La primera vez con Marta (1)

Un amante o admirador de la mujeres y una escritora de relatos eróticos se conocen a través de la red. Un encuentro explosivo, sexo, pasión, desenfreno a tope.

LA PRIMERA VEZ CON MARTA – PARTE 1ª.

Mi presentación es sencilla, un hombre de unos 40 años, amante del buen sexo, la buena mesa y las buenas mujeres. Soy un admirador del sexo femenino, esas dotes de femineidad que la naturaleza os ha dado y que bien usadas son las mejores armas, para derrotar al más frío de los hombres. Esas curvas, pecho, caderas, nalgas, muslos rotundos y prietos…., todo eso y más es lo que hace que mi nik sea admirador. Admirador, de todo lo que sea mujer, mujer que se precie, que se estime y se cuide un mínimo, que sepa usar esas dotes para sacar rendimiento a la vida y vivirla con la intensidad que se merece.

Como amante del sexo, de las relaciones a ciegas y de lo excitante que es quedar con una persona que no conoces más que de charlar con ella a través del chat, del teléfono, Messenger,…, me gustan los relatos eróticos, los leo y, a su vez, he escrito algunos que en este momento no vienen a cuento. La siguiente serie de relatos se basan en una relación con una persona que conocí en la red y con la cual lo he pasado tan bien o mejor que lo que expreso en estos relatos sobre nuestras aventuras.

Marta es una chica muy mona, agraciada, sensual y con un cuerpo para gozar de ella o con ella sin reservas de ningún tipo. Es escritora de relatos eróticos. Tras leer varios de sus relatos me decidí agregarla a mi msn. Varios días o semanas después coincidimos en el msn y comenzaron nuestras charlas sobre los relatos, las vivencias, experiencias, deseos,…, cada vez cosas diferentes y cada vez más confianza y más a gusto comentando todas esas cosillas que comentas una y otra vez y siempre tienes algo nuevo que incluir en la conversación. Todo lo que sea sobre erotismo y sexo siempre anima la conversación y el momento, no las malas expresiones, ni la chabacanería, pero sí las insinuaciones, las expresiones vagas, frases sin definir,…,….

Tras varias conversaciones algunas de lo más eróticas otras de asuntos relativos a la vida social, al trabajo y a cualquier otro que viniese a colación o no, pero que era incluido en ellas sin más motivo que pasar el rato en amena charla o conversación. Charla o conversación escritas en la pantalla del ordenador. Pues eso tras una relación más o menos de conversaciones continuadas decidimos que iba siendo hora de conocernos. La verdad sea dicha, yo quería conocerla desde el primer día, pero como su opinión no era la misma tuve que esperar una eternidad para poder quedar con ella en una cita a ciegas.

Ella, del norte de la península, yo, del sur, lo más lógico era quedar en el centro, compartir la distancia y quedar en terreno neutral. Así lo hicimos, decidimos conocernos en Madrid, aprovechamos una serie de circunstancias para hacer coincidir asuntos laborales con nuestro asunto personal y nos citamos para el día X en Madrid. A mí, que llegaba con anterioridad, me tocaba el asunto del hotel. Como mandan los canon y dadas circunstancias me decidí a tirar la casa por la ventana y me alquilé un suite en un hotel que está cerca de la estación de Atocha. Creo que el momento requería un dispendio de ese nivel, total por unos cien euros más o menos, no ibas a quedar mal o estar con estrecheces en un momento tan especial. Y digo especial, pues para mí lo era, quedar con un bombón de mujer como parecía ser Marta para una tarde noche de sexo y pasión, eso es especial. Lo de parecía viene a cuento del hecho que sólo la conocía por fotos, fotos de su cuerpo con más y con menos ropa, todo hay que decirlo, por eso ya sabía que tenía un cuerpo genial para gozar con él y de él. Y, de su forma de ser conocía un poco a través de nuestras conversaciones.

A las 5 de la tarde me encontraba en la estación de Atocha, esperando la llegada de Marta, un poquito nervioso, dando vueltas y más vueltas por la estación y, llegando a pensar que la gente me miraba como si supiese lo que estaba esperando, tonterías que se le meten a uno en la cabeza en determinados momentos. Al fin sólo el teléfono, maldito teléfono que había mirado en más de veinte ocasiones a ver si tenía cobertura, si estaba encendido, ….

¿Dónde estás? Preguntó

Si eres el bombón de la faldita negra que está subiendo la escalera, frente a ti, deseando darte un caluroso y efusivo recibimiento. - Como la había visto en fotos, la descubrí al instante, era tal y como la había imaginado, quizá mejor que lo que había imaginado, más exuberante, más rotunda, más sensual, más…., lo que se le quiera añadir.

Ya será menos, si soy yo

Hola bomboncito,

Hola

Dos besos de rigor en la mejilla y digo para mí, a esto no es a lo que he venido yo. Sin más preámbulos le siento un beso en todos los morros. Se sorprende un poco pero participa del beso y dejando la bolsa de viaje en el suelo me pone los brazos al cuello y me devuelve el morreo con creces. Joder, a esto si he venido yo,… la tomo de la cintura y la pego a mi cuerpo mientras seguimos besándonos y morreándonos de forma salvaje, mi polla comienza a despertar y a dar latidos, no queda más remedio que separarnos o damos el espectáculo en medio de la estación,….

Tomo su bolsa de viaje y con la otra mano la cojo de la cintura, pegado a ella salimos de la estación dirigiéndonos al hotel.

Bueno ¿Qué tal?

Completamente enamorado (mayor mentira, …, ) –

NO me lo creo,

Pues es cierto, me has dejado colgadito de ti…, no has notado lo duro que me has puesto en un segundo

Pero eso no es amor…, es deseo, pasión,

Amor, deseo, sexo, pasión, todo es lo mismo o lleva a lo mismo, a gozar, a follar como locos,

Llegamos al hotel y nos dirigimos directamente a la habitación. Tras cerrar la puerta de la habitación dejé su bolsa en el suelo y la abracé con fuerza. Acerqué mi boca a la suya, que me recibió entreabierta, comenzamos a besarnos, chuparnos, mordernos los labios, la lengua,…, mientras nuestras manos no se estaban quietas, desde la espalda al culo los pechos,…, lo que fuese. Lo principal era acariciar y ser acariciado, gozar y hacer gozar.

Entre besos y caricias, mis manos se van a su pecho, que comienzo a acariciar por sobre de la blusa, busco con las yemas de los dedos el bulto de sus pezones, enseguida los encuentro, ya estaban super duros y se marcaban en la blusa, no hacía falta mucho tacto para encontrarlos, me dedico a acariciarlos, darles pequeños apretones, como mordidas, pero con los dedos. Suspira con fuerza y me besa con mayor intensidad, al tiempo que juego con sus pezones le voy desabrochando la blusa. Termino de desabrochar su blusa y me dedico a acariciar su pechos, sigo con el juego sobre el sujetador, aunque ahora acerco me cara a ellos y comienzo a besarle la canal de los pechos, a chupar su pezones sobre el sujetador, mojándolos con saliva. En tanto le termino de quitar la blusa y comienzo por el broche del sujetador, le suelto el sujetador y mis manos acarician directamente sus pechos, se los chupo con intensidad, le paso la lengua por los pezones, se los mordisqueo, busco besar su cuello, su cara y de nuevo encuentro su boca entreabierta, su lengua, sus labios deseosos de ser comidos, devorados con fuerza, con intensidad,…., nos devoramos mutuamente como salvajes, dos animales en celo.

Mis manos bajan a su culo, se lo acaricio sobre de la faldita, levanto ésta y comienzo a acariciar directamente sus nalgas. El pequeño triangulo del tanga, no impide que mis manos se hagan dueñas de sus nalgas, de la parte interna, le meto los dedos por los lados del tanga y busco lo que se esconde en su interior. Encuentro su piel, los labios de su coñito húmedos de la cantidad de flujo que está soltando, la excitación es mutua, a la vez que noto su humedad, la piel de su coñito. Por cierto, afeitadito, acaricio directamente su piel, una de mis manos pasa a su parte delantera y apartando el tanga comienzo a acariciar su labios, el clítoris, la vulva, todo lo que se encuentra en la entrada de ese mojadito coño que está recibiendo mis caricias deseando gozar como nunca. Le meto dos dedos en el coñito y comienzo a follarla con ellos, no tarda mucho en comenzar a jadear su mano derecha busca acariciar su clítoris junto a la mía, su pelvis comienza a hacer movimientos rápidos buscando una mayor caricia o presión de mis dedos. Está a punto de correrse o se está corriendo, en ese punto que es difícil diferenciar el antes o el momento. Fuera el punto que fuese, ahora ya está explotando de gusto ya no jadea, ahora gime, aúlla, casi grita y se contorsiona, aprieta el coño buscando un mayor placer, muerde mis labios, aprieta mi espalda. Se está corriendo, noto en mis dedos como fluye el liquido de su interior, me los deja empapados con sus flujos vaginales. Retiro mi mano de su coño y me dedico a acariciar sus nalgas, su espalda, a besar sus labios, su cuello, a ayudarla a relajarse después de la corrida.

Sin dar tiempo a nada, comienza a desnudarme como puede, casi arranca los botones de mi camisa, me quita el cinto, baja los pantalones de un tirón y sus manos se apoderan de mi polla, si su coño estaba chorreando, mi polla no podía ser menos, de la cantidad de liquido seminal que había expulsado, parecía que me había corrido yo también. Ni corta ni perezosa me empujó o me obligó a sentarme en una butaca que había en la habitación y sentándose a horcajadas sobre mi, separo su tanga, que no se había quitado y se metió mi polla de un tirón, se dejó caer sobre ella y quedo con sus nalgas pegadas a mis huevos. Que sensación de gusto, la humedad de su coño se impregno enseguida con la de mi polla y aquello parecía que tenía aceite o vaselina de lo bien lubricado que estaba. Comenzó a follarme como una loca, a mover su culo, sus caderas, yo me dedicaba a acariciar sus nalgas, sus pechos, comer su boca, chupar sus pezones, todo en una coordinación de movimientos que algunas veces se me hacía imposible de llegar al sitio donde deseaba, pues no paraba un momento y cada vez le daba más fuerte a sus caderas, sentía como su pelvis bajaba y subía a lo largo de mi polla, buscando un mayor roce en su vulva, sus labios vaginales y en su clítoris y cuando no lo conseguía con sus movimientos y sus frotaciones llevaba su mano y se acariciaba con ella. Le gustaba gozar, poco le importaba que se lo hiciera yo o hacérselo ella misma, lo importante era gozar del momento, supongo que sabría que yo no aguantaría mucho la intensidad y la marcha que le estaba dando al polvo y quería acompañarme en mi corrida con otra suya.

No pude aguantar mucho, era casi imposible resistir el ritmo que le daba a sus caderas, me dejé ir y comencé a soltar chorros de leche en su interior, al segundo o tercer chorro de leche comenzó a gemir y a moverse con mayor intensidad, no tardaron en llegar las contracciones, apretaba mi polla con su coño, se la metía hasta los más hondo, castigaba mis huevos con sus nalgas una y otra vez, hasta que aullando de placer y a punto de partirme la polla de tanta presión comenzó a correrse por segunda vez. La corrida fue mucho más intensa que la anterior, me beso en la boca y se quedó completamente desmadejada con su cara pegada a mi cuello y mi hombro descansando del esfuerzo realizado. Completamente abrazados notaba como sus jugos, junto a mi leche bajaban por los laterales de mi polla, llenando mis huevos de los mismos, al ir aflojando la presión de su coño, e irse aflojando la dureza de mi polla facilitaba la salida de los jugos que llenaban su interior.

Sólo por este polvo valió la pena venir, pensé yo para mi, craso error, no imaginaba yo lo que vendría a continuación. Tras unos minutos de relax, de descanso, nos soltamos del abrazo y nos terminamos de desnudar, estábamos medio vestidos todavía, y nos fuimos a la bañera a darnos una ducha. Como había dicho con anterioridad lo que había alquilado para la ocasión era una suitte, y, como todo el que ha estado en alguna sabe, tienen una bañera con hidromasaje.

¡Que sorpresa! ¡esto no lo esperaba!.

Es para la segunda sesión

A la segunda sesión tendrán que esperar los lectores para saber lo que sucede en el hidromasaje

Es un relato por entregas, pues hacerlo todo de una vez, lo haría demasiado largo, al final se convertirá en una serie de relatos que uno tras otro contaran las aventuras de esta pareja erótica a la que la red le ha dado la oportunidad de hacer realidad muchos de sus deseos y fantasías…, deseos, fantasías, pasión y desenfreno que serán las bases de las siguientes entregas.

Espero que les haya gustado y que sientan deseos de seguir leyendo mis relatos. A la vez, ¿Por qué, no? Sentirse o ser protagonistas de los mismos…, todo puede llegar a suceder,

Espero vuestros mensajes en: admirador_40@hotmail.com