La Playa

Una joven tímida es picada por una medusa y pasara una enorme vergüenza con el doctor en la exploración posterior...

Esta es la historia que me contó una amiga muy tímida que le sucedió este verano. Para ella fue la peor humillación de su vida, casi casi peor que una violación...

Por fin habian llegado las vacaciones de verano y Maria estaba totalmente feliz porque de nuevo volvia a bajar a la playa, y asi podria disfrutar de su gran pasión; nadar. Este año habia ido con su amiga Ana y sus padres a su apartamento de Jávea y ta solo le faltaba ponerse el bañador para bajar a la playa. Siempre usaba bañador porque le daba mucha vergüenza ponerse un bikini como el que se ponía su amiga Ana. Maria era muy vergonzosa a pesar de tener ya 17 años, y por ejemplo cuando pasaba la revision del colegio le daba muchisimo apuro tener que quedarse en sujetador y bragas delante de la doctora, y eso que era mujer, de la escuela. En ocasiones maginaba el horror que hubiese sido tener que quedarse en ropa interior delante de un hombre. Afortunadamente el colegio era de monjas y por supuesto habia doctora. Incluso se estremecía cuando sus amigas le contaban que se habian quedado desnudas delante de sus novios para hacer el amor, aunque fuese sin apenas luz.

Y allí estaba ella, en el baño de su amiga,con el cierre echado,por supuesto, quedándose totalmente desnuda para ponerse su bañador que era de un verde esmeralda muy bonito y que eso sitapaba bastante, ya que no era muy escotado ni por delante ni por la espalda. Odiaba los escotados que casi dejaban medio pecho fuera, y que hacian que los hombres por la playa la mirasen su precioso cuerpo. En verdad tenia un bonito cuerpo como observaba en el espejo, ya era una mujer: bastante alta y delgada, 1'76cm. y 54kg., con cuerpo de deportista de hacer mucha natación, piernas largas, trasero respingón, senos no muy grandes pero si redonditos y por supuesto bien firmes con la aureola y los pezones, un poco grandes para su gusto, ya que con el agua fria se le ponían duros y se le notaban bajo el bañador, muy rositas, un vientre totalmente plano y un bello púbico que se rasuraba cada semana, ya que le parecía, aunque nadie lo fuese a ver, muy repugnante tener esa zona llena de pelo, lo que hacia que se viese perfectamente su rajita. Alguna vez habia pensado que si iba al ginecologo,que horror, o se decidia a acostarse con un chico, se dejaria crecer el vello por la vergüenza de que se lo viese totalmente depilado. Aunque, bueno, eso no iba a ocurrir en bastante tiempo. Tendría que estar preparada y desde luego no lo estaba. Completaba su belleza con una piel muy sueve y blanquita, y sobre todo su hermosa cara con esos ojazos verdes y su melena larga, lisa y totalmente negra. Siempre se decía que cuando dejara que la viese desnuda y la tocase un hombre, este tendría que ser el hombre de su vida.

Por fin estaba lista para bajar, pero antes de salir del baño se aplicoel bronceador de factor 30 par no quemarse su delicada piel blanca, y porque ademas pasaba de untarselo por su cuerpo delante de la gente en la playa.Una camiseta amarilla y un pareo también verde atado a su cintura, completaban el atuendo, porque aunque estaban a 100m. de la playa no queria irse exhibiendo de camino. Salió del baño y solo estaba esperándola Ana porque sus padres ya habían bajado a coger sitio. Esta solo llevaba el bikini rojo, pero claro al verdad es que su cuerpo era mucho peor, ya que incluso estaba un poco gordita y de cara no valia nada. María no comprendía como no el daba vergüenza ir así, pero no la decía nada para que no le contestase que ella era una monja. Al llegar a la playa vio a los padres de Ana, los dos estaban bastante gorditos, sobre todo el padre, que tenía una tripa bastante grande, calvo y bajito. Maria nunca le dijo nada a su amiga, pero a veces notaba como el padre se la quedaba mirando a veces demasiado fijamente. La verdad es que el tipo la daba un poco de asco, ya que le parecía un viejo verde, pero el hombre era atento y encima tenía un apartamento en la playa al que podía ir todo el verano.

Maria se despojó de su camiseta y pareo y se fue corriendo con su amiga hacia el mar, le encantaba estar nadando en el agua. estuvo mas de media hora cuando de repente noto elgo asi coo un pinchazo en la espalda que casi la dejo paralizada, acompañado de un gran escozor. Ana la ayudo a salir del agua ya que se sentía un poco mareada. al llegar a las toallas vieron que la madre había subido a preparar la comida y que solo estaba el padre el cual tras mirarle la espalda y ver los granitos y el color rojo, acompañado del picor y el mareo decidió que lo mejor sería que la acompañase al puesto de la Cruz Roja que habia en la playa. Le dijo a su hija que se quedara al cuidado de las toallas, la sombrilla y las cosas de playa.

Al llegar al edificio, les atendió un joven muy amable que cuidaba el puesto, pero que se veía que no era demasiado inteligente ni muy experto, le pregunto al padre de mi amiga si ea mi padre y este dijo que no pero que yo era aún menor y que por el verano era una especie de tutor. Maria se sentia algo mareada, asi que el hombre la sujetaba del brazo, cosa que a ella no le gustaba mucho, pero peor era caerse. Les dijo que pasaran los dos dentro. Habia solo una sala con una camilla al lado de una gran entana por la que entraba la luz, que aunque tenía cristales traslúcidos, estaba totalmente abierta, y un armarito con medicinas. Le dijo a Maria tras echar un vistazo a su espalda que se veía que era una picadura de medusa y que le aplicaría una pomada para aliviar el escozor. Pidió que se sentara en la camilla para aplicarle la pomada y así lo hizo, aunque por lo que a ella le parecio la toqueteaba demasiado, y además tenía un pelín de vergüenza, porque a parte de que su bañador estaba completamente mojado, al hacer un poco mas de fresco dentro sus pezones se notaban en el bañador. Y le pareció que el padre se fijaba mucho, aunque gracias al alivio de la pomada, pensó que mientras se le quitara el picor era mejor terminar rapido e irse. En ese momento oyo decir al joven algo que la hizo estremecer, y fue que estas picaduras su estendían y tenían cierto peligro, y por lo que veía a pesar de ser a media espalda, también, por el lado izquierdo había avanzado hacia su vientre y que por lo tanto también habría que aplicar la pomada. A María se le cayo el Mundo encima cuando oyó qu para ver su tripa habría que bajarle el bañador hasta la cintura. Se maldijo por no llevar bikini, ya que ahora sus pechos quedarían expuestos a la vista del doctor, del padre de su amiga y de la gente que pasase al lado de la ventana, que era mucha por que estaba al lado del paseo. El enfermero le indico al padre que como ella estaba débil le bajase el bañador hasta la cintura mientras el iba a por mas pomada.

Mi supuesto tutor puso una sorisa de oreja a oreja, claro, estaba encantado de poder ver mis hermosas tetas. Ella pedió que cerraran la ventana, pero el enfermero dijo que la luz estaba fundida ya que como casi nunca nadie tenía que desndarse se veía bien con la luz del enorme ventanal, y que si lo cerraba no vería bien por donde se había extendido. Maria intento bajarse ella misma el bañador, pero entre los nervios y el mareo no lo lograba, así que fue el padre de Ana quien comenzó a bajarle los tirantes, a la vez que le preguntaba al chico si no seria mejor quitarlo del todo. Maria con una lagrimilla grito que no y el joven dijo que hasta la cintura bastaría. tras bajar los tirantes el bañador bajó y quedaron al descubierto los senos de la joven. Antes de que el padre la hiciese tumbarse pudo ver una erección en el bañador de aquel viejo asqueroso, que mas alla de la cintura, bajo el bañador hasta el limiti justo del sexo, dejando así ver la parte donde debiese haber estado el vello púbico de Maria y comento: '¡Vaya, si estás toda peladita!' Maria quiso que la tragase la tierra.

El joven se acercó y observo con gusto el busto de Maria poniendole las manos detras de la cabeza y comentó que se había extendido mucho, por toda la zona del ombligo y que mejor sería llevarla a un centro de salud cercano, aunque como eran las 3 de la tarde quiza estuviese cerrado, así que llamaría para comprobar. Mientras le indico al "tutor" que le fuese él mismo dando la pomada para que no se extendiese mas incluso por las zonas que aún no estuviesen afectadas como prevención. Maria se quiso morir y dijo que ella se la daría,pero el chico dijo, que al no tener espejo era mejor que dejase que el padre de su amiga lo hiciese, y vaya si lo hizo. Le unto la pomada en el vientre, pero sobre todo por sus tetas y pezones rositas, magreándola, amasando bien sus duras tetas y pellizcando sus pezones, por su pubis, aunque al menos sin llegar a tocar su sexo, aún cubierto por el bañador,a la vez que acercaba, al echarse encima para darle el masaje en la camilla la tela del bañador que cubría su pene totalmente tieso y que se veía mojado por los flidos de el. Maria se sintió totalmente humillada y comenzó a llorar, y mas aun al ver a otror dos abuelos que conteplaban el sobeteo a traves de la ventana. Y para colmo el "tutor" le decia que no llorase, que enseguida se le pasaría el escozor, mientras seguía apretujano con fuerza sus tetas.

Cuando terminó, dijo el de cruz roja que el centro de salud estaba abierto y que lo mejor es que la llevase inmediatamente, por si era algo grave. El padre de su amiga en seguida aceptó, pero esto continuará en otro relato...