La POPU (4)

La vida de Laura, la protagonista, cada vez se pone mas dificil. En este capítulo ella implora por ayuda mientras sigue siendo el juguete de una banda de sádicos maleantes.

Popu III

Experimentando con el dolor

Llevada de los brazos, Laura caminó unos 20 metros hasta llegar a otro de los siniestros aparatos que había en la enorme habitación. A simple vista parecía una simple cama con sus resortes de metal, pero sin colchón. Poco a poco Laura fue notando las diferencias. Lo que le llamaba poderosamente la atención a Laura era la ausencia del colchón. En la cabecera había una dorada fila de los tradicionales barrotes de metal, sin embargo, a unos quince centímetros de altura se encontraban firmemente soldados un par de sostenes que evidentemente eran para las manos. A los pies había una barra igual pero sin nada soldado, a sus pies dos cadenas salían de abajo de la cama terminando en la forma de un par de esposas. Laura rápidamente se imaginó lo que seguiría a continuación. Dos hombres la colocaron de espaldas sobre el colchón y estiraron sus brazos y piernas hasta calzarlos con los seguros. Luego, con una manija a los pies de la cama uno de los muchachos tensó las cadenas hasta que Laura no se pudo mover ni un milímetro más. Sus brazos y manos le dolían por la tensión en ellos.

-¡¡Uhhh... basta... ya está!! - dijo Laura

El hombre continuaba dándole vueltas a la manija. Laura gritaba desesperada mientras sentía sus huesos casi saliéndose de sus rotulas. Finalmente el hombre se detuvo.

-Este aparato es invento mío Laurita... y vos lo vas a probar. Si tengo suerte y sufrís mucho puede que se lo venda al yanqui.-

-¡¡Degenerados!! ¡¡Hijos de puta!! ¡¡Aflójenlo que me duele!!-

-¿¿..y perdernos esa hermosa expresión de dolor??. Noooo...-

El hombre abrió una valija plateada y fue sacando de adentro de ella una serie de pequeños cilindros de unos 5cms de diámetro y diez de altura con largos cables en una de sus puntas. Con cuidado los fue colocando. El primero fue directamente encima de su cara atornillado a un reten en el borde superior del cabezal de la cama. El segundo fue colocado apuntando a su sexo atornillado a las barras de los pies de la cama. Otros dos fueron puestos a escasos dos metros a los costados de la cama sostenidos por un par de trípodes. Finalmente el hombre abrió un viejo armario a los pies de la cama donde Laura pudo observar cuatro pantallas con sus respectivas videocaseteras dispuestas a grabar su pesadilla. Finalmente el hombre tomó dos micrófonos de un cajón del armario y los colocó sobre las puntas del cabezal de la cama. Laura no podía creer lo que estaba viendo. Dándose cuenta del peligro de su situación Laura lloraba desesperadamente.

-No me maten... snif.. por favor... no me maten...- gemía entre llantos Laura

-No dulce... no te vamos a matar... pero te puedo asegurar que vas a sufrir ...-

Por ultimo el hombre abrió la ultima de las cajas

-Acá está el chiche... esta es la preciosura que vamos a probar ahora con vos.-

-¡¡Grabando!!- dijo al tiempo que oprimía su control remoto y todas las grabadoras comenzaban a registrar.

Lo único que Laura vio fue una caja negra algo más grande que un grabador con una serie de cables de varios colores saliendo de ella. Primero el hombre conectó un cable negro a la cama metálica. Luego tomó un par de conos de plástico de la valija y colocándoles una cinta adhesiva sobre ellos los colocó sobre los pechos de Laura. La muchacha inclinó la cabeza y pudo ver que el centro de los conos era metálico y el frío metal se apoyaba sobre sus rosados pezones. Dos cables mas salieron por ambos lados de su cuerpo conectándose a la misteriosa caja.

-Ahora viene el ultimo... el mas molesto de colocar.-

El hombre se metió debajo de la cama y Laura adivinó sus intenciones. Con sus piernas abiertas de par en par Laura no pudo evitar sentir el frío metal deslizándose lentamente por su recto hasta sentir el dedo del hombre dándole el empujón final mas allá de su ano. Lo único que podía sentir era el fino cable que se escapaba por debajo del colchón mientras miraba indefensa como el hombre lo conectaba al ultimo borne de la caja.

-¡¡Listo!! ¿Hacemos una prueba Laura?-

-Nooo... por favor noooo.-

-¡¡Cierto, me olvidaba!!.-

De la misma caja sacó un extraño aparato que parecía una lengua caída.

-Para que no te ahogues Laura te tengo que pedir que abras la boca.-

-¡¡Porque no te vas a la mierda!!- respondió enfurecida

-Es por tu bien... si queres no lo ponemos, pero puede ser peligroso..-

Atemorizada luego de ver tanto despliegue de cables y artefactos, Laura tímidamente abrió la boca. El hombre insertó el aparato en su boca manteniendo su lengua pegada a su mandíbula inferior. Finalmente con un sostén por debajo de su quijada la afirmó de forma tal que Laura no pudiera mover la lengua.

-Así esta mejor... -

-Ahora si vamos a hacer la prueba.-

Laura giraba frenéticamente la cabeza pidiendo que no lo hiciera y gimiendo

-Ooo... ooooo.- era todo lo que se podía escuchar

El hombre encendió el aparato y Laura contuvo la respiración.

-Vamos a estimular un poco tus pechos...suavemente....-

Oprimiendo un par de botones el hombre comenzó sus pruebas. Laura repentinamente sintió como el flujo eléctrico circulaba por sus pezones y su cuerpo se estremecía temblando.

-Ahora vamos a jugar por atrás.-

Laura sintió que su recto se crispaba cuando por primera vez el golpe eléctrico la sacudió. Intermitentemente la electricidad circulaba entre su recto y uno y otro pezón haciéndola contorsionarse y gritar.

-¡¡Aaaaahhhh aaaaahhhh aiiaaaaiiaahhhh!!!.- gritaba Laura

-Eso es Laura... veo que funciona... pronto vas a sentir el poder de este aparato.-

Al lado de ella, mas calma relajada cuando desconectaron el aparato, el hombre comenzó a desnudarse. Cuando se hubo desnudado por completo se volvió a vestir pero esta vez con un guardapolvo delantero de plástico transparente que solo dejaba fuera su miembro. Una vez vestido procedió a colocarse un profiláctico que sacó del cajón. El mismo tenía una serie de 20 anillos dorados a su alrededor y terminaba al lado de sus testículos en un cable con una conexión. El hombre unió ese cable a la caja negra y subió a la cama sobre Laura. La muchacha miraba aterrorizada los preparativos del perverso y sádico violador sin poder evitar ser su sufrido conejillo de indias. Una vez sobre ella, lo predecible sucedió, y el hombre suavemente introdujo su enfundado pene en la castigada vagina de la muchacha. Suavemente sacó y volvió a meter hasta el fondo su miembro hasta que el mismo ya había tomado la rigidez necesaria. Laura, humillada, asustada y tensa miraba a los impasibles ojos del hombre tratando de imaginar lo que le esperaba.

Con el control remoto en su mano derecha, el hombre oprimió un botón. Laura pensó que su cuerpo se abría en dos. De cada uno de los anillos del profiláctico salieron golpes de corriente que recorrían su vagina hacia su recto y sus pechos tensando sus músculos vaginales y oprimiéndolos contra el grueso pene dentro de ella. Laura, con los ojos abiertos de par en par y gritando del desesperante dolor sentía como su sexo iba masajeando violentamente el miembro dentro de ella. Las pantallas mostraban la cara de dolor de la muchacha, sus involuntarias convulsiones y particularmente la cámara entre sus piernas mostraba un acercamiento de las contracciones de su vagina sobre el perverso violador.

-Hmmm... eso Laurita... estas deliciosa...- decía el

-Vamos a volar un poco mas alto...- agregó

Tocando otro botón del control el flujo eléctrico aumentó y Laura pensó que moría. Sus músculos se tensaban y sus pechos le ardían con cada embate. Sus ojos mojados en lágrimas afirmaban su silencioso sufrimiento.

-Hmmm... ahora si estas estrechita... vamos a probar otro poco mas...-

Un toque mas al control remoto y el dolor era inaguantable. El llanto de Laura se había transformado en un rítmico gemido de dolor que marcaba el ritmo de las descargas. Sus pezones ardidos y su vagina dolorida de su propio esfuerzo eran filmados con precisión mientras Laura deseaba no estar allí. Dos minutos después, el hombre comenzaba a gemir y finalmente acababa dentro de ella.

Laura respiró aliviada cuando el hombre se retiró de adentro de ella. De reojo miraba mientras se sacaba el guardapolvo, pero tembló nuevamente cuando vio que se lo pasaba a otro muchacho.

-¡¡¡Ooooo...aaa ooo .!!- gritó

Cinco minutos después de la primera pesadilla el segundo hombre con su control remoto en la mano se trepaba a ella. Con su vagina abierta de par en par Laura rogaba poder evitar que la penetraran, pero inevitablemente lo tuvo dentro de ella. A la quinta penetración Laura estaba desquiciada. Realmente deseaba morir. Deseaba alejarse de su cuerpo y alejar el sufrimiento. Finalmente, Laura se desmayó.

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En la otra habitación, sentados en dos cómodos sillones y con botellas de cerveza en la mano, Manguera y el yanqui descansaban antes de deleitarse con Laura nuevamente.

-What a good fuck that girl. Where did you found her?-

-She almost delivered herself to us... you wouldn't beleive !!-

-Really? Was she so stupid? She seems quite smarter!.-

-She didn't know what was behind us. She had a stupid moment that she'll regret for all her life ja ja ja !!-

-And she's quite a good screamer ... can you hear her? Ja Ja Ja.-

-It seems that Bujia's new toy works quite good.-

-Wait for me pretty... I'll be there in a moment... Ja Ja Ja..-

-Y nou tiene familiares?- preguntó el yanqui

-Estaba con su novio, pero lo golpeamos un poco y lo tenemos encerrado en el sótano.-

-Y las padres, hermanos...?.-

Manguera se levantó y fue a buscar a un perchero la cartera de Laura. La abrió y la volcó sobre la mesa. Abriendo una pequeña agenda sacó un par de fotos.

-Vive sola con su madre, estas fotos son de este año.-

-Bonita el madre- respondió el yanqui

-Si, parece que solo tiene 34 años.-

-Me gustar llevarme a las dos... sería Great..-

-Eso podemos arreglarlo John.-

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Cuando Laura volvió en si, todo su cuerpo le dolía. No sabía cuánto tiempo había estado inconsciente ni cuantos hombres habían abusado de ella en ese tiempo tampoco le entusiasmaba mucho averiguarlo.

Con sus manos y pies libres Laura trató de incorporarse pero al intentar apoyarse sobre sus piernas un agudo dolor en su recto la hizo perder fuerzas y cayó pesadamente sobre el piso. Así como estaba, en el piso vio acercarse a un par de muchachos que sin siquiera avisarle se colocaron sobre ella y violentamente la penetraron una vez más. Laura quería gritar, llorar, defenderse, pero todo el cuerpo le dolía tanto que ella solo podía yacer como una muñeca mientras los muchachos invadían su sexo y su boca. Nuevamente sentía dentro de ella el ardiente ir y venir de los gruesos intrusos. Solo podía observar mientras su cuerpo era sometido una vez mas a su humillación sexual. Pocos minutos después una nueva carga de semen inundaba su boca y su vagina recordándole lo inundada que estaba de esperma en su interior.

En ese momento aparecieron por la puerta del gran salón Manguera y John. Lentamente y con una sonrisa en los labios se acercaron mirando a Laura desde arriba.

  • Por favor... basta... estoy cansada y dolorida... quiero irme a dormir...- le pidió con su mejor cara de seducción a Manguera.

-No Laurita. Apenas llevas unos 30 hombres. Te falta un poco todavía...-

-Nooo... (snif)... se bueno... mañana sigo...(snif).- sollozaba la muchacha

-Imposible. John es mi mejor amigo y no voy a cortar la fiesta en lo mejor ¿no John?

-Of course-

-Llévenla a la silla mágica.- indicó Manguera

Con Laura llorando a los gritos y arrastrada por el piso la amarraron a un sillón de madera cuyo asiento tenía un generoso espacio a la altura del sexo de la joven. Con sus tobillos y rodillas amarrados por cintas de cuero, sus manos fueron alzadas hasta llegar a una argolla que estaba mas arriba de su cabeza en el respaldo. Por ultimo, una reja de hierro se cerró frente a sus pechos, dejándolos comprimidos e incómodos. Esta vez Laura no se preocupó mucho en verificar que no podía moverse, sabia que así era y ahorro sus energías. Nuevamente colocaron cameras alrededor de ella y las encendieron.

-¡¡Tendrás suficiente material para dos meses de tu pagina de internet aquí!!.- le aseguraba Manguera

-Yeah... y ella se hará famosa en todo el mundou.-

Sobre la silla, a la altura de sus pechos calzaron una mesa y sobre ella pusieron papel y una lapicera.

-Ahora Laurita va siendo hora que escribas a tu familia.- le indicó Manguera

-¿Y que pasa si no quiero?- preguntó ella

-No creo que tengas esa opción.-

Diciendo esto, Manguera se sentó sobre el piso debajo de Laura y oprimió un botón. Lentamente el piso comenzó a subir formando una silla debajo de el levantando a Manguera con su miembro erecto apuntando a la vagina de Laura. Laura sintió el calor debajo de su sexo y no dijo nada. Su dolorido sexo seguramente estaba por sufrir el dolor agudo de una nueva penetración, pero ella estaba dispuesta a aguantarlo. Una nueva presión al botón y Manguera continuó subiendo incrustándose dentro del inflamado sexo de la mujer.

-¡¡Hmmm.. no te abrieron mucho, Todavía estas sabrosa !!.-

La muchacha maldecía por dentro y deseaba terminar con esto cuanto antes, sin embargo su cuerpo no podía moverse un solo milímetro y eso indicaba que el ritmo lo manejara el.

  • ¡¡Dale!! ¡Cojeme de una vez!. ¡Terminá con este castigo!.-

-Ahora te voy a soltar la mano y vas a escribir lo que yo diga ¿si?-

-¡¡No!!- gritó Laura

-Ponéme el video de Patricia Cocho.- pidió Manguera

-Ahora te voy a mostrar lo que le pasó a una nena caprichosa como vos por no querer firmar. ¿Queres ver?.-

Inmediatamente en la pantalla delate de Laura comenzó una proyección. Sentada en una silla en una habitación de 4mts por 6mts estaba una hermosa mujer de cabello rojizo y gran cuerpo. La escena no indicaba nada anormal hasta que los ojos de la muchacha parecieron transformarse. Parecía que hubiera visto al demonio en persona. Lentamente la cámara fue girando hacia la izquierda y una enorme sombra de unos 2,20 mts de alto y 1 mts de ancho se acercaba a Patricia. Asustada Laura vio como la muchacha intentaba correr por toda la habitación, pero finalmente la atrapó. ¡¡Era un gorila!!

-¡¡Nooo!! - gritó Laura al ver el gorila arrancar la ropa de Patricia y arrojarla a un lado.

-¡¡Siii!! Se llama Pepo. Es nuestra mascota.-

Un par de hombres desataron las correas de las muñecas y codos de Laura y finalmente ella las apoyó sobre la mesa. Mientras sus ojos miraban incrédulos como el gorila tomaba a la mujer y la empalaba sobre su miembro y escuchaba los agónicos gritos de la joven, Laura tomó la lapicera y la probó sobre un borde de la hoja. Los gritos en

la película eran tremendos, y dentro de ella sentía el miembro de Manguera recorrer su sexo suavemente y disfrutándola.

-¿Como sé que eso no esta trucado?.- preguntó aun incrédula

-¿Queres probar? Te sacas la duda muy fácil.-

Haciendo otra seña, una de las puertas del salón se corrió lateralmente y detrás de esa, una puerta de barras retenía al enorme Pepo que miraba hacia donde estaba Laura.

  • ¡¡Esta bien!! ¡¡Esta bien!! ¿Que escribo?.-

Manguera le dictó una carta que decía mas o menos lo siguiente:

"Querida mami:

Me hubiera gustado mucho hacerte llegar esta carta personalmente pero no puedo. Mi situación no me deja. Te tengo que contar una mala noticia. Estoy embarazada. Si, embarazada de tres meses y sin remedio. Por eso hemos decidido con Martín irnos por un tiempo lejos de casa. Yo he conseguido trabajo en una fabrica aquí en la zona sur y Martín consiguió otro a dos cuadras del mío. Estamos trabajando para WipeStuck una empresa de unos cuantos empleados. Yo me encargo de las relaciones y hasta ahora he tenido una aceptación total.

Martín trabaja encerrado en su oficina y por eso no lo veo casi nunca. Pero no te preocupes que todo va a salir bien.

Un beso, Laura"

Luego de eso la obligaron a firmar la carta y colocarla en el sobre. En la parte de atrás del sobre estaba el nombre de la empresa y una dirección preimpresa que Laura no llegó a captar.

-Gracias Laura- dijo Manguera

Laura pensaba y su mente imaginaba. Si le habían hecho escribir esa carta era probable que en algún momento de aquí a 6 meses la largaran. ¿Para que la querían sino?. (Seis meses es muchísimo tiempo) pensó, pero prefiero eso a perderme para toda la vida.

Sintiendo aun la lenta penetración entre sus piernas Laura vio como John se le acercaba por delante y le pedía que abriera su boca. Ella ya se imaginaba el motivo, pero no estaba en condiciones de desobedecer. Con su boca preparada a succionar Laura recibió el tieso miembro de John en su boca. Con gusto aun a su anterior acabada, John ya tenía una erección considerable y la punta de su miembro tocaba su garganta.

En pocos minutos ambos hombres gemían y Laura nuevamente recibió el caliente semen de los hombres en su boca y vagina. Completamente mojada de semen en su cara, sus muslos, su pelo, pero por sobre todo en su boca y emergiendo de sus labios vaginales, Laura fue llevada a su habitación. Si sus cuentas no habían fallado, había sido violada unas 45 veces por 20 hombres diferentes. Tratando de enjuagarse se dirigió al baño, pero de ninguno de los sanitarios salía agua. Sin mas remedio, Laura se acostó en la sucia cama sintiéndose impregnada del olor a semen, y saboreando el viscoso y fuerte sabor en su boca por toda la noche.

  • ¡¡Mama!! ¡¡Ayúdame!!.- lloró Laura antes de quedarse dormida.