La playa
Un dia en la playa, termina con una noche en la arena.
La playa
Marta y Javier son un joven matrimonio. Marta es una morenaza con un culito respingon y unos pechos bien parados. Jorge es trigueño yo diría que bastante bien dotado, con unos 20 centímetros y un buen par de huevos. Los dos disfrutaban del sexo como si en ello les fuera la vida, eran jóvenes y resistentes.
Por la mañana Marta le propuso a Jorge acercarse a la playa, y disfrutando del magnifico día que hacia salieron con las toallas y una cesta de picnic. Pasarían el día fuera. Cuando llegaron a la playa Marta se deshizo de la parte superior del bikini quedando solo con un reducido tanga. Javier viendo él magnifico pompis de su mujer reacciono enseguida y le propuso que se metieran en el agua, no podía esperar mas, tenia que tenerla.
Marta sumamente satisfecha accedió y los dos gozaron sin percatarse de nada de lo que les rodeaba.
A escasos veinte metros de nuestros amigos se encontraban un par de jóvenes, no tendrían mas de 19 años y por lo tanto con la libido por las nubes ante el espectáculo se pajearon a placer, hasta que en un arranque de locura se corrieron a borbotones.
Los dos jóvenes que habían observado a nuestros amigos se propusieron tirarse a Marta costase lo que costase. Como por casualidad se hicieron encontradizos con la pareja cuando ya estaban en sus toallas, estos les saludaron amigablemente y se pusieron a charlar de temas tribales, ante la juventud de nuestra pareja y de los jóvenes, Marta tenia 21 y Javier 22 quedaron todos para salir de juerga aquella misma noche.
Cuando cayó la noche, se fueron a cenar los dos solos, y después se reunieron con los dos jóvenes que se llamaban Marcos y Daniel en un pub cerca de la playa.
Los cuatro tomaron y tomaron y entre trago y trago, Marcos y Daniel se aseguraban de rozarse, cada vez con mas descaro con Marta. A Marta aquello la estaba excitando en gran medida.
Javier se entretenía mirando como Marcos y Daniel intentaban propasarse con su mujer. Aquello tampoco parecía molestarle mucho, al contrario también empezaba a encontrar el gusto al tema.
Al final la temperatura de aquellos jóvenes cuerpos alcanzó limites insospechados y viendo la buena disposición de Javier y de Marta salieron del ambiente cargado del pub para dirigirse a la playa.
Casi no llegaron.
Marcos se abalanzó sobre el escote de Marta y Daniel viendo que no era rechazado reclamó también su lugar.
Javier se quedó mirando hasta que lo dos jóvenes asumieron posiciones.
Marta estaba tumbada en la arena ya sin ningún hilo de ropa por su terso cuerpo y con Daniel chupando con enorme delirio la concha rasurada de Marta, la cual derramaba jugos por doquier. Marcos se había apoderado de sus pechos que succionaba y amasaba con rudeza, Marta dejaba escapar suspiros de placer, estaba tan caliente que apenas podía respirar. Javier se deshizo de sus ropas luciendo una tremenda erección y llevó su mástil hasta la boca de Marta que lo tragó hasta tener los huevos rozándote la barbilla, casi se ahoga pero daba igual el placer cada vez era mayor.
Estaba corriéndose.
Los labios, la lengua y los dientes de Daniel habían obrado maravillas. Daniel tenia la tranca apunto de estallar e hizo que Marta se empalara con él, a lo cual Javier aprovechó la ocasión y cogió a su mujer por el culo de un solo golpe, Marta chilló, pero pronto empezó a jadear estaba siendo empalada por sus dos agujeros, solo quedaba libre su boca que Marcos no desaprovechó y lleno con un no despreciable cipote.
Marta volvió a correrse e hizo que con las contracciones de su vagina Daniel también terminará. Javier se dio cuenta de ello y no pudo contenerse mas y llenó las entrañas de su mujer con su preciada semilla.
Marta seguía chupando el cipote de Marcos que pronto le lleno la boca y ella tragó con sumo gusto sin dejar ni una sola gota.
Estaba delicioso.
Después limpió los capullos de su marido y de Daniel hasta dejarlos relucientes. Saciados los tres, se vistieron y prometieron repetirlo muy pronto.