La primera caminata en la desescalada

Sentir que esa mano no es para nada de una persona joven, sino más bien de una persona mayor, mano cuyos dedos arrugados y secos me hacen arrancarme un gemido… ooohhh!!.

La primera caminata en la desescalada

Antes de nada, agradecer tantos a aquellos que me leéis como los que me ponéis un comentario, ya sea mediamente al mismo portal de www.todorelatos.com como a mí email, pues por vosotros me dais animo a continuar, siguiendo a plasmar mis confidencias.

Yo soy de esos que opinan que, si no encontramos nada, debemos de buscar situaciones nuevas, demostrando nuestra sexualidad de forma natural. Pues el placer no tiene medida, no se trata solo de follar o ser follado, sino también implica fantasear y morbosear, debemos a toda costa hacer realidad nuestras perversiones.

Como sabéis nos encontramos en plena cuarentena forzada por esta pandemia, epidemia que ha trastocado al mundo por completo, obligándonos a estar en casa y obligarnos a renunciar a nuestras ocultas perversiones. Me he tenido a desistir de algunas cosas… al menos de algunas, manteniendo conversaciones mediante WhatsApp con mis follamigos. Pero bueno, comenzare con desescalada personal, comenzare sin dar muchos preámbulos, vale…

Me he despertado a eso de las seis y diez de la mañana, me levanto y me cercioro que mi familia en su totalidad duerme, no sé qué hacer, vuelvo a acostarme, pienso en darme la vuelta e intentar dormir. Miro a mi mujer, retirando la sabana me llevo la sorpresa que esta desnuda, no ha dormido con pijama y menos aún con braguitas. Se me ha ocurrido una locura más que fantasía, ¡no siendo otra que la perversa idea de comerme primero sus senos… uuummm!!, finalizando por su depilado coñito… ooohhh!!, pero caigo que, con esto del confinamiento, no le agrada nada que tenga que ver con la boca o al menos sexo oral.

Me levanto y me dirijo a la cocina, mientras camino sin hacer ruido, caigo en que, desde hoy uno de mayo se puede caminar desde las 6 hasta las 10. Dando un salto nuevamente, levantándome con cuidado, voy a la cocina y preparo la cafetera, mientras sube el café me visto con la idea de irme a caminar. Me tomo mi café y dejo preparado uno para mi mujer sobre la encimera, saliendo finalmente a eso de las 6 y 20 de la mañana, eso sí llevaba en los bolsillos… toallitas húmedas (uuuffff!!... que recuerdos), guantes de látex y mascarilla.

Nada salir del portal, cogí el móvil y abrí mi app de contador de pasos y calorías, abrí el cronometro configurándolo para una hora, acabando por colocarme mis auriculares inalámbricos y encender la radio. Tome dirección avenida abajo, no sin antes hacer algo de estiramientos, camine tomando mi trayecto habitual, camino que en verdad suelo durar algo más de una hora y poco más. Continúe con mi música como única compañera, algo no extraño pues incluso antes del confinamiento era igual. Encontrarme por mi camino a casi nadie, podría decir que en algunos momentos no había ni un alma, pues para cruzarme con uno o dos en 20 minutos no lo consideraría.

En un momento dado y llevado por las necesidades fisiológicas, no me queda otro remedio que cortar mi camino, visualizando a pocos metros una zona arbolada, zona que predomina olivos en su mayoría, pero gracias a estos días que no ha habido podas y limpieza, los matorrales han crecido de una forma alarmante. Tras llegar me encontré que esta parcelada, viendo que su puerta se encuentra entornada, no me lo pienso dos veces pues las necesidades son mayores. Me he adentrado y camino hacia el interior, buscando un lugar con intimidad, un lugar donde pueda hacerlo sin visto.

Me detuve y sin quitarle los auriculares, pues al ser inalámbricos no me molesta para orinar, me dispuse para mear, tiré de mis calzonas con el bóxer hacia abajo, dejándomelo al menos cuatro dedeos por debajo de mis genitales, tomando mi miembro con mi mano derecha. Tras darme un par de zarandeo a mi encogido miembro, continúe con tirar de mi prepucio hacia arriba, sacando por fin mi glande y comenzar a orinar, no estuve más de cinco minutos. Me sorprendí del tiempo que llevaba meando, mas parecía que llevaba horas sin orinar, aunque a veces me he llevado hasta ocho horas sin hacerlo, soltando ese chorro de líquido amarillo.

Tiempo que estuve atónito, alucinado por la meada y al mismo tiempo extasiado, no prestando claro está atención a mi alrededor, quizás sea por la misma música proveniente de mis auriculares. Llevado por esa misma sensación placentera, deje mi cuerpo caer hacia delante, frenándome claro está con mi brazo izquierdo, apoyando mi palma de la mano sobre ese tronco una vez que deje de sujetar mis calzonas. Comenzando poco a poco y muy lentamente, ¡deslice mis dedos por mi tronco… uuuffff!!, sintiendo el placer que pocas veces he sentido durante estos días de confinamiento, pues incluso yo mismo me he negado a tal placer. Sentía como mi miembro iba despertando de su letargo poco a poco… ooohhh!!, como iba tomando cuerpo por no decir dureza… uuummm!!.

Por mi cabeza pasaba la idea de masturbarme… ya que estoy, no queriendo dejar perder oportunidad… uuuffff!!, ya no eran mis dedos los que se deslizaba por mi miembro sino mi mano… uuummm!!. ¡Mano que terminaba con restregar el capullo con la palma, dejándome impregnado con mi propio precum… uuuffff!!, tuve que acabar por quitarme la mascarilla por la falta de aire de esos momentos.

Estaba en el mejor momento, momento en que sientes que en breves minutos estaría por acabar… ooohhh!!. Cuando de forma inesperada me sentí atrapado por alguien, persona que me ataco desde atrás, persona que presionaba su cuerpo contra mi espalda. Cuya una mano grande y grotesca por mi derecha, cogió y se hacía con mi miembro a pesar de mi mano, me asusté muchísimo y no supe reaccionar. Quedándome inmóvil escasos minutos, minutos que esta persona me estuvo masturbando con su mano derecha, minutos que este desconocido aprovecho con su mano izquierda por acariciar mi cuerpo… uuummm!!. Mientras yo seguía sujetándome con mi brazo izquierdo erguido al árbol, soportando la presión de esa persona desde atrás, persona que pude sentir en momentos algo duro contra mis nalgas desnudas.

Mi polla había perdido la erección escasos minutos, tiempo que fue, desde que me sentí cazado por ese desconocido hasta que comenzó a masturbarme… uuummm!!. Inicialmente no puse resistencia por verme sorprendido, luego mi resistencia fue poca e incluso poco creíble, acabando por dejarme hacer… uuummm!!. No hablo nada, simplemente sentía como respiraba con dificultad en mi cuello, dándome a pensar su baja estatura. Pensé la dificultad de respirar era quizás por la mascarilla, aunque cuando sentí sus labios recorrer mi cuello y más tarde un par de muerdos… uuummm!!. No delato solo la ausencia de mascarilla, sino la falta de sexo que sentía, quizás al ver este como me estremecía y mis vellos ponerse de punta… aaahhh!!.

Fue entonces cuando su mano izquierda dejo de acariciarme sobre mis prendas, dejo de acariciarme el torso, vientre y pecho sobre la tela de mi suéter, pasando a sentir como continuaba bajo esta… aaahhh!!. Sentir que esa mano no es para nada de una persona joven, sino más bien de una persona mayor, mano cuyos dedos arrugados y secos me hacen arrancarme un gemido… ooohhh!!. Mano cuyos dedos comenzaron a arañar mi pecho primero… uuummm!!, continuando por juguetear con mis duros pezones… aaahhh!!.

Sintiendo este quizás algo, sintiendo quizás las alas para continuar, como si las respuestas de mi cuerpo le haya transmitido lo que deseaba, gestos y gemidos soltado involuntariamente por mi… ooohhh!!.

Mano derecha que sientes como abandona mi miembro… uuummm!!, dejándome a las puertas del placer, dejándome sin esa corrida que estaba pidiendo a gritos salir… uuummm!!. Notando como este tira de algo suyo, notando como intenta liberalizar algo, liberalizar algo que no comprendes al principio pero notas con rapidez… uuuffff!!. Notas no solo por el calor que emana, sino claro está por la dureza al oprimirse contra mis glúteos, ¡presión que hace entre mis glúteos… ooohhh!!. Moviéndolo el mismo por mi canalillo… ooohhh!!, llegando a chocar de forma involuntaria un par de veces su glande contra mi orificio, obligándome a echar mi pelvis hacia delante… uuummm!!. Llegándome este a soltar ahora…

  • “Uuuffff!!... como me tienes. ¡No pensé al seguirte que acabaría de semejante manera… uuummm!!”.

  • “Sientes como me tienes, creo que estas tan falto de sexo como yo, ¡veo que no te dan en casa ninguna satisfacción… eeehhh!!”.

Su mano izquierda en mi miembro al tiempo que la derecha se posa en mi cadera, me hace presagiar que algo no muy bueno podría pasar, menos pensar que ese puntazo me hace sentir dolor al entrar parte de su glande… ooohhh!!. Dolor por mi parte por la falta de dilatación y claro esta del tiempo sin probar una, dolor que este claro esta lo entendió de otra manera, manera que no era otra que mi virginidad anal. Volviéndome a soltar…

  • “Veo que es tu primera experiencia homosexual, no te preocupes duele un poco al principio, luego es totalmente placentera y te vas a enganchar”.

Deja de masturbarme con su mano izquierda, deslizando su mano desde mi tronco hacia mis testículos, notando este lo diminuto que los tengo, no haciendo alusión a estos y comenzar a acariciar mi perineo. Escuchando como gimo y suspiro levemente, como emito sonido de satisfacción en un tono bajo, cuando un nuevo puntazo me hace casi perder el equilibrio… aaahhh!!. Cayendo hacia delante y detenerme con ambos brazos al sujetarme contra ese árbol, quedando inclinado en forma de “L”. Dándome este una palmada en las nalgas y soltarme…

  • “¿Te la han chupado alguna vez?”.

Continuando sin dejarme contestar…

  • “Por tu cara… no creo, mira te propongo una cosa… vale”.

  • “Mira, yo te la chupo y tú no pierdas detalle… vale, pues luego te toca a ti chupármela… de acuerdo”.

Yo moví la cabeza como haciéndole entender que aceptaba, cosa que este tras retirarse de mi espalda, me hace girar y apoyar mi espalda contra el árbol. Se agacha al tiempo que con ambas manos tira primero de mis calzonas y bóxer hacia abajo, acabando por quitármelas, sacando cada prenda por mis pies sin necesidad de descalzarme. Tomo mi miembro y tras llevárselo a la boca, ¡comenzó a chupármela y lamerla… aaahhh!!, dándome pequeños muerdos a lo largo de mi tronco… uuuffff!!, escupiendo en mis pequeños genitales y aprovechando esos jugos para humedecer mi orificio… ooohhh!!.

Mis piernas temblaban, notaba mi cuerpo flaquear, mientras este chupaba mi miembro en su boca, mientras sus manos no dejaban una de acariciar mi cuerpo, ¡mientras con los dedos de la otra penetraba mi orificio… aaahhh!!, ayudándose claro está con esos guantes de látex. Alzaba la vista a mi rostro y me soltaba…

  • “Estas disfrutando verdad, estas tomando nota de como debes de hacerlo tú, debes de hacerlo parecido, pero sin que me metas tus dedos… vale”.

Sentía con gran placer como su dedo entraba en mi orificio anal una vez tras otra, pero aumento ese placer cuando en vez de ser un dedo… uuummm!!, acabo por introducirme un segundo… ooohhh!!. Soltándome…

  • “Cuando sientas que te vas a correr, no te cortes hazlo… vale”.

Fue decir eso y no más que medio minuto, comencé a descargar en su boca, quizás fuera por como esa boca cálida y esos labios me la chupaba, o quizás con la fuerza y brusquedad que esos dos dedos me penetraba una vez tras otra… aaahhh!!. Sin apenas dejarme descansar, me soltó…

  • “Bueno, ahora te toca a ti”.

Fue incorporarse al tiempo que tiraba de mi brazo hacia abajo, cambiando las posiciones, colocándose el ahora apoyándose sobre el árbol, dejando su espalda descansar sobre el tronco, mientras yo en cuclillas me disponía a mamársela. Comencé a chupársela sin importarme que se diera cuenta que no era mi primera vez, tome su miembro por la base, deslice mi lengua a lo largo de su tronco desde la base hasta su glande, acabando por engullírmela. Este gemía y suspiraba mientras acariciaba mi nuca, saque su glande de mi boca y alce la vista, observando como este permanecía con los ojos cerrados mientras se retorcía de placer… uuummm!!.

De vez en cuando se inclinaba a modo de acariciar mi espalda, inclinación que me hacía enterrar en mi boca sus dieciséis o quizás diecisiete centímetros… ooohhh!!. Acabando por tirar de mi suéter hacia arriba y sacármelo por la cabeza, dejándome sin prenda alguna a excepción de mis calcetines y calzado deportivo. Continuando por pellizcar mis pezones con tanta fuerza que casi me hace llorar de dolor, no quedándome otra que introducírmela en su totalidad, tanto que viera que sentía arcadas. Sacándomela para disfrutar de sus genitales, primero uno y luego el otro e incluso los dos al mismo tiempo. Mientras este tiraba de mis cabellos hacia el al tiempo que me decía…

  • “Joder cabrona que rápido aprendes, nadie diría que es tu primera vez… aaahhh!!”.

Como olvidar, como oprimía mi cabeza a modo forzarme a tragármela en su totalidad, sintiendo arcadas y nauseas… uuummm!!, pero al mismo tiempo, sintiendo dolor al notar como retorcía mis pezones… aaahhh!!. Volviendo este a soltarme…

  • “Ostia… puta, no puedo más… aaahhh!!. ¡Me voy a correr… aaahhh!!”.

Fue acabar de decir esto y comenzara a descargar. Fui a apartarme, pero este me sujeto con ambas manos con fuerza mi nuca hacia él, no quedándome otra que dejármela dentro de mi boca. Intentando expulsar sus fluidos por las comisuras de mis labios, fluidos que caían desde mi barbilla a mi pecho y muslos… ooohhh!!. Continúe chupando hasta dejársela bien limpia, acabando este por soltarme…

  • “Joder lo siento, ¡perdona me deje llevar… uuuffff!!, pero me la as chupada de cojones… uuummm!!”.

  • “Sabes… deseaba otra cosa la verdad, sinceramente lo que quería era follarte, pero que vamos a hacer, creo que lo dejamos para otra ocasión”.

Mientras hablaba me entretuve en limpiarme con las toallitas húmedas, continuando por vestirme. Luego acordamos salir por turnos, saliendo el primero no sin antes intercambiar número de móviles, saliendo minutos más tarde yo. Continuando con mi caminata, para media hora más tarde regresar a casa, donde mi mujer alaba mi fuerza de voluntad a la hora de madrugar e ir a caminar. No besarme hasta que no me haya duchado y retirar todo rasgo de mi “caminata”, luego mientras desayuno nos intercambiamos un par de besos y no me deja continuar, pues no deja de soltarme…

  • “Mejor no continuamos, pues nos vamos a poner aun peor de lo que estamos, debes de pensar que es por nuestro bien”.

  • “Mira te sugiero que te des una ducha fría y de paso te masturbas, para que cuando tú acabes… entro yo, realizando la misma tarea que tu”.

Pero que la verdad, no me hace falta esa ducha fría y cuando mi mujer entra en el baño a realizar esa ducha fría, ducha que acompañara con hacerse un dedo. Aprovechare yo para introducir ese número entre mis contactos, comenzando a whasearnos y de paso intentar quedar para otra ocasión.

Ocasión que os puedo confesar que hemos realizado, pues ya viendo que en nuestros hogares se está viendo difícil de realizar, pero bueno, también os confieso que tenido algún que otro escarceo, no buscándolo precisamente y es que parece que estamos como perros en celos. Pero bueno, no me enrollo más, espero que os haya gustado tanto como a mí, espero vuestros comentarios.