La Popu (13) - FINAL

Una dura competencia entre dos amigas. Un desafío de sexo y calentura que terminará siendo el factor determinante de la historia.

Popu 13

La competencia entre amigas

Luego de la impactante y espectacular presentación de las concursantes, y habiendo dado detalles acerca de las medidas, peso, ocupaciones, edades y demás detalles a veces un tanto vergonzosos de las dos, se acercó la primera competencia del concurso.

-La primera competencia de este concurso será relativa las capacidades buco-genitales de las concursantes.- anunció el hombre

-Necesitaremos la colaboración de todos los espectadores que deseen participar, para lo cual les comentaremos las reglas antes.- prosiguió

-El objetivo de este concurso es el de acumular la mayor cantidad de semen posible en los recipientes que nuestros colaboradores van a colocar en este momento... Cada recipiente esta colgado a la altura de la boca de la putita, de forma tal que solo con la boca podrán depositar el semen y ganar la prenda.- aclaró

-Los participantes deberán elegir entre una y otra hembra de antemano, se les entregará una ficha del color del equipo que hayan elegido, azul o roja. Aquella que logre que en su equipo no quede ningún hombre con la verga dura, dará por finalizada la prueba. Cualquier parte del cuerpo es válida para satisfacer el participante, pero solo la boca esta permitida para los depósitos de semen.- continuó

  • Una vez finalizado, será ganadora aquella cuya balanza acuse mayor peso de semen acumulado.- concluyó

-¡¡Señores!! ¡¡Elijan a su hembra!!-

Laura no podía creer la consigna de la competencia. Sin embargo, se resignaba a hacerlo y hasta quizás a gozar entre tantos penes dispuestos y deseosos.

De repente se dio cuenta que la cola de azules iba aumentando algo mas rápidamente que la de ella. Dando un par de pasos hacia adelante pudo observar el sector azul y darse cuenta que su amiga Andrea arengaba a los hombres con gestos sensuales y mostrando partes de su cuerpo.

Decidida a darle batalla, se colocó de rodillas en el piso abrió el tajo de su vestido y pasando la mano por debajo de la tela apartó su bombacha y comenzó a masturbarse delante de todos. Sus gemidos pronto fueron audibles y los hombres comenzaron a vitorearla y sus adeptos se nivelaron con los azules.

-Puedo ser mucho mas puta que vos, Andrea.- le dijo altivamente

-Eso esta por verse Lau, aprendí muchas cosas acá gracias a vos...- le respondió ella con ironía

Paradas delante de todos, las dos comenzaron con un strip tease frenético que enloqueció a las multitudes. Solo se detuvieron cuando quedaron en sus minitangas y portaligas.

  • La verdad Andrea, te ves muy bien así vestida de puta...- le dijo Laura con una sonrisa sincera

-Y vos también Lau... Tenés un cuerpazo.- le respondió Andrea

-Que gane la mejor... - dijo entonces Laura con el pulgar arriba

-La más puta... - respondió Andrea

Las dos mujeres se acercaron y antes de comenzar el concurso se abrazaron una contra otra. Sus pechos se rozaron y estimuladas como estaban sus pezones se endurecieron de inmediato.

Dos asistentes ordenaban las colas al pie de cada uno de los escenarios donde algunos hombres peleaban por ser los primeros, y hasta circulaba dinero por cambiar las posiciones.

-No se preocupen, muchachos. Hay hembra para todos. Una, dos, o tres veces, las que quieran y ellas aguanten.- repetía la voz en off

Cuando todo estuvo listo un gran reloj digital se colocó en cero en el medio del escenario, mientras dos contadores debajo de ellos hacían lo propio.

Recostada sobre una camilla Laura miraba entre aterrada y excitada las caras de los hombres con las fichas rojas. Había hombres hasta donde se perdía la vista. La cola doblaba hacia un lado y hacia otro llena de hombres que la miraban con lascivia y deseo.

¿Qué estoy haciendo? Se preguntó de repente Laura. En su mente intentaba recordar en el tiempo reciente cuándo había sido la vez que más hombres había tenido. Recordó aquel incidente en la cárcel y como había sido abusada, pero esto prometía superar esa experiencia con creces. Nerviosa, con las manos transpirando se aferró a la camilla esperando lo inevitable. Sabía que tenía que alejar su mente de su cuerpo o estaría perdida.

En el otro box Andrea tomaba posición mientras sonreía a los primeros hombres de la fila. Podía sentir como su sexo chorreaba por sus muslos. Estaba tremendamente excitada. Sabía que iba a gozar y mucho, sabía que iba a disfrutar mucho mas que su amiga, y eso le daba cierta seguridad para ganar.

Una chicharra de sonido eléctrico dio comienzo al evento. Andrea abrió sus piernas y recibió al primero de los hombres en su fila que con su verga en mano no tardó en penetrarla y hundirse dentro de ella. Un dulce gemido inundó la sala mientras la gente aclamaba por ella.

Laura por el contrario, se ovilló abrazándose de las piernas. El hombre al lado de ella decidió entonces tomar la iniciativa y sin miramientos la tomó de los cabellos y hundió su verga en la boca de ella. Solo un ahogado quejido pudo escaparse de los labios de Laura, que de inmediato reaccionó y dándose cuenta de su error comenzó a masturbarse buscando la necesaria excitación inspiradora.

La primera en acabar al primer hombre fue obviamente Andrea, que abriendo su boca ampliamente lo invitó a acabar dentro de ella, recibiendo una amplia recompensa que en parte cubrió su barbilla y su mejilla. Cuando el hombre descargó hasta su última gota, lo tomó de las nalgas y hundiendo su verga dentro de su boca succionó profundamente hasta sacar la última gota de semen.

-¡¡Vamos muchachos!! ¡¡No me dejen con ganas!!- gritó arengando al próximo a no perder el tiempo.

Por su lado Laura, un par de minutos mas tarde, sentía como el hombre explotaba en su boca llenándola de semen caliente. No terminaba de asimilar esa sensación, en una mezcla de perverso placer y de tremenda vergüenza, pero por otro lado sabía que había cumplido su objetivo con el primer hombre y rápidamente se acercó al recipiente a depositar la abundante recompensa.

Los próximos minutos fueron de arduo trabajo para las dos, que entre gemidos y succiones iban avanzando bastante parejo en la competencia. Sobre Laura el cartel ya contaba 8 hombres y su recipiente apenas subía unos milímetros del fondo. Del lado de Andrea el contador avanzaba un poco más rápido con 11 hombres en su marcador, pero la diferencia en el recipiente no era muy notable. Preocupada por sacar diferencia Andrea continuaba arengando a sus hombres desde la camilla.

-¡¡Vamos muchachos!! ¿¿Nadie quiere romperme el culo?? ¡¡Los quiero de a dos, de a tres encima mío!! ¡¡Soy su puta hoy!!-

Laura no podía creer lo que escuchaba de su amiga. Pronto escuchó el alboroto de muchos hombres sobre el escenario del otro lado. Sabía que si no hacía algo al respecto estaba perdida. Haciendo señas hizo subir al siguiente hombre al escenario, y sin dejar de chupar la verga que tenía en la boca abrió sus piernas y guió al siguiente hombre a su sexo.

La excitación y la calentura se iba apropiando de ambas. Sin siquiera pensarlo Laura había tenido ya un episodio de 4 orgasmos seguidos. Solo bastaba que le lamieran los pezones, que la penetraran con violencia, que le dijeran al oído lo puta que era, para que ella se deshiciera en otro orgasmo sin control.

Los gemidos y los gritos de ambas mujeres ambientaban el ambiente, amplificados por los micrófonos que los organizadores habían colocado con toda premeditación cerca de ellas.

Los recipientes ya daban cuenta de abundantes cantidades de semen en ambos equipos. Los rostros de ellas también eran un reguero de disparos errados que corrían por sus rostros, decoraban sus mejillas, corrían sus maquillajes y se derramaban en mas de un caso por las comisuras de sus labios por exceso en sus bocas pastosas.

Presa de una doble penetración aceleradamente salvaje, los gritos de Andrea se escuchaban por encima de los de Laura. Un nuevo orgasmo era inminente y su cuerpo sin control se contorsionaba sintiendo las dos vergas que le taladraban profundamente, prometiendo abrirla en dos, deshaciéndola en un desgarrador placer. Sin poder evitarlo uno de los hombres se descargó en su vagina, arrancando un nuevo y ruidoso clímax de la emputecida muchacha. Tarde se dio cuenta ella del desperdicio de semen dentro de su vagina, sin embargo, no se dio por vencida, y abriendo sus piernas metió sus dedos hasta los nudillos y sacándolos húmedos de semen los chupó concienzudamente, repitiendo una y otra vez la práctica.

Uno de los asistentes entonces se acercó a Andrea y le dejó a mano una cánula de plástico transparente que ella de inmediato se introdujo en la vagina para extraer hasta la última gota de semen y vaciarla en su recipiente.

La diferencia era notable. Laura iba casi medio centímetro por debajo de la marca de Andrea con mas de 10 hombres menos que ella.

-Puta de mierda. No me vas a ganar...- repetía Laura intentándolo todo para alcanzarla.

-¡¡¡Vamos perros!!! ¡¡¿Qué esperan?!! ¡¡Llénenme de leche!! – arengó Laura

Totalmente enloquecida comenzó a sorber y a cogerse a los hombres como una verdadera maquina sexual. Orgasmo tras orgasmo, acabada tras acabada, sorbía y degustaba a cada hombre como caramelos de una caja. Sin embargo, en su apuro, muchos de ellos se derramaban anticipadamente fuera de su boca, o en sus pechos, o inclusive dentro de ella.

De repente una voz familiar la sobresaltó

-¿Queres que te consiga ayuda, putita?- preguntó Manguera al lado de ella

Laura lo miró con odio. Sabía que estaba emputecida por él, que toda la idea de la competencia había sido de él, y que él estaba disfrutando verla desesperarse. Sin embargo también sabía que no podía hacer nada al respecto, así que decidió tragarse el orgullo y simplemente asintió con su cabeza.

De atrás de bambalinas, con las manos atadas a la espalda y una cadena entre sus tobillos apareció Claudia, su madre arrastrada de una cadena en su cuello.

-Laura... no lo hagas... Es asqueroso, es degradante.- dijo de inmediato

La mano de Manguera la tomó del cuello aplicando una suave presión, solo como para que la sintiera.

-Callate puta vieja, que buena envidia te debe dar...- le dijo mirándola fijamente a los ojos Manguera

-Ma... no ... no... opines, ayudame... o estamos... perdidas...- balbuceó entre embestidas Laura

Doblemente penetrada por ano y vagina Laura era una muñeca en manos de dos hombres mucho mas grandes que ella que amenazaban con destruirla con sus vergas taladrándola sin piedad.

Claudia sintió un miedo desconocido apoderarse de ella y por primera vez miró el rostro de su hija con una seriedad de quien escucha con atención.

-Si no ... si no ... ganamos... vamos ... a pasarla.. uff... mucho.. mucho... peor ma...- balbuceó Laura

Uno de los ayudantes de Manguera tomó la cadena del cuello de Claudia y tirando un poco hacia abajo la unió con un candado a un grillete en el piso. Estaba claro que Claudia no iba a poder llegar a depositar nada en el recipiente, pero en algo podría ayudar.

De repente un hombre la penetró por detrás estilo perrito. Claudia sintió la estocada y un grito escapó de su garganta. Había tenido demasiados días de descanso y su cuerpo se había desacostumbrado a ser violado y usado sin consentimiento. Tomado de la cintura de ella el hombre la taladraba sin piedad.

-Está apretadita la vieja. - rió

-Vieja puta, te voy a llenar de la leche para tu hija.- agregó

-No... no... dásela a ella, la necesitamos.- rogó la madre sin poder hacer nada

-Dejalo, ma... que te llene la argolla, yo me ocupo después...- dijo Laura

Con su boca llena de semen Laura subía en puntas de pie para poder depositar otro bocado mas en los 3 cms del recipiente. Luego de eso se agachó debajo de la madre y abriéndole el sexo con los dedos comenzó a chupar y lamérselo hasta sacar la ultima gota de semen.

-Uhh... Lauri... despacio.... hmmm... no... no...- gemía la madre

-Me vas a ... uhhh... nooooo...- siguió

Un orgasmo fuerte y devastador aflojó las piernas de Claudia, que vencida por la lengua de su propia hija había caído enterrándole los labios en la boca de ella.

Laura empujó un poco el peso del cuerpo de su madre con los brazos y llevó la carga al recipiente poniéndose nuevamente a disposición de los hombres.

El marcador pronto se puso mas parejo, peleándose alrededor de 64 hombres de Laura contra 67 de Andrea que brillaba con su cuerpo cubierto de restos de semen que resbalaban sin remedio.

Claudia mantenía siempre ocupada su boca y su sexo, casi duplicando la capacidad de su hija, emputeciéndose junto a ella. Mas de una vez pasaron las descargas de boca en boca logrando así juntar mucho mas que Andrea.

Finalmente, casi 4 horas después, totalmente extenuadas, con sus sexos y anos enrojecidos, las bocas acalambradas, la competencia llegó a su fin por falta de mas hombres. Los marcadores finales indicaban 83 para Laura y Claudia y 77 para Andrea.

Con casi medio litro cada uno, los recipientes de ambas fueron pesados delante de todos. Los alaridos y los vítores siguieron a las tres participantes cuyos cuerpos rendidos brillaban a la luz de los reflectores. Luego del pesaje, el resultado era mejor para Laura, que sonreía satisfecha.

-¡¡Excelente!! ¡¡Tenemos una ganadora!! – anunció el animador

-Ahora ... la prueba final...- agregó

Laura y Andrea miraron sorprendidas. Ninguna de las dos imaginaba poder hacer nada mas después de eso. Sus cuerpos rendidos, transpirados y cubiertos en parte de semen caían laxos sobre las camillas.

-Las dos concursantes, sin ayuda de nadie, deberán tomar sus recipientes en sus manos y deberán beberlos completos en menos de 5 minutos- anunció

La gente aclamaba a los gritos la siguiente escena. Todos los ojos de los hombres puestos en ellas.

Laura sintió que el estomago se le revolvía de solo pensarlo. Era casi un litro de espeso semen acumulado de varios hombres. Su mirada triste se cruzó con la de la madre y luego con la de su amiga. Andrea sonreía. Sabía que en ese caso ella podía ganar.

-Vamos Laurita... vos podes... no desperdiciemos el esfuerzo...- le dijo la madre con lágrimas en los ojos y acariciándole el pelo

-Si ma... tengo que poder.- se dijo a si misma Laura poniéndose de pie

Una mirada desafiante a Andrea fue mas que suficiente como para hacerle saber que no se iba a dejar vencer tan fácil.

Tomando el recipiente entre ambas manos miró al animador. El contador arriba de ellas se volvió a cero y en cuanto ella apoyó sus labios y dio los primeros tragos comenzó una cuenta regresiva de 5 minutos.

En los primeros tragos Laura sintió que el estómago se le daba vuelta ante la repugnante masa de caliente esperma, pero con un esfuerzo y lágrimas en los ojos logró contenerlo y tragar, no sin dificultad por lo espeso del liquido, un buen trago del recipiente.

Andrea, por su lado, parecía deleitarse bebiendo del recipiente como si se tratase del néctar mas sabroso. Trago a trago saboreaba en su boca paladeando el liquido con una gran calentura, mientras la mano derecha jugaba con su clítoris y sus piernas temblaban excitación.

Para cuando Laura había bajado la mitad del recipiente, su boca chorreaba semen por sus comisuras y su nariz goteaba de aquellas veces que había tosido involuntariamente, provocando que el desagradable liquido le saliera por las narices. La madre la abrazaba y le acariciaba el pecho y el estómago. Sabía que a esa altura Laura debía estar sintiendo nauseas del estómago lleno de leche, y tenía que evitar que vomitara, o estarían ambas perdidas.

Quedaban aun tres minutos, pero Laura ya parecía no poder mas. Sus ojos enrojecidos del esfuerzo y su boca arqueada de asco denotaban su esfuerzo. Volvió a hacer un esfuerzo de voluntad y empinando nuevamente el recipiente se tragó buena parte de lo que quedaba.

Al otro lado Andrea no solo había terminado con su recipiente, sino que le pasaba el dedo de una mano por dentro relamiéndose mientras todo el puño de la otra se hundía en su vagina haciéndose un auto fisting brutal que le arrancaba gemido tras gemido.

El reloj, implacable decía que quedaban solo 30 segundos mas. Faltaban aun dos centímetros en el recipiente de Laura. Claudia la tomó desde atrás y dándole ánimos y sosteniéndola para que no cayera, la ayudó a terminar de beber lo que quedaba.

-¡¡Laura ha cumplido su parte de la prueba!! - Anunció el animador

-¡¡ Y con eso la proclamamos la mas puta de las dos !! – agregó

-Agradecemos a todos los participantes y los invitamos a estar atentos a las próximas maratones de sexo que les anunciaremos por e-mail.

Los hombres fueron desalojando la sala mientras las tres víctimas intentaban reponerse con un buen descanso. Muy pronto la sala quedó vacía, salvo por un extraño hombre en traje y con un muy arreglado turbante al fondo de la sala. Manguera hablaba con él mientras le entregaba un estuche que parecía tener un CD o un DVD. En medio de ambos un hombre mas parecía hacer las veces de intérprete.

No se podía escuchar lo que hablaban, y aunque Laura sospechaba algo malo en todo eso, ya no tenía ni fuerzas como para resistirse o dar algún tipo de pelea. Ante una seña de Manguera los tres hombres se acercaron al escenario y subieron hasta al lado de ellas.

Sin siquiera pedirles permiso, el hombre del turbante se acercó a Laura y Claudia y estirando la mano tanteó la firmeza de los pechos de la joven, para luego introducir dos dedos dentro de su sexo y limpiarlos con un pañuelo de seda que le acercó Manguera. Luego, mirando a Andrea y mirándolas a ellas nuevamente, expresó algo en otra legua que el intérprete rápidamente tradujo.

-Su alteza menciona que si bien quedó gratamente impresionado por el desempeño de la putita azul, le ha parecido una pareja increíble la del grupo rojo. Su deseo está en conversar con Ud. sobre ellas.-

-Hágale saber a Su Majestad que estaremos sentándonos con mucho gusto a negociar cuando él guste.-

Extenuadas y rendidas Laura y Claudia pronto cayeron en cuenta de su destino. Ya desatada de su cadena Claudia abrazaba a su hija que lloraba en su hombro, mientras ella misma intentaba reprimir sus propias lágrimas.

Dos semanas después Laura y Claudia viajaban en un jet privado despegando desde una pista que no figuraba en ningún mapa, con rumbo desconocido. Dentro del jet un grupo de mujeres preparaba a Laura para su destino. Finísimas telas, bellísimas joyas, los mejores perfumes, maquillajes y todo lo que ella pudiera desear estaba al alcance de su mano. Aún no había desaparecido su espíritu rebelde y su deseo de escapar, pero mientras tanto habría de pasarlo lo mejor que pudiera, y de ser posible se llevaría alguna compensación.

Respecto a Andrea, su vida cambió totalmente. Enamorada completamente de Manguera fue fiel compañera en sus nuevas aventuras, aportando una inusual cuota de morbosidad y perversión que la hicieron famosa y respetada. Su vida sexual nunca mas fue la misma. Engolosinada y atrapada por el deseo, nunca se conformó con poco. Se hizo actriz de películas condicionadas y sus orgías fueron famosas tanto por lo numerosas como por lo osadas. No había nada que le diera temor en lo sexual y probó todo lo que le fue posible.

Hoy en día los rumores dicen que hasta tiene un sirviente a quien usa en todos sentidos. Su sirviente se llama Martín.

-FIN-