La peluquera

Mi peluquera es toda una profesional.

Apagué el cigarrillo pisándolo y crucé la calle algo nervioso hacia la peluquería. Conocía el local de haber pasado alguna que otra vez por delante, pero el cambio que le había dado aquella chica era espectacular; realmente no me acostumbraba a ver aquello con tanto colorido después de meses de inactividad.

Aunque ya había disfrutado de los servicios de la peluquería de Sonia, cada vez que entraba todo me impresionaba como la primera vez.

Me acerqué a la puerta y la vi apoyada contra la pared, mirando una pequeña tele en una esquina, estuve unos segundos observándola a través del cristal: Sonia no era una de esas mujeres a las que mirando una vez hacen que te quedes colgado, pero si tenía algo distinto al resto que te envolvía, algo que quisieras o no, te obligaba a fijarte en ella y te dejaba la mente vacía y el cuerpo muy…muy caliente.

Me quede pensando unos momentos antes de entrar, no tenia muy claro si sus insinuaciones de las últimas veces formaban parte del juego de seducción que se proponía ella misma con todo el mundo o es que podía tener algo que hacer con ella, lo que tenia claro es que fuera lo que fuese, no iba a irme sin averiguarlo.

Empujé la puerta mientras Sonia se incorporaba al sentir el ruido, entré en el local mientras seguía observándola; lo cierto es que cuando habías caído en su dulce red de risas y bromas, aquella chica morenita de culito respingón y pechos prominentes hacia hervir la sangre a cualquiera.

-¡Hola, cuánto tiempo! Ya tocaba hacerme una visitilla, ¿no?, me dijo con su pícara sonrisa

-Eh…pues si jeje, ya ves que pelos

-Anda, ya será menos con lo guapete que eres te queda bien de cualquier forma

-¿Ah si?, pues gracias jeje

-De nada nene, las que tú tienes – dijo de nuevo con esa sonrisilla pícara

Sonia se agachó hacia delante, dejando ver su canalillo y mordiéndose el labio mientras daba dos palmadas en el sillón para que me acercase

-¿Te vas a quedar ahí o es que sólo yo me alegro de verte? – preguntó con un tono burlón

Me senté mientras Sonia se dirigía hacia la entrada y dejaba el local cerrado, la miré extrañado

  • Así termino contigo la tarde y no entra nadie más, Mario - dijo guiñándome un ojo

  • ¿Lo quieres como siempre?

Sonia pasó sus manos por mi pelo mirándome por el espejo, mientras me preguntaba un escalofrío recorrió mi espalda y asentí con la cabeza

  • Sí, ya sabes, corto para poder llevarlo algo despeinado

Miré en el reflejo del espejo su culito mientras ella intentaba alcanzar un carrito donde tenia algunas maquinillas y peines, se acercó por detrás para colocarme esa capa que usan los peluqueros y volvió a tocarme suavemente por el pelo…aquel leve masaje hizo que otro escalofrío recorriese mi cuerpo…terminando en mi entrepierna.

El tacto de sus manos en mi cabeza, tenerla tan cerca y poder sentir su olor hicieron que se me pusiera dura en cuestión de segundos. Intenté disimular, pero cuando miré al espejo, Sonia seguía pegada a mi cara, con los ojos clavados en el bulto de mi pantalón. Sus labios brillaban y nuestras miradas volvieron a cruzarse en el espejo, me gire en el sillón y sus pechos me rozaron, no se oía nada en toda la calle y menos allí dentro: el ambiente era puro sexo; Sonia giró su cara y chocamos ‘accidentalmente’ con un muerdo de labios.

Nuestras lenguas jugaban a encontrar algo entre la humedad de nuestras bocas mientras miraba de reojo en el espejo. Sonia dejó caer la capa al suelo y me cogió de la mano, sin mediar palabra, me miró de arriba abajo y me llevó a la trastienda de la peluquería, apagó la luz y entramos en una sala con una camilla para las limpiezas de cutis y depilaciones, dejó la puerta entornada y me empujó contra la pared besándome de una forma muy caliente. Mi bragueta iba a estallar de un momento a otro; que ella me domase así me estaba volviendo loco y eso parecía divertirle.

Seguía apoyado contra la pared, notando la presión en mis pantalones mientras Sonia recorría mi boca con su juguetona lengua. Mientras me porreaba amasé su culito entre mis manos, hasta que ella se apartó, mirando mi entrepierna

  • Seré buena… - dijo mordiéndose el labio y desabrochando mis pantalones

Respiré aliviado, sintiendo como se caían al suelo. Sonia sacó mi polla de su prisión, saltando como un resorte, se quedó mirándola, agachada, con cara de niña mala. Tiró un poco hacia atrás de la piel de mi rabo dejando salir el capullo, sin pensárselo dos veces se lo metió en la boca y pasó su lengua haciendo círculos muy despacio por la rajita sin dejar de mirarme con esa cara

  • Uh…uff…Joder tía no pares

Puse mis manos sobre su cabeza para acompañar el movimiento y cerré los ojos.

  • Como sigas así vas a dejarme vaci…ohh… – ahogué mis palabras, la mamada que Sonia me estaba dando era digna de toda una profesional, veía mi polla entrar y salir de aquella dulce y húmeda boca; la comía con ansia, pero parecía paladearla a la vez, la muy zorra había encontrado un caramelo perfecto y era todo para ella solita.

Sin levantarse, se subió la camiseta negra de su uniforme dejando salir sus bonitas y redondas tetas, mi polla apuntaba al techo, esperando órdenes de su ‘dueña’. Sonia se incorporó un poco, pasando sus pezones por la base de mi rabo…de nuevo ese escalofrío. Sin dejar de mirarme me cogió de nuevo de la mano y me empujó contra la camilla, me dio un muerdo en los labios mientras me empujaba hasta tumbarme, intenté levantarme para quitarle los pantalones pero Sonia me apartó la mano

  • Mando yo nene – me dijo sin perder esa sonrisa

Sonia se desnudó contoneándose delante de mí, bajó sus braguitas y las dejó colgando de sus dedos, haciéndolas girar y me las tiró encima.

  • De regalo Mario – dijo mientras se subía a horcajadas encima de mí

Recorro su figura con la mirada y me detengo en sus pezones duros, Sonia coge mi polla y juega con la punta en la entrada de su coño. Se me escapan algunos gemidos cuando parece que va a meterla, le divierte verme así y quiere seguir el juego un poco más, pero su calentura la traiciona y cogiéndola del culito la empujo hacia abajo para que entre el capullo, ahora la que gime relajándose es ella.

Sonia termina de meterse mi polla apoyándose en mi pecho y empieza a moverse en círculos muy despacio, sus tetas acompañan con un leve balanceo que resulta hipnótico; vuelvo a la realidad cuando me clava las uñas, miro como mi miembro es engullido por su húmedo chochito, la tengo empapada de su flujo.

Sonia sigue clavándome las uñas y se agacha hacia delante, lo que hace que mi verga resbale con facilidad dentro de su vagina, me da un beso sin dejar de moverse y se incorpora, empieza a cabalgarme con fuerza, parece poseída; sus tetas se mueven ahora arriba y abajo

  • Mmm si cabrón así…que gusto - dice entre gemidos –

Recorro con mis manos el contorno de sus tetas y me da una pequeña bofetada, sin parar de follarme recoloca mis manos en su culito y soy yo el que le da una palmada ahora mientras se mueve. El cachete parece ponerla más cachonda, Sonia habla sola sin saber lo que dice, se contrae y se estira, pasa las manos por sus tetas y se muerde los labios.

  • Uf…así nena no te pares – le digo dándole otro cachete en el culo

Darle esos golpecitos la esta volviendo loca, Sonia me folla muy duro, noto el calor de su coño, chorreando fluidos por mi polla, no puedo aguantar más y mis huevos empiezan a contraerse cada vez más con cada cabalgada que me da. Sonia se da cuenta y me dice que espere.

Se apoya en mis hombros dejando caer sus tetas hacia delante, vuelve a follarme suave, y aprovecho para pasar mi lengua por sus pezones duritos. Sonia me mira con cara de mala y vuelve a moverse despacio haciendo círculos y adelante y atrás

-Uh…tía no puedo más

  • Ahh…ahh…mmm espera nene

Vuelve a cambiarme el ritmo del polvo y me bombea encima de mi mirandome como una guarra, de pronto noto como su coño se contrae dejando aprisionada mi polla y los gemidos de Sonia pasan a ser gritos

  • Joder Sonia…uhmmm….ohhh!!

  • Ahhh…me corro!! Mmm así, lléname el coñito

Sus palabras y la sensación de tener mi rabo atrapado en su vagina hacen q me de un mareo, su forma de follar es increíble, todo me da vueltas y entre gritos noto como me sale un chorro de esperma que golpea en las paredes de su rajita. Sonia vuelve a moverse en círculos ronroneando como una gatita y otro chorro de leche caliente la inunda mientras me besa.

Sonia me pasa la mano por el pelo y me desmonta, baja al suelo y sale del cuarto. Me quedo mirando al techo todavía mareado, con la polla tiesa y llena de fluidos. Ella vuelve a aparecer con un cigarro en la boca, se apoya en la pared y lo enciende, me quedo unos segundos mirándole las tetas mientras fuma.

La cara de guarra desaparece de pronto de su rostro, vuelve a ser esa chica más divertida y juguetona que picante.

  • ¿Te lo corto entonces? - me dice guiñándome un ojo

Por fin reacciono y me incorporo, recojo mis pantalones mientras Sonia parece pensar algo

  • Creo que te vendría bien un cambio de look, deberías…pasarte por aquí mas a menudo, ya sabes, para darte algún retoque… - termina diciendo con esa sonrisa dulce

  • Estoy en tus manos – respondo devolviéndole la sonrisa