La primera vex fue por despecho....

Sentí en ese momento que el era mi único desahogo y ya que estaba con la moral baja; empecé a platicar de mis problemas con el Lic. pasada una media hora terminé contándole intimidades. Yo hablaba y hablaba y él escuchaba, de vez en cuando se compadecía de mí y me decía cosas cariñosas.....

LA PRIMERA VEZ FUE POR DESPECHO

Cuando tenía 20 años, trabajaba como secretaria en un despacho jurídico de un abogado amigo de mi papa, el cómo de 45 años, siempre se porto como un caballero el Lic.

A tan solo un mes de casarme, me entere que E (mi prometido) se había revolcado con una psicóloga amiga suya y eso me hizo sentir una mezcla de enojo y tristeza, que era muy notorio en mi trabajo y en mi casa.

Con la boda en puerta, no pude desahogarme en mi casa, chalando con mis hermanas o mi mama.

Pero el Lic, al notar que algo me pasaba, empezó a acercarse a mí y una tarde que E estaba de Guardia,  me dio instrucciones de cerrar el despacho temprano, me llamo a su oficina y me sirvió un café con Beylis, el se sirvió un tequila…

Me senté, frente a su escritorio y se puso detrás de mi, poso su mano sobre mi hombro y me dijo: ponte cómoda y platícame que es lo que te pasa, te noto muy tensa y distraída.

Sentí en ese momento que el era mi único desahogo y ya que estaba con la moral baja; empecé a platicar de mis problemas con el Lic. pasada una media hora terminé contándole intimidades. Yo hablaba y hablaba y él escuchaba, de vez en cuando se compadecía de mí y me decía cosas cariñosas, que combinadas con el masaje que daba a mis hombros y cuello, en un momento dado me vi rodeada por sus brazos; y de ese abrazo paso a darme ardientes besos… pasamos a la pasión en un instante.

Con una habilidad tremenda me tenía con la camisa desabrochada devorandome las tetas, dejo caer mi pantalón, me sentó sobre su escritorio, hizo a un lado mi tanga, se desabrochó los pantalones y los dejó caer a sus pies. Pude ver de reojo su enorme miembro ya excitado. Sorprendida por un momento, intenté con las manos frenar su embestida, pero sus besos impedían que mi resistencia fuera realmente eficaz. Mi Jefe se colocó entre mis piernas haciendo presión hacia mí. Su fuerza hacía que mis piernas se abrieran cada vez más al compás de sus empujones. Él me atraía hacia su cuerpo mientras colocaba su enorme verga en la entrada de mi vagina y fue introduciéndola poco a poco pero con total impunidad. Una vez que llegó al fondo yo sentí que me partía, ya que era al menos el doble de gruesa que la de E…inicio a darme golpes de pelvis tremendos que hacían que mi cuerpo se estremeciera a cada embestida.

Pasados unos minutos, tuve uno de los orgasmos más ruidosos de mi vida, de hecho aún hoy lo recuerdo con excitación. La cogida no duró más de 15 minutos, sin más detalles dejo su semen en mis entrañas. Paso de ser tan caliente a muy frio en un instante...el muy cabrón que se desacopló, se subió los pantalones y se retiro diciéndome…eso te hará sentir mejor, cierra la oficina, mañana nos vemos.

Yo me quedé durante un rato con las piernas abiertas de par en par, sin poder bajarme del escritorio por miedo a que me fallaran las fuerzas y con unos jadeos que evidenciaban como me había dejado.

Al día siguiente, yo llegue a las 8 am como siempre, sintiéndome muy rara, entre apenada, exitada y desahogada, con una minifalda azul marino, la camisa mas escotada que tenía en ese entonces, medias, liguero, la mejor ropita interior que encontré, pero el día transcurrió como si nada hubiera sucedido un día antes… ni siquiera conversamos, pero a las 5 pm en punto, me dijo… -cancela la cita de las 6 y cierra la oficina-, de inmediato lo hice y me fui a su oficina…

Nada más de entrar , comenzó a besarme como desesperado, mientras me devoraba a besos el cuello y la boca, desabrochó mi camisa y libero mis tetas para devorarlas a besos y mordidas… yo intentaba colaborar abriendo las piernas para que su mano tuviera más fácil el trabajo, era increíble, me sentía completamente excitada, subió mi falda y masajeo mis nalgas con brusquedad, me hinco, empujandome de los hombos con sus manos y desabroche su pantalón, baje su bóxer y acerque mi cara a ese monumento de verga, lo acaricie con mis mejillas y lo aspire… su olor era muy intenso, sin perder más tiempo me dispuse a lamerlo y chuparlo, entendiendo que de eso dependía lo duro que se pondría para que me penetrara… en menos de 5 minutos estaba a reventar…me levantó, me volteo y me la puso entre los muslos, moviéndola intensamente…necesitaba la verga de ese macho, y él debió darse cuenta cuan necesitada estaba y retrasó intencionadamente la penetración.

Seguía frotando su enorme verga entre mis muslos y aun con mi tanga puesta mis fluidos la tenían totalmente empapada… llegamos con dificultad hasta su escritorio, separó mi pierna derecha y la levantó hasta colgarla de su antebrazo derecho, apoyándose en el escritorio…no podía más, necesitaba que me penetrara ya, él seguía haciéndose del rogar con intenciones que después descubrí.

-Cojame ya Licenciado... por favor –Le suplicaba- El solo empapaba su enorme cabeza en la entrada de mi vagina, la frotaba, pero no la metia…

-¿Quieres subir por las nubes?- Me dijo al oído en tono intrigante.

-¡¡Sí,sí,sí!!. –Le respondí entre jadeos.

Fue entonces cuando colocó su enorme verga en la entrada de mi culo. Con los mismos fluidos de mi vagina intentó lubricó mi orificio anal.

Masajeaba con los dedos y la palma de la mano como nadie me lo había hecho hasta entonces. Unos espasmos ruborizantes me subieron por las piernas, los muslos, las nalgas, la espalda, el cuello y la cabeza. Si no fuera porque me sujetaba, me hubiera desplomado contra el suelo. Jugó durante un buen rato con la saliva y sus dedos en mi deseado orificio. Manoseó con deleite y suavidad, mientras me lamía la oreja. La posición era poco menos que esperpéntica. Él, sujetando mi pierna derecha con su antebrazo apoyado en su escritorio mientras su mano masajeaba mi pecho. Mi pie izquierdo, de puntillas sobre el suelo, mientras mis manos se apoyaban contra el escritorio para intentar aguantar el equilibrio.

El licenciado con su mano izquierda se la pasaba repetidas veces por la boca para ensalivarla y otras tantas veces metía sus dedos carnosos y toscos en mi culo, al principio lentamente, pero después fue adquiriendo velocidad a medida que notaba que mi culo colaboraba. Así estuvo durante un rato, eso sí, sin dejar de mordisquear mi oreja. Yo estaba a cien, lo confieso.

Recuerdo perfectamente que yo no dejaba de suplicarle que me penetrara ya…por donde el quisiera…pero ya.

Incliné la cabeza para poder ver entre mis piernas lo que ocurria y ahí estaba el enorme glande saliendo del prepucio asomando entre mis muslos, justo bajo el vientre, rozando con mi ombligo… De repente, con brusquedad me agarró por el pelo con una mano y acto seguido noté la presión de su cabeza viril intentando penetrar mi virginal culo.

Presionó y presionó, yo intenté cerrar los ojos, él siguió presionando. Ya con los ojos cerrados noté como poco a poco iba venciendo la resistencia, sin lograrlo del todo… solo sentía como bufaba, sentía las ganas que tenia de encularme…

Se agachó y con su lengua abrió el orificio que tanto anhelaba. Yo no era capaz de abrir los ojos, estaba en el paraíso. Su lengua era tan activa como su verga, entraba en mi culo con total facilidad, ayudada por la propia saliva que  generaba, sediento de follarme. Yo seguía con los ojos cerrados disfrutando esa rica chupada…

De pronto noté, aún con los ojos cerrados como cambió su lengua por su verga. Esta vez el culo estaba más lubricado, yo seguía con los ojos cerrados viviendo el mayor éxtasis de una mujer, noté como su cabezón se colocó a la entrada, colaboré arqueando la espalda para que la verticalidad de mi culo facilitara la penetración, esperaba ansiosa que esa masa de carne entrara poco a poco e inundara mis entrañas. No dio tiempo, el Licenciado de un certero empujón metió aquel trozo carnoso y caliente dentro de mi culo, estoy segura que toda su longitud se precipitó en mis entrañas de un solo golpe, no pude evitar el grito mientras mis ojos se abrían de par en par intentando salirse de las cuencas oculares.

-¡Aaaaaaaaaah!. –Grité.

-¡No te lo esperabas! ¿Verdad? –entraba y salía de mí con rapidez.

-¡Ahh, ahh, asiií, ahhh, ahhh, asiií, ahhh, ahhh! –Jadeaba sin poderlo disimular.

El dolor del momento había dado paso a un placer inmenso, inmenso. El Licenciado me follaba con celeridad, como si tuviera prisa. Me daba unas embestidas que me hacían daño en la cara ya que estaba aún apoyada contra el escritorio y con el culo levantado aguantando la verga de ese animal, de ese deseado animal.

Mis ojos no eran capaces de cerrarse, estoy segura que se quedaban en blanco mientras él entraba y salía de mí. Nunca imaginé que el sexo anal fuera tan placentero. En breves segundos la lubricación era completa ayudada por la saliva del rudo hombre que me montaba con brío. Él resoplaba tras de mí y yo jadeaba como una niña. Los golpes que recibía en mis nalgas debido a la brusquedad con que me atravesaba eran muy intensos.

Estuvimos así durante un rato, él cabalgando ferozmente y yo recibiendo pasivamente su enorme pene digno de un semental. Mi culo no se cerraba, lo notaba ya que él sacaba todo su miembro fuera para con la misma embestida introducirlo por completo de nuevo.

Confieso que mientras el licenciado cabalgaba sobre mis nalgas, sacando y metiendo su polla en mis entrañas yo tenía la cara desencajada por completo, incluso recuerdo que me babeaba como un bebé debido a que no podía cerrar la boca mientras él me estuviera penetrando por detrás. Tuve dos orgasmos seguidos hasta que él se corrió por completo dentro de mí.

Lo mismo que había ocurrido el día anterior se repitió de nuevo. Se incorporó y comenzó a vestirse deprisa, mientras me daba instrucciones de cerrar la oficina.

Yo por el contrario permanecí durante un rato con las piernas abiertas y el culo al aire como si quisiera recibir más. La realidad era que mis piernas no respondían, no podían hacerlo debido al trajín de los minutos anteriores.

-¿Quieres más? ¿No tienes bastante? –Me dijo…

Yo no contesté. Saqué fuerzas de donde pude y traté de incorporarme a trompicones, me vestí como me fue posible. Cerre la oficina y llegue a mi casa en taxi…me di un baño y a las 9 pm ya estaba en mi cama…me dolía bastante el culo, aunque cada vez que pensaba en el momento disfrutado me excitaba de nuevo.

Esa noche, decidí dejar de ser tan pasiva y tomar las riendas de mi vida y de mi sexualidad,  así que al levantarme, repetí la dosis de sensualidad con mi atuendo… como era de esperarse de 8 am a 5 pm, me dirigió la palabra solo para lo mínimo necesario, a las 4:50 pm, antes de que el me lo solicitara, cerré el despacho, entre a su oficina, y le dije:

-Agradezco mucho la ayuda que me dio para superar mi crisis pre matrimonial, pero hoy nos despedimos, después de este día, jamás volverá a ocurrir, hoy quiero que sea diferente…hoy quiero mi despedida de soltera… Quiero a mi novio y me voy a casar con el…

Me acerqué a él, decidida y sin titubeos, estaba sentado en su sillón, me levante la mini para poder sentarme sobre él y de inmediato me rodeó con sus brazos por la cintura pegándome a su cuerpo.

Después, todo fue seguir nuestra pasión. Yo entendía que no lo quería, para mí sólo era sexo puro y duro, para él yo sería una pieza más de su cacería particular. Ahora yo tenía el control…y lo que tenía en mente era algo más suave y tranquilo, nos besamos y tocamos hasta que por primera vez nos dimos tiempo de retirarnos la ropa, yo quede solo con el liguero, las medias y las zapatillas puestas, a él si lo desnude todo…

Dedique mucho tiempo a besarle y chuparle esa maravillosa verga que tanto placer me había dado…la chupe como agradeciéndole…como despidiéndome, subía su prepucio y lo bajaba, jugué con ella, la oli y la pase por mi cara y por mis tetas…

Me monte nuevamente sobre él y empecé a moverme montada sobre su verga pero sin penetrarme, así lo hice hasta que la tuve totalmente empapada con mis fluidos…

Y luego, la acomodé en mi vagina y me fui resbalando sobre ella hasta que mis nalgas chocaron con sus muslos…

Inicie un sube y baja increíble, moví mis caderas como para que nunca me olvidara, nuestras bocas estaban fusionadas y nuestras lenguas no dejaban de jugar…sus manos se apoderaron de mi tetas, nalgas y cuerpo entero…

Ambos entendíamos que esa sería la última vez… la situación era tan placentera para mi, que no tarde en tener un largo y delicioso orgasmo….quedándome sin fuerzas ensartada en ese tronco monumental…

El me levanto, me acomodo completamente tendida sobre su escritorio, me puso en 4 y me penetro con ritmo y fuerza, hasta que inundo mu vagina con su semen… quedando rendido también…

Ese dia no nos vestimos de inmediato, nos quedamos platicando, acariciando y besándonos hasta las 10 pm, me llevo a mi casa y me deseo lo mejor en mi matrimonio.

Al otro dia me reconcilie con mi novio y hemos vivido felices… Por cierto, le encante que le platique sobre el licenciado (13 años después).

Esto fue total y absolutamente real....