La Perla Negra del Caribe

Yaima se colocó de espadas a la puerta, le dio por la tarea de lavar unos vasos… su culo respingón me impresionó, los grandes glúteos separados por una raja entre ellas más oscura que la piel de sus nalgas, y estas sobre unas rotundas piernas de ébano, eran impresionantes. No me atrevía ni respirar.

Nunca has vivido lo suficientemente para sorprenderte de lo que la vida te depara, y este es mi caso. Feliz de ser hijo único resulta que mi padre en los quince años que estuvo en Cuba llevó una doble vida. Allí vivió con una negra del lugar con la que tuvo dos hijas, una de ellas era Yaima una mulata de rasga y rompe. Situada en los círculos influyentes de la isla se casó con una persona de excelente proyección empresarial, lo que le valió para formar parte de la ejecutiva de una empresa internacional. Con una hija en común se aventuraron a la conquista de Europa pasando por España, por eso me llegaron noticias de ella y tras unas semanas de gestionar su estancia, Yaima y su familia se mudaron al lado de nuestra casa... Se dio una especie de convulsión entre los vecinos de nuestra confortable y exclusiva zona residencial, serían los primeros vecinos negros. Yaima es mi media hermana por parte de padre quien tras de divorciarse de mi madre se casó con la hermosa negra isleña de Santiago de Cuba con la que convivía, Yaima ya por entonces tenía unos catorce años. Con mi hermana solo tenía esporádicos contactos personales a partir de casarse mi padre con su madre. Nos vimos solo un par de veces, cuando ella contaba dieciséis años y después a los veinte, hasta que ella me llamó por teléfono para que le ayudara a conseguir residencia en España. Su esposo se trasladada a Europa por cuestiones de trabajo y casualmente en ese momento alquilaban la casa de al lado, y la negociación se dio bien.

Aprovechamos la crisis inmobiliaria la conseguía a mitad de precio. Comencé pagándolo yo en un intento de disfrutar de la presencia de mi hermana por todos aquellos años que estuvimos separados. Ambas viviendas están unidas por un costado, siendo una réplica inversa en su diseño del que queda al lado.  La poca familia que tengo no aceptó a mi hermana como parte de ella, así que tuve que elegir y elegí a Yaima. Por el contrario la vecindad reacia a gente fuera de su élite, acogió de buen grado a mi familia negra, denotaba una mentalidad más abierta, lo cual ayudó a una integración rápida en el pequeño círculo de la comunidad, junto con la belleza de ambas mujeres y la presencia de Giomar. Yo estaba divorciado y ahora vivía con mi actual novia Ángela. Una chica pelirroja, muy liberal madre soltera y jipi en su juventud, unos años mayor que yo pero con un cuerpo digno de una veinteañera, no solo por su cuerpo con una tetas grandiosas, sino por su actividad sexual…Su coquetería con cierto aire inocente, atrae a los hombres como las moscas a la miel.

El tiempo nos dio la razón, pues resultó que Yaima, su hija y marido eran excelentes personas de trato fácil y muy extrovertido. La apariencia física de mi hermana es impresionante. Por otro lado Giomar es médico de cirugía plástica, un moreno de unos 38 años, 1.80  de postura atlética, a quien como a mí le gustaba correr por las mañanas, así que cogimos la costumbre de hacerlo juntos regularmente. Mi hermana, comenzó a dar clases en una academia privada como profesora de inglés por las mañanas, y más tarde también por las noches. Ella es una bella morena de 33 años, cabellera larga y lisa (tal vez por los genes de mi padre que era blanco y de cabello muy liso), con un culo abundante pero parado y redondo, característico de las negras, buenas piernas y ligeramente tetona, su hija Naomi es la versión joven de su madre. Dado que Elena, la hija de nuestros vecinos de enfrente compartían aula en el mismo instituto, además de ser fanática de los videojuegos, se volvieron inseparables durante todo el día.

Terminamos por asociarnos en casi todo, pues Yaima entró al mismo gimnasio que mi pareja Ángela quien se queja de que su trasero es muy grande y lo quiere conservar duro con rigurosos ejercicios. Se lo recomendó a mi hermana que como ya les he comentado "sufre" de lo mismo. Los fines de semana salíamos a comer juntos, veíamos deportes y con Giomar compartía cervezas. De vez en cuando íbamos a discopub, en fin nuestras vidas se habían entrelazado fraternalmente. Mi hermana y  Giomar eran buenos bailarines y cuando cambiábamos de pareja me parecía estar en la gloria al tener entre mis brazos a una mujer de tal calibre…hermosa, guapa, simpática, sexy y muy atractiva. La agarraba sin mucho morbo, pero me gustaba sentir los gruesos muslos de Yaima rozando los míos sincronizádamente, su cadera y no era extraño que mi mano se desligase hacia su culo, con cierto respeto por lo del parentesco mientras Ángela, que es entusiasta del baile, aprovechaba las virtudes de Giomar con la salsa… aunque a veces se pegaba más de lo debido. En la piscina Yaima se colocaba unos bikinis que me causaba estupor, por no decir cierta inquietud al ver el tremendo pubis abultado y sus majestuosas nalgas. Miraba con discreción y respeto, pero la excitación de ver a esa hembra era inevitable.

Algo parecido le debía de ocurrir a mi medio cuñado con Ángela, le gustaba jugar con sus grandes manos con mi pareja y en ciertos momentos su toqueteo se pasaba de lo conveniente. No voy a negar que estuviera celoso… La relación con Ángela había decrecido muchos puntos en los últimos meses, estaba a punto de la ruptura, tal vez por eso vio en Giomar su nuevo juguete, como hace cinco años lo fui yo. Ella es bastante juguetona, competitiva y sexual, por lo que no era difícil verles en los juegos de pelota por parejas terminando en forcejeos cuerpo a cuerpo en la disputa por el balón. En fin terminamos más como buenos amigos, que como parientes y por supuesto, todo ello se trasladaba al día a día, entrando y saliendo con entera confianza de nuestras respectivas viviendas.

Ya había pasado cerca de seis meses de la llegada de mi hermana y su familia , y en la práctica eran nuestros mejores amigos, compartiendo muchos artículos del hogar. Ese día por la mañana me quedé en casa y sin querer rompí la sartén. Ángela había salido al trabajo y no volvería hasta la tarde… me puse unos pantalones cortos de trabajo, pero necesité de una herramienta que le había prestado a Giomar, fui a buscarla. Dado que la puerta quedaba sin seguro entré sin tocar y pasé a un pequeño cuarto de herramientas que estaba al lado de la cocina y mientras pensaba donde podía estar guardada la dichosa herramienta, sentí pasos que venían, saqué la cabeza para saludar cuando veo a Yaima… ¡¡madre mía!! La encontré  desnuda caminando hacia la cocina, leyendo una revista que traía en la mano. No se dio cuenta de mi presencia, por lo que me impresioné de tal manera que solo se me ocurrió meterme en el cuarto de herramientas y cerrar la puerta de persianas de éste, en silencio, mientras observaba como esa impresionante mulata venía hacia mí, cerré la puerta y me quedé en silencio estático.

Yaima se colocó de espadas a la puerta, le dio por la tarea de lavar unos vasos… su culo respingón me impresionó, los grandes glúteos separados por una raja entre ellas más oscura que la piel de sus nalgas, y estas sobre unas rotundas piernas de ébano, eran impresionantes. No me atrevía ni respirar pensando en que me podría oír. Ella seguía en su labor tranquilamente y solo veía su espalda y sus masas traseras que se movían ligeramente. De puro nervio mi verga ni se empalmó en respuesta a llevar varios días sin follar. Después de cinco largos minutos de observar su desnuda espalda, se agachó para acomodar los vasos lavados inclinándose para colocarlos en la parte de abajo y sus nalgas se abrieron, lentamente me agaché, hasta que su culo estaba a nivel de mi vista a menos de un metro de mi cara. Observé su raja oscura en un momento se inclinó del todo y un nítido ano de color morado quedó a la vista… incluso se le vio la pequeña tetilla de carne a un lado de su raja. Se notaba, los labios gruesos de su vulva largos pellejos se alcanzaron a ver y entre ellos salían los labios menores. Con esto mi cipote ya se había endurecido olvidando que era mi hermana.

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Cuando Yaima se giró aparecieron sus dos grandes mamas… unas tetas grandes un poco caídas por el peso, con las aureolas amplias que abarcaban parte de su busto y los pezones oscuros y puntudos, su estómago plano y una vulva que estando de perfil se veía tan abultada que parecía un cojín . Ver a mi hermana totalmente desnuda caminando desprevenidamente en su cocina es todo un espectáculo. En un momento bajó su mano a su chocho y deslizó su dedo anular por su raja, alcancé a ver que sus labios internos eran largos y sobresalían de aquel monte del vicio. Luego se olió el dedo, ya me tenía a mil con dicha visión. Temí en algún momento de su tarea que decidiera por alguna razón abrir la puerta del cuarto y encontrarme sin una explicación razonable que darle. Al momento salió de la cocina en dirección a su habitación, aprovechando para salir sigilosamente, no pude con el ansia de evadirme y arremetí torpemente contra una mesa que hizo ruido, pero no me detuve. Salí tratando de no golpear la puerta muy fuerte e inmediatamente entré a mi casa, cuya puerta está junto a la otra, entré azorado con la boca seca. No había transcurrido más de dos minutos de mi visión cuando sonó el teléfono. Me la imaginaba sobre el sofá follándomela de lo dura que me la había puesto, aquella enormes tetas rebotando en cada insertada de mi polla en su sabroso y delicioso coño…

"Hola Ramiro, soy Yaima puedes venir a mi casa un momento, por favor". Con el corazón a mil por hora, no supe que decir y simplemente salí dirección a su casa, pronto toqué la puerta contigua, "Sigue, está abierta", contestó Yaima. Entré y ella estaba en bata de salto de cama. Con una mirada interrogadora y una leve sonrisa irónica que no supe interpretar, me dice "Ramiro, me acabo de dar un tremendo susto, alguien entró mientras yo estaba desnuda caminando en la cocina, salió dejando la puerta del cuarto de herramientas abierto, por lo que asumo estaba ahí, me vio totalmente en pelotas y luego se fue, ¿tienes idea quien podría ser?" Me quedé mudo por un instante, no sabía que responder ,

"Bueno… esto….no sé…por el barrio no suelen haber merodeadores pero será fácil averiguarlo, en la entrada queda registrado todo el que entra a la zona."

Yaima vio en mis ojos toda la verdad y dijo… "Ramiro no te preocupes dime tranquilamente la verdad, si has sido tú no pasa nada…” Algo abrumado mi cara lo decía todo… "eres mi hermano y nuestro mejor amigo, más me preocuparía que fuese alguien extraño, el que me hubiera visto desnuda".

"Bueno Yaima la verdad es que vine a buscar unas herramientas, no sabía que estuvieses en casa pensé que estuvieras en el gimnasio y menos pensé que salieras desnuda, cuando te vi me impresioné no queriendo violentarte, me metí en el cuarto. Solo pude salir cuando te fuiste para el cuarto, sé que no es correcto pero no fue intencionado".

Ella me miró sonriendo y me dice "No te preocupes, Ramiro que le vamos hacer ya, espero que te haya gustado lo que has visto, aunque me gustaría que me dijeras lo que viste desde tu escondite exactamente."**

"Bueno…yo….Realmente cuando te pusiste de espaldas a la persiana traté de no mirar, me fue imposible abstenerme de verte, mi falta de voluntad no me dio opción…vi tus nalgas y la espalda".

"¿Solo eso…? ¿Qué hiciste cuando me agaché a colocar los vasos debajo?" Me miraba con complicidad, esa mirada de aquí no pasa nada.

"La verdad honesta, verte el culo y para ser sincero me forcé para verte mejor."

"Eso no te lo creo, además solo me agaché un poco, no creo que hallas visto mucho…."

"Para que veas que no miento, vi que tienes los labios gruesos y la entrada de tu chocho tienes un pequeño lunar".

"¡Oye, que vista tienes… pero si me lo has visto al detalle! ¿Seguro que no has visto nada más…?"

"Cuando te giraste que vi tus tetas y el monte de Venus. ¡Ah!, y cuando te metiste el dedo en la raja para olerlo…"

"Uy, Ramiro, ya no tengo secretos para ti, si me conoces toda por completo, las tetas, el culo, el conejito… ¿Qué te falta por verme?, Espero no te hayas excitado demasiado."

"Yaima eres mi hermana, pero tienes un cuerpo precioso y tu color de piel es nuevo para mí, eres una negra divina, además tienes un coño inmenso. Sinceramente no te había imaginado así, al principio el miedo no dejó excitarme, pero cuando te vi agachada con esos labios carnosos colgando… se me empalmó sin remisión, no pude pararlo lo confieso…  también me dejó impresionado tus labios menores, nunca vi unos tan largos y frondosos con ese color tan intenso…"

"¡¿Cómo así tan largos?! Pienso que son como los de las demás mujeres, de pronto un poco más, porque reconozco que tengo un coño grande, eso me dice Giomar, pero tampoco desproporcionados, por favor que no soy ningún fenómeno."

"Bueno debe ser que estés acostumbrada por ser tuyos…Ángela tiene menos de la mitad de los tuyos, ¿Cuantos centímetros de largo tienen tus labios?"

Con la conversación, mi verga se ya había endurecido y los pantalones cortos no podían contener el bulto para disimúlalo. Yaima bajo la vista y notó como la punta del glande se destacaba claramente por mi erección y que yo no lo ocultaba, más bien la exhibía.

"La verdad nunca me los he medido. Dejemos de hablar de mi coño porque mira cómo se te ha puesto tu… polla" , señalando el paquete que se veía entre las piernas. "Además que mi hermano me haya visto en pelotas tampoco es un gran problema, sin contar que en la piscina me has visto prácticamente desnuda con mis tangas…. Aun así no debemos comentarlo con nadie, mantendremos el secreto…, voy a terminar de bañarme, que era lo que iba hacer cuando decidí lavar los vasos primero, así que termina de buscar las herramientas que necesites." Ya me iba a buscar mis herramientas cuando me llamó y con expresión seria me dijo, "Bueno ahora que estamos solos necesitamos hablar de un asunto un poco serio. Es algo que he venido aplazando, pero debes tomarlo con calma y prometerme que le daremos el mejor manejo como personas civilizadas".

Pensé que se refería a su desnudez y mi visita, "No te preocupes ya te he dicho que Giomar no se va enterar de que te vi en cueros y que tienes el mejor culo del vecindario". Dije tratando de ser gracioso.

Ella sonrió, volvió a ponerse seria y dijo… "Gracias, pero no se trata de eso, es que mi esposo me es infiel…" Quedé parado por mi asombro y la forma en que había entrado en el tema... "y nada menos que con tu mujer". El mensaje fue corto pero impactante.

Le repliqué, "No lo puedo creer, nunca pensé que Ángela fuera capaz de hacerme algo así. Yo siempre le he dejado la puerta abierta. La condición era no ponerme los cuernos y hablarlo antes conmigo…"

"Tú si eres ingenuo, no te has dado cuenta como Giomar trata a tu novia desde el primer día que se conocieron. Ahora sé que mi marido se folla a Ángela desde hace tiempo, pero lo sospechaba desde hace unos meses, sin embargo no puedo probarlo. Deben de hacerlo en tu cama unas dos veces por semana y todo lo tienen organizado". No parecía resentida, más bien se comportaba como una negociadora que deseaba cerrar pronto el trato y para ello tenía una estrategia prevista. "Mañana miércoles que debo dar clases, las niñas están en el colegio y tú tienes junta por la mañana, ¿Qué crees que ocurre?"

"No sé…"

Pues joden como cosacos a nuestras espaldas, pero necesitamos verlos para confirmarlo y probarlo. Tengo un plan, así que necesito tu ayuda. Debes jurarme que no tomarás actitudes violentas."

Le respondí  que por mí todo estaba perdido con Ángela "En verdad eres tú quien debe estar más molesta, al fin y al cabo estás casada con ese negro. Yo solo estoy rejuntado con esa zorra, ¿Qué es lo que tenemos que hacer?"

"Tengo un plan para confirmarlo, normalmente follan en tu cama, pero no se descarta que lo hagan en el salón u otra  estancia, así que debemos poner al menos tres o cuatro cámaras ocultas que nos permitan grabarlos. Lo preparamos y le escondo las llaves a Giomar para que no pueda entrar asegurándonos que lo hacen en la tuya. Cuando estén dentro lo grabamos desde mi portátil en casa".

Incrédulo pero con ganas de salir de dudas me puse en acción comprando cuatro cámaras ocultas y las  instalé en lugares estratégicos…, la trampa estaba colocada. Le comenté que a mi mujer que había comprado ese espejo para vernos hacer el amor. Esa noche me porté juguetón incluso Ángela estuvo muy afectuosa, nos fuimos a la cama y me recibió con una mamada de verga como ella solo ha sabido hacérmela. Luego estando yo boca arriba se sentó sobre mi ariete cabalgando un rato hasta su orgasmo. No dudo en sacarla y clavársela en su culo hasta el fondo, me derrame con gusto en su interior.

A la mañana salí informándole de mi regreso bien entrada la noche pues la junta iba a ser larguísima, llegué hasta mi oficina y le dije a mi secretaria que llamara a casa a mi mujer, cuando pasó le pregunte un par de cosas inútiles, con la idea que estuviera segura que yo estaba en la oficina, salí y recogí a Yaima en el punto convenido y dejamos el coche a unas calles para entrar por la parte trasera a su casa, Yaima me comentó…

"Sabes que el sitio en donde has puesto la cámara del dormitorio ha quedado muy bien ubicada, da buena perspectiva perfecta de los sujetos…"

"¿Cómo lo sabes?"

"Disculpa lo que te voy a decir pero necesitaba comprobar el buen funcionamiento de la tecnología… solo estaba revisando y coincidió cuando anoche me asomé, cómo tú y Ángela fornicabais a todo trapo… no le dejaste ni un agujero sin cubrir. ¡¡Por cierto tienes una buena polla!! Ha sido la primera vez que he visto en vivo una clavada."

"No te puedo creer que me hubieras fisgoneado y menos clavándosela a Ángela."

"No sé de qué te quejas…, si tú me viste desnuda sin mi autorización."

"¿Bueno que viste realmente?"

"Todo…, cuando Ángela tomó tu polla y se la metió en el coño y luego se la paso al culo, pensé que no le iba a entrar, porque déjame decirte que tienes un pollón bien grueso, pero ella se lo enterró entero".

"No es extraño si folla con Giomar que debe tener un cipote descomunal y con lo viciosa que es, le debe horadar todos agujeros"

"¡Ah! la mamada tampoco me la perdí… te agarró de los huevazos y la engulló. Así que si tú me viste desnuda yo también te vi, o sea que estamos a mano."

Sentimos ruidos en la alcoba y enchufamos el ordenador… pude ver a mi novia que salió desnuda  del baño, realmente está muy buena a sus 38 años , tiene una nalgas grandes y firmes, se perfumó el cuello, las tetas y los largos pelos castaños claros de su Monte de Venus, ya que solo se depila a los lados, se puso una bata y esperamos en silencio. Como a los 15 minutos llegó el coche de Giomar, aguzamos el oído y Ángela abrió la puerta. Yaima estaba atenta mirando solo se oía el susurro de sus voces tras el muro, pues las cámaras solo eran de visión. En un momento Yaima me llamó en silencio con la mano, miré la pantalla del ordenador donde aparecía mi pareja desnuda que estaba quitándole los pantalones a Giomar. Bajó su bóxer apareciendo de su interior un oscuro garrote endurecido , con la cabeza morada medio pelada con el prepucio a medio camino, sin pensarlo agarró el musculoso cipote y comenzó a lamerlo, chupeteó el glande y se metió medio rabo en la boca. Por supuesto es más largo que  el mío…, hice un zoom a menos de un metro detallé la venosa polla que en ese momento se tragaba mi Ángela. Yaima no se perturba desde el observatorio y pudo comprobar que la verga  de su marido acababa de entrar en la boca de mi mujer. La zorra de Ángela estaba degustando el trozo rígido y negro de su vecino. Por un momento me dio rabia pero había una morbosa condición en la situación.

Yaima y yo no nos perdíamos detalle de la follada…susurró, "Ya se la metió a tu mujer, se la tiene toda clavada en el chocho, ¡mira cómo joden!"

Lo estábamos grabando en el disco duro… en efecto, Ángela a cuatro patas ofrecía su coño rosado cual perra entregada, mientras enterraba el émbolo oscuro sincronizádamente hasta sus bolas. Se la sacó brillante de jugos vaginales y apuntó al hueco vecino, al rosado hueco del culo de mi mujer del cual yo pensaba solo era para mí uso. Dejó entrar progresivamente la tranca del gran negro de nuevo hasta las mismas pelota s, cuando llegó y lo sacó todo para nuevamente para sepultarlo, continuando con metidas cortas y suaves. El hijo de puta estaba gozando del ano de mi mujercita, clamé por mi hermana que le hallaba en silencio con los ojos vidriosos.

"Tu marido sé esta clavando a mi mujer por el culo, míralo como disfruta ese cabrón y la hija de puta".

Con Yaima agachada frente al ordenador, seguí mirando por encima de su hombro el espectáculo que nos ofrecían y con nuestras caras juntas mientras su trasero rozaba suavemente mi verga. Yaima me comentó suavemente al oído… "Sabes que a Giomar nunca le he permitido metérmela por detrás, pero por la cara de tu mujer se ve que está disfrutándolo." Yaima retrocedió y sus nalgas se posaron sobre mi polla que estaba templada, Yaima giró la cabeza al sentir mi dureza en su trasero, solo sonrío y seguimos mirando. "Ángela tiene un coño bastante profundo... ¿No te jode verlos follando?" Me susurró.

"Hace unos meses tal vez entraría y me liaría a ostias, pero desde hace tiempo lo nuestro se enfrió y esto culmina el fin de nuestra relación. Me fastidia más que tu marido te esté poniendo los cuernos". La miré a los ojos y le espeté… "La verdad que me estoy poniendo más bien cachondo de verlos joder, se les ves que lo hacen con ganas…."

"¿Por eso es que te siento la verga tan dura contra mis nalgas?"

"¿Te molesta?"

"No para nada, yo también me estoy calentando con las arremetidas que le está dando ese desgraciado."

Aproveché para colocar mi mástil en el centro de sus dos hermosas nalgas, la tomé por las caderas y me apreté a su culo acariciándolo. Mi verga se deslizaba lo largo de la raja. Hasta nosotros llegó el grito del clímax de mi mujer que gritaba…, "Dame más verga Giomar, clávame fuerte, como me gusta tu pollón negro…¡¡DAME!!" Al momento la cadera de Giomar aceleró los envites y  enérgicamente agarraba a Ángela penetrándola hasta el fondo, Se alcanzaba a oír "Ángela qué coño más rico tienes, mira como se traga mi tranca, me fascinan tus nalgas tan blancas,¡¡ ahí va mi leche!!".

Un gruñido acompañó la descarga de leche en el fondo vaginal de mi pareja. Descansó un momento sobre su espalda y cuando sacó el oscuro badajo aún goteaba semen…, Ángela se giró tomándola  de la base y de sus huevos y  la chupó limpiándole la leche y siguió lamiendo sus pelotas succionándole las bolas como si fueran caramelos dentro de su boca. Mientras yo en silencio frotaba mi rabo endurecido de arriba abajo en la raja trasera mi hermana Yaima. Estaba que derramaba mi leche, con los huevos condolidos de la excitación contenida. Nuestras infieles parejas se acostaron y siguieron besándose un rato, salieron de la visual de la cámara…suponemos que bañarse por el sonido de la ducha, al rato se oyó la puerta cerrarse y se fueron juntos. Nos quedamos en silencio, hasta que Yaima comenzó a sollozar , ella tenía que ser fuerte y aguantar la humillación si quería tener pruebas contundentes contra su marido.

Con ganas de desahogarse… "Quien sabe cuántas veces lo han hecho, viste como se la mamó enseguida, tienen tiempo de estar en estas. Y con la facilidad que se la metió por el culo…"

"Con razón últimamente le sentía el ano más dilatado".

"Es que le da por el culo con tanta frecuencia que se lo tiene bien abierto".

"¿Y ahora ¿qué hacemos?"

"Creo que debemos seguir filmándolos alguna vez más para presentarles las pruebas, así no podrán negarlo ante nadie." Yaima,  reponiéndose del mal trago… " Me voy a bañar, esta situación me ha calentado y me ha hecho sudar ¡Necesito refrescarme!"

Se dirigió a la ducha y yo me puse a preparar un almuerzo… Mientras pasé algunas imágenes de Ángela cabalgando al semental negro antes de apagar el ordenador tras hacer la copia de seguridad. Pronto mi calenturienta mente encontró un pretexto para verla desnuda. Yaima estaba en cueros de espaldas al lado de la cama secando su cuerpo, su piel tostada  humedecida aparecía brillante ante mis ojos, "He preparado unos sándwiches en la cocina…" atiné a decir, contemplando abiertamente su cuerpo. Yaima se giró, no hizo ningún gesto de esconderse, mirándome fijamente siguió secándose, sus pezones estaban tiesos y enormes…metió la toalla entre sus piernas, secándose la mullida vulva depilada…, demasiado sensual para contenerme.

"Bueno por lo visto es mejor que me acostumbre a que me veas desnuda. Si alguien merece verme en pelotas ese eres tú. Eres el único hombre que se porta bien conmigo, sin contar que ya conoces cada detalle de mi fisionomía"

"Tengo preparado el almuerzo en la cocina y la copia de seguridad en el USB"

"Gracias hermanito por todo….¡¡Te quiero!!"

Se puso la pequeña toalla tapando solo la mitad de sus nalgas dejando sus tetas medio al aire y salió delante de mí con su culo portentoso, que me provocaba agarrarlo. Seguí con mi vista el cadencioso movimiento de sus nalgas. Ella giró su vista para mirarme  invitándome a palmear su culo, dijo riéndose…

CONTINÚA...