La Pasión en el Futbol (5 - Segunda Parte)

Fernando Morientes dejo depositada su verga hasta el fondo del culo de Raúl cuando sintió su eminente corrida, su respiración se acelero y se sujetó fuertemente de las piernas de Raúl cuando sintió que su verga lanzaba los primeros chorros de semen dentro del culo de Raúl y sin poder evitarlo dentro del estudio se escucho un fuerte gemido por parte de Fernando, sentía que la vida se le iba por la verga.

Hola soy Marco y ahora les presento el siguiente capitulo de la serie titulada " La pasión en el fútbol " esperando que sea de su total agrado, recuerden que están basado en futbolistas famosos y que son historias sacadas de mi mente calenturienta y cualquier semejanza con la realidad son puras coincidencias. Por último, para cualquier sugerencia o comentario lo pueden hacer en jjra2304@yahoo.com.mx .

La pasión en el fútbol

Capitulo Cinco (Segunda Parte)

Observando y disfrutando

De repente Raúl coloca sus dos manos sobre los respaldos laterales de la silla, arqueando un poco su cuerpo hacia delante sacando su pecho y comenzó a subir por el largo de esa verga que le partía el culo y se detuvo hasta que sintió en la entrada de su culo el contorno del glande y se detiene unos momentos, haciendo mucha fuerza en sus brazos y piernas, para apretar fuertemente ese glande.

Ahh… ahh… -gemía Fernando Morientes al sentir como el culo de Raúl le estrangulaba su glande, su verga, era una sensación indescriptible, sentía dolor pero era más el placer que le estaba brindando su amante –así... apriétala… así… recuerda… es tuya… te amo… pequeño

Ahh… ahh… -era realmente fuerte el dolor y placer que sentía en su culo, la presión era demasiado pero podía más el deseo y el morbo.

Vicente seguía sin poder apartar su vista de esos dos seres humanos que cogían como animales en celo.

De pronto Raúl resbala su culo hacia abajo sintiendo la dureza de la verga de Morientes que le invade sus entrañas y comienza a jadear como perra encelo, tanto que Fernando Morientes tiene que tapar su boca con una de sus manos para evitar llamar la atención.

Raúl comenzó a llevar el ritmo de la cogida subía y bajaba, arqueando su espalda, llevando cu cabeza hacia atrás, cerrando los ojos para disfrutar cada centímetro de esa verga, poco a poco iba incrementando el ritmo. Su verga erecta se pegaba a su cuerpo y recibía atención de las sacudidas que hacía con los movimientos de Raúl, ya que él no le estaba prestando ningún tipo de caricias, solo se dedicaba a disfrutar de su culo, de la verga que le invadía su culo, de la verga que deseaba desde la mañana. Cuando cerraba los ojos varias veces se imagino que era el quien se estaba follando a Marco o Alejandro, era un deseo que sentía y de alguna forma lo estaba sacando con la verga de Morientes en su culo.

Raúl cambiaba los movimientos que hacía a su total antojo, lo único que deseaba ahora era sentir ese dolor, ese placer que la verga de Morientes le brindaba.

Por su parte Morientes solo se dedicaba a disfrutar de las apretadas que el culo le daba a su verga, mantenía los ojos cerrados, sus manos recorrían la espalda, abdomen y pezones de su querido Raúl, le fascina sentir y tocar su piel, su pequeño y delgado cuerpo lo trastornaba tanto que ahora no recordaba que afuera estaban sus hijos y su esposa.

Y Vicente Rodríguez seguía admirando esos dos amantes que se entregaban sin ningún pudor al amor y al sexo, su mano continuaba masturbando su verga, su verga sigue dura de la excitación, a pesar de que tiene enormes ganas de volver a correrse decide alargar la corrida para seguir disfrutando junto a sus compañeros. Raúl continua subiendo y bajando por la dura verga del hombre que más quiere.

Ahh… ahh…-los gemidos de Raúl se intensifican más al sentir como el grueso miembro de carne: entra, se retrae y entra de nuevo, como sus entrañas se contraen y son abiertas de golpe nuevamente por la constante invasión

Cuando de repente llega a salirse la verga de Morientes, Raúl de inmediato la busca con una de sus manos y la dirige hacia la dilatada entrada de su ano para sentarse nuevamente en ella. Raúl es quien lleva el control de la follada, domina a Fernando Morientes, lo tiene inmóvil, sumiso y sometido.

Ahh… ahh… -los tres lanzaban gemidos, Vicente, Raúl y Fernando están disfrutando y gozando cada uno a su manera

Pero Morientes no estaba acostumbrado a jugar un papel más pasivo y se dispuso a cambiar de posición para que fuera el quien llevara el control de la follada. Fernando Morientes le pidió a Raúl que detuviera sus movimientos permaneciendo sentado sobre su verga y que conforme se fuera levantando Morientes, Raúl siguiera pegado a su vientre intentando no sacar ni un centímetro de verga de su culo. Demostrando lo fuerte de sus piernas, Fernando y Raúl lograron ponerse de pie sin sacar la verga del culo de Raúl, mientras se levantaban a pesar del esfuerzo ambos lograron disfrutar aún más de la follada, ya que Raúl apretaba fuertemente la verga con su culo y por su parte Morientes en ciertos momentos lograba meterse por completo dentro de Raúl.

Una vez de pie, Fernando permaneció quieto unos segundos sin mover su miembro, disfrutando de las tremendas apretadas que le daba su amor a su verga, mientras llevaba sus manos por todo el torso delgado y fuerte de Raúl, pellizcando sus pezones, acariciando su vientre, jugando con los huevos boludos y besando la espalda del capital de la Selección. Por su parte Raúl arqueaba su espalda y su cuello disfrutando de las caricias que Fernando le propiciaba.

Vicente seguía con mucha atención los movimiento de esos dos amantes que se entregan sin pudor y su mano seguía jugando con su verga y sus huevos; pero lo que no se daba cuenta Vicente es que de manera inconsciente la mano que jugaba con sus huevos comenzaba poco a poco a deslizarse hacia debajo de sus huevos rumbo a su ano.

Sin ningún aviso, Fernando Morientes saca su dura verga del culo de Raúl:

Ahh… ahh… no la saques papi… sigue llenándome… mi culo con tu verga –le dijo Raúl en un tono suplicante

Mmm… ahh… que culo… tan… apretadito… tienes –le contesto Morientes después de sentir como el culo de Raúl la apretaba su inflado glande –tranquilo… chiquito… mi verga… es toda… tuya

Morientes tomo de la cintura a Raúl y comenzó a voltearlo hasta que quedaron los dos frente a frente y sus cuerpos se unieron como si fueran solo uno, sus labios se buscaron y sus lenguas se envuelven entre sí, además sus manos se funden al sentir lo caliente de su piel.

Fernando Morientes se separo un momento de su amado Raúl para mover las cosas que se encontraban sobre el escritorio, la Laptop, retratos familiares, adornos y un teléfono; mientras tanto Raúl no perdía tiempo y se había agachado un poco para volver a meter a su boca la erecta verga de Morientes, lo hacía con el fin de conservar su dureza y de probar su sabor.

Ahh… eres un goloso… ¿verdad? … ¿no te gusta perder el tiempo chiquito? –le decía Morientes mientras cerraba la computadora para moverla

Ahh… ahh... sigue durísima… ahh… rica sabe… papi… -decía Raúl entre cada mamada que le daba a la polla de Morientes

Por su parte Vicente seguía sin poder apartar la mirada de sus compañeros de equipo y mientras que una de sus manos recorría el ancho y largo de su polla, su otra mano se perdía entre sus abiertas piernas y ya uno de sus dedos se encontraba jugando con la entra de su ano y el placer que sentía era intenso.

Cuando el escritorio quedo libre, Fernando llevo sus manos a la cabeza de Raúl y con un poco de fuerza lo quito de su verga, ya que Raúl quería seguir chupando esa polla que tanto lo trastornaba y Morientes le indicio que se levantará y a pesar de lo bien que lo estaba pasando ahí abajo, Raúl se levanto y de inmediato se sentó sobre el escritorio al imaginarse las intenciones de Morientes.

Raúl se sentó sobre el escritorio y conforme se acostaba sus piernas se abrían y se elevaban, Fernando se colocaba entre sus piernas mientras agitaba al aire su verga.

Fernando coloco la punta de su verga en el dilatado culo de Raúl y de un solo golpe envió su verga hasta el fondo, provocando un intenso dolor y placer en Raúl, quien azoto un poco su espalda sobre el escritorio al sentir como esa verga le invadía sus entrañas. Raúl tenía ya sus pies sobre los hombres de Morientes, mientras Fernando las sujetaba de sus tobillos fuertemente.

La verga de Morientes estuvo hasta el fondo del culo de Raúl por espacio de unos segundos, pero de repente Morientes comenzó a mover sus caderas y su dura verga comenzó a entrar y salir del dilatado ano de Raúl.

Los movimientos de Morientes se fueron acelerando cada segundo ya que ahora tenía el control de la follada y podía moverse a su antojo. Por su parte Raúl comenzó a pajear su propia verga y con la otra mano se sujetaba de la orilla del escritorio porque los movimientos eran muy fuertes y su cuerpo se deslizaba sobre el escritorio de madera por el intenso sudor que corría por todo su fibroso cuerpo.

Morientes continuaba con su mete y saca de su verga con más fuerza, taladrando el culo de Raúl, continuando con la tarea de saciar los deseos de su pareja. Raúl continuaba masturbando su polla, que se mantenía dura y pegada a su vientre, mientras sus huevos se agitaban al ritmo de las penetraciones.

La polla de Morientes entraba y salía sin cesar, como si se le fuera la vida en ello, su respiración se aceleraba cada momento anunciando su próxima corrida, por su parte Raúl disfrutaba del golpe que hacía Fernando sobre sus nalgas en cada embestida y su mano incrementaba el movimiento sobre su polla.

Por su parte Vicente Rodríguez seguía tan impresionado de la manera en que sus dos compañeros de equipo se entregaban a la pasión y al deseo carnal que no se percató que uno de sus dedos ya jugaba con el entorno de su ano sin llegar a meterlo, mientras que su otra mano continuaba subiendo y bajando por todo el largo de su hermosa verga.

Ahh… ahh… -gemía silenciosamente Vicente para no ser escuchado disfrutando de las caricias que se propiciaba, mientras la punta de su dedo jugaba con su apretado y virgen culo.

Por su lado Raúl y Fernando continuaban cogiendo como animales en celo:

Ahh… ahh… así… que rico… ahh… ahh… -gemía Raúl tratando de que sus quejidos fueran lo más despacito posible, para que no fueran escuchados afuera del estudio –así… papi… me vengo… papi… que rico… me coges

Mmm… mmm… esto… era… lo que querías… ¿verdad putita? –le dijo Fernando totalmente fuera de si, con la respiración acelerada y entrecortada, su fuerte pecho mostraba el esfuerzo que hacía –así… ¿querías que… te cogiera verdad?

Si… papi… así… ya no… aguanto más… mis piernas me están… doliendo… ya… -exclamaba Raúl con un gusto increíble –ahh… ahh

Ahh… ya mero… me vengo… ahh… apriétala… con tu culo… –gemía Fernando Morientes

Ahh… me duele… ¿así te gusta papi? –gemía Raúl soportando la verga en su culo y masturbando su propia verga ahora con sus dos manos

Si… así… ahh… que rico… -decía Fernando en medio de sus gemidos de placer

Lo único que se escuchaba en el estudio eran tres cosas: los suaves quejidos de Raúl, Fernando y de Vicente, el ruido de los golpes que se generaba cada vez que Fernando azotaba su vientre contra las nalgas de Raúl y el último ruido venía del escritorio, que debido a las fuertes penetraciones de Fernando provocaban que la madera del escritorio rechinara.

Vicente sentía que en cualquier momento reventaba su verga por segunda vez, por su parte Raúl jalaba su verga con más intensidad y de pronto anuncio:

Ahh… ahh… me vengo… ahh… -decía Raúl desperado, angustiado, excitado, extasiado

Si… mi amor… yo también estoy… a… punto… échalos… tu primero… -le dijo Fernando Morientes y se agacho para poder encontrarse con los gruesos y sensuales labios de Raúl, llenando sus bocas con su lengua y saliva.

Si… papi… ahh... métela más… duro… ahh… –gemía Raúl

Entonces Raúl acelero aún más el ritmo de su mano sobre su verga, mostrándose más agitada su respiración y moviendo su cuerpo sobre el escritorio prácticamente sin control, esta vez el sonido de sus gemidos no pudieron seguir reprimiéndose y comenzaron a lanzarlos más fuertes.

Ohh… si… ahh… ahh… -gemía sin poder contenerse Raúl al sentir que su corrida estaba mas próxima y que la verga de Morientes seguía taladrándole su dilatado culo

Raúl sintiendo una fuerte presión en sus huevos, comenzó a mover sus piernas abriéndolas y cerrándolas para disfrutar aún más de la verga de Fernando y por la presión que sentían en su próstata, Raúl pegó más su vientre al de su amado moviéndolo en círculos y esta vez los dos lanzaron gemidos de placer.

Por su lado Vicente, seguía disfrutando de sus manos: una en su verga y la otra en su ano, donde aún continuaba la punta de un dedo acariciando su ano virginal, además le parecía sumamente excitante el comportamiento de Raúl, le parecía increíble de creer que alguien pudiera disfrutar tanto mientras le rompen el culo, se preguntaba una y otra vez ¿cómo era posible eso?

Por su parte Raúl seguía disfrutando y su corrida estaba a punto, porque podía sentir con toda sensibilidad como una larva caliente envolvía sus huevos para comenzar a deslizarse por el largo de su verga, entonces comenzó acelerar los movimientos de su mano, esta vez enfocándose solo al glande y de pronto sucedió:

Ahh… ya… papi… me vengo… -gimió Raúl cuando sintió que el primer chorro de lava salía de su verga para caer en su abdomen

Por unos instantes el cuerpo de Raúl se contrajo completamente sin moverse, solo su mano seguía sobre su glande apretándolo fuertemente y a ese primer chorro de semen le siguieron unos cuantos más y todo se fueron alojar a su abdomen sudado.

Por su parte Fernando Morientes permaneció quieto disfrutando de las contracciones que el culo de Raúl hacía sobre su verga, le parecía que era una sensación realmente única, le encantaba esa parte, era como si el culo de Raúl tuviera vida propia y estuviera haciendo todo lo posible por devorar su verga.

Después de su corrida, Raúl comenzó a mover su cuerpo sobre el escritorio aceleradamente incrementando el rechinido y moviendo su vientre para seguir disfrutando de las últimas penetraciones de Fernando.

Ahh… ahora sigo yo… ahh –gimió Fernando Morientes

Fernando Morientes dejo depositada su verga hasta el fondo del culo de Raúl cuando sintió su eminente corrida, su respiración se acelero y se sujetó fuertemente de las piernas de Raúl cuando sintió que su verga lanzaba los primeros chorros de semen dentro del culo de Raúl y sin poder evitarlo dentro del estudio se escucho un fuerte gemido por parte de Fernando, sentía que la vida se le iba por la verga.

Ahh… ahh… -gemía Fernando mientras continuaba depositando su semen dentro del intestino de Raúl –ahh… que rico… mara… vi… llo… so

Si… papi… disfrútalo… ahh… -decía Raúl mientras su mano seguía acariciando su propia verga y con la otra intentaba acariciar el cuerpo de su amante

Por su parte Vicente Rodríguez al observar la manera en que Raúl y Fernando se veían no pudo evitar sentir la misma sensación y en el momento en que la mitad de su dedo se resbala por su virgen culo, su verga comenzó a lanzar pequeños chorros de semen y tuve que hacer un gran esfuerzo para permanecer en silencio y no dejar escapar ningún gemido y saco el dedo de su culo provocándole una nueva sensación de placer y se corrió sobre su mano.

Poco a poco Raúl y Fernando fueron recuperando su respiración, pero su verga aún permanecía dentro de ese culo demasiado dilatado. Aún con al verga dentro, Fernando Morientes se agacho sobre el abdomen de Raúl cuidando de no manchar su ropa con el semen de Raúl para poder besarlo.

Esto… fue… maravilloso… te amo –le dijo Raúl a Morientes después de darse un apasionado beso

Yo también… te amo pequeño –le dijo Fernando Morientes, mientras sacaba su verga del culo de Raúl y se dejaba caer sobre el sillón del escritorio.

Vicente nuevamente tuvo problemas para limpiar los restos semen que había depositado en su mano y afortunadamente aún tenía un poco de papel higiénico y se limpio lo más que pudo, acomodo de nuevo su verga dentro del pantalón y permaneció inmóvil para evitar ser visto, su mente estaba llena de mil preguntas y de enormes y angustiantes dudas.

Raúl con mucho cuidado se bajo del escritorio y de inmediato busco en el suelo las cosas que había en el escritorio para localizar la caja de pañuelos desechables que siempre le gustaba tener. Fernando fue le primero que la localizo y de inmediato le comenzó a pasar pañuelos para que limpiara su pecho de los restos de su corrida, después tomo uno y limpió su propia verga.

Se levantó un poco mareado del sillón y comenzó a subirse su ropa interior y su pantalón, había pasado ya mucho tiempo desde que desapreció junto con Raúl y ahora se daba cuenta del problema que tenían.

Se pusieron de acuerdo y decidieron que lo mejor sería que primero saliera uno y después el otro, como Fernando Morientes no se había desnudado por completo se terminó de acomodar su ropa y decidieron que el saldría primero para evitar laguna sospecha.

Entonces Raúl acompaño a Fernando hasta la puerta del estudio para asegurarse de cerrarla con seguro y antes de que saliera:

Gracias mi amor por este fascinante momento… lo disfrute como nunca –le dijo Raúl besándolo en la boca

Yo también la pase muy bien… pero será mejor que luego hablemos de esto… -le contestó Fernando Morientes preocupado por lo sucedido –habíamos quedado que

No digas nada –le interrumpió Raúl con otro apasionado beso –nos amamos y eso fue lo que paso

Fernando Morientes salió del estudio preocupado y por su parte Raúl se quedo dentro mientras se vestí y acomodaba las cosas sobre el escritorio. Vicente seguía sin moverse mientras que el miedo lo invadía, nunca antes se había tocado su ano y ahora que lo recordaba le había gustado esa sensación.

Raúl estuvo a punto de salir del estudio por la puerta que daba a su casa, pero después de abrirla decidió que sería mejor salir por la puerta que daba al jardín, cuando Raúl paso por el pasillo que daba a esa puerta se quedo absolutamente espantado cuando al levantar la mirada se encontró con un Vicente Rodríguez igualmente sorprendido recargado sobre la pared.

Esta historia continuara. . .