La perrita quería chupar verga

La perrita quiere chupar verga, pero a su amo no le apetece, tendrá que esforzarse.

Estaba colocadita de rodillas entre mis piernas, yo sentado en el sofá, su cabecita rubia y de  grandes ojos verdes me miraba con la lengua fuera esperando que la hiciera caso mientras veía la tele.

Se debió de cansar de esperara a que la hiciera caso y se agacho hasta hundir su cara en mi paquete, comenzó a restregarse.  Seguí viendo la tele sin hacerla mucho caso ya que me estaba encantando como intentaba que la hiciera caso, aunque tenía el pene a reventar debido a que había pasado de restregarse a lamerlo pegadita con la cara completamente. Podía sentir perfectamente a través de mi chándal y mi calzoncillo como restregaba el largo de mi pene contra con su cara moviéndola de arriba a abajo mientras dejaba un rastro de saliva.

-Amooo….- Rogaba sollozante – Mi boca de perrita necesita esta verga tuya, permíteme comerla mi señor, déjeme sin correrme hoy si quiere pero por favor necesito lamerle.

Consiguió que la hiciera caso. Agarre su melena como una coleta, cerca de su coronilla, con la otra mano agarre su mandíbula y la hice que me mirará. Me miraba como un niño mira para que le compren lo que quiere, sus ojitos estaban pesarosos por no tener mi poya incrustada en su garganta, se relamía mientras mordisqueaba  sus gordos labios rojos suplicando ensalivar mi miembro.  Metí un dedo en su boca que empezó  a succionar

-¿Asique la perrita hoy quiere comer polla? Pues a mí no sé si me apetece fíjate pero me ha gustado lo servicial que te estás haciendo podría ser un premio si eres una perrita complaciente y obediente hoy ¿Qué te parece?

Se la ilumino la cara de alegría. Retire mi dedo de su boca para dejarla hablar.

-Gracias mi amo. Haré que disfrute como usted quiera, para eso está aquí su perrita, para complacer sus deseos. Hace unos días que mi culo no tiene el placer de  que me lo revientes amo ¿Quieres? O mejor le adoro los pies mientras termina de ver la serie.

La di un tortazo para que se callara. Se quedo con cara de animalito asustado y los ojos vidriosos, sabía que lo hacía a propósito y eso me ponía más caliente. Aun seguía sujetando la cabeza de mi putita un poco por encima de mi erecto pene, con un gesto la señale que me quitara la ropa dejando mi miembro enfrente de su cara (mi polla la llega a ella de la barbilla a la mitad de la frente y es anchita), relamiéndose como una buena perrita que es. Tiré de su pelo hasta poner su carita a la izquierda de mi miembro bien pegadita para que sintiera el calor que emanaba de ella.

-No voy a usar tu boquita aun, ni se te ocurra abrir si quiera la boca para intentar lamerla. Vamos a jugar a un juego, yo me voy a pajear a esta distancia de tu cara y tú me vas a convencer de que te la meta, tienes que hacerlo para antes de que me corra o no la mamaras hasta la noche.

Como me gustaba que se arrastrar y lo bien que lo hacía. Comencé a bombear mi manguera.

-Mi señor gracias por dejar a esta puta viciosa sentir el calor de su gloriosa poya, sé que no soy digna de estar a su servicio y aun así me esfuerzo por ser el objeto sexual que tengo que ser. Me encanta tener el  privilegio de ser su puta y poder sentirme humillada y usada por usted amo, disfruto cada tortazo que usted me pega, cada meada que me permite beber, cada vez que revienta mis agujeros, cada vez que tengo que suplicar por besar sus pies al entrar, cada vez que se sienta en mi cara y me permite adorar su delicioso ano mientras juega con su pene en mis tetas, por eso por favor le ruego que reviente hoy la boca de esta puta lamepoyas.

-Shhh. Seguro que tienes la boca llena de babas de relamerte, échalas en mi mano y cállate.

Echó una gran cantidad de babas que de un topetazo restregué por toda su cara y de un tirón del  la coleta que no la soltaba la tumbé en el sofá. Me senté sobre su pecho dejando mi verga delante de su cara y comencé a escupirla en la cara mientras me seguía pajeando viendo como la perrita disfrutaba de la humillación.

-Ummm, si, gracias mi señor, mi cara necesitaba de este baño hidratante, por favor siga lléneme de sus escupitajos.

Abría la boca y sacaba la lengua para ver si podía recibir un poco. Yo estaba a punto de reventar, pero quería darle más guerra a la perrita. Me eche hacia adelante y deje mi ano encima de su boca, como haciéndola un mortadelo.

-Perrita abre la boca, chupa el culo de tu amo, pero chúpalo como la perrita que eres con devoción.

La perrita sabía bien como lamer el ano de su amo, comenzaba dando lamidas de abajo a arriba y jugueteaba con la punta de su lengua en el centro del ojo, pero no podía resistir lo mucho que la encantaba y pronto comenzó a succionar, besar, restregar e intentar meter la lengua lo más que podía. Pronto note muy humedecido mi culo.

Antes de levantarme de mi posición como sabia lo mucho que la gustaba que la humillara me tire un par de sonoros pedos, lo que provocó que chupara mi ano con mayor fervor. Me levanté la agarré del pelo y la tire al suelo, se recompuso y busco mis pies rápidamente para besarlos y lamerlos mientras daba gracias por haberla tirado unos pedos en su boca de perrita.

Me volví a sentar en el sofá y la volví a agarrar del pelo para traer su cara delante de la mía.

-Te estás portando muy bien asique creo que sí que te voy a dar de comer esta polla, pero antes quiero que sigas mis instrucciones. Sé un buen juguetito y diviérteme date tortazos mientras me dices lo guarra que eres.

-Amo gracias por permitir a este- Plaf – contenedor de su semen ahogarse en- Plaf –su poya, voy a tragar su poya como la guarra de mierda que soy- Plaf.

-Agarra mi pene por la base con las dos manos y restriégatelo por la cara.

Seguía degradándose con insultos mientras agarraba mi pene y frotaba por toda su cara enérgicamente, como si la fuera la vida en ello. Yo la escupía a la cara de vez en cuando para que tuviera algo que restregarse por la cara, comenzó a darse a sí misma entre restregón y restregón.

-Ya puedes comerte mi poya ¿Ves como cuando eres una buena puta tienes recompensas? Eso sí, como dejes de mirarme a los ojos mientras engulles se acabo tu premio.

Como tenia la base de mi pene a la altura de la boca en ese momento, comenzó a restregar su boquita abierta de par en par con la lengua fuera por allí, pero no paraba de recorrer el largo de mi polla con la cara de lado para que el ancho entrara entre sus labios. Me miraba contenta y se la notaba que disfrutaba como la buena puta que es, cuando se llevaba la polla al capullo agarraba la base para darse golpes en la boca, cuando estaba en la base estimulaba mi capullo con sus dedos.

Pasó al frente de la verga y se la introdujo hasta donde la entraba con la boca bien abierta, que era un poco más de la mitad, se apretaba a si misma por intentar abarcar más aun cuando no era posible, se lanzaba violentamente de atrás a delante en un afán por introducírsela más. Entre arcada y arcada escupía copiosas babas sobre mi polla y se la restregaba por la cara.

Estuvo así más de media hora, ahogándose y siendo la puta perra que es, el juguete sexual que solo vive para complacer a su amo.

Cuando ya no pude más me corrí en su cara y la mande a hacer la cena con la cara inundada. Ella se fue tan contenta dándome las gracias.