La posada

En una posada en medio de nuestro viaje conocemos un grupo de hombres y terminamos en una orgía con mi esposa.

Mi esposa (la posada)

Ro, mi esposa, es una mujer muy bonita de 27 años, lindo cuerpo, bajita, delgada y con una cola impresionante.

Una tarde que viajábamos hasta la capital a visitar a su familia, nos sorprende una gran tormenta y decidimos guarecernos en un parador que hay a medio camino.

Pasamos la tarde y la tormenta no arreciaba para nada. Por lo tanto pedimos posada pero no habían habitaciones privadas.

No sabíamos que hacer, y en eso estábamos cuando se nos acerca un viajero que estaba en la mesa de al lado con otros amigos.

Nos dice que no tiene inconveniente de cedernos su habitación y dormir en la misma que sus amigos.

Le quedamos muya agradecidos y le preguntamos como podíamos pagarle el favor.

Nos dice que no lo tomemos a mal pero que le encantaría que los acompañásemos a jugar dados.

Le digo que no jugamos por dinero y entonces se ríen...

Nos cuentan que la idea es divertirse un rato, no desplumar a nadie, que no lo hacen por dinero sino por diversión. Siempre juegan a que quien pierde debe pagar una prenda o contar una historia personal pero íntima.

Nos miramos con mi esposa y no encontramos mal contar alguna travesura delante de los hombres, que parecían muy simpáticos.

Serían como las 19 horas y deciden que es mejor ir a una de las habitaciones y comenzar a jugar. Pidieron un par de botellas de licor y nos fuimos para la habitación.

Ésta era bastante amplia y tenía tres cuchetas, o sea seis camas, una para cada uno.

En el centro una mesa, que retiraron y colocaron varias mantas para sentarnos en ellas y jugar dados.

Organizamos el juego y se decidió que quien obtuviera un doble seis tenía derecho a pedir una prenda a cada uno y quien sacara un doble uno debería pagar una prenda de cada uno.

La cosa comenzó divertida y en la ronda, quien sacaba el menor puntaje debía pagar prenda o contar una historia íntima o una fantasía muy excitante.

Un par de horas después, unas cuantas historias muy fuertes, unas botellas de licor y las emanaciones de feromonas en el ambiente hacían que todos estuviésemos bastante excitados.

Para colmo de problemas, Ro pierde otra vez y decide pagar prenda.

Todos deliberamos y se plantearon varias posibilidades, hasta que de consenso decidimos que debía realizar un baile erótico sin llegar a desnudarse.

Ro se para en medio de todos y comienza a contornearse y a acariciarse.

Sin sacarse el vestido cortito que lleva, deja caer los breteles de sus hombros permitiendo que por un segundo, mientras gira para que todos la vean, se vean sus senos ya que no usa corpiño. Después se agacha sin flexionar las piernas permitiendo que todos vean su mini tanga. Para terminar se inca de rodillas y echando el cuerpo hacia atrás se pasa los dedos varias veces por la caliente conchita que se veía toda mojada.

Termina así su baile y quedamos todos super calientes.

Un par de jugadas mas y Ro saca el doble uno.

La cosa se pone densa y pido ser el primero en pedir prenda.

Le pido que me la chupe delante de todos, aunque pensé que no se iba a animar.

Otro le pide que lo haga totalmente desnuda. Otro le pide para chuparle la conchita, y así vamos pidiendo los siete su prenda.

Ro nos dice que está bien, pero que cuando ella dijera que no o basta, bastaría.

Lentamente se quita el vestido y queda con su mini tanga. Uno de los hombres se lo quita y ella se arrodilla frente a mí y comienza a chuparme la pija quedando con el culo levantado frente a los seis hombres que rápidamente se desnudan.

Pronto tiene doce manos y seis lenguas recorriendo su cuerpo, chupando y penetrando su culito y su conchita, pellizcando, lamiendo y tirando de sus hermosas tetas.

A los pocos minutos de tantas atenciones se acaba y queda tirada en las mantas boca para abajo.

Gira y se abre de piernas. Nos mira con deseo y nos dice que quiere que uno a uno la vayamos cojiendo y llenándole la concha de leche.

Me le tiro encima y sin miramientos se la meto toda y comienzo a penetrarla con mucha fuerza.

Aaaaahhhh, ssiiiiiii, dame bien duro, haceme acabar de nuevo, aajjj, aajjj, mmmm, mmm, aahhhhh me acabo, me acaboooo, mmmmmmmuuuuuuu, divino, divino, que polvo, seguí, quiero mas, mas, mas...

Diez minutos después vuelco toda mi leche en su interior en el mismo momento que Ro se acababa por tercera vez.

si, si, si, cojéeme, cojéeme, fuerte, fuerte, aaahhh, me acacaaaaabooooo, mmmmmaaaa. Otro que me la ponga ya, que quiero seguir acabándome. Quiero que hagan desmayar de cansada.

Apenas se la saco, otro se monta y la coje por cuatro o cinco minutos arrancándole otro orgasmo.

Uno a uno van pasando y cada uno le llena la conchita de leche y le arrancan por lo menos un orgasmo cada uno.

Cuando el séptimo se acaba y sale de Ro, de su concha sale una gran cantidad de semen que mancha toda la manta.

Mientras unos van al baño a orinar o a lavarse, otros la acarician y la besan, yo sentado en una cama los observo y me vuelvo a calentar.

Unos permanecen desnudos mientras que otros se ponen sus calzoncillos.

Recién comienzo a mirar los tipos que se cojieron a mi esposa.

El que nos ofreció su habitación es de unos 30 años, delgado y atractivo. Con una pija normal de alrededor de 15 cms.

Uno rubio, alto, un poco gordo de unos 40 años y con una pija corta pero muy gruesa.

El amigo del rubio es un hombre de su misma edad, morocho de cabello con una pija algo larga pero tirando a fina.

El mas joven del grupo es un chico de unos 20 años, muy simpático y portador de una pija bastante grande y gruesa.

El mas viejo es un hombre de unos 55 años, no gordo sino panzón y también poseedor de una pija considerable en forma de banana.

El último es un tipo de aspecto simiesco, feo, con pelos en todo el cuerpo y con una pija también normal.

Estaba en esa evaluación cuando Ro se sienta y les pregunta si alguno quiere repetir.

Todos decimos que si. Ro nos dice que va a ducharse y que regresa enseguida. Nos pide que nos organicemos de acuerdo al grosor de nuestras pijas.

En pocos minutos regresa bañada, desnuda y con un pote de crema.

Nos mira con cara de puta y nos dice

como mi conchita está muy irritada, casi reventada, voy a tener que atenderlos por mi culito, confío en que serán delicados con cada penetración. Yo les indicaré cuando soltarse...

Pero primero me preparan el culito ¿si?, quiero que uno a uno me lo chupe y me meta uno o dos deditos para dilatarlo...

Mientras nos decía esto se acariciaba la conchita que se veía roja y mojada.

Coloca una almohada debajo de sus rodillas y en posición de perra nos dice

Mis machos, mi culo es de ustedes.

Como fieras nos acercamos y comenzamos no solo a dilatar su culo sino a tocarla y besarla toda. Se acaba mientras el rubio le chupa la concha desde abajo y el feo le mete lengua y dedos en el culo.

Mientras eso sucede le chupa la pija al que la va a penetrar primero para ponérsela bien dura que resulta ser el gentil.

Suelta su pija y le dice

Ahora, poneme cremita y cojéeme bien despacito, yo te aviso cuando me podés dar duro. Quiero otra pija en mi boca...

El tipo le pone cremita y lentamente le mete toda la pija en el culo de mi esposa, que mientras chupa la pija del feo se acaricia el clítoris pajeándose con fuerza.

No demora mucho en acabarse y es cuando está por acabarse que le dice

Ahora cojéeme como un animal...

El tipo la bombea con fuerza por unos 10 minutos hasta que se acaba dentro de mi esposa.

Ella cuando puede suelta la pija de su boca y grita

Que divino, que divino, como me rompés el culo, hijo de puta, seguí, seguí que me estoy acabando, aahhhhhh, aaahhhhhhhhhh, llename de leche, llenameeeeeee el cuuuulooo, aaahhhhh, me acabo, me acabooooooo.

Cuando Ro se acaba aprieta y afloja el culo con mucha fuerza, esas contracciones son demasiado para nuestro amigo y es cuando se acaba.

Se sale ya antes de que su culito se cierre el feo se la mete toda y comienza a bombearla como un animal al tiempo que Ro se sigue masturbando.

De esa manera vamos cojiéndola todos hasta que el último que es el veterano se acaba y se la saca.

De su culito sale una gran cantidad de leche que cae por su pierna izquierda hasta el suelo.

Ayudo a Ro a que se levante y la acompaño al baño, se ducha, se viste y caminando con gran dificultad y muy agotada se sienta en una de las camas.

Comentamos y me felicitan por la esposa que tengo. A Ro también la llenan de halagos y nos proponen repetir esto en la casa del feo que tiene en la playa.

A Ro le gustó la idea y quedamos que en 15 días nos reuníamos en la casa de la playa.

Nos fuimos a nuestra habitación y dormimos hasta las 11 de la mañana.

Cuando fuimos a pagar la cena y la habitación, nos dijo el dueño que estaba todo pago, y además nos dejaron un sobre.

Abrimos y encontramos seis tarjetas con los nombres de cada uno, teléfonos y E-Mail. Resulta que eran todos de la misma empresa.

Además un cheque por la suma de quinientos dólares junto con una nota d agradecimiento y nos decían que si íbamos a la playa, además de mucho placer podíamos recibir un cheque con un cero mas.

Nos miramos y comenzamos a reír, esas sí que serían vacaciones.

Nos gustaría repetir la experiencia pero con gente totalmente desconocida.

Si sos de Uruguay y tienes un grupo de amigos y quieren vivir una experiencia similar por favor escribinos a royluis@adinet.com.uy