La plaga introducción 4

Enzo el típico macarra antisistema, se ve envuelto en una plaga; al principio decide observar a parte, pero algo lo hace cambiar de repente...a pesar de estar ebrio y drogado, decide proteger dos vidas que nada tienen que ver con él; incluso mata por ello y es que cuando no tienes nada, nada eres...

La plaga

Prologo Enzo

Mi día a día es ir a la plaza tortuga, protestar a quien me quiera escuchar sobre el sistema político, el capitalismo; las marionetas del gobierno llamadas comúnmente policías o ejercito, y decirles que prefiero robar antes que trabajar para llenar sus arcas. A veces se junta más peña como yo y hacemos un poco de ruido, otras se me acerca alguna muchacha para preguntarme que hago en el mismo lugar cada dia y porque mis pintas; soy bastante alternativo vistiendo así que no me sorprende, alguna vez he ligado pero no creo en las novias o parejas...creo que dos personas comparten su tiempo o cuerpo, cuando deciden hacerlo; tengo una muchacha que se considera mi novia, pero no lo es.

Hoy empieza siendo un día más, empiezo el día bebiendo en la plaza; insultó a todos los pitufos que pasan por allí, pero los policías no se enteran de ello o acabaría en el calabozo no hacen nada por el pueblo pero malas pulgas si tienen.

La placa les da valor parece, veo a una familia pasar por mi lado; mientras bebo birra y fumo un porro, el tipo me mira con mala cara pero no dice nada. Al segundo después, algo explotaa lo lejos y una niebla roja aparece de la nada en el horizonte; en un principio lejos de aquí pero se expande casi hasta llegar a la plaza, todos nos quedamos mirando sorprendidos.

Unas señoras mayores que bajaron de un bus, los del autobus; el del puesto de chucherías, unos muchachos que le estaban comprando...el del kiosco de autobuses, la familia y yo. La niebla va desapareciendo paulatinamente, pero deja a su paso un sin fin de accidentes en la carretera cercana; también salen figuras de los coches vomitando sangre, nadie reaccionan y es que nadie sabe que cojones hacer, algunos llaman a emergencias o a la policía.

Los miro con asco, gente se acerca a ayudar a los accidentados y la gente los muerde, el pánico se empieza a adueñar de la gente; las señoras mayores que bajaron del bus son atacadas por estos también, la familia empieza a huir pero el carro se traba en el suelo en una rendija y el bebé atrae la atención de los que vomitan sangre. El padre que se da cuenta retrocede y le dice a su mujer que huya.

  • huye, yo los detendré mientras que llega la ayuda.

La mujer no quiere pero llorando agarra a su bebé y sale huyendo despavorida con el, le doy una calada al porro; el marido forcejea con uno, patea a otro y le da un cabezazo a otro...no hay duda que el tipo se desenvuelve bien, le doy un trago a la birra.

  • tío, das asco; ¿es que no piensas hacer nada?

Al mirar me veo a mi mismo delante de mi y parezco indignado conmigo mismo.

Observo el porro.

  • ¡¿que karajos lleva esto?!

  • mueve el puto culo y ayúda.

  • ¿para qué el tipo está perdido?

  • ella lleva un puto bebé, está sola; vamos, ayudala.

  • ¿ayudarla, para que?

  • ¡corre!

Cuando observo la escena, saltó del banco a lo justo; para evitar que uno me coja y por acto reflejo le estampó la litro en la cabeza, niego con la cabeza.

  • mierda eso no se hace, todavía tenía el culo.

Mientras corro lo que mi cuerpo ebrio y drogado me permite intento ver al valiente caído, pero esta rodeado por ellos y es imposible verle; a ella tampoco la veo, pero si escucho el llanto del bebé y como 4 seres van tras ella.

Agarro un paraguas roto de una papelera.

  • ¿crees que eso te servirá?

  • ¡tío, deja de aparecerte me asustas y me distraes!

  • deja de beber y drogarte, ayudala; vamos.

  • no eres nadie para darme órdenes, esfúmate.

Cuando vuelvo en mi, veo que uno se cruza con chicas y se tira encima de estas a morderlas.

  • esto es una locura, ¿me estoy volviendo loco?

Le doy un paraguazo al tipo en la cabeza por detrás y eso les da tiempo a ellas a huir, excepto a una que es devorada por este.

  • los detiene pero no los mata, mala pata no tener otra cosa.

La chica consigue entrar en un portal que está abierto, jadeando por el tabaco llego; ambos están distraídos intentando entrar, mientras el bebé llora y los pone histéricos.

Cuando recupero el resollo, le doy un paraguazo a cada uno; luego en el suelo me hincho de darles palos a ambos, parto el paraguas pero los mato.

  • ¿hola? ¿Alfonso?

  • hola, soy Enzo; vi todo en la plaza de las tortugas y he venido a ayudarte, pero me quedado sin arma ¿puedes abrirme, por favor?

Ella me abre y se asusta al verme.

  • ¡¡ah!! ¡eres el macarra borracho y drogata!

  • no la asustes - dice mi yo que aparece y desaparece.

  • bebo y me drogo, pero te salvado; no soy mala gente.

Ella se queda en silencio observandome, cuando uno de los que se perdió nos encuentra.

  • ¡deprisa! - dice mi otro yo.

  • déjame entrar o te quedarás sola.

  • vale, entra; pero no nos hagas daño, por favor.

Nada más entrar cierro la puerta y el tipo lleno de sangre la golpea sin piedad.

  • te presento a tu nuevo hijo y al amor de tu vida, de nada. - dice mi otro yo antes de esfumarse.

  • Silvia.

  • encantado, Enzo.

  • si, ya me lo has dicho

  • lo siento, estoy nervioso.

Ella asiente en señal de que lo comprende, mientras trata de callar al bebe; luego se une el cuarto que dejamos atrás a golpear a la puerta, ambos estamos intranquilos.

  • ¿cómo se llama el llorón?

  • no es llorón esta asustada, es una niña se llama Lucia.

  • bonito nombre.

  • eh, gracias.

  • vamos a subir, no nos beneficia en nada estar pegados a la puerta; el llanto de la mocosa los atrae, ahí hay unas escaleras.

  • ¿y si hay otros aquí dentro?

  • imposible, ya estarían aquí.

  • ...

  • mira estas asustada lo entiendo, yo también lo estoy; pero yo os protegeré si hay alguno aquí dentro.

  • ¿por qué?

  • ... no lo se, porque si; porque ya lo hice.

  • ...

Ella no dice nada pero asiente, voy caminando hasta las escaleras; me pongo los puños americanos por si acaso, ella me observa con detalle y mira hacia arriba asustada.

  • ¿crees que eso será suficiente?

  • posiblemente no, pero tendrá que bastar hasta que encontremos otra cosa.

  • ...espero que baste.

  • ...yo haré...que baste.

Sonrio o hago una mueca parecida a una sonrisa y ella me sonríe de vuelta, aunque es más una mueca llena de preocupación; que lo que pretende ser.

El bebé ya apenas hace ruido, aunque protesta a veces; ella está alerta lo observa todo, por mi parte niego con la cabeza.

  • ¿qué te pasa?

Lo miro mal, sabe que estando ella no le puedo contestar o pensará que estoy loco y huirá de mi.

  • ¿me odias por meterte en esto? ¿es así, verdad?

Le hago un churro cuidando que ella no me vea.

  • creeme, ibas a dejarte morir en esa plaza; salga como salga esto, estas en tiempo de descuento y saldrá mejor que si te hubieras quedado allí.

  • ¿¡quien anda ahi!? - dice un hombre mayor con el palo de la escoba en la mano.

  • disculpe, venimos de fuera que hay

  • ¿qué le vas a decir que hay canivales? - me interroga mi otro yo con cara de incrédulo.

  • hay una manifestación violenta, hemos tenido que dejar el carro detrás; gracias a eso y a que estaba la puerta abierta, hemos podido salvarnos.

El tipo me observa, la observa a ella y baja el arma.

  • esta bien, quedaros hasta que pase; pero no molesteis a nadie.

  • gracias señor, que dios se lo pagué.

El sonríe y yo la miro a disgusto, subimos un piso más y nos quedamos en la escalera del entrepiso.

  • gracias por inventar esa historia.

  • de nada.

Saco un cigarro por favor no fumes.

La miro mal pero lo guardo.

  • eso es buen padre - me felicita mi otro yo.

  • gracias

  • no hay de que

  • ¿puedes darte la vuelta?

  • ¿eh, para que?

  • esta quejandose porque tiene hambre, si no la alimento ahora; empezará a berrear y entonces, esa gente entrara.

  • entiendo, hazlo; voy a bajar a fumar.

Bajo al patio miro el cielo, las nubes blancas rodeadas de nubes rojas; niego con la cabeza, debería irme no hago nada aquí con ella pero no puedo dejarla a su suerte así tal cual.

  • la segunda puerta está abierta, y no hay nadie en casa.

  • ¿eh?

  • ve a la segunda puerta ya.

Mi otro yo se esfuma de nuevo, empiezo a pensar que la nube me llego de algún modo y que me voy a convertir en una de esas cosas; eso o la droga que me tome no es muy normal, entro en la casa y compruebo con cuidado que esta vacía.

Una vez que me doy cuenta que lo está...la voy a buscar, aún esta dándole el pecho a Lucía

  • ¿hermoso eh? - dice mi otro yo

  • tsk - protesto.

  • ¡ah!

  • lo siento, solo quería decirte que vengas a la segunda puerta; que la casa está abierta y vacía.

  • ¿y su dueño?

  • no lo se, hasta que el propietario vuelva; si es que vuelve, la usaremos nosotros.

  • espera, voy contigo.

  • vamos, hasta que estemos dentro; no puedo relajarme.

Tras eso, entramos; mientras esperamos como sigue la cosa, si se relaja fuera o viene ayuda o que vamos a hacer nosotros.