La pequeña muerte
tan miedosa, tan desconocida, cosechando frutos a mi paso...
La pequeña muerte
Mi mano llega a tu rocío
y tu aliento a mi boca está cercano
previo al río de tu risa
un cabello quito en mi camino.
Tan miedosa, tan desconocida,
cosechando frutos a mi paso,
y en las salinas de tus labios
fluye el escozor de la carne.
Ya bebo el licor de tus dientes,
la lujuria me da la bienvenida,
y siguiendo al son de tu latido
recorro la corriente de tu río.
Espuma vital sobre tu cuerpo
incesante y densa vierto,
tu placer lento asciende
golpeando con tu espasmo.
El vacío de nuestra vida
se cierne de nuevo y nos atrapa,
tú sonríes yo te miro,
nuestra pequeña muerte acaba.