La prima de mi novia

Las matemáticas pueden ser divertidas.

Esto ocurrio hace poco con la prima de una novia que tuve, la misma que describo en mi relato " ANA ".

Maria y yo siempre nos llevamos muy bien, mientras anduve con Ana incluso nos deciamos primos. Maria es una muchacha 5 años menor que yo, de una cara muy bonita, con unos ojos preciosos, de senos abundantes y cadera promedio.

Aunque yo corte con Ana, Maria y yo continuamos con nuestra amistad. Ella entro hace poco a la Universidad y comenzo a tener problemas con matemáticas. Es por eso que me hablo para ver si podia ayudarle.

Llego a mi casa vestida muy jovialmente. Pantalones de mezclilla, huaraches y una blusa muy holgada. Como ya les he dicho vivo solo. Nos sentamos en la mesa del comedor, y realmente comenzamos a estudiar. Pero en el lugar donde vivo hace mucho calor, por lo que comenzamos a sudar un poco.

Dada la confianza que tenemos, ella me dijo que si podia quitarse la blusa, que traia un top deportivo. Obviamente yo no iba a decirle que no. Al quitársela, tuve una vision increíble delante de mi: Una cinturita perlada por gotas de sudor, un par de senos redondos y, por lo menos a la vista increíblemente tersos, con unos pezones paraditos gracias al calor.

Seguimos con las matemáticas, aunque estas habian pasado a segundo termino; no podia dejar de mirarla.

Ella se dio cuenta y me dijo: "¿Te gustan?"

"Son muy bonitas" – respondí yo.

"Creo que ya entendi esto, por que no nos sentamos en la sala un rato" – me comentó

Caminamos hacia la sala, me sente yo, y ella se sento a horcajadas sobre mi, encontrándose nuestras bocas en un enorme beso. Nuestras lenguas peleaban cual espadas.

Yo separe mis labios de los suyos y comence a besar su cuello, sus orejas, bajando por su pecho hasta llegar al top, el cual subi solo lo necesario para poder apodarme con mi boca de aquellos pezones que parecieron felices de librarse del sujetador.

Maria comenzo a gemir muy suavecito, tomando mi cabello y jugando con el. La levante y acoste sobre el sillon, para poder seguir recorriendo con mi lengua su abdomen, hasta llegar a su pantalón, el cual abri sin dificultad. Ella levanto sus piernas para que pudiera salir fácilmente. Una vez fuera, continue con el recorrido, haciendo a un lado su tanguita, para recorrer con mis dedos esa entrada que ya empezaba a producir jugos.

Meti mi cabeza completamente en su entrepierna, a lo que ella respondio con sonoro gemido y arqueando su espalda. Yo introducia mi lengua lo mas que podia, al tiempo que mis manos se prendian de sus pechos.

Asi estuvimos como 10 minutos, hasta que me levante y le dije que yo todavía estaba vestido. Me empujo sobre el sillon y de un golpe saco mi playera. Comenzo a besarme la boca, bajando por el pecho, restregando la cara en mi vello. Al llegar a mi pantalón lo abrio de un solo movimiento, "seguro tiene experiencia" pense para mi. Mi miembro casi rompia la truza. Cuando termino de quitarme el pantalón y al fin bajo mi truza mi pinga salto como resorte. Su siguiente comentario no fue muy diplomático:

"Primo, con tu altura pense que la tenias mas grande"

"Con esto me basta para hacerte gemir de placer" le conteste.

Se la metio toda de un golpe en la boca, dándome una mamada deliciosa; se la metia totalmente y la sacaba despacito, alternando las lamidas entre mi verga y mis huevos. Se los metia los dos al mismo tiempo, chupandolos como caramelos.

No podia mas, estaba a punto de terminar y se lo dije, como respuesta comenzo a mamarmela mucho mas rapido, hasta que termine en su boca. No dejo escapar una sola gota de mi leche. Se volvio a sentar sobre mi y empezo a mover su cadera mientras nos besábamos. El roce de su pelvis en mi miembro, no tardaron en volver a ponerlo en pie de guerra. En el acto ella se levanto apenas por encima de mi verga y de un solo sentón se clavo mi verga hasta la raiz. Empezo a cabalgarme a un ritmo increíble, tuve que abrazarla por la espalda, ya que me daba la impresión que en cualquier momento se iba para atrás. La sensación de esa cabalgada, sus senos que rebotaban a centímetros de mi cara, era increíble. Fue cuestion de 2 o 3 minutos para que ella alcanzara un orgasmo increíble, su cabeza prácticamente toco el suelo, emitio un gemido sueve y largo y se dejo caer sobre mi pecho.

Pero yo no habia terminado aun, asi que la acoste boca arriba en el sillon y abriendo mucho sus piernas la penetre de un solo golpe. Ella estaba muy relajada al principio, no tenia mucho de haber terminado, pero conforme fui aumentando el ritmo de mis bombeadas, al tiempo que mi boca mamaba un seno y el otro alternadamente, empezo a gemir de nuevo. Abrazaba mi cadera con sus piernas y levantaba su pelvis para que mi verga entrara aun mas dentro de ella. De pronto pare, la voltee y se la meti de perrito, recorriendo su espalda con mi lengua y afianzando su pecho en mis manos. No tarde mucho en volver a correrme, cayendo sobre ella, con mi verga ya de afuera, pero acomodada entre sus nalgas.

Ella volteo su cara y comenzo a besarme muy dulcemente y me dijo:

"Primo necesito pedirte un favor, como habras visto no era yo virgen, pero mi novio quiere que lo hagamos anal y aunque si me gustaria, tengo miedo de que me duela. Quiero que me lo hagas tu primero, por que yo se que tu me lo haras suavemente y quiero dartelo como regalo por todo lo que has hecho por mi".

La bese en la boca, y me puse un preservativo. Una vez que estuvo listo, le levante sus piernas echándolas para atrás, dejando su agujero anal a la vista, empece a meterle un dedo; un pequeño quejido, segui jugando con un solo dedo, de pronto uno mas, un quejido mitad placer – mitad dolor, a esto siguió la punta de mi verga, solo el glande, una pequeña queja y una uña en mi cadera. De un solo golpe hasta la mitad, la sensación de mi miembro en ese recien estrenado culo era fabulosa, no me movi por un momento para que se tratara de acostumbrar al intruso. De pronto hasta que mis huevos chocaron con su pelvis, los vecinos tuvieron que haber escuchado su grito. Gritaba como histerica, insultándome, exigiéndome lo sacara. Yo me recoste sobre ella, apretando un seno con mi mano y mamando el otro.

Cuando se calmo, me incorpore y empece el movimiento de bombeo. Sus gemidos ya eran de placer puro y, cuando meti tres dedos dentro de su vagina, sus gemidos se hicieron largos y sonoros, se contorsionaba aparatosamente. De un golpe saque mi pene de su culo, me quite el condon y la clave sin miramientos en su vagina, ella puso los ojos en blanco y yo apresure el ritmo de mi movimiento, pero no logre llegar al mismo tiempo que ella, tuvo un orgamo impresionante: sus manos me rodearon totalmente, apretándome con fuerza, arqueo su espalda de tal manera que me levanto. Sali de ella y sentándome sobre su abdomen, comence a masturbarme con su generoso busto, al tiempo que me daba pequeñas lamiditas en el glande, hasta que explote salpicando su busto, su cara e incluso su pelo.

Estabamos exhaustos, nos recostamos, besándonos hasta quedarnos dormidos. Un rato después, despertamos y le ofreci bañarnos en la tina de hidromasaje. Lo que ocurrio en ella, sera una historia que les contare después.