La plaga introducción 7

La plaga

Introduccion Andrea

Mi vida es buscar trabajo por las mañanas, gimnasio; disfrutar la vida, y disfrutar de mi novio cuando no discutimos que es casi siempre...cuando todo comenzó me pilló estando mala en casa, el viejo willy; un veterano colgado al que mi madre no me dejaba acercarme, siempre me había estado rondando.

De repente una explosión suena cerca, me asomó a la ventana y veo una niebla roja que poco a poco se está aclarando y de ella sale gente vomitando sangre; el viejo Willy también está viendo la escena desde su jardín, agarra su escopeta justo a tiempo para quitarse a un par de ellos que van a por el.

• niña, si quieres sobrevivir; ven para mi casa

• ¿y cómo llegaré?

• Yo te cubro.

Dicho y echo volando hice las maletas, meti lo estrictamente necesario; mientras lo escuchaba disparar una y otra vez, cuando agarré la maleta y salí uno me saltó encima pero no llego a tocarme...un escopetazo lo mando a volar, corriendo salte ambos muros y el me agarro de la mano; disparando a todo aquel que nos salía al paso, hasta llegar al bunker de su jardín y al entrar ambos cerro.

• ¡espera! Mi madre tiene que estar al llegar...

• tranquila, si llega a aparecer la salvare; baja hasta abajo, así vas reconociendo nuestro hogar durante al menos el siguiente año.

• ¿nuestro hogar?

• lo hablaremos todo cuando llegue tu madre, sino llega; lo hablaremos sin ella, vamos baja.

Asiento preocupada, cuando bajo las escaleras de mano; hay más escaleras y otra puerta de hierro macizo abierta, podría cerrar y condenarlo fuera pero entonces condenaría a mi madre también y quizá a mi misma pues no sabría salir de aquí por mi cuenta.

Cuando entro en el bunker veo muchas provisiones y armas, al menos cuento provisiones para 5 años para 3 personas; tanto de agua, medicamentos y comida. También veo que solo hay una cama de matrimonio gigante y empiezo a temerme lo que planea willy, cuando veo también suministros sexuales para al menos un año; pastillas de viagra, condones...lubricantes, juguetes sexuales; aceites de masaje, calientaburras y ropas de disfraces tanto de mi talla como la de mi madre.

Ahora que recuerdo lo vimos hurgando en nuestra basura varias veces, pensamos que simplemente había pasado mucha hambre en sus tiempos; de cuando la guerra y eso, pero ahora encaja todo. Subo para hablar con el, esto no puede ser; yo tengo 18 años, el cerca de 60.

Pero cuando subo no está, esta afuera pegando tiros; por lo que puedo escuchar, veremos como sale esto. Parece que el viejo no está loco, lo tenía todo planeado; nos quiere a ambas, si esta mi madre todo será más fácil para mí.