La pequeña cucharita
Si ese instrumento, para el sentido, y el erotismo, os animo a que lo utiliceis, estos versos van dedicados a esa cosita tan diminuta, pero con mucho significado...
Esa pequeña cucharita
Una dulce melodía entraba en mis oídos,
Se introducía suavemente, y al poco salía.
Penetraba en mis sentidos, rozando su cuerpo,
Yacía en mis pensamientos, creando y amando,
¡Oh dulce sensación!...
¿Cómo retenerte?, ¿cómo amarte?, ¿cómo sentirte?
Mi caldero, iba humeando y humeando
Sirviéndose de las hierbas que tu piel retoña
Transformándola como alquimista, en especias.
Ese caldero mío iba burbujeando y calentando,
Cambiando de forma todos mis sentidos.
Girabas, sentías, te penetraba y salía.
Todo se perfilaba, el cielo aullaba a tus pies
Las estrellas perladas iban cayendo dentro de mí,
Mientras mi caldero rezumbaba y sollozaba,
De pasión, de júbilo, de alegría.
Mis sentidos se extasiaban
Y tú seguías con tu madera de artista,
Dando sabor a mis olores y olor a mis pensamientos
Rozándome, rozándote, penetrándote
Estirándome, sacándome, robándome todos los recuerdos
Me giras, me retuerces, me rompes, me salvas
Para después dejarme con toda la carne en el asador.
Eras tú, esa pequeña cucharita que blandía
Como una espada y desesperaba mi pasión.