La primera experiencia 2

Me enseñaron todo el material que tenían con el que pasaban las tardes follando.. peliculas lesbicas, vibradores... eran unas guarras a las que les gustaba ver como me corria...

Segunda parte de "La primera experiencia".

Despues de habernos masturbado las tres juntas, estuvimos hablando de como habiamos llegado a aquella situación.

Aunque Raquel y yo fueramos buenas amigas, ella no se atrevió a decirme que mantenía relaciones con Sabrina, y

lo hablamos todo. Me contó, que su novio, Jacob y ella, estaban pasando una mala racha, y una noche que estuvo

de bares con unas amigas,  le presentaron a Sabrina, Raquel estaba borracha, ella sabía que Sabrina era lesbiana

y aunque no quería nada serio, empezaron a juguetear, y acabaron en el lavabo del bar metiendose mano, a Raquel

le gustó tanto aquello, que decidió que quería repetir otra vez. Al principio solo quedaban cuando yo no estaba en

casa, para que no sospechara, pero llegaron a un momento en que necesitaban follarse mas a menudo, asi que se

metían en la habitación con cualquier excusa, aunque estuviera yo en casa. No llegue a sospechar lo que hacía en aquella

habitación, ya que Raquel siempre me decía que estaba muy contenta con Jacob, y que le encantaba su polla.

Luego le contamos a Raquel, lo que pasó en Sabrina y yo. Le contamos cuando me pilló en el pasillo masturbandome

mientra espiaba a Raquel, y para nuestra sorpresa Raquel nos dijo, que lo sabía, ya que había escuchado mis gemidos

en la puerta, y como Sabrina me decía lo caliente que estaba, dice que no le sorprendió nada ya que sabía que

Sabrina era una guarra y que le encantaba el morbo de aquella situación. Así que no nos dijo nada, para que siguiera

espiandola mientras se masturbaba.

Después de la larga charla que tuvimos, me llevaron a la habitación de Raquel y me enseñaron lo que tenía escondido.

Tenían peliculas porno lesbicas, que les encantaba ver a las dos mientras follaban, o para masturbarse.

Sacaron tres vibradores que tenían, había uno con forma de lengua, y les dije que ese lo tenía que probar.

Me tumbe en la cama, y para mi asombro me pusieron unas esposas. Se pusieron delante mía, y empezaron a enrollarse.

Se lamían las tetas, aquellas grandes tetas con sus pezones duros. Raquel se sentó en el brode de la cama,

se abrió de piernas y Sabrina comenzó a comerle el coño. Raquel gemía y gemía, y yo allí estaba tumbada super

excitada sin poder masturbarme. Les pedí que me soltaran, que estaba muy cachonda, que me comieran el coño, lo

que sea, pero que necesitaba correrme, estaba demasiado caliente. Raquel entre gemido me dijo que no, que disfrutara

del espectáculo. Sabrina le comía el coño con pasión, le lamía el clitoris una y otra vez, hasta que Raquel se corrió en

su boquita.

-¿Te ha gustado verlo, Elisa?¿Quieres ser la proxima? - Me pregunto Sabrina.

-Si por favor, estoy muy cachonda, por favor comeme el coño, masturbame, follame, haz algo te lo suplico.

-Mmm bueno a ver como tienes el coñito.

Me abrí de piernas, me paso un dedo por el coño, y lo sacó chorreando de lo empapado que estaba.

-Bueno creo que todavía puedes esperar un poquito.

-No seas mala - le dijo Raquel - mirala esta cachonda perdida, no la podemos dejar así.

Asi que Raquel se avalanzó sobre mi coñito caliente, y me dió unos lametazos, sentía su lengua en mi coño y

aquello fué maravilloso, pero Sabrina la cogió y le dijo que todavía no. Entonces me quedé yo allí con todas  las ganas.

Raquel cogió un vibrador, y con el acarició el clitoris de Sabri. Luego se lo metió en el coño, y la penetraba con el,

mientras le comia el clitoris con su boquita juguetona. Sabrina estaba allí gritando sin parar, corriendose de gusto.

Y yo ya no podia mas, con las esposas todavía en las manos, me monté sobre la almohada, aprete los muslos

contra ella y restregué todo mi conejito caliente, sin parar, haciendo movimientos circulares con mis caderas, mientras

veía como Sabri se corría, y en ese momento me corrí yo también.

Sabri me dijo que eso era trampa, que me había dejado esposada, para que sufriera un poquito, pero que al fin y

al cabo le daba igual, ya que ella había disfrutado también viendo como corría con la almohada.

Asi que al final, acabé otra vez tumbada en la cama, Sabrina se puso encima de mi boca, para que le comiera el

coño, y lo hize con mucho gusto, claro que me tapaba la vista de lo que estaba haciedo Raquel, ya que la sentía

juguetear por mis piernas, pero no se que pretendía hacer, pero de repente, noté su chochito restregandose con el

mío, aquello me ponía a mil. Yo estaba comiendole el coño a Sabri, mientras Raquel me hacía la tijera con su coñito.

Aquello fué alucinante, sentir el coño humedo y caliente de Raquel en mi coño, como se mezclaban nuestros jugos,

y de la manera que se movía, sin parar, como si me estuviese follando, fué genial.

Cada vez notaba como estaba más cerca el orgasmo. Mientras le comía el coño a Sabri de mi boca salían gemidos,

y eso a ella le puso mas cachonda de lo que ya estaba. Seguimos un ratito más, lo máximo que aguantamos ya que

aquella situación fue muy cachonda, y era dificil no correrse enseguida. Pero cuando llegó nuestro premio, fué

espectacular, sentir como se corria mi coño y el de Raquel juntitos, y como se corria Sabrina en mi boca, fué increíble.

Pero seguiamos queriendo más, pareciamos perras en celo. Nos sentamos las tres en la cama, ellas dos se cogieron

los vibradores de polla, y yo cogí el de la lengua. La puse en mi coñito, sobre el clítoris, y realmente parecía que me lo

estaban comiendo, la lengua se movía que parecía real, ellas se masturbaban con los vibradores. Las tres a la vez, alli

todas disfrutando del sexo, estabamos realmente calentorras, nos deciamos guarradas, le dimos más potencia

a los vibradores y nos corrimos de nuevo. Estuvo genial. Nunca había tenido tantos orgasmos el mismo día.

Dijimos que lo repetiriamos las tres juntas otra vez, y así hicimos.

Pero la historia no acaba aquí, cuando le pregunté a Raquel por su novio, me dijo que no sabía que hacer

ya que ella lo quería, y le seguía gustando mucho, pero no se atrevía a contarle lo que había pasado,

asi que le dije que ya lo haría yo, y así lo hice. Llamé al novio una tarde que estaba sola en casa, y le dije que

viniera que quería hablar con él. Me puse guapa, la verdad es que el novio está realmente bueno, y supuse que

cuando le contará que Raquel tenía una amante, necesitaría alguien que le consolara, y ahí iba estar yo, animando

al novio de mi compañera de piso con la que me había corrido unas cuantas veces... CONTINUARÁ...