La primera lluvia que me regaló mi AMA

Experiencia con mi AMA TRANS en la que me deleite con una maravillosa lluvia dorada que me hizo comprender que tan sólo soy un puto perro maricón que existe para chupar la polla de su AMA.

Buenas a todos, es la primera vez que publico un relato, por lo que pido perdón de antemano por las carencias que pudiera cometer. En este, voy a intentar relatar una de las muchas y gratificantes experiencias que he tenido con mi única DUEÑA y SEÑORA, el AMA TRANS que me hizo comprender el puto perro maricón que soy, a la que nunca dejará de estar agradecido por ello, aunque como sumiso he dejado mucho que desear, motivo por el cual también estoy escribiendo este relato, como una manera de redimirme y pedirle una y mil veces perdón desde lo más profundo de mi ser.

Son tantas las sensaciones, y tantas las emociones cada vez que he quedado con ella, que apenas soy capaz de ponerlas en orden. Cuando escucho su voz, mi razón se anula, todo en mi de lo que creo ser en el día a día desaparece para que se active una parte en la que sólo existe una realidad: SERVIR a mi Ama, ser su perro chupapollas particular, su mayor servidor.

Llegó a su puerta con el estómago lleno de mariposas, llamo y cuando abre toda la ansiedad explota en mi interior. Sólo puedo tirarme al suelo para besar sus pies.

  • Pasa y desnúdate perro.

Me lo dice con desdén, mostrando su indignación, ya que como he dicho no soy el mejor de los sumisos, y si bien tengo claro, ella me lo ha enseñado descubriéndome la felicidad de servirla, que tan sólo soy un puto perro chupapollas, un maricón de mierda cuyo lugar está a los pies de mi AMA, no siempre puedo estar a su altura.

Entro nervioso en la habitación donde he experimentado los momentos de mayor felicidad y me desnudo todo lo rápido que puedo y me pongo de rodillas esperando que llegue. Cuando lo hace, y me encuentra con la mirada baja, mostrándole toda mi devoción me da un par de hostias que casi me revientan la cara.

  • Puto perro, no te mereces ni un segundo del tiempo que te regalo.

No puedo más que pedir perdón, desde lo más profundo de mi corazón mientras me arrastro a sus pies resultando aún más patético de lo que ya soy por naturaleza, suplicando a mi AMA que me perdone.

  • Qué quieres que haga contigo. Eres un perro comepollas. Eso es lo único que quieres. Tendremos que pensar un castigo para ti, para que aprendas de una puta vez cual es tu sitio. Para que te olvides de los coños y aprendas que eres un puto maricón de mierda que me pertenece. ¿Lo has entendido?

  • Sí mi AMA.

  • Túmbate sobre la cama.

  • Sí mi AMA.

Me tumbo y comienza con el ritual de ponerme tobilleras y muñequeras de cuero. Ya sé lo que vendrá a continuación. No me gusta en absoluto pero sé que me lo merezco. Sé que debo satisfacer a mi AMA, que debe educarme, que debe enseñarme mi lugar, que tan solo soy su puto perro, y si azotarme le otorga algo de satisfacción, debo aguantarlo y darle las gracias por ello.

Mientras me coloca boca abajo presa del miedo y la ansiedad del instante antes de ser azotado puedo ver cómo su polla se ha puesto dura. Es la polla más bella que he visto en mi vida, estaría cada día chupándola, saboreando cada centímetro de esa piel, absorbiendo todo su néctar. Ella lo sabe, y juguetona la mueve frente a mi rostro.

  • Eso es lo que único que quieres, mamona de mierda. Chupar polla sin parar, pero esta vez te lo vas a ganar.

Dice eso justo cuando suelta el primer azote sobre mi culo, no me ha dicho nada pero instintivamente le respondo:

  • 1, gracias mi AMA.

Deseo ganarme su favor, y aquel primer azote me ha sentado bien. En el fondo sé que lo merezco, que es su obligación educarme.

  • 2 gracias mi AMA.

Y 3, y 4, y 5, y 6, y 7… el dolor se va haciendo más intenso, siento cómo se va sensibilizando la piel de mi culo, como de mi garganta sales alaridos cada vez más fuertes.

  • Calla cabrón, que vas a alertar a todo el vecindario.

Lo dice mientras me mete unas bragas en la boca y puedo apreciar como su polla de DIOSA está dura como una roca, apuntando al cielo e incluso derramando un imperceptible hilo preseminal. No puedo evitar que se me haga la boca agua.

Y 8, y 9, y 10, y 11, y 12…

  • Toma perro de mierda, para que aprendas que lo que eres es un puto maricón comepollas, para que aprendas a adorar y servir a tu AMA.

Sigo la cuenta entre los alaridos y dando las gracias mientras mi baba se cae, dando las gracias a mi AMA, dando las gracias por ayudarme a recordar lo que soy, lo que siempre he sido, un puto maricón de mierda comepollas que ha tenido la inmensa fortuna de encontrar un AMA que lo eduque y lo haga experimentar plenamente la felicidad.

Cuando considera que es suficiente se acerca a mí y me acaricia el pelo. Lo hace con el cariño y la sabiduría de quién ha nacido para ser servida, para mandar.

  • Así está mejor perrito. Tienes que aprender a obedecer a tu AMA, y saber cuál es tu sitio.

  • Sí mi AMA - le digo con algunas lágrimas en los ojos después de que me retire las bragas de la boca.

En ese momento me enseña mi collar de perro, la señal con la que me coronó la primera vez que nos conocimos, el atuendo con el que me he sentido más yo que en ningún otro momento.

  • ¿Crees que te has ganado volver a ser mi perrito?

  • Sí AMA - le respondo con veneración.

Sonríe y me coloca el collar. Me siento bien, me siento feliz cuando lo cierra en mi nuca. En este momento desata mis ataduras para darme la vuelta y ponerme boca arriba. El corazón se me sale del pecho cuando se sienta en mi pecho dejándome ver la mayor preciosidad que he visto mi vida, poniendo frente a mi boca la polla que anhelo chupar, saborear, succionar, lamer en cada centímetro de esa sagrada piel.

  • Bueno, sabes que tu AMA es buena, así que hoy te voy a hacer un regalo. Por supuesto no te vas a correr, después de cómo te has portado, no mereces correrte. Pero te haré un regalo. Sabes cuál es.

  • No lo sé mi AMA.

  • Abre la boca.

La abro con devoción mientras ella me suelta su divina saliva dentro, que saboreo como si fuera el mayor manjar que existiera, sin saber lo que me esperaba después.

  • Hoy vas a poder saborear mi lluvia. Pero te la tienes que tragar entera, no quiero que manches ni desperdicies ni una sola gota, lo has entendido perrito.

  • Sí mi AMA.

  • Porque para un puto perro maricón como tú, beberse la meada de su AMA es el mejor de los regalos, verdad perrito.

  • Sí mi AMA.

Hasta ese momento ni siquiera me había percatado de mi propia excitación, sin embargo, aquellas palabras, la manera en la que mi AMA se dirigía a mí, la visión de su polla tan cercana a la boca, y como intentaba atraparla a cada segundo con mis labios sin conseguirlo me hizo tener una erección como nunca antes.

  • Pero si serás maricón. Mira lo dura que se te ha puesto la polla, perro. Abre bien la boca… Ahhhh bebe puto perro, bebe maricón de mierda, bebe el regalo que te hace tu AMA.

Bebí, y bebí, sin saborear, solo tragando y tragando cada gota de la meada con la que me estaba obsequiando, fuera de mí, absorto en un mundo en el que sólo existía su polla, su divino néctar y sus palabras que retumbaban en mis oídos y mi ser:

  • Bebe maricón, esto era lo que deseabas, verdad perro. Ahhhhh. Bebe perro.

Centrado en cumplir sus órdenes a rajatabla y no desperdiciar ni una sola gota, comencé a poder saborear cuando su chorro fue decayendo y me sentía orgulloso de haber podido complacerla. Al notar su morbo, vicio y placer reflejado en su rostro por haber utilizado a un perro maricón como yo.

Con las últimas gotas y las polla semierecta, llegó el momento que tanto había estado deseando y me ofreció su preciosa y perfecta polla para que la limpiara y lamiera a mi gusto.

Fue entonces perdí la noción del tiempo y del espacio. Solo existía su polla que me clavaba entera en la boca mientras que yo, tal y como ella me había enseñado, cerraba la garganta para aprisionarla en su interior.

Lamia su glande, su tronco y sus huevos llenándolos de saliva para limpiarlos y dejarlos relucientes mientras que no dejaba de disfrutar con sus insultos que sonaban a gloria.

  • Chupa maricón de mierda, que eso es para lo único que vales, para chupar pollas. Vamos, que ahora te voy a follar.

Que gran placer es sentir como eres útil para dar placer a tu AMA. La única y gran satisfacción que se puede alcanzar. Sentirse un trozo de carne que sirve para que un ser superior disfrute, te utilice a su antojo y explote de placer. Se puso el condón y sin lubricar me la clavó de un solo golpe en mi culo de puto perro. Escupió en la polla al sacarla mientras se deleitaba con mis gritos, y la volvió a clavar una y otra vez, cambiando el ritmo a su antojo como solo una DIOSA sabe hacer, hasta que finalmente me anunció que se corría, y sentí las contracciones de su polla en mi culo. Sentí como se inflaba para estallar mientras me recordaba lo que era:

  • Ahhhh eres un puto perro de mierda, un maricón. Ahhhhhh

Y me hacía el ser más feliz de la tierra por haber podido servir a mi AMA. Se quitó el condón y cayó rendida sobre mí. Al instante me ofeció su divina polla para que la limpiara y la dejara reluciente, con la satisfacción de que un puto perro maricón como yo, que no merece nada, había sido útil para su placer.

Siempre suyo, mi AMA