La perra 462

Los esfuerzos de una mujer por intentar alcanzar el puesto de secretaria particular no salen según lo tenía ella planeado desde hacia mucho tiempo.

La perra 462

En la ciudad de Nueva Jersey, hacía frío a las 5 de la mañana cuando Rossy se levantó… No había calefacción en la pequeña habitación que alquiló con otras dos chicas… El dinero era difícil de conseguir… Tenía que estar en la oficina a las 6,30 h para una sesión de fotos… En verano, nuevos ejecutivos entrarían a trabajar en la oficina de Business Healthy y la compañía les ofrecería secretarias personales… Ella quería formar parte de esa secretarias.

La gerencia de la compañía se tomaba esto en serio, por eso todos los años, se contrataba a un conocido fotógrafo de moda y las chicas que deseaban trabajar como secretarias posaban en la piscina para una sesión de fotos.

Estas fotos se enviaban a los graduados de la escuela de negocios que la compañía estaba tratando de contratar… Estos graduados tomaban sus decisiones sobre que chicas querían como secretarias… Siempre elegian a su secretaria personal una vez que decidieran entrar a trabajar con Business Healthy.

En caso que hubiera dos ejecutivos jóvenes que hubiesen elegido a la misma secretaria, se les ofrecería más opciones para que alguno de los dos pudiera cambiar de opinión.

A la edad de 39 años, Rossy ya había pasado por varias de estas sesiones de fotos... Era una gran ocasión para que las secretarias tuvieran una oportunidad de ser elegidas... Ella recordaba su decepción cuando veía en el tablón de anuncios que se quedaba fuera de ser elegida como secretaria ese año.

No obstante, la gerencia de la compañía anunciaba también varios puestos que las chicas podrían aspirar, aunque el más codiciado, por supuesto, era el de secretaria personal.

Uno de ellos era el puesto de asistenta de ventas donde una chica sería asignada a un ejecutivo de ventas que la hacía trabajar duro... Además, también salían plazas para chicas de servicio al cliente y finalmente estaban las artistas corporativas de élite.

La sesión de fotos era importante ya que el departamento de recursos humanos se sentaba con la gerencia para tomar las decisiones de promoción… Las fotos eran aportes importantes para esas decisiones.

A las chicas del grupo de secretarias, como Rossy, se les tomarían fotografías en varias poses lascivas, todas diseñadas para mostrar sus ‘ activos ’… Si lograban complacer al fotógrafo y a su ayudante, serían recompensadas ​​con tomas que mostraran mejor sus activos o con unos pequeños retoques con Photoshop que ocultarían las imperfecciones... Esa mañana, Rossy se cuidó mucho de su maquillaje y vestido.

En la pequeña habitación en la que vivía no había armario, por lo que todas las chicas tenían que guardar sus pertenencias en cajas que mantenían cerradas todo el tiempo… Rossy sacó una falda corta de cuero negro y una blusa sin espalda de color rosa.

Sabía que no tenía una cara particularmente bonita y de todos modos, a los 39 años, las líneas alrededor de sus ojos y boca comenzaban a mostrarse... Tampoco tenía grandes tetas y eso la ponía en una desventaja considerable... Pero sí tenía el estómago plano y una buena figura sexy que estaba decidida a mostrar.

Se miró en el espejo y le gustó lo que vio... Su falda corta apenas cubría su culo y su top sin mangas tenía un corte lo suficientemente bajo como para mostrar sus pechos bien formados ya que no llevaría sujetador.

Se dio la vuelta y notó que su espalda no tenía ni una onza de grasa... Tenía algunas rayas de una paliza que había recibido recientemente, pero pensó que eso era algo bueno… A los hombres siempre les gustaban las marcas en los cuerpos de las chicas.

Se dio la vuelta de nuevo y vio que la blusa sin mangas le llegaba muy por encima de las caderas y le daba más que un indicio de su estómago plano… Al no llevar mangas mostraba sus brazos, con un toque correcto de músculos… Su instructor de gimnasia era un hombre duro al que le encantaba golpear con una pequeña correa de cuero para que rindiera al máximo.

Ella comenzó a maquillar su rostro, que sabía que era su punto débil.. Aplicó cuidadosamente el brillo labial y un lápiz labial rojo oscuro en sus delgados labios sabiendo que si los mantenía abiertos un poco, podría dar una impresión de labios carnosos… Luego se aplicó cuidadosamente el rimel alrededor de los ojos para ocultar las líneas que se forman a su alrededor... Finalmente se puso sus tacones altos y salió de casa.

Eran las 6 de la mañana y ella se acurrucó de frío en la parada de autobús... Esperaba que nadie se parase a verla… Las chicas, vestidas como ella, podían ser detenidas por la policía y pedir que se probara que no era una prostituta antes de dejarla ir.

Cualquier hombre o incluso un chico de escuela podría pellizcarle el culo o meter su mano dentro de su vestido… Una bofetada arruinaría su maquillaje.

El autobús, cuando llegó, estaba vacío... Ella trató de esconderse en un rincón, para no llamar la atención pero no tuvo suerte… Un empleado de la compañía sentado en la parte delantera del autobús, ladeó un dedo y la llamó.

  • “Déjame ver como haces un poco de baile de barra, querida.''

La voz era ronca pero la orden era clara... Rossy había hecho esto en autobuses en movimiento y no corría peligro de perder el equilibrio… Se colocó como si sus muñecas estuvieran enganchadas a una barra vertical y bailó vigorosamente inclinándose y moviendo sus partes.

Sin embargo, al hombre le llamaron al móvil y éste perdió interés en ella, que siguió bailando sin parar hasta que el hombre se bajó en su parada… Se sentíó un poco deprimida por el hecho de que el hombre había perdido interés por ella muy fácilmente... Si no podía excitar a los hombres hoy, iba a pasar otro año más realizando trabajos pesados en la empresa.

Al llegar a su parada, Rossy saltó del autobús y corrió hacia la puerta de entrada… Numerosas chicas estaban haciendo fila a esta hora tan temprana.

A las 7 h. se les ordenó a las chicas aspirantes a secretaria particular que entraran para que pudieran recuperar el tiempo que perderían en la sesión de fotos.

Mientras estaba temblando en la cola, Rossy miró a su alrededor y observó a las otras chicas… La mayoría de ellas tenían unos 20 años y acababan de terminar su pasantía... Sus cuerpos duros, buena apariencia y pelo exuberante la ponían nerviosa… Pero también sabía que ella tenía más experiencia y que había un cierto tipo de hombre al que le gustaba que una mujer mayor se arrastrara y mendigara a sus pies.

Ella mostró su tarjeta de identidad y miró al guardia de seguridad que estaba parado en la puerta.

  • “¿Número?”, le preguntó.

  • “462”, dijo ella.

La dejó pasar… A partir de ese momento no era Rossy, sino una chica  numerada.

  • “Comprobación.''

Ella  se sacó su pecho izquierdo y lo mostro hacia el gran guardia que le preguntó... El número estaba tatuado en él… El guardia, como lo hacía todos los días, le apretó las tetas y pasó los dedos sobre los números que los leía lentamente, comparándolos con los números de su tarjeta de identificación.

  • “Chica número 462”… Lo hizo presionado contra su mano callosa, todo el tiempo mostrándole su sonrisa... La puerta se abrió y ella entró.

Corrió hacia la sala del del tercer piso usando las escaleras… La hora de la asamblea era a las 7,30 h y pronto todas las chicas estuvieron allí.

Todas se quedaron allí con las manos a la espalda, los ojos bajos, las espaldas erguidas mientras esperaban a que entrara el Jefe de la Oficina, el Sr. Tomson.

Entró con un café en la mano casi quince minutos después… Era un hombre pequeño que amaba su trabajo de mantener a las mujeres bonitas bajo su pulgar.

  • “¡Perras!... ¿Estáis listas para el gran día del año?'', preguntó.

  • “¡Sí señor!... Estamos listas'', respondieron al unísono.

  • “La compañía gasta mucho dinero en contratar a un fotógrafo de moda muy conocido para que podáis avanzar en vuestras carreras... ¿Entendéis eso?... Estad agradecidas.

  • “¡Sí señor!... “Estamos muy agradecidas.''

  • “Las reglas son las mismas que cada año… Estaréis en vuestro escritorio haciendo vuestro trabajo hasta 15 minutos antes de vuestra sesión… Una vez que oigáis vuestro número, iréis a la sala de fotografía… Tan pronto como termine la sesión, volved a trabajar… Si los fotógrafos quieren reteneros, me informarán… No tolero ninguna holgazanería… ¿Cómo se tratan a las holgazanas?

  • “Con 10 golpes de caña en el culo, señor.''

  • “Bien... Una cosa más… La compañía está invirtiendo en vosotras, perras miserables, para que podáis llegar a mejores posiciones… Se espera que cooperéis completamente con el fotógrafo… Si recibo una queja sobre alguna de vosotras, os advierto que la puta nunca lo olvidará… ¿Hay alguna de vosotras que pueda contarnos una experiencia personal?

Las chicas levantaron la vista y miraron a una chica alta en la parte de atrás.

  • “Señor… Soy la 389... El año pasado se me denunció por no cooperar… Te tomaste la molestia de enseñarme a serlo y luego me quitaste mi salario durante un mes… Ese mes, tuve que bailar en un club de striptease y dar todas mis ganancias a la compañía.

La mayoría de las chicas se estremecieron... Recordaron el estado en que 389 volvió a la oficina… Los gorilas la golpearían si no pudiera atender el número requerido de sus clientes asignados.

  • “Número 462… Vete a tu escritorio”, dijo el Sr. Tomson.

Rossy, la número 462 fue y se puso los auriculares y comenzó a escribir el dictado que estaba escuchando... Pero a ella le costaba concentrarse… Sus pensamientos se remontaban a la época en que ella sustituía a una secretaria por una semana… Nunca tuvo idea de por qué fue elegida… Su jefe la había llevado a una importante cena de negocios… Ella había viajado en una limusina… Por supuesto, de rodillas entre sus piernas dándole una gran mamada y evitando que ni una sola gota de semen cayera en sus pantalones o zapatos... Se había asegurado de tragarlo todo y luego la lamió para limpiársela.

En la reunión de negocios ella había estado detrás de él como todas las demás secretarias… Había hecho un buen trabajo al pasarle los papeles en el momento adecuado, encender su cigarro y darle su bebida.

Al igual que las otras chicas, ella también estaba en topless y eso había hecho que uno de los ejecutivos de una organización asociada, comentara:

  • “John, recuerdo que tu secretaria tenía las tetas más grandes… Las exprimiste hasta dejárselas a un tamaño más pequeño, ¿verdad?”

Todos en la mesa se habían reído, incluido mi jefe… Pero más tarde escuchó que había castigado a su secretaria personal por no ser lo suficientemente cuidadosa... Rossy la veía a menudo mientras ella hacía su trabajo… Pero después de esa semana no la había vuelto a ver.

Ella, la 462, todavía recordaba ese día con placer… Cuando los hombres terminaron de cenar, a las chicas se les permitió comerse las sobras… Nunca había comido tan deliciosa comida… Había cogido uno de los platos y lo había lamido para limpiarlo.

En el camino de regreso estaba segura de que la golpearían por el tamaño de sus pechos, pero no sucedió nada por el estilo… De hecho, su jefe, durante la semana, le había permitido probar un poco del vino que estaba bebiendo al verterlo en sus zapatos y ordenarle que lo lamiera.

Alrededor del mediodía, Rossy escuchó que llamaban al número 462…  Tuvo tiempo de arreglar su maquillaje y luego subió a la habitación donde se estaba realizando la sesión de fotos.

Había otra chica de otro grupo cuya sesión estaba en marcha… Era una rubia de unos 20 años de la nueva generación que nunca había hecho una sesión de fotos como esta... En otro tiempo ella habría sido modelo.

Luego fue su turno y las cosas salieron mal desde el principio… Tal vez tuvo mala suerte de entrar después de la bomba rubia, pero el primer comentario que escuchó fue:

  • “Vaya… Tenemos a una vieja puta fea… ¿De dónde viene esta?”, dijo el ayudante, un joven que parecía que necesitaba afeitarse.

462 se mantuvo firme, sin saber qué hacer.

  • “Ok… Pon tu mirada aquí, cariño'', dijo el otro ayudante.

El fotógrafo principal estaba bostezando.

462 se agachó para que sus tetas quedaran colgando y la falda corta le subiera por el culo.

  • “ Eso, ya no funciona'', le dijo el ayudante necesitado de afeitarse.

Fue entonces cuando 462 reconoció que cometió un error.

  • “Pensé... ''… Las palabras escaparon de su boca y se detuvo.

El fotógrafo principal levantó la vista  y le preguntó:

  • “Srta. Rossy, díganos lo que piensa.”

  • “Lo siento mucho señor... Sólo soy una puta tonta.”

‘¿ Qué pasaría si fuera denunciada? ’, pensó.

  • “Díganos cómo le gustaría posar”, escuchó la voz del fotógrafo principal.

Por un momento 462 querría decir que le gustaría ser fotografiada con las poses que había estado practicando… Pero una rápida mirada a la sonrisa burlona en el rostro del joven ayudante la hizo pensar lo contrario.

Se desnudó rápidamente pero su terrible experiencia estaba lejos de terminar… Uno de los ayudantes se puso detrás de ella y, cogiendo sus brazos, le dijo:

  • “Creo que mi jefe te hizo una pregunta o ¿eres sorda y tonta?''

  • “Lo siento, señores… No había nada en lo que estuviera pensando.”

  • “Eres una perra mentirosa”, le dijo el ayudante mientras que el fotógrafo principal, de repente, pareció perder interés.

  • “Hazle dos fotos, de frente, desnuda y que se vaya... Voy a fumar.”

El joven tomó una foto de ella arrodillada cogiendo sus pechos en las manos y la otra con los brazos detrás de ella y los pechos hacia adelante.

  • “Piérdete, perra”, le dijo con desprecio hacia ella.

Rossy entró en la sala de la oficina y el señor Tomson le gritó:

  • “No te fue bien la sesión de fotos, ¿verdad?”

Por alguna razón, 462 estalló en lágrimas.

  • “No señor… Y encima, estoy segura de que me denunciarán.”

  • “Bueno, ya veremos que dicen... A mi no me importaría tenerte aquí otro año… Disfruté mucho contigo.”

  • “Gracias, señor… ¿Cómo puedo servirte?”

  • “Te lo haré saber luego... Ahora sigue adelante y termina tu trabajo… Apenas has hecho nada hoy… Lo comprobé… Ve rápido y no te entretengas a menos que quieras que te dé otra paliza ahora mismo… Ya me conoces como las gasto.”

F I N