara: Quítate el polo y quédate quieta.

Hablamos mientras que Alexia me obedecía y yo me quitaba la ropa.

Alexia: Para que me vendas si puedo escuchar el ruido de las olas.

Sara: No tienes idea de donde estamos.

Alexia: Estamos en la playa.

Le quite las sandalias de tal forma que las pisaba sin tenerlas puestas, para que no sintiera la roca. Yo también me quite las sandalias y me quede solo con el bikini, pise la parte del talón de sus sandalias, pero ella las seguía pisando, le quedaban un poco grandes. Le quite la toalla de la cabeza y rápidamente la empuje hacia el mar. Alexia grito muy fuerte hasta que cayó al agua. Yo tome fuerzas y me tire tras ella.

Alexia: ¡Estás loca!

La tome de la cintura y la bese muy fuerte, sus labios sabían a sal, ella me tomo del cuello con un brazo y me cogió la cabeza con la mano de su otro brazo. Fue un beso largo, fue mi mejor beso. Nadamos  tomadas de la mano hasta donde el agua nos llevaba a la cintura. Entonces Alexia paro y me hizo parar a mí, me tomo de la cintura y me beso. Me gustó mucho que lo hiciera. La tome de los hombros y su mano comenzó a ir cada vez más abajo hasta agarrar una de mis nalga. Yo estaba muy asustada, pero ella me susurro al oído.

Alexia: Tranquila hermanita, esta es mi sorpresa.

Nunca había estado tan excitada como esa vez. Me agarro fuertemente las nalgas con las dos manos y me siguió besando. Luego paso al cuello. Yo no pude más así que comencé a gemir.

Alexia: ¡Grita, estamos solas!

Alexia me quito el top del bikini, lo tiro sin importar que se perdiera, se puso de rodillas así que yo también lo hice y comenzó a lamer y chupar mis senos y con una mano comenzó a sobármelos.  Comencé a gritar de placer. Ella también estaba bastante excitada así que le comencé a quitar el brasier y las bragas, no se detuvo. Se fue directo hacia mi pezón y comenzó a chupar como una bebé que quiere leche. Comencé a sobarle la vagina en círculos sin saber cómo se hacía ¡Estaba depilada!

Sara: ¡Mierda, te amo!

Ella me sonrió y me quito las bragas del bikini y metió sus dedos en mi vagina cuidadosamente y comenzó a moverlos lentamente. Nunca me había masturbado, era una nueva sensación para mí. Con mi mano izquierda le cogí la cabeza y comencé a jalarla contra mis senos.

Sara: Ah… ah… esta riquísimo…

Alexia metió sus dedos más rápido y yo comencé a meterlos en su vagina. Entonces ella quito mi mano que estaba en su cabeza con la mano que estaba libre, mordió la punta de mi pezón y movió su cabeza para atrás estirando toda mi teta hasta que se soltó. Eso me excito muchísimo. Me miro a los ojos. Sus dedos comenzaron a ir lo más rápido que ella podía.

Alexia: ¡Más… más…! Ah… ah… ¡más rápido!

Yo también comencé a meterle mis dedos lo más rápido posible y la bese,  fue un beso largo. En ese momento llegue al orgasmo. Fue algo hermoso. Fue una mezcla de sensaciones increíbles. Ella se detuvo lentamente. No podía parar de gritar y escuchaba como Alexia gritaba.  Cuando termino mi orgasmo  Alexia me abrazo y puso su cabeza en mi hombro. Podía sentir su fuerte respiración en mi cuello y nuestros senos juntos. No deje de meterle los dedos a toda velocidad y entonces llego al orgasmo, unos perfectos 9 segundos. Pude sentir las contracciones de su vulva en mis dedos. Entonces me miro a los ojos y me beso un largo rato.

Alexia: Vamos a la playa.

Sara: Vamos a la roca, allí están las toallas.

Extendimos las dos toallas y las pusimos juntas. Entonces la luz de una linterna en la playa nos alumbro. Debió de ser alguien que nos escuchó. Apenas nos vio la persona de la playa apago la linterna y nos aseguramos que se halla ido, Alexia y yo nos pegamos un susto enorme.

Luego nos sentamos en las toallas ella me abrazo y nos besamos, sus labios se sentían muy suaves. Ella me echo en la toalla. Me seco todo el cuerpo aprovechándose de mis senos y mi vagina. Entonces me volvió a besar mucho, paso al cuello y se detuvo para lamerlo, bajo hasta mis senos y comenzó a jugar con su lengua. Yo estaba extremadamente excitada.

Sara: ¡chúpamela ya!

Ella bajo hasta mi ombligo e hizo un círculo en él. Bajo más y cuando pensé que iba a chupármela por fin revolcó su nariz contra mis pendejos, como si les estuviese dando un beso esquimal. Luego puso mis piernas en sus hombros y dio unos largos besos en mis entrepiernas solo para molestar. Cuando estaba en ese punto beso y lamio mi clítoris.

Sara: ¡Ah!

Entonces me abrió los labios, metió su lengua lo más profundo que podía y comenzó a moverla hacia arriba y hacia abajo.

Sara: Que rico… Que rico.

Paso de moverla hacia arriba y abajo a hacer círculos. Iba cambiando entre esas dos cada diez segundos. Mi vagina estaba quemando. Comenzó a meter dos dedos en mi ano y tuve que gritar de dolor.

Sara: !Ay! ¡No pares!

Me dolía mucho cada vez que metía sus dedos, pero ese dolor me excitada mucho. Entonces me vine por segunda vez. Sentí como salía un chorro de mi vagina directo a la cara de Alexia. Yo no tenía ni idea de porque había salido, ni que era, fue toda una sorpresa para mí, pero me gustó mucho ver ese líquido en toda la cara de mi hermana.

Sara: ¡Ay! Perdón… ah… ah… perdón.

Alexia: No importa, es sexy.

Entonces me beso sonriendo. Pude sentir sus senos aplastando los míos y combinado con que me manchaba la cara con el squirt que había salido de mí me comencé a excitar otra vez. Lamí lo que quedaba en su cara mientras nos reíamos. Me gustó mucho ese sabor.

Alexia: ¿quieres hacer algo loco?

Yo asentí con la cabeza. Ella me abrió las piernas, se sentó encima de mi vagina, cogió una de mis piernas y la estiro hasta que mi pie llegase a su cara. Entonces cuando estaba en esa posición comenzó a moverse hacia adelante y hacia atrás. Comencé a sentir el placer de las tijeras rápidamente. Su vagina era extremadamente suave. Estiro mi pierna y comenzó a lamer mi pantorrilla, eso me calentó y estuve como antes. De pronto sentí una fuerte briza de viento frio y mis senos se congelaron, así que los amase, Alexia también sintió ese frio y pego sus senos a mi pierna mientras la seguía lamiendo. Entonces pude sentir como ella se vino primero, pero siguió moviéndose, me vine casi seguido y sentí como ese líquido extraño salía otra vez de mi vagina hacia la de Alexia. Ella paro lentamente y cuando se detuvo comenzó a besarme la pierna cada vez más abajo hasta mientras deslizaba su vagina por mi otra pierna, así llego hasta mi vagina en donde me beso el clítoris, siguió por el ombligo y sin detenerse se fue a mis senos y mi cuello para por fin llegar a mi boca en donde me acomodo el pelo y se detuvo.

Alexia: Te amo.

En ese momento la bese fuertemente y me senté haciendo que ella también lo haga. Nos besamos un rato. Hasta que comencé a sentir el frio en mi culo por la roca así que me puse las sandalias, ayude a que se parase Alexia, se puso las sandalias, cogimos las toallas y nos fuimos cansadas y desnudas a la casa, pero tapadas con las toallas. En el camino salió el sol y las dos nos sorprendimos del tiempo que habíamos tenido sexo. Alexia se quitó la toalla y se fue desnuda hasta la casa. A mí me gustó mucho verla caminar así por la calle.

Alexia: ¿Te gusto mi vagina?

Sara: Me encanto que te la hayas depilado.

Alexia: Mañana te depilo, princesa.

Entramos a la casa desnudas, nos pusimos la pijama y nos fuimos a la cama exhaustas. En la mañana siguiente nos levantamos oliendo a sal y muy tarde, pero no importaba porque era domingo. Ese día Alexia me depilo en la noche, también tuvimos sexo esa misma noche. Desde entonces trato que mi vagina este siempre depilada, aunque a veces dejo que crezcan un poco los pendejos a propósito.

Desde mi primera vez tuve sexo casi todos los días con Alexia, pero esa vez fue única. Fuimos novias mucho tiempo y ahora también lo somos, aunque no siempre lo fuimos.

La siguiente historia es una sorpresa que Alexia me preparo por esos tiempos. Ella siempre fue la más loca de las dos y la que siempre me traía sorpresas de ese tipo a la cama. Si quieres saber cómo comencé a gustarle a mi hermana mira mi primer relato.

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Gracias por leer.

Sara