La perra de Thor
Quería convertirse en una perfecta ninfómana, compró películas, vibradores, pero su cuerpo quería más. Se le ocurrió que su San Bernardo se podría convertir en su gran semental.
Hola me llamo Elsa P. y tengo 66 años, soy divorciada desde hace 10, vivo sola y sinceramente, estoy como un tren.
Mi descripción física es la de una señora madura como tantas otras, y me conservo bien para mi edad, de echo todos me dicen que no los aparento. Tengo unos pechos enormes y un culo impresionante, trabaje de funcionaria y cuando me jubile coloque una conexión a Internet en mi casa para poder estar al tanto de las nuevas tecnologías.
Con mi ordenador comencé a recorrer la red buscando contenidos para gente de mi edad, pero un día descubrí paginas donde las señoras de mi edad se desnudan y follan como locas, dado que mi sexualidad en los últimos años estaba reducida a masturbaciones semanales en un primer momento me pareció una cerdada. Pero en la actualidad he descubierto que soy una perra muy canina.
Decidida a compartir con otras mujeres mis experiencias, deseo que esta carta sea de presentación, y en sucesivas entregas contare como fueron mis inicios, pero os diré que la mejor polla que ha entrado en mi culo ha sido la de mi san bernardo de cinco años, y me encanta quedar enganchada a el. Culo contra culo.
Me gustaría mantener correspondencia e-mail con gente de las mismas características, y por eso me he decidido a contar mi experiencia.
Me defino como madura zoofilia Todo comenzó cuando por casualidad descubrí una página web donde señoras maduras enseñaban su cuerpo, y se comían y se dejaban penetrar por enormes miembros viriles de jovencitos o viejos de su edad. Me llamo Elsa tengo como ya dije cuando me presente 66 años y llevo 10 años divorciada de mi marido.
La visión de esas señoras como yo me resulto una cerdada, pero al día siguiente volví a visitarla de forma sucesiva, hasta que un día comencé a masturbarme viendo a esas señoras de mi edad comiendo enormes pollas.
Para describirme diré que tengo unos pechos enormes de esos que a muchos jovencitos les gustaría chupar hasta quedar rendidos, además mi culo es enorme y voluptuoso y mis piernas aunque gordas son interminables, tanto en lo ancho como en longitud.
Me descubrí a mi misma.
Nunca había tenido fantasías sexuales y me consideraba de la vieja escuela, pero en la actualidad me considero una pervertida, sana pero una pervertida sexual.
Comencé a recoger información sobre el tema, compre películas de señoras maduras por correo, vibradores y todo tipo de instrumentos sexuales que una ninfomana necesite.
Me masturbaba, me meaba en las bragas y después me penetraba con los aparatos, pero nada de eso me satisfacía, así que comencé a insinuarme en las fiestas de amigas a conocidos pero no acababa de sentirme cómoda, no me apetecía compartir sexo con nadie, me daba demasiada vergüenza contarle a un hombre o a una mujer los pensamientos que me rondaban por la cabeza.
Por eso me justa Internet, porque desde el anonimato puedo contar como soy y que la gente me asesore y me dija lo buena que estoy. Ya os mandaré fotografías en cuanto sepa manejar el programa de retoque fotográfico, pues no se todavía como ocultar mi cara.
Un día un link me llevo a una pagina de zoofilia y me queda impresionada, y muy pronto "Thor" mi San Bernardo también. En el primer momento tuve algo de miedo, intente acariciarlo, pero el miedo a que pudiese transmitirme una enfermedad me echo para atrás, al fin y al cabo soy una vieja escrupulosa. Así que lo lleve al veterinario con la excusa de que quería aparearlo y el dueño de la hembra pedía un certificado conforme el perro estaba libre de enfermedades. Lo deje en la clínica por la mañana y lo fui a recoger por la tarde. Mi perro estaba limpio y preparado para satisfacerme.
No pude llegar a casa comencé a lamerle la boca en el ascensor y su enorme lengua lleno la mía de su saliva, entre con él en mi casa... Cuando entré no pude aguantarme mas, me tiré como una loca al miembro de mi perro y me lo metí en la boca, comencé a chupar el pelo, en aquel momento me dominaba la pasión no la experiencia, en mi vida había estado tan mojada y eso sucedió a los 66 años, mi boca comenzó a succionar hasta que su pene comenzó a ponerse duro y caliente penetraba en mi boca. Tenia la boca llena de pelos la retiró y comencé a masturbarle, hasta que todo su miembro estaba fuera, entonces lo chupe como una posesa, hasta que se corrió su semen me llenó la boca, el vestido, la alfombra, todo.
Pero mi cuerpo pedía mas, lo lleve a la habitación, me desnude y volví a chuparle la polla hasta que se le puso de locura, me puse debajo de el le ayude a que sus patas delanteras se sujetaran a mi cintura y con mi mano dirigí su polla a mi coño, arquee la espalda todo lo que pude y su polla me penetro de forma frenética.
Era algo increíble, me estaba follando como un loco sus uñas se clavaban en mi carne y me golpeaba con violencia, entonces sentí como algo crecía dentro de mi vagina que le impedía retirar su polla en cada sacudida, mis orgasmos comenzaron a ser más fuertes cada vez y más increíbles, hasta que se corrió. Una sensación de plenitud dentro de mí que no había sentido nunca, yo estaba desfallecida y enganchada, no conseguí retirar su enorme polla de vagina, entonces me relaje y culo contra culo comencé a masturbarme para no ponerme más nerviosa, pero todavía conseguí otro orgasmo, de pronto el se soltó y comenzó a lamerse el pollon de san bernardo que tiene y en un ultimo arrebato le ayude. Su lengua y la mía se mezclaron en torno a su polla.
No recuerdo mas de aquella noche que me eche a dormir, a la mañana siguiente me levante con dolores por todas partes, tenia moratones y arañazos, pero me sentía como nunca.
Desde ese día soy la perra de Thor, un semental canino para mí de 90 kilos.