La playa puede ser divertida
Claudio va con su tía y una amiga de esta a la playa donde sabrá lo que es un verdadero dolor de huevos. Dominación femenina.
Claudio fue junto a Marisol y una amiga suya a la playa, era verano y el día caluroso, llegaron a la playa privada de su amiga Carmen. Era lo bueno de tener amistades con mucho dinero. Cogieron el coche para poder llegar al lugar, realmente estaban solos y era un lugar enorme.
-Que fantástico día-dijo su tía estirando los brazos.
Marisol era una mujer joven, con un cuerpo espectacular y una cara preciosa, su amiga Carmen no se quedaba atrás. Ambas llevaban unos shorts encima del bikini y una camiseta que hasta el ombligo. Tomaron sus cosas y caminaron por la arena. Claudio que estaba en edad de haber descubierto la masturbación y desarrollando el gusto por ver a mujeres desnudas estaba feliz, no todos los días tenía la oportunidad de ver aquellos cuerpazos.
-Aquí estaremos bien-plantaron la sombrilla y se desnudaron para ponerse la crema.
Él no dejaba de mirar a Carmen que llevaba un bikini muy pequeño, de hecho cuando hacia algún movimiento se le podía ver el vello púbico asomar un poco por encima de la parte inferior. Marisol se dio cuenta de que Claudio no le quitaba ojo de encima.
-Bueno, voy al agua-dijo el chico. Realmente lo necesitaba ya que su polla se había puesto dura, no podía evitarlo.
Cuando se quedaron a solas, Marisol se dirigió a su amiga para que tuviera más cuidado.
-Escucha, podrías haberte puesto un bikini más grande, se te ve la mata. Mi sobrino esta aquí y seguro que se ha puesto cachondo-riñó ella molesta.
-Vamos mujer, es familia, no va a hacer nada, como mucho...hacerse una paja-dijo serena.
-Pero no quiero que se deje llevar por sus impulsos sexuales y acabe pensando con la polla como muchos hombres.
-Oye, ¿cuanto crees que le mide?.
-¡Y yo que se!, ¿no estarás pensando en...?-conocía aquella mirada.
-Si, venga, vamos a divertirnos.
Ella no lo veía claro.
-Venga mujer...y esta noche...te hago sexo oral-saco su lengua mientras bajaba un poco las gafas de sol. Aquello era su debilidad, eran lesbianas y pareja, un secreto que solo ellas conocían.
Claudio noto que el agua estaba bastante fría, pero agradecía que estuviera así para rebajar su calentón. Volteó para ver a las mujeres que charlaban sentadas sobre sus toallas, desde esa posición les pareció ver ángeles, eran muy guapas. Estuvo un rato chapoteando, nadando hasta agotarse. Ahora tocaba regresar a la sombra y beber un poco para recuperar fuerzas.
-¿Qué tal el agua?-pregunto su tía bebiendo.
-Bastante fría-era verdad, estaba helada aquel día.
Carmen le guiño el ojo a Marisol, era perfecto.
Mientras se secaba con una toalla el agua marina, la mujer aprovechó y tiro de su bañador que era bastante elástico hasta las rodillas dejando su virilidad al aire. Ambas vieron una polla muy pequeña y encogida por el frío mientras debajo colgaban unos pequeños huevos y encima una mata de vello bastante clara debido a que aún era joven.
-¿Qué haces?-trato de subirse el bañador pero su tía lo tiro al suelo y Carmen aprovechó para terminarselo de quitar.
Ahora se tapaba sus partes avergonzado y rojo como un tomate, le temblaban las piernas mientras miraba a todos lados esperando que nadie le viera. Aunque fuese privada, nunca se sabía cuando iba a ir alguien allí.
-Oh vamos, estamos en familia-dijo Carmen tratando de restarle importancia.
-Dame mi...bañador-dijo aún rojo.
-Mira, haremos una cosa, si tu polla alcanza los 10 centímetros...me quitare yo la ropa...sino...solo la parte de arriba.
Marisol le retiro las manos mientras él pensaba en verla desnuda, su polla aún encogida hacia que las chicas hicieran el esfuerzo de tener que aguantar la risa. Luego con su suave mano le acarició el pene para estimularlo. Claudio se dejo llevar, se fue poniendo cada vez más dura hasta alcanzar una completa erección, aún así seguía siendo pequeño.
-Puff jajaja, eso no llega a 10 ni de coña-dijo secándose una lagrima.
-Tienes razón, como mucho 6 centímetros.
-Bueno, voy a cumplir-se desabrochó la parte de arriba dejando sus hermosos pechos al descubierto.
Claudio abrió los ojos como platos al verlos, eran grandes y firmes, sobretodo le excitó que ella se mordiese el labio mientras se daba pequeños pellizcos en los pezones. Intuitivamente se llevo la mano a su pene y comenzó sin pudor a masturbarse usando sus dedos ante la mirada de las chicas que no podían creerlo.
-Oh dios,¿en serio te vas a?-no pudo terminar la frase porque este gimió expulsando un gran chorro precedido de dos mas mientras jadeaba.
Carmen por poco se mancha sino llega a apartarse justo a tiempo, las dos miraban como el chico aún seguía eyaculando un chorro tras otro hasta vaciar por completo sus huevos. Ella, viendo la actitud tan prepotente de su sobrino y estando detrás suya, tomo impulso y levanto su pie para estrellarlo contra sus pelotas. Carmen de frente pudo ver como el pie ascendía golpeando y subiendo el escroto mientras él cambiaba su gesto.
-Uahhhhh-grito adolorido cayendo sobre la toalla y llevando sus manos a los huevos.
-Eso te pasa por cerdo, ¿acaso solo pensáis en correros y ya esta?-pregunto molesta.
-Oh Marisol, no seas tan dura con el hombrecillo.
Le retiro las manos para ver sus huevos, estaban comenzando a hincharse, sacaron una bolsa de hielo para que se la pusiera. Él sintió un gran alivio al notar el frío calmar el fuerte dolor de sus pelotas.
-Un poco más y se los subes a la garganta-comentó Carmen viendo su aspecto.
-Debería poderse hacer eso, seguro que alguno se lo pensabá.
-Eres muy ruda...deberías ser más calmada-dicho esto le quito la parte superior dejando sus pechos que se balancearon un poco.
Ella se cubrió enseguida algo roja.
-Devuélvemelo.
-No, quiero verlos-dijo sensual.
Como estaban en una playa privada, dejo que los viera, y no solo ella, sino Claudio que por primera vez los pudo ver. Marisol entonces se quito la parte de abajo, le encantaba hacer nudismo y no iba a desaprovechar la ocasión.
-Voy a pasear un poco, ahora vengo-dijo mientras se iba.
Claudio pudo ver aquella raja peluda y tan jodidamente sexy, su polla hasta volvió a ponerse dura aunque estaba adolorido por sus huevos mezclando placer y dolor.
-No tardes mucho-dijo su tía.
Ambos se quedaron viendo aquel precioso culo, esas nalgas se movían con un movimiento casi hipnótico. Claudio trago saliva, deseaba meter su polla en aquel agujero y menear sus caderas para terminar con una gran eyaculación. Marisol se dio cuenta del problema de su sobrino.
-Será mejor que te cambie la bolsa-dijo quitándole la que tenía para guardarla en la nevera.
Rebuscó hasta encontrar otra, una con más cubitos de hielo. Él seguia mirando embobado a la mujer mientras con su mano se acariciaba el pene. Ella, molesta, levantó su mano con la bolsa para luego estampar con dureza en los huevos de este que estaban expuestos y desprotegidos. El impacto fue brutal, el joven vio las estrellas mientras su cuerpo se sacudía y quedaba inconsciente.
-Que fácil se quedan inconscientes con un golpe-dijo mirando la bolsa. La dejo encima de su escroto.
Luego se tumbo a dormir un poco. Se despertó a los veinte minutos, Claudio se revolcaba sobre la toalla con dolor, aquel golpe había sido demasiado. Llegó entonces Marisol curiosa de saber lo que había ocurrido.
-¿Así que se quería masturbar otra vez?.
-Aja, le he dado lo suyo-contesto besándola.
-¿Y si...?-le susurro una idea y ella le dio un gran beso.
Cuando Claudio recupero la consciencia notaba el frescor de la sombra en su cara, al intentar incorporarse pudo ver que estaba enterrado en la arena.
-¡Ey, sacadme de aquí!-dijo intentando zafarse.
-Nos vamos de paseo, volvemos en un rato-dieron unos pasos y Carmen se volteó-yo de ti me preocuparia por tus bolas-dijo antes de que se echasen a reír. Ya se habían puesto de nuevo el bikini las dos.
Claudio miro a donde estaba su entrepierna y vio que sus huevos eran junto a su cabeza lo único que quedaba al aire, expuesto además al sol.
-Deberíamos haberle puesto crema, le van a estallar-dijo Carmen.
-Bueno, los huevos siempre me han gustado...fritos-se volvieron a reír ante el chiste.
El joven trataba de escapar mientras gritaba, cada minuto que pasaba sus huevos se iban poniendo más y más rojos, notaba como el calor ya era abrasador. Lo peor fue lo que vio aproximarse, se subía por su cuerpo hasta llegar a sus huevos, era un gran cangrejo.
-¡Fuera!-grito él asustado.
Lo siguiente es tan doloroso para los hombres que es muy difícil de describir con palabras. Su tía y Carmen volvieron al cabo de un rato y al verle llorar mientras tenía el animal agarrado a sus pelotas lloraron de la risa. Luego lo sacaron de ahí y retiraron al cangrejo. Estaban tan hinchados y rojos que tuvo que subirse al coche completamente desnudo mientras ellas no paraban de bromear.
Aquel día fue un horrible día de playa, pero para ellas, sin duda fue el mejor. Especialmente Marisol quien recibió un gran oral a la noche.
PD: Mis relatos son cortos, precisos y directos. Me gustan hacerlos de esta manera. De paso aprovecho para deciros varias cosas: tardare un poco en subir debido a que no tendré tiempo. Luego, gracias a todos los que me escriben por correo, cualquiera puede hacerlo y espero ver muchos mensajes como hasta ahora. Todos los relatos son fantasías, no hay nada de verdad en ellos. Y por último, me encanta como los hombres os masturbaís con este tipo de fantasías como el ballbusting, no os preocupéis, podeís hacerlo las veces que os permitan esas pelotas y ese diminuto pene. Si de verdad creéis que la teneís grande, usad una regla, puede que os lleveís una sorpresa je,je. Incluso creo que hasta se encogerá por la verguenza.
Saludos.