La plaga Capítulo 4: El dueño de la casa

Enzo y Silvia empiezan a ponerse cómodos en una casa que no es suya, pero ambos lo han olvidado por la situación tan estresante que ambos viven; ¿la doble imagen de Enzo por qué aparece? Si el dueño de la casa vuelve ¿qué va a pasar con ellos?

La plaga capítulo 4

El dueño de la casa

Entramos me aseguro de cerrar puertas y ventanas, ella se mete en el baño con el bebé.

  • no entres voy a terminar de darle el pecho

  • de acuerdo, oído cocina.

Ella hace el amago de una sonrisa y yo sonrio también, miro por las ventanas hay 3 que dan a la calle; en la primera muestra grupos de gente rodeadas por esos seres e intentando defenderse de ellos para no ser devorados, pero con poca suerte la verdad.

En la segunda una muchacha huyendole a uno, esquiva a otro; luego a otro, por último desaparece de la vista pero la escucho gritar y supongo que terminaron atrapandola. Por tercero, veo que hay un par de ellos golpeando la entrada; llevan hay más de una hora, son persistentes y si nada los distrae tarde o temprano entrarán.

  • todo esta jodido, ¿eh? - pregunta mi imagen.

Agarro el móvil lo pongo en modo avión.

  • pero jodido.

  • inteligente, si no te drogaras y bebieras lo serias más.

  • ¿qué puedo hacer ahora?

  • toca esperar

  • ¿piensas que esto va a mejorar?

  • no, va a empeorar; pero, es mejor que no te pille el proceso en la calle.

  • si, tienes razón.

  • ¿con quién hablas?

  • con mi primo Maik

  • ¿ahora soy el primo maik? ¿Tenemos un primo maik?

  • bueno, primo Maik; hablamos luego.

Pongo el móvil con normalidad

  • ¿y qué dice tu primo?

  • que el se ha salvado, pero que la cosa está jodida y que será mejor que nos quedemos aquí un tiempo.

  • voy a avisar a mi novio de donde estoy, ¿puedes ocuparte de ella?

  • lo intentaré.

Ella me mira con cierta desconfianza, me siento junto a la bebe; ella me mira y yo la miro, entonces estira sus manitas hacia mi y yo le acerco un dedo. Ella la aprieta con fuerza.

  • Hola Lucy

  • Hola - repito.

  • ¿te gusta el bebé? Por tu forma de pensar nunca tendrás uno.

Lo miro mal y sigo haciéndole monerias al bebé.

  • aunque si te ganas a la madre y el padre ha muerto, el bebé podría ser tuyo.

  • ... - suspiro

Al poco vuelve ella y mira la escena enternecida.

  • ¿te gustan los bebés, eres padre; tío o algo?

  • no lo soy, no sabía que me gustaban...

  • hasta ahora ¿verdad? - rie divertida.

Asiento con cara rara.

  • ¿por qué pones esa cara?

  • no se, me siento raro.

Ella vuelve a reír.

  • ¿quieres cogerla?

  • no, que se me puede caer.

  • estas sentado en el sofá, solo agarra su cabeza y rodea su cuerpo; si se cae de este, caerá en blando.

Asiento y la agarro temblon, creo que ha sido lo más bonito de mi vida; lastima que el bebé no sea mío, y la mujer tampoco.

  • ¿quieres comer algo?

  • si, ahora voy.

  • no, quédate con ella; yo cocinaré.

  • como quieras.

Cuando la empiezo a mecer se va quedando dormida.

  • ¿has visto lo que te ha conseguido el tío Maik?

  • ... - lo miro en silencio.

  • sigueme haciendo caso y sobrevivireis los 4

Me pongo a contar, asintiendo y hago el gesto de que somos 3.

  • sois 4, yo no fallo nunca.

Niego con la cabeza, insisto en que somos 3.

  • Silvia viene con sorpresa y créeme, si me obedeces; los 3 serán tuyos.

Suspiro y niego con la cabeza.

Al poco ella viene con la comida y huele que alimenta.

  • deja a Lucia en el sofá bien metida para dentro.

Me siento en la mesa tras hacerlo.

  • ¿por qué me estás enseñando?

  • mi novio no da señales de vida, no se si yo sobrevivire a esto; pero tu tienes un Ángel que te cuida, matas para sobrevivir.

  • no muñeca, tiene al tito Maik.

  • yo te enseñaré a sobrevivir a ti, si me dejas.

Ella sonríe.

  • enseñame.

  • es sencillo agarras un palo o un cuchillo, apuntas a la cabeza y golpea hasta que deje de moverse; son sádicos que quieren comerte, pero no son inteligentes...usa la cabeza, me refiero a pensar; no creo sea buena idea darles un cabezazo, aunque en emergencias puede que funcione.

Ella se ríe

  • todo un experto - dice mi otro yo

  • esperaba que me enseñaras en la práctica.

  • terminemos de comer, que jamás he comido así en toda mi vida.

Ella sonríe orgullosa y comemos en silencio.

  • Enzo, ¿crees en el destino?

  • suelo pensar que no

  • ¿y no crees que estamos aquí por una razón?

  • si

  • ¿por cuál?

  • un Ángel me envió a cuidarte.

  • ¿por qué piensas eso?

  • vi la escena en primera plana, decidí actuar; cuando normalmente no haría nada, así que demasiado atípico para que sea simplemente el destino.

Ella sonríe.

  • gracias por salvarme

  • he de admitir, que el querer salvarte me ha salvado; así que gracias a ti.

  • ¿y eso?

  • sino hubiera echo nada, me hubieran atrapado.

Ella sonríe.

Cuando terminamos de comer.

  • bueno, dime que hago.

  • finjamos que yo soy uno de ellos y que entro por la puerta, tu finje tener un palo o un cuchillo; lo que prefieras, ella asiente y me mira muy atenta.

Hago como que entro, rujo en silencio; salgo corriendo hacia ella, la veo paralizada y le muerdo el cuello abrazandola.

  • muerta.

  • lo siento, me paralice.

  • voy a repetir lo mismo, esta vez intenta actuar.

  • s-si, l-lo voy a intentar.

Vuelvo a repetir lo mismo y me clava el cuchillo imaginario cuando ya la he mordido.

  • vas bien, pero recuerda; el objetivo es que no te muerdan, si estás herida morirás.

  • vale, ahora lo haré mejor.

Ella está vez me clava el cuchillo a tiempo, pero me tropiezo y me caigo sobre ella

  • bien, muy bien.

  • ¿qué hago si uno se me tira así, encima?

  • jalón de pelo y cuchillo en la cabeza.

  • ¿asi?

  • si asi.

  • oye, ¿te has empalmado?

  • ¿qué? No, yo; perdona, es que.

  • no importa.

La niña comienza a llorar, la ayudo a levantarse; ella va a atenderla.

  • voy a mirar cuantas provisiones tenemos en la cocina y a fregar.

Ella asiente y voy a la cocina conmigo mismo, que ya viene a molestarme otra vez.

  • muy bien vas bien, ella ha notado que eres un hombre y que te gusta; chau friendzone.

Niego con la cabeza.

  • muy buena la empalmada, me lo apunto.

El sigue con sus burlas mientras cuento las provisiones.

Perecedero: 10

No perecedero: 30

Latas: 6

Agua: 30

Vino: 4

Cerveza: 12

En ese momento suenan las llaves de la casa, cojo el cuchillo jamonero y le paso a ella el de huesos; el segundo más grande que hay, ella se queda delante como hablamos y yo me pongo tras la puerta.

  • ¿¡que diablos hacéis en mi casa!?

Pregunta una voz varonil.