La perra de Fausto

Comienzo desde que lo conocí, hace casi un año, una noche cualquiera a través de una página de contactos. Me llamo la atención desde un primer momento, algo en él.

Soy la perra de Fausto, estoy dispuesta solo para el uso de mi AMO, MI SEÑOR.

Comienzo desde que lo conocí, hace casi un año, una noche cualquiera a través de una página de contactos. Me llamo la atención desde un primer momento, algo en él, en su forma de ser, me impedía rechazarlo, ignorarlo. Yo a pesar de tener inclinaciones sumisas prefiero llamarlo así y muchas fantasías nunca me había atrevido a sacarlos, hasta que me decidí entrar en una página de internet especializada en este tipo de contactos.

El con mucha experiencia y sabiduría ha sacado de mi mis sueños y fantasías mas profundas haciendo realidad cada una de ellas.

Ahora soy su esclava, adoro a mi AMO, pero en este relato voy a contarles como me prostituí por orden de mi AMO.

Un buen día mi AMO, MI SEÑOR, me ordeno que me prostituyera, me aterrorice, trate de hacer miles de cosas, para distraerlo, para que el olvidara su orden, pero todo fue en vano.

El con su infinita paciencia me recordaba que tenía algo pendiente por hacer.

Pues un buen día, me presente, en un bar no muy elegante, vestida muy sexy y provocativa, me senté en la barra, claro inmediatamente surgió no uno sino dos hombres, de aspecto burdo, ordinarios, uno moreno y el otro muy blanco con canas, los cuales comenzaron hablarme, a brindarme tragos, y mientras hablábamos yo me insinuaba cada vez más, Los dos hombres estaban sentados uno a mi izquierda y el otro a mi derecha con sus manos sobre cada uno de mis muslos, las cuales subían y bajaban, desde la rodilla hasta casi finalizar los muslos. En ese momento me decidí y les dije puedo atenderlos a los dos por un buen precio. Pero quiero el dinero por adelantado ellos inmediatamente colocaron dinero sobre la barra en la que estábamos y cada uno me tomo por una pierna abriéndome, sus dos manos se encontraban cuando acariciaban mi coño. No me había percatado de que los únicos que quedamos en el bar éramos mis clientes, el que atendía la barra y yo. En ese momento casi cargada me bajar de la silla y me acostaron en una mesa, abrieron mi blusa y saltaron mis tetas con los pezones duros y erectos de tanto que habían sido frotados por los dos extraños, ambos se sacaron sus pollas y uno abrió mis piernas y me penetro sin miramientos mientras el otro introducía su polla sucia en mi boca por momento sentía unas ganas de vomitar enormes, pero me solo pensaba en mi AMO, en lo feliz que sería cuando viera y notara que su perra es muy obediente, en eso sentí como el que me follaba sacaba su polla y se corría sobre mi coño, sintiendo la leche mezclada con mis jugos bajas hasta mi culo. El otro se vino hacia a mi y me cogió follándome salvajemente, en eso veo que se aproxima el encargado de la barra y dice por el uso de las mesas debo cobrar se saca su polla y me la introduce en la boca, hundiéndola hasta mi garganta, sin darme tiempo, ni permitiendo decirle al otro hombre que no se corriera dentro de mi, al tiempo que el sacaba su inmunda polla de mi boca y se corría en mi cara y con su mano la esparcía por mis tetas.

Como pude rápidamente tome el dinero y me fui de allí, al salir había un taxi. Sintiendo un alivio inmenso de que me llevaría lejos de allí muy pronto al encuentro de mi AMO.

Cuando finalmente llegue a casa, mi AMO me recibe y me dice perra sucia , estas llena de semen hueles a puta, me ordena que me desvista, me arrodillo y levanto mi culo, para recibir unos deliciosos azotes, el me levanta me pellica los pezones, me ordena arrodillarme nuevamente y me penetra el culo enterrándome su rica polla me folla divino, me ordena correrme y lo hago al unísono con mi AMO.

Estoy tendida en el suelo, exhausta, mi AMO me levanta delicadamente me conduce al servicio, me baña delicadamente, me seca, y una vez limpia y seca; Mi AMO se sienta cómodamente en su sillón a leer y yo totalmente desnuda, tal cual le gusta a mi AMO que esté, me acurruco a sus pies, deseando que me use. Me siento feliz de ser su perra.