La primera locura
Sus pechos ahora se veían estupendos y no iba a perder la oportunidad de enseñarlos a sus amigos.
Hola mi nombre es Carolina tengo 33 años y estoy felizmente casada con José quien tiene 35 años, y les queremos contar una aventura que tuvimos hace un mes. Yo soy flaca de mediana estatura con un pompi regular y hasta el año pasado tenia muy pocos senos, problema que se soluciono gracias a unas prótesis inmensas.
Después del implante y los estupendos pechos que me pusieron, imagínense la emoción que tenia que comencé a comprar nuevas camisas que permitieran que mis pechos se vieran provocativos, cosa que a mi esposo lo pone cachondo ya que le encanta el exhibicionismo, tanto que cada vez que algún vecino del edificio del frente se asoma, José disimulando la situación me pone a pasear por delante de la ventana para que me observen. En fin estos eran los juegos eróticos que practicábamos hasta el día que sucedió la aventura que le queremos contar.
Resulta que un día invitamos a nuestra casa a una pareja de amigos que viven en una ciudad vecina y que teníamos dos años sin ver, por supuesto al ver ellos mis nuevos pechos, no pude evitar ser el centro de la conversación, debo decirles que Ana (Mi amiga) tiene muy pocos senos y por supuesto el tema de las prótesis les llamo la atención tanto a Ana como a Luis (su esposo) y surgieron preguntas como que tan traumática es la operación, cuanto dura, se pierde el tacto en el pecho o se siente que son prótesis cuando se tocan, en fin termine mostrándole a Ana mis pechos para que los observara y los tocara y luego le contará a Luis, para animarlo y ella ponerse unos pechos como los míos.
Ese día en la noche fuimos los cuatros a cenar y luego a un lugar nocturno donde presentan a diferentes cómicos de nuestra ciudad (Caracas), durante toda la velada pude notar como Luis no dejaba de mirar mis senos, claro de una manera muy disimulada, cosa que me ponía incomoda ya que no es lo mismo que me la viera un vecino por la ventana a que me la trate de ver un amigo por la camisa, en fin José mi esposo se percato de la situación y me lo comento, hasta ahora pensamos que Ana no se percato de la situación, en fin la noche continuo entre tragos y chistes y más tragos hasta estar todos completamente ebrios.
Al llegar a casa Ana y Luis se fueron a dormir y nosotros nos quedamos en la sala tomándonos otro trago y a reírnos por la cara que ponía Luis al tratar de ver mis senos, situación que a mi esposo lo tenia bastante cachondo, más o menos a la hora de estar en la sala se apareció Luis, en ese momento mi esposo y yo estabamos bailando y el cierre de mi vestido estaba casi a la altura del ombligo debido a las caricias que mi esposo estaba suministrando a mis senos, yo al ver a Luis hice el intento de subirlo ya que se podía apreciar fácilmente gran parte del sostén , sin embargo, mi esposo de una manera muy disimulada me tomo de la mano evitando que lo subiera, es más, trato de bajarlo situación a la que preste resistencia. José me pidió que le preparara un trago a Luis y luego comenzamos a conversar y bingo apareció el tema de mis senos, Luis comento que Ana se las quería poner pero el pensaba que se sentirían diferentes a lo que José y yo le dijimos que no que todo era igual, con la única diferencia que eran mucho más grande, pero Luis no lo creía, diciendo que no era lógico que al tacto fuera igual, ya que el seno ahora tiene una masa de silicona y nunca podría ser lo mismo, nosotros le explicamos que la prótesis se coloca por detrás de los tejidos del seno, sin embargo, el insistía a tal punto que mi esposo le sugirió que me tocara un seno, a lo cual, Luis y yo nos negamos. José empezó a decir que cual era el problema que Luis los tocara, que al fin de cuenta para hacerme la operación muchos hombres, médicos, pero hombres al fin me la habían tocado y hasta visto un montón de veces, bueno tanto dio hasta que Luis me toco el seno por encima de la camisa, claro de una manera muy tímida y respetuosa, apenas rozando sus manos contra mi pecho.
Esta situación puso a mi esposo al rojo vivo, sirvió otra ronda de tragos y me saco a bailar, luego empezó a tocar mis senos, a tratar de sacarlos del sostén y del vestido, yo me aparte de el ya que estaba fastidioso con la tocadera delante de nuestro amigo, sin embargo, esto no sirvió de mucho, al sentarme le dijo a Luis que lo mejor de la operación es que no quedaban marcas e insistió en que le mostrara mis pechos, esta ves si que me quede impresionada al oír a Luis diciéndome ¡Si Carolina no hay ningún problema es simplemente para ver como quedan!, carajo ya el amigo estaba cachondo y la moral con tantos tragos la tenia por el piso.
Al poco tiempo ya estaba mi esposo sacando mis pechos del sostén y al rato estaba yo con el vestido completamente abierto mostrándome en sostén y bragas, y mi esposo quitándome el sostén para que viera la caída del seno, en este momento yo estaba completamente mojada y al agarrarme mi esposo e iniciar sus masajes en mis senos quede a sus ordenes, hasta que sentí que mientras mi esposo me besaba y acariciaba mis tetas Luis estaba bajándome las bragas, simplemente no hice el menor intento de evitarlo y deje que continuara, sentí su boca en mi ano, tratando de meter su lengua e insertando sus dedos por mi vagina, esta situación hizo que tuviera un orgasmo, era la primera vez que alguien diferente a mi marido me tocaba por estas partes, Luis se dio cuenta de los lubricada que estaba al punto que prácticamente me metió toda su mano y con el flujo de mi vagina aceito mi ano para atravesarlo con su dedo gordo y moverlo a gran velocidad.
Mientras tanto mi esposo me tenia su pene en la boca y me presionaba la cabeza contra su estomago de tal manera que casi no podía respirar, en eso Luis saco sus manos para aparecer entre ellas su polla, en ese momento mi esposo reacciono y le dijo a Luis que tocar si, pero el único que folla con Carolina soy yo, y me puso en cuatro patas y me penetro delante de Luis, yo al ver la polla de Luis tan recta le eche una mamada mientras que sus ojos solo veían mi raja mientras que mi esposo me metía todo su miembro y sus dedos se metían en mi ano el cual sufrió mucho al momento de acabar Luis ya que con los dedos que tenia adentro me jalaba hacia el.
Definitivamente fue una experiencia muy fuerte para nosotros, al terminar con esta locura todos estuvimos de acuerdo en no repetir más esta situación y jamás contarle a Ana lo sucedido. Sin embargo, nosotros después de esa experiencia hemos practicado otras pero no con personas conocidas, en otra oportunidad les contaremos.