La pijita

Tanto nos calentaba al pasar a diario que tuvo su merecido.

Ver correr a esa putita calle abajo nos excitaba bastante. En un gesto de terror y a la vez erótico saco sus zapatitos de tacón y corrió descalza huyendo de nosotros tres. Pero ella no tenía ni idea de lo que le esperaba a la vuelta de la esquina. Nuestros colegas Marcos, Ezequiel y Pedro habían preparado ya la furgoneta...

Justo al doblar la esquina esa pijita de pies descalzos y ropita de marca se calló de culo al suelo del guantazo que le soltó Ezequiel. - Ni una puta palabra (le dijo Pedro). Nosotros corrimos hacia la esquina y entre los tres la metimos en la furgoneta mientras la zorra no paraba de pegar patadas y quejarse. Para callar sus gritos a mí no se me ocurrió otra cosa que romper sus bragas y metérselas en su boca

Al instante sonó su teléfono móvil. ¿Es tu novio? le dije yo. Ella asintió con la cabeza entre lágrimas. ¿Quieres darle un besito? Le dijo Ezequiel. Pues se lo vas a dar con los labios del coño - le dije yo. Y acto seguido mientras el teléfono seguía sonando Pedro y Marcos la abrieron de patas y me encargué de meterle su Nokia último modelo en el fondo del coño.

Joder, la muy zorra estaba húmeda pero creo que era porque se había meado del miedo. Mientras su teléfono seguía sonando y vibrando en el interior de su vagina ella daba pataditas temblorosas con los pies y su cabeza se movía nerviosa, como electrocutada, con los ojos bien abiertos.

Al fin llegamos a aquella casa abandonada. La sacamos como pudimos de la furgoneta. La empezamos a abofetear y amenazarla. Si no colaboraba era pija muerta. Al final ella entre sollozos se dejó hacer. Yo fui el primer valiente que probó la fidelidad de esa zorra pija. Pero como no me fiaba del todo pedí ayuda a Pedro. Pedro acerco su cuchillo a la garganta de la pija. Yo bajé mis pantalones y le dije... a ver zorra, confio en que no me muerdas, jajá jajá, venga puta... chupa.

El culito de esa zorra era de escándalo. Mientras sentí sus primeras lamidas en el borde de mi capullo, Ezequiel ensalivó su culo morenito y le empezó a introducir esos dedos de bruto que tiene.

El bruto de Ezequiel le introdujo tres dedos a lo que ella grito con desespero y claro... aproveché su boquita abierta para meterle un pollazo de 22 centímetros hasta el fondo de su garganta. La agarré de los pelos y empecé a sacudir su cabeza contra mi vientre.

La chica debería tener unos veintipico años pero tenía una carita de quinceañera. Y era un placer ver sus ojos apretados, sus lágrimas resbalando por su mejillas, sus mofletes hincharse a cada embestida y ver como de su labio chorreaba saliva que ya me mojaba las piernas.

Mientras con una mano le agarré fuerte del pelo para seguir machacando su cabeza con la otra recogí las babas que colgaban de su barbilla y le bronceé la cara con su propia saliva.

Me miró a los ojos por un momento y no se si fui yo o qué... pero me pareció que en el fondo le gustaba. Creo que Ezequiel se dio cuenta porque sacó sus dedos del culo de esa zorra y se empezó a masturbar mientras se acercaba a su cara.

Ezequiel tenía un problema físico. Su pene era sobrenatural, un día nos dijo que le medía 30 centímetros y que por eso tenía problemas con las mujeres. Pues ahora el problema era el de esta pijita. ¿Tendría su garganta suficiente profundidad para una polla tan descomunal?

Ezequiel estira del pelo a la pijita obligándola a mirar al cielo y acto seguido palmea su enorme polla sobre su cara angelical.

la pijita solo pensaba en que aquello acabase rápido entre lagrimas y sollozos. Ezequiel le dijo: -por que lloras zorrita? Ella no sabia que decir y mientras Ezequiel introducía su descomunal pene en su boca le volvía a hacer una y otra vez la pregunta. -¿por qué lloras zorrita? Y la polla se metía más adentro en su garganta...

La violación bucal de aquella pijita empezó a dar sus resultados. Un buen chorro de babas le colgaba de la barbilla. Marcos estaba esperando ese momento impaciente. Recogió la saliva en su mano para lubricar el delicado coño de aquella pija. Un coño que por cierto estaba rasurado a la perfección. Marcos le dijo: -¿sabes lo que es un fisting?

Ezequiel sacó sus largos centímetros de polla de la boca de la pija y le dijo -venga nena, ¿sabes lo que es un fisting?

Como era de prever aquella pijita era tan zorra como vacía de inteligencia. Entre lagrimitas y tartamudeos se limito a decir: -No... no lo se..ee no lo se

Ezequiel se agachó para explicárselo cara a cara... - Mira nena, un fisting... un fisting... Oye Marcos no sé explicarme bien. Mejor que se lo demuestres no?

Marcos se rió y empezó a mojar de babas el coñito de la pija. Suavemente le introdujo un dedo, y luego otro más. La pija no pudo evitar mostrar un gesto de placer. Ezequiel dijo- Joder tíos, que le gusta el fisting...

La pobre idiota no tenía ni idea de que un fisting no eran exactamente unos deditos...

No hubo más palabras. Se hizo un silencio en la habitación. Marcos estaba apunto de explicarle lo que era un fisting a esa pija, pero llevándolo a la practica. Unió sus dedos en una piña. Preparó la entrada del coño apuntalando sus dedos en el centro del orificio. El momento fatídico estaba apunto de producirse. Ezequiel besó cariñosamente los labios de la pija que le miraba desconcertada. Ezequiel lo recuerda todo como en cámara lenta. Los ojos de la pijita se salieron de órbita, abrió la boca queriendo gritar pero su garganta solo emitió un tímido quejido. Era tanto su dolor que no podía ni gritar. En la habitación se oía el puño metiendose entre sus carnes y el descojone de todos riéndose. Las patitas de aquella zorra temblaban como tiembla una lagartija decapitada y pronto sus gritos empezaron a tomar volumen arañaba el suelo la muy perra con la mirada perdida y temblando como una yonki con un mono de 2 semanas. Nuestros colegas disfrutaban mirando como el puño de Marcos se deslizaba dentro de aquel coño perfectamente rasuradito otros dos se descojonaban partiéndose el pecho en el suelo y ella seguía con su mirada perdida atontada y desvalida dos que se reían al verla así dijeron: -a esta tía hay que reanimarla tíos... no se les ocurrió otra cosa que ponerse a mearla en la cara. Era una delicia ver aquella carita de bollicao inmersa en un baño de pis mientras su coño estaba recibiendo la penetración más brusca y violenta de su vida.

Ezequiel siguió con el mete y saca de la descomunal polla en la boca de la pijita, mientras Marcos seguía introduciendo su mano en el interior de la chica, yo me moría por darla por el culo ahora que ya estaba bien abierto, pero la chica aun no respondía y con eso todo nosotros seguimos forzándola.

La teníamos delante de nosotros allí toda meada por nosotros llena de semen en su cuerpo y aun así daba morbo la jodida pijita, tantas veces había pasado por nuestro lado provocándonos con sus minis de escándalo y nosotros mirándola y ahora era nuestra. Seguro que se la iban a acabar las ganas de seguir provocando a los hombres al pasar.

Marcos nos dijo a todos chicos vamos a tomar unas cervezas y dejémosla ahí descansando que tiene que estar preparada para la siguiente ronda, sin decir ninguna palabra mas se agacho y cojiendo una lata de cerveza la introdujo en el coñito de la pijita la cual dio un respingo. Y salimos.

Lo que ocurrio en la segunda ronda es algo que os contare en el proximo relato, buenos lectores aquí os dejo otro relato mio de esos que tanto os gustan. Un beso caliente de vuestra zorra mas fiel.