La primera impresión
Nunca sabes en que momento puedes conocer a esa mujer que has imaginado, esa por la que arderías en pasión.
Así fue con ella, rondaba ya en sus cuarentas, pero sus formas eran tal como las había pensado, aunque vestía de blusa con cuello cerrado, sus senos, grandes senos, se marcaban tan bien y era un deleite a mi vista.
Aunque esa primera vez iba de pantalón, si, si era de caderas amplias y piernas torneadas.
Al saludarnos quede cautivado por su sonrisa, pero sus ojos eran de mirada tierna, pero no pude evitar imaginar que esa mirada puede ser de lujuria cuando los besos van por su cuello, sus labios, mientras las manos recorren su espalda, rozas levemente su trasero.
Vuelvo a escucharla, concentrarme en el ahora.
El tiempo se fue volando, ella debe marcharse, la despedida es de beso en la mejilla, el dulce olor de su perfume queda en mis memorias.
Al irse no evito ver su trasero, claro que si desearía acariciar esas nalgas desnudas.
La oscuridad es la complicidad
Me fascina la mujer que en su lencería incluye pantimedias.
Llegaste con tiempo de sobra para revisar unos detalles, tocas la puerta, al abrirte nos saludamos de beso en la mejilla, no puedo evitar decirte que luces espectacular en ese vestido, me agradeces el comentario con una amplia sonrisa que se dibuja en esos labios que traen una tonalidad roja.
Aunque creo tú sabes que mi vista se ha perdido por segundos en ese interesante escote, te doy el paso y voy observando el contoneo de tus caderas, así es el caminar de ella, no es que sea coqueta.
Te ofrezco la silla, yo frente a ti, comenzamos a revisar los documentos, en esa expresión de emoción por lo que lees tu mano queda en mi pierna, oculto mi emoción, pero de verdad me ha agradado.
Me pides te ponga en el ordenador el sitio donde tiene un email, me paro atrás de tu silla para alcanzar el teclado, entre tecleo pues también me recreo la vista observando un poco de la desnudez de tus pechos por eso escote, traes un brasier negro de media copa o es el efecto que hace ese brasier al querer abarcar esos enormes y ricos senos.
Se abre el sitio de mensajería, ya tu checas tus correos, regreso a mi silla, me pides me acerque porque quieres lea algo en la pantalla, te digo a que bien ese asunto, mi mano izquierda queda en tu pierna derecha, entre tu muslo, solo nos sonreíamos.
Luego vas al baño, para ya poder irnos, al salir me dices es que tuviste que acomodar las pantimedias porque ya hace mucho no las usabas y sientes que se te resbalan, te digo bueno me avisas para ayudarte…
..sueltas una carcajada.
Partimos al lugar donde iban a realizar una proyección., tomamos asientos al frente, en dos filas no hay otras personas, hasta la cuarta fila hay otras personas, nosotros estamos sentados en los últimos lugares de la primera fila.
Sales de nuevo al baño, al regresar ha comenzado la proyección, me preguntas algo sobre el nombre de la proyección, ya me acerco y te digo al oído, al regresar a mi posición en el asiento mi mano busca el descansa brazos pero lo que encuentro es tu pierna izquierda enfudada en esas pantimedias color carne, al sentarse una parte del vestido quedo atorado en el descansa brazos, me arriesgo y comienzo a acariciar tu pierna, cruzamos una mirada en lo que yo comienzo a subir mi mano rumbo a tu entrepierna, solo escucho un suspiro.
Mi mano sigue avanzando por tu muslo, me agrada esa sensación que produce el material de la pantimedia al frotarla con al piel de tu pierna, me preguntas algo y cuando me acerco escucho un leve gemido.
Mi mano ha pasado tu muslo interior, por breves instantes me permitas rozar tu entrepierna, y otro fuerte suspiro y me ofreces el descansa brazo.
La proyección sigue, transcurren algunos minutos y posteriormente concluye, las luces se encienden y salimos, al subir al coche solo me dices bastante interesante la proyección, te mueve las fibras y me das un beso en la mejilla.