La POPU (7)

La historia continúa, y la situación se pone cada vez mas difícil para Laura. Ahora deberá probar su valor y resistencia... o algo sucederá por su culpa.

Popu VII

Invitando a una amiga

Cuando llegaron a su cautiverio nuevamente, Laura y Claudia estaban tan cansadas que tuvieron que llevarlas arrastrándolas hasta sus celdas. Luego de tirarlas sobre las camas cerraron las puertas y las dejaron descansar.

A la mañana siguiente ambas se despertaron temprano. Sus cuerpos doloridos y cansados no encontraban posición para seguir durmiendo. Pero mas importante era el hambre que sentían. Hacia ya casi dos días que Laura no probaba bocado y un día entero para Claudia. Sus fuerzas las abandonaban.

-Mama.. ¿Estas despierta?-

-Si hija.-

-Me muero de hambre...-

-Yo también-

-¿Nos traerán algo de comer alguna vez?- pregunto Laura

-Si hija… Nos quieren vivas.-

-Es cierto.-

Un rato después, alertado por la charla uno de los hombres apareció en la zona.

-¿Tienen hambre chicas?-

-Si- respondió secamente Laura

-Ahora les traemos algo-

Un rato después Manguera apareció en la zona y les dijo como iban a comer.

-Acá no usamos platos. Para comer deberán apoyar las manos y los pies en las marcas pintadas de verde en la pared y el piso y tocar el timbre. Una vez así el guardia abrirá la puerta y les dejará un vaso y tanta comida como puedan sostener en los orificios de su cuerpo. Cuando el guardia haya terminado y cierre la puerta recién Uds. podrán comer. Solo habrá una comida al día, por lo que les sugiero que sean creativas con los lugares y acepten en abundancia. Solo habrá agua en las duchas cuando se bañen. Esta prohibido tomar agua. Deberán tomar la bebida del vaso. ¿Entendieron?-

Laura y Claudia no podían creer lo que habían escuchado, pero Laura tenía tanta hambre que se colocó en posición y tocó el timbre. Mirando por la ventana de la celda Manguera verificó que estaba en posición y él mismo ingresó a la celda.

-Hoy hay de comer salchichas, y banana de postre. ¿Cuantas querés putita?.-

-Quiero tres salchichas en la boca y una banana.- respondió Laura

-Esta bien.- respondió Manguera

Manguera tomó las salchichas de a una y se las iba dando a Laura. Ella abría su boca grande pero le incomodaba.

-Mmm.. parece que ejercitaste tu boca chupando vergas ¿no?-

-Abrí bien las piernas que te dejo la banana en tu vagina.-

Laura humillada abrió lo mas que pudo sus piernas mientras que sentía como Manguera jugaba con su sexo mientras le insertaba la banana. Sorprendida se dio cuenta que la banana estaba pelada y se hundía mas y mas adentro de ella. Le iba a costar sacarla.

-Te dejo el vaso Acá sobre la mesa.- dijo Manguera mientras que salía de la habitación.

Laura sacó las salchichas de su boca y comenzó a comerlas de a poco. Mientras llevaba su mano a su entrepierna y sacaba la banana de su vagina. Luego de olerla un rato se dio cuenta que tenía un fuerte olor a su sexo maltratado y ciertos restos de semen. Luego de sus tres salchichas aun estaba con hambre. Sin pensarlo mucho ni detenerse a olerla se comió la banana y se sitió un poco mejor. Las salchichas eran bastante picantes y su boca empezaba a resecarse. Dándose vuelta tomó el vaso. Era un vaso grande y dentro tenía una abundante cantidad de un liquido blanco cremoso. Se lo acercó a la cara y creyó reconocer el aroma.

-¿Puedo preguntar que es lo del vaso?-

Nadie le respondió.

-¿Es lo que yo creo?- preguntó

-Probalo, creo que ya conoces su sabor.-

Laura acercó el vaso a su boca y sorbió un poco del liquido. Le costaba bastante sorberlo porque era espeso y pegajoso. Cuando por fin lo tuvo en la boca una arcada convulsionó su estomago.

-¡¡Uuuuuuugggggghhhhhh!! - exclamó -¡¡Esto es semen!!-

-Si, semen de caballo. Especial para Uds.-

-Hijos de puta... No pueden hacernos esto.-

Pese a las protestas de Laura, no hubo otra bebida para ellas. Primero Laura y luego su madre llenaron sus estómagos del denso liquido seminal. Acostada en la cama Laura se acariciaba su vientre pensando en que el no estar embarazada sería de pura casualidad. Tanto semen dentro de ella... casi podía sentirlo burbujear en su cuerpo.

Al rato ambas fueron llevadas a otra sala. Al ver la sala Laura se relajó. Solo había unas sillas y una larga mesa. Sobre la mesa había algunos papeles. Al rato apareció Manguera en la sala y se sentó al costado de ellas.

-Hola chicas. ¿Como están hoy? ¿Descansaron de ayer?-

-Queremos poder tomar agua.- respondió Laura

-Todo a su tiempo... todo a su tiempo.-

-¿Porque nos humillan así?- preguntó Claudia

-Tienen que aprender, cuando aprendan van a estar mejor.-

-¿Aprender qué?- insistió

-Aprender a obedecer, a no tener objeciones para cumplir ninguna orden, y algunas cosas mas...- respondió sonriente Manguera

-Ahora tengo una película para mostrarles.- agregó

A continuación tomó el control remoto de la televisión y la encendió apretando luego el play de la video. Inmediatamente apareció el frente de la casa de Laura y Claudia y lentamente fue posándose en un cartel de alquiler. La cámara ingresó a la casa. Laura no podía creer que hubieran estado en su casa sin que ellas estuvieran. Tenía miedo. La cámara comenzó entonces a mostrar un montón de canastos de madera llenos de las cosas de la casa y se veía como un grupo de hombres los iban subiendo al camión de mudanzas en la puerta de la casa. Las imágenes de las paredes de la casa totalmente desnudas, sus muebles en el camión y el cartel de alquiler arrancaron lagrimas de los ojos de ambas.

-Esperen, que falta lo mejor.- decía Manguera

En la televisión repentinamente sonó el teléfono. Un contestador conectado al teléfono solo sonó con un beep y luego una voz femenina se escuchó por los altavoces.

'-¡¡Hola!!... ¡¡hola!!... Laura, Claudia .. contesten... ¿O se van a mudar sin despedirse de la mejor amiga? Bueno, las llamo mas tarde. Chau-'

Una sensación de pánico invadió a Laura. Reconocía perfectamente la voz en el teléfono, era de su amiga Andrea. No podía haber llamado en otro momento menos oportuno. Conociéndolos ella sabía que la harían sufrir hasta obtener la información suficiente para tenderle a su amiga otra negra trampa que la llevaría al cautiverio y al sufrimiento como a ellas. Pensando rápidamente Laura decidió que prefería morir antes de dejar que alguien mas resultara victima de este nefasto enredo.

-Ahora vamos a jugar a un jueguito nuevo.- dijo Manguera

-Se llama "verdad o dolor".- agregó

Desde detrás de unos cortinados trajeron unos carros de madera muy similares a una mesa rodante. Abriendo la mitad de adelante colocaron a Laura y a Claudia de pie en los cortes que la tabla tenía a ese propósito. Luego cerrando la parte frontal con un candado sus piernas quedaron atrapadas en la mesa. Sus manos fueron fuertemente atadas en las muñecas y finalmente sujetas a dos suaves resortes a los bordes externos de la mesa. Con sus rodillas ligeramente flexionadas las mujeres no protestaban presa del pánico de nuevas represalias. En eso, dos gruesas varillas de 3 centímetros de diámetro fueron calzadas en los orificios preparados para ello bajo las pelvis de las mujeres. Ingresando mas de 30cms dentro del mueble las varillas quedaron con sus puntas redondeadas en forma de pene a escasos milímetros de los labios vaginales de las mujeres. El contorno de las varillas era de un color negro africano y sobre su recubrimiento de goma tenía texturado como si fuera el cuerpo de un venoso pene gigantesco.

-¡¡No!! ¡¡Por favor!!- pedía Laura

Con un suave zumbido las varillas comenzaron a subir hasta abrir los labios y comenzar a penetrar sus cuerpos. La fría y desapasionada sensación hizo que ambas mujeres abrieran sus bocas en una expresión de sorpresa por la extraña presencia.

-Ahora que tengo sus atenciones putitas.., quiero un par de respuestas de parte de Uds. Les voy a hacer algunas preguntas. De algunas ya se la respuesta por algunas investigaciones que hicimos, por lo que les recomiendo que no traten de engañarme.-

-¡¡¡Hijo de puta!!!- le retrucó Laura

-Cada vez que no respondan a una pregunta o mientan, yo voy a tomar este control remoto y me voy a divertir viéndolas empalarse 1 centímetro mas. Si mienten tanto que ya sea merecedor de mas castigo, tengo un segundo botón aquí, y créanme... no van a querer probarlo.-

-Primera pregunta: ¿Como se llama la chica que llama por teléfono?-

Durante mas de medio minuto ambas mujeres mantuvieron el silencio.

-Tienen diez segundos para contestar.- Agregó Manguera

-Parece que necesitan un poco de ayuda.-

Manguera oprimió el botón del control y los penes comenzaron a subir incrustándose dentro de los sexos de las mujeres que acusaron la invasión con sendos gritos de dolor.

-Vuelvo a preguntar ¿Como se llama esa chica?-

-Patricia.- respondió Laura

-¡¡Error!! -respondió Manguera apretando el botón del control de Laura

-¡¡Aaaauuuuu..!!- grito Laura

-Se llama Andrea ¿no?- aclaró Manguera

El silencio de Laura confirmó la respuesta. Laura estaba pálida. Deseaba no darle mas pistas a Manguera, pero su cuerpo le dolía. Mentalmente concentrada en aguantar y morir en el intento si fuera necesario Laura traspiraba copiosamente.

-Ahora Laura. ¿Cual es el teléfono de Andrea?-

-No me acuerdo.- respondió al rato

-No te creo, es tu mejor amiga. Puede ser que un poco mas de relleno te haga recordar- dijo Manguera oprimiendo otra vez el botón de Laura

-¡¡Ahhhh baaaastaaaa!!- gritaba Laura en puntas de pie

-Hay mas todavía. quedan como diez centímetros de duro empalamiento.-

-¡No te voy a decir nada!- desafió Laura con lagrimas en los ojos

-Otro poquito entonces...-

-¡¡¡Uuuuuughhhhhh!!! ¡¡nooo!!.- pedía Laura

Con mas de treinta centímetros de grueso empalamiento en su sexo Laura lloraba manteniéndose en puntas de pie y haciendo fuerza sobre los resortes en sus brazos. Sabia perfectamente que no aguantaría mucho mas, pero callaría todo lo que pudiera

-El teléfono Laura.- dijo oprimiendo otra vez el botón

-Ayyy...555-3829- respondió Laura

-Mal otra vez. ¿lo estas haciendo a propósito?- preguntaba Manguera incrementando otro poco.

-¡¡¡Aaaaaiiii aaaauuuu noooo basta. piedaaad!!- gritaba Laura

Los pies de la muchacha ya no tocaban el piso. Con su vagina estrechada y suspendida desde el hueso pélvico, Laura ya no podía pensar con claridad.

-Decime el numero de teléfono... se buena.-

-555-8778- respondió Laura

-Ves que fácil era...-

La punta del empalamiento oprimía su pelvis hacia arriba. El dolor era insoportable y a Laura se le dificultaba pensar con claridad. Sin embargo la seguían presionando.

-¿Tiene novio?- preguntó Manguera

Laura dudó unos segundos. No se animaba a mentirle nuevamente su cuerpo no resistía mas.

-No.- dijo instintivamente

-¡Bien! ¡Nos vamos entendiendo!-

-¿Con quienes vive?- preguntó

Laura siempre había temido a esa pregunta. Ella sabía que Andrea había venido del interior para estudiar y que vivía solo con una amiga en un departamento alquilado por sus padres. La demora hizo que Manguera sospechara y para evitar que le mintiera decidió presionar mas. Oprimiendo otro botón, el miembro dentro de Laura comenzó a engrosarse. 5 centímetros primero, 8 después, terminando en tremendos 10 cm. de diámetro.

-¡Uggggghhhh nooooo... esperaaaa...!- gritó Laura

Con su voluntad destruida Laura contó con lujo de detalles todo lo que sabía de Laura. Su abdomen abultado daba cuenta de que su vagina estaba dolorosamente expandida, al borde del desgarro. Sus manos crispadas y su frente sudorosa mostraban lo mucho que deseaba resistirse, pero su cuerpo la estaba traicionando. Muy dentro de ella sabía que estaba cometiendo un error y que traicionaba a una amiga para someterla a lo mismo que ella sufría.

Durante mas de dos horas ambas mujeres estuvieron empaladas salvajemente. Laura por su lado pasaba del limite la conciencia a la inconciencia Finalmente los ataques cedieron y Laura, agitada abrió los ojos.

-Espero que con esta demostración te des cuenta que no estamos jugando putita.-

Laura solo atinó a asentir con su cabeza. Su cuerpo dolorido mas allá de lo imaginable ya no le respondía.

-Ahora van a descansar un rato y después seguimos con la parte mas interesante. Descansen bien, lo van a necesitar.-

Claudia y Laura fueron desatadas y arrojadas sobre dos colchones en el piso. Sus cuerpos doloridos no las dejaban pensar en escarpar. Aparte sabían que no tendrían donde ir. Respirando pesadamente y frotándose sus muslos y sexos doloridos esperaban como corderos el regreso de el verdugo que continuaría lastimándolas y humillándolas.

Al cabo de unos quince minutos la siniestra figura de Manguera volvió a aparecer en la puerta. Palmeándoles sus muslos les dijo:

-¡Vamos! ¡Arriba, se terminó el recreo!-

Tomadas de manos y pies las mujeres nuevamente fueron colocadas en los elementos de tortura. Esta vez, el grueso cilindro solo llegaba a ingresar apenas un par de centímetros dentro de sus sexos. Amenazante pero indoloro Claudia y Laura los sentían e imaginaban su poder, quedando suspendidas en una sensación de virtual respeto a lo que pudiera venir.

-Ahora Laurita, esta es la parte mas difícil, pero la mas divertida para nosotros.-

Diciendo esto se acercó a ella y colocó en su cabeza un conjunto de auricular y micrófono muy similar a los que usan las telefonistas conectándolo luego a un par de cables en el piso.

-Ahora vas a llamar a tu amiga y la vas a invitar a tu nueva casa en la dirección que esta en este pizarrón delante tuyo.- dijo Manguera

-¿Entendiste?- preguntó a continuación Manguera

-Si.- respondió Laura

Manguera levantó la mano y por los parlantes se podía escuchar primero el tono, luego el marcado de los dígitos y por ultimo la línea llamando. Laura transpiraba de nervios pensando en lo que iba a hacer. Su corazón casi se detiene cuando escuchó la voz de Andrea respondiendo. Pronto se dio cuenta que era solo un contestador telefónico. Haciendo el ultimo esfuerzo con todo el coraje que le quedaba Laura casi gritó al teléfono

-¡¡Socorro Andrea!! ¡¡Nos secuestraron!! ¡¡Nos tienen secuestradas para violarnos a cada rato!! ¡¡ Rastrea la llamada y avisale a la policía!!-

Laura se extraño de no recibir inmediatamente el castigo tan temido. Miró a su alrededor y vio a todos los hombres riendo y el temor se apoderó de ella.

-¿Pensaste que íbamos a ser tan estúpidos de llamar directamente? ¡Me extraña de vos, parecías una muchacha tan inteligente!- dijo riéndose Manguera

-No puedo entregar a mi amiga...- respondió Laura

-Creo que entonces necesitas un poco mas de disciplina.-¡¡No!! ¡¡Por favor!!-

Las suplicas de Laura fueron en vano. Inmediatamente el pene en su vientre se introdujo hasta chocar con sus huesos pélvicos. Luego comenzó a expandirse hasta alcanzar los 10cms de diámetro y comenzó a calentarse hasta alcanzar los 43 grados. Luego un frenético ir y venir recorrieron su dilatada vagina como si un tremendo pene la violara. Laura gritaba y aullaba como nunca.

-Veo que vas sintiendo quien manda aquí.- comentó Manguera

-¡¡¡Párenlo!!! ¡¡Por favor!!-

-Falta un poco mas nena...-

El miembro dentro de ella comenzó a emitir pequeñas cargas eléctricas que contrajeron sus músculos vaginales dolorosamente sobre el pene mecánico. Laura perdió contacto con la realidad, su mundo solo existía alrededor de su adolorida vagina, ya nada mas le importaba. Un minuto después una espesa masa de caliente y viscoso liquido era expulsada con una fuerza increíble por el pene. Como una eyaculación sobrenatural el espeso liquido lastimaba y quemaba su interior. Laura lloraba de dolor sintiendo el liquido salir por el escaso espacio entre el pene y sus labios vaginales chorreando hasta sus rodillas y bajando por sus pantorrillas. Un par de minutos y varios litros de ardiente liquido después, el ataque cesó.

-Espero Laura que con eso entiendas que no vas a morir si nos traicionas, pero lo vas a desear...-

-¡Por favor, no mas... se los suplico... !-

-¿Vas a grabar bien el mensaje entonces?-Si, lo prometo.-

Luego de descansar por dos minutos Manguera invitó a Laura a continuar su mensaje. Mas calmada Laura estaba dispuesta a darle el gusto a su captor, pero intentaría prevenir a Andrea. El micrófono se abrió y le hicieron la señal que podría comenzar a grabar.

"Hola Andrea, ¿Como andas?. Espero que bien... Lamento no haber podido terminar el practico de la pagina 126 del libro de cívica, pero si podes pasar por mi nueva casa en la calle xxxx numero xxxx lo podemos terminar. Un beso... Laura."

-Muy bien Laura...¿Viste que podías?- dijo Manguera

-¡Un momento!- interrumpió uno de sus ayudantes

-¿Que pasa?- preguntó Manguera

Laura temblaba mientras el hombre le mostraba su propio libro de Educación Cívica abierto y juntos leían el ejercicio.

-¿Te crees muy viva no? ¡Derechos constitucionales! ¡Derecho a la libertad! ¿Crees en esta basura vos?- berreaba Manguera mostrándole el libro a Laura de muy malos modos. -¡¡Ahora vas a ver lo que es bueno!!-

Desesperada y bañada en llanto Laura sintió como esta vez no solo subía el pene anterior sino uno similar que se introducía en su recto. La rutina fue mucho mas dolorosa y extensa que la anterior. Sus orificios eran salvajemente dilatados y violados hasta que Laura cayó desmayada exhausta y bañada en transpiración y el espeso semen artificial.

Esa noche, luego de seis horas mas de torturas Laura finalmente grabó la perdición para su amiga, y llorando por no haber sido lo suficientemente fuerte para evitarlo se acostó en su cama.

Al día siguiente, le abrieron la puerta de su celda y junto con su madre pudieron por primera vez desayunar en una cómoda mesa vestidas con ropa que habían traído de su casa. Sin sospechar nada Laura y Claudia disfrutaron del desayuno y hasta hablaron con Manguera sin insultarlo. Luego cuando se fue Manguera vieron el viejo teléfono en la pared y Laura fue hacia el rogando que funcionara. Discó y esperó, pero una grabación del otro lado casi logra engañarla.

Cerca del mediodía fueron llevadas a una habitación donde una pantalla gigante y varios enormes parlantes daban la impresión de un gran cine. Para evitar problemas ambas fueron esposadas a las butacas y la pantalla se encendió.

-Este es un video especialmente dedicado Laura a quien agradecemos su voluntaria colaboración sin la cual esto no hubiera sido posible.- comenzó relatando Manguera

Una cámara filmaba la casa. Las luces encendidas y el televisor funcionando daban idea que había alguien dentro. Otra cámara filmaba el exterior desde una camioneta camuflada en la vereda de enfrente. Un reloj al pie de la imagen se acercaba letalmente a las 10:00 AM, hora que Laura recordaba haber mencionado en el mensaje. A eso de las 10:05, una bicicleta apareció afuera de la casa. Andrea se bajó y como siempre la ató a la reja de la puerta de entrada con su vieja cadena. Tomó el paquete que estaba en la parte posterior de la bicicleta y se acercó a la puerta tocando timbre.

-¡¡No Andrea!! ¡¡Andate!! -gritaba Laura como si su amiga pudiera escucharla

Pasaron dos minutos y la puerta no se abría. El ruido del televisor dentro de la casa se escuchaba hasta donde estaba Andrea.

-No puede ser... esta la tele prendida....- decía Andrea

Una vez mas se prendió casi durante medio minuto al timbre. Otra vez esperar y nada... Andrea entonces pensó que quizás estaban en el sótano guardando algo y que por eso no la escuchaban. Estirando la mano probó el picaporte y comprobó que estaba abierto. Un tanto extrañada por la falta de seguridad, pero sin pensarlo mucho entró a la casa.

-¡¡Hola!! ¡¡Laura!! ¿¿Hay alguien??- entro diciendo Andrea

Sin escuchar respuestas se dirigió a la puerta del sótano pero la encontró cerrada. Inmediatamente subió las escaleras a la pieza de Laura pero tampoco encontró a nadie. Laura y Claudia estaban desesperadas de nervios delate del televisor sabiendo cual sería el final de la historia. De repente Andrea vio salir de todos lados un montón de hombres encapuchados de negro y comenzó a correr para bajar las escaleras. Cuando miró hacia abajo, unos quince hombres mas subían por la escalera. Sin saber qué hacer Andrea se pegó de espaldas a la pared y observó como pronto una veintena de hombres la rodeaban. Con claras señas le indicaron que mirara a la televisión que justo estaba delante de ella. Un hombre colocó un casette en la video y la imagen de Laura tomando al teléfono se sumó a la grabación del mensaje a Andrea. Sin poder creerlo Andrea abría los ojos sorprendida. Pocos segundos después un paño con cloroformo en su boca hizo que la muchacha cayera desmayada en la manos de sus captores. Rápidamente levantaron su bicicleta y la metieron con ella en la van.

Las luces se apagaron completamente en la sala y Laura y Claudia comenzaron a sentir ruidos extraños en los alrededores. Evidentemente esto no había terminado, la función recién empezaba...