La playa nudista [Parte II]

Segunda parte de mi primer relato. Creo que se prolongará más de lo que tenía previsto. Paciencia...

Capítulo II

Así que ahí estaba yo, por primera vez en una playa nudista, bajando la escalera con la vista clavada en la cola de mi hermana. Por favor, qué redondita que era! Sé que sueno repetitivo pero no podía despegar los ojos de ahí.

Aunque en un instante de racionalidad, se me vino a la cabeza que quizá estar con el amigo parado no era buena idea, menos en esa situación, y menos aún siendo que la única chica que estaba cerca era Magui. Podría resultar algo sospechoso, no? Así que intenté concentrarme en cualquier otra cosa. La playa, el mar, la ropa y la sombrilla que estaba cargando incómodamente... en fin lo que tenía a mano. Su culo... Digo! De nuevo, playa, mar, sombrilla, playa, mar, sombrilla.

En un determinado momento, Magui se detuvo y me dijo “Acá!” señalando el suelo. Estaba medio de costado y pude ver el lado de su pecho, apenas marcándose su pezón contra el horizonte. Se terminó de dar vuelta mientras yo me acercaba y cualquier esfuerzo que pueda haber hecho por disminuir o controlar mi erección se fue al carajo cuando la vi de frente.

Antes había visto sus tetas mientras se desperezaba, pero este espectáculo, verla de frente, completamente desnuda fue demasiado para mi. No eran sólo sus pechos perfectos, su cintura, su.... su pubis con un poco de pelo correctamente recortado, era el conjunto de estar viendo a mi hermana completamente desnuda en esa playa. Mi amigo se puso a full.

  • Dale, clavá la sombrilla!- Me dijo.- Y ojo qué sombrilla clavás y donde eh?! Agregó riéndose. Claramente mi pene estaba en su máximo esplendor.

Mientras, colorado como un tomate, colocaba el parasol lo mejor que podía tratando de no mirarla (acaso era justo? Acaso era posible no hacerlo?!), le pedí perdón:

  • Disculpá, te juro que no es por vos ,debe ser la situación, nunca estuve en un lugar así..

  • Claro, claro... Qué nunca viste un par de tetas? - Y se las señaló -

  • No, o sea, si! Me refiero a que la playa..

  • Ah, o sea que es mi concha!

  • NO! (no pude evitar que los ojos se me vayan a su entrepierna... Repito, no es justo que la tenga tan preciosa!)

  • Dale... Te estoy cargando mocoso, es normal, entiendo la situación jaja. Mientras no te me caigas encima con eso (señaló mi pene) o algo así todo bien. Ah, y no pasa nada con que mires, pero nada de andar baboseando eh?

Me quedé congelado. Mi hermana me había dado permiso para verla desnuda? Era en serio? No tuve tiempo de preguntarle, porque al grito de “Voy al mar, canté pri!” se fue corriendo hacia el agua, dejándome al cuidado de las cosas.

Afortunadamente, pude tirarme debajo de la sombrilla y logré que mi erección disminuya.

No sé cuánto tiempo pasó, pero al rato vi a Magui volver hacia la sombrilla, su cuerpo empapado y tuve que hacer un pequeño esfuerzo para evitar que mi amigo vuelva a levantarse.

-Veo que estás más tranquilo... No te habrás descargado a mano como camión de sandías no?

La verdad que esta era una faceta de mi hermana que no conocía. Ni los chistes ni la desnudez, ni nada de lo que estaba pasando en ese momento eran normales en ella. Quiero decir, siempre había buena onda, pero no tanta...

-Si querés andá vos ahora- Me dijo.

La verdad yo nunca fui mucho de meterme al mar, no me llama demasiado la atención. Pero en ese caso, como para distender la mente decidí ir aunque sea un ratito. Y la verdad que sirvió, me refresqué y cuando volví estaba bastante más tranquilo. Si incluso teniendo a mi hermana tirada de espaldas sobre la arena frente a mi no me causó demasiado sobresalto!.

Eso si, cuando volvía noté cómo sus ojos se clavaban en mi entrepierna un rato largo y me miraba socarronamente.

  • Bueno, ahora más tranquilos... Qué te parece la playa? Me preguntó.

  • Bien, no se... Vos ya habías ido a alguna playa nudista alguna vez?

  • La verdad la verdad.... (se puso colorada) Si. Con Mati.

  • Mati!? Pero...

  • Si, ya se, es un idiota, ya se, fue esa vez que me invitó un fin de semana a la costa. Igual era distinta...

  • Distinta cómo?

  • Y, por ejemplo se podía estar en bombacha, creo que hasta en corpiño no te hubiesen dicho nada. Yo igual o sea, desnuda desnuda es mi primera vez. Igual es como cómodo no? Una vez que te acostumbrás.

  • Si, qué se yo... Ey, y qué pasó con Mati? Anoche te hablaba...

  • Nada...

  • Dale... Me terminé durmiendo como a las 3 de la mañana.

  • No es cosa tuya mocoso.

  • Ok, ok...

Me di vuelta y estaba por buscar mi celu cuando me dijo:

-Pasa que... No se, me habló, quiere volver, qué se yo.

-Pero te cagó! Bah, o sea, yo entendí que te engañó... O sea, vos...

-Ah. Veo que se corrió rápido el rumor.

-No, no es de chismoso, creo que vos me dijiste que...

-Que lo vieron en el boliche mientras Lau le chupaba la pija? Nunca te hubiese contado semejante cosa mocoso... Ya está soy la cornuda del barrio y tengo que vivir con eso.

Claramente la versión de la historia que yo tenía estaba demasiado suavizada. Según mis fuentes sólo había sido un beso.

  • Uh. Perdón, no sabía eso! O sea yo creí...

  • Si, si, ya está lo dijiste, no hace falta que disimules. En fin, dice que está arrepentido, que estaba borracho y me pide mil perdones y que no va a volver a pasar.- Mi hermana se puso de costado, cosa que quedó con sus tetas frente a mi para ser admiradas, lo que obviamente hice con todo el pudor y disimulo posibles.

  • Y vos le crees?

  • No se... Por momentos si, por momentos pienso que es un HDP. Pasa que me da bronca, porque o sea... yo lo quiero, pero...

Esta era un versión de Maga que no conocía. Primero la playa, luego sentimientos?! Quién era esa chica y qué había hecho con mi hermana!?)

  • Pero?

  • Siento que si le doy otra oportunidad, primero que me va a volver a cagar y segundo que siento como que salgo perdiendo...

  • Para mi tenés que dejar de hablarle y listo.

  • No es tan fácil. Es como si tuviese algo pendiente. Bah para qué te explico, si seguro no vas a entender vos...

  • Si que entiendo!

  • Seh, seh, dejémoslo ahí.

Pasamos toda la tarde hablando pavadas, de ex parejas, del aniversario de nuestros padres que era en unos días, de que si nuestros padres habrían ido a alguna playa como esta alguna vez... Como dije, casi no había gente. Las 2 o 3 parejas que pasaron eran de casi ancianos y no pudimos evitar reirnos y hacer chistes sobre que deberían haber dejado la ropa arrugada en sus casas.

Aunque en un momento pasó un tipo joven, de unos 30 años y se acercó a nosotros.

  • Hola! Cómo están?

  • Hola! Dije. Mi hermana también saludó, pero noté que instintivamente se ponía pecho a tierra como para que no la vieran.

  • Soy Julián, son nuevos por acá?

  • Si – dije. - Estamos de vacaciones unos días nomás...”

  • Ah, copado! Yo soy de por acá, cómo andan?

Noté con fascinación que a pesar de tener a escasos metros el culo de mi hermana, a este tipo el pito no se le paraba. Qué autocontrol! Me dije. Nos preguntó si nos molestaba que se siente con nosotros, Magui estuvo de acuerdo y así lo hizo. Nos quedamos charlando durante lo que quedaba del día, mi hermana incluso se llegó a levantar quedando con las tetas expuestas a este nuevo extraño. Parecía no tener problema y no la cuestioné. Julián nos contó que se había criado en la zona y que conocía la playa, que cada tanto venía para escapar un poco del ajetreo de los demás balnearios y además que le hacían un poco de gracia las viejas arrugadas que iban por ahí.

Finalmente mi hermana consideró que era hora de irnos, nos metimos una vez más cada uno al mar (yo algo preocupado por dejarla sola con nuestro nuevo amigo pero finalmente mi preocupación resultó ser infundada) y nos despedimos. Julián agradeció la compañía y nos dijo que cada tanto andaba por ahí, así que esperaba vernos de nuevo.

Cuando llegamos a la escalera Magui dijo

  • Parece copado no?

  • Si, para que vos lo hayas dejado verte te debió caer bien...

  • Jajaja, estás celoso? Sos mi hermano eh?

  • No! es que creí que eras más... no se, pudorosa.

  • El que debería ser pudoroso sos vos... mepa que le caíste bastante bien eh?

  • Eh?

  • Ay, no te diste cuenta? Es casi cantado que se la come...

Ahí entendí por qué no se le había parado cuando vio las tetas de mi hermana. Claro! Sólo un tipo con mucha fuerza de voluntad o un gay podría lograr eso!

  • Ay, pobrecito! Recién caés? Jajajajajajaa, te vio la pija – Me cargó mi hermana.

  • No! Es que... no creo que sea...

  • Mmmmm No se, no se... si te gustó yo igual no opino eh? Cada uno con sus preferencias sexuales

  • Te digo que no!

  • Dale, dale, andá... Ah, una cosa más:

  • Qué?

  • Mirá bien porque no vas a volver esto en la vida eh?

Y dicho esto se pasó las manos por las tetas poniendo cara sexy, se dio vuelta y comenzó a vestirse, y JURO que lo hizo de tal manera que al agacharse yo le pudiese ver la concha. Me quedé paralizado, creo que hasta se me cayó un hilo de baba. Pero reaccioné y comencé a vestirme yo también. Pero fueron 3 segundos que no me voy a borrar de la cabeza jamás en la vida.

CONTINUARÁ