La polla del primo

Preparo un verdadero agujerito caliente (Glory Hole) para el primo de mi mujer en el baño…, y para muchas personas más en el futuro

Éste relato lo meteré en la sección de tríos, aunque técnicamente no lo fue, en su primera parte, si en la última…

Les cuento...

Como saben he estado casado varias veces.

Mi penúltima mujer era bastante más liberal que la anterior y así sucesivamente.

La primera la que menos.

La última la que más.

Actualmente Marga es la más puta de todas.

Dicho esto de puta, en términos de ser viciosa y caliente.

Es decir que no me aburro con ella.

Pero hoy toca hablar de la anterior, de Elo.

Elo tenía un primo que le había tirado los tejos en el pasado, hace de ello muchos años.

En los meses anteriores habíamos fantaseado con hacer un trio bisexual.

Le había preguntado si conocía a alguien de confianza y que tuviese una buena polla.

Solo le dio por sugerir a su primo Luis, del que hacía mucho que no sabía nada. No había estado con él nunca, pero parecía a simple vista que tenía una enorme polla.

Sería una verdad como un “pino”…

No queríamos poner un anuncio en nuestra localidad…, es muy pequeña y preferimos buscar el sexo en otras ciudades próximas.

Sigamos con lo del primo…

Me había comentado que lo había visto recientemente y eso me animó a preparar mi estrategia. Se habían dado sus números actuales.

Uno de los aseos de nuestra vivienda da  a un cuarto trastero.

Allí preparé un agujero idóneo que cubriría con una tapa decorativa y del que nada se apreciaba pues la toalla cubría toda la parafernalia.

El agujerito me había quedado de maravilla. Justo para meter una buena polla. Con dos tapas, una por cada lado y debidamente forrado con material no cortante para que los trozos de carne no tuviesen ningún contratiempo…

Sugerí a Elo que llamase a su primo para que cenase un sábado con nosotros.

Aceptó a la primera.

Todo listo para la fiesta en casa…

¿Cuál sería la fiesta?

Ya lo irán descubriendo todos ustedes a lo largo del relato.

El sábado llegó. Elo había preparado un auténtico menú especial de sábado polvero….

Entremeses fríos, un asado con guarnición y un postre delicioso de chocolate y menta.

Café y copas…

Más o menos una cena afrodisiaca.

Teníamos preparados varias botellas de vino fresquito y un par de botellas de champan, por si se ponía la cosa bien.

Luis, vino con una botella de vino y unas flores para Elo.

Nos presentó.

Cenamos hablando de nuestras vidas.

Mientras tomábamos café, ya hablábamos sin rodeos de sexo.

Estábamos ambos esperando la señal…

Cuando pidiese ir al baño, Elo iría al trastero…

-       ¿Elo, donde voy al baño?

-       Te acompaño, le dije. Tenemos uno averiado.

Le señalé la puerta de aquel baño “preparado”…

Lo toalla estaba retirada…

Se apreciaba el agujero perfectamente con una nota muy grande encima de él, pegada a la pared en color llamativamente rojo pasión…

“Si quieres que te la chupe, métela… Firmado: tú prima Elo”

Elo ya estaba en el trastero esperando, con su parte de la tapa quitada.

Yo también, a su lado. Impaciente. Deseoso. Morboso…

La polla entró. Era enorme.

Elo empezó a comerla con verdaderas ganas… Siempre ha sido muy chupadora de pollas, aunque un pelín menos que Marga

Luis estaba gimiendo y a punto de estallar.

Venia cargado el primete…, y se iría al día siguiente muy…, pero que muy descargado…

Yo solo mirando y disfrutando de la sesión oral de Elo…

Solo quería aquella primera vez saborear leche y quizás relamerle el sable a Luis al final…

Cuando Elo notó que su primo se iba a correr abandonó la comida de polla y con su mano terminaría apretando fuertemente esa paja lechera.

La pared divisoria de aquellos dos cuarto era un simple panel de escayola tipo Pladur.

Su polla atravesaba sobradamente aquel panel divisorio.

Mi boca estaba dispuesta para recibir leche…

Llegaba en ese momento.

Un sablazo de leche me inundo la boca. Tragué.

Mis labios acariciaron suavemente el glande henchido y rosado de Luis.

No quería que notase la diferencia.

Un segundo golpe de leche volvió a caer en mi boca, volví a tragar.

Uno más…

Otro más…

Eso se acababa…

Disfrutaba excitado de aquella primera experiencia bisexual de leche ajena…, con Elo y especialmente con su primo. Luego vendrían muchas más…

Saboree las ultimas gotas de leche y antes de que Elo terminara de limpiar aquel trozo de carne, le di un último repaso con mi boca, aunque rápidamente. No quería correr riesgos de que le resultase extraña la boca….

Me marché impaciente a esperarlos mientras dejaba a Elo limpiando aquella poderosa herramienta arrojadiza de leche caliente…

Llegaron cada uno por su lado.

-       ¿Qué tal Luis?

-       Bien.

-       ¿El baño estaba a tu gusto?

-       Sí, claro.

Luis dudaba de si yo estaba al corriente de los detalles.

Aclaré la cosa…

-       Elo quería disfrutar del juegecito del agujerito…

-       Ah. Bien.

Elo irradiaba cara de viciosa…, muy viciosa.

Seguimos tomando copas y bailando. Luis al final se quedaría toda la noche con nosotros.

Íbamos preguntándole cosas entre Elo y yo, para irle tanteando…

-       ¿Has hecho tríos?

-       La verdad es que no, pero me gustaría. (Era timido…)

-       ¿Te daría corte que mi marido estuviese con nosotros dos?

-       Bueno…, Creo que me acostumbraría… (Se le veía tremendamente excitado…, seguramente de imaginárselo)

-       Si acaso…, y sin querer, mi marido te coge la polla y te la chupa,  tendrías algún reparo…

-       Creo que no…, he tenido fantasías algunas veces (Hacíamos pleno)

Ya estaba todo dicho…

Al rato ya estábamos los tres en la cama y durante horas ambos follamos a Elo y de vez en cuando mi boca lamia lujuriosa y gloriosamente aquella enorme polla, incluso más grande que la mía.

Cuando cogió confianza, fue tímidamente cogiendo también mi polla y resultó ser un experto comiendo también pollas…

Reímos los tres al recordar el jueguecito…, que obviamente confesamos en todo detalle.

Luis y una nueva novia que tendría meses después, de nombre Guadalupe,  de nacionalidad venezolana, serian una de nuestras parejas más usuales en aquellos juegos de nuestra incipiente bisexualidad…, la de Luis y la mía…

También heterosexualidad…

Aquel agujerito caliente de nuestro baño de servicio al fondo de la casa, nos daría mucho para jugar como conocerán en el futuro…

Hasta muy pronto…

PEPOTECR.