La primera infidelidad

De como le fuí infiel a mi novia por primera vez.

La primera infidelidad

Era una noche de copas en mi cuarto como cada viernes. Vivo en la escuela y mis compañeros son increíbles para hacer fiesta. Aquella noche éramos 4 hombres y una chica llamada Valery. Ella de 1.60, con una blusa pequeña que mostraba un lindo escote y un tatuaje en medio de sus pechos pequeños pero con un interesante pezón que se transparentaba. Jeans apretados que mostraban unas piernas muy largas y unas nalgas muy bien formadas.

Estuvimos tomando toda la noche y poco a poco medio borrachos todos se retiraron a sus cuartos menos Valery y yo que seguimos charlando y tomando a gusto. Decidimos prender un cigarro, pero como no es legal hacerlo dentro del cuarto nos acercamos a la ventana. Decidí yo ponerme cerca de la ventana y dejarla a ella acercarse a mi para ver si tenía algún interés. Desde luego con todos los tragos ella se me acerco sutilmente y me abrazó argumentando que tenía frío. Así que abrazados y juntos fumamos un buen cigarro. Desde luego el roce de sus tetas me excitaba y mi verga empezó a endurecerse. Ella sintió como mi verga se hacía más grande y se acercó un poco más.

Valery muy animada tiró su cigarro y se me acercó suavemente a darme un beso el cual respondí titubeante. “Tengo novia en México” le contesté a Valery muy ligeramente y ella me preguntó si la amaba. Y cuando vio que titubee entonces se me lanzó de nuevo esta vez con más fuerza. “Creo que tu amor se ha perdido y estas buscando algo más” Esas palabras se han quedado en mi cabeza desde ese día. Entonces decidí dejarme llevar y seguir con el juego.

Quité su blusa a Valery y noté que no llevaba sujetador. Entonces mis manos se posaron sobre sus pequeñas tetas y jugué dulcemente con ellas antes de empezar a chuparlas vorazmente. Ella, mientras tanto, estaba muy entretenida quitándome el pantalón. Sus manos empezaron a jugar con mi verga suavemente mientras se dejaba mamar esas pequeñas tetas pero con unos muy grandes pezones. Le encantaba que se los mordiera suavemente porque lanzaba gemidos más audibles. Ella ya no pudo más y empezó a mamar mi verga muy duro. Parecía que no había tenido sexo en varios meses porque quería comérsela toda. Ella mamaba como experta. Chupaba muy bien mi glande mientras jalaba dulcemente mi verga. De vez en cuando bajaba su lengua hasta mis huevos para poder chuparlos finamente. Empecé a sentir que me venia y le dije y a ella no pareció importarle mucho así que me vine fuerte en su boca. Valery, muy puta, se trago mi leche y me lo mostró diciéndome: “Acaso tu novia hizo esto la primera vez?”. Y vaya que no. Mónica no gustaba de tragarse el semen… punto a favor de Valery.

Tiré a Valery en el sillón y fácilmente le quité su pantalón y encontré una diminuta y transparente tanga que le dejaba ver todo. ASCII que decidí empezar a mamarle con la tanga puesta. Mordí suavemente su entrepierna y ella gritaba dulcemente. Suavemente mamaba su concha, ya húmeda por aquella monumental mamada, y su sabor era muy dulce. Mamaba de arriba abajo y dedicaba mi lengua a jugar con su clítoris en círculos. Ella gemía más y más fuerte. Metí dos dedos en su conchita y ella gritó: Dale más… dale más duro.  Y con mi lengua experta y mis dedos adentro no tardo mucho en empezar a tener espasmos duros y venirse en mi boca.

Después de recibir el chorro caliente subí a darle un beso profundo. Mi verga estaba dura de nuevo y lista para seguir. Ella sacó un condón de su bolso y lo coloco rápidamente sobre mi falo. Saltó de inmediato y empezó a darme una espectacular cogida. Valery gritaba: “Tu novia no es tan puta por eso no la amas”. Eso quizá me dolió pero despertó enojo en mí así que le di una fuerte nalgada. Ella siguió entonces diciéndome: “Ah te enoja saber la verdad, tu quieres una mujer puta buena en la cama… deja a esa pobre y quédate conmigo y veras que puta puedo ser”. Le dí una fuerte cachetada que la desestabilizó y la hizo caer. Mientras trataba de ponerse en pie me dejó su culito listo.

Decidí darle de perrito y acariciar su culo. Valery gritaba: “Tremendo cabrón lo que quieres es cogerte a una puta, ándale dame duro, pégame que soy tu puta”. Y sin más le dí otra nalgada más fuerte mientras mi verga entraba fácilmente en su chochito. “Ándale cabrón dame más duro” gemía ella. Entonces mis embestidas empezaron a ser más y más fuertes hasta que en un momento sentí que no aguantaría más. Ella no quería eso y se quitó rápidamente dejándome unos segundos para descansar.

“A ver cabrón te la has cogido por el culo?” Y sin más empezó lentamente a lubricar su culo. En unos segundos ella estaba de perrito de nuevo y con el culo bien abierto. Metí lentamente mi verga en su culo. Su culo no era nada apretado y parecía que varios lo habían usado antes. Agradecí entonces el condón y empecé a embestirla muy duro! Ya no aguanté pues mucho más y entre esas embestidas tome mi verga y me quite el condón. Me masturbe un poco hasta correrme en sus firmes nalgas.

Rendidos ambos fuimos a mi cama. Al despertar ella se había ido pero esa primera infidelidad jamás la olvidaré.