La Pasion en el Fútbol (4)

Continua la parillada en casa de Raúl. Vicente Rodríguez no alcanzaba a ver quienes eran las personas que habían entrado, pero si podía escuchar claramente el sonido de los besos y mientras terminaba de limpiarse la mano pensó que tal vez era alguno de sus compañeros que venían acompañados por su novia.

Hola mi nombre es Marco y ahora les presento el siguiente capitulo de la serie "La pasión en el fútbol" esperando que sea de su total agrado, recuerden que están basados en futbolistas famosos y que son historias sacadas de mi mente calenturienta y cualquier semejanza con la realidad son puras coincidencias. Por último, para cualquier sugerencia o comentario lo pueden hacer en jjra2304@yahoo.com.mx .

La Pasión en el Fútbol

Capitulo Cuatro

Detrás de la pasión

Raúl quedo sorprendido al ver a Marco tan hermoso realmente lucía muy atractivo y de inmediato dio la orden para que lo dejaran pasar. Marco entro y le ofreció su mano para saludarlo cuando estuvo frente a él. Raúl le correspondió el saludo pero sin dejar de contemplarlo, se lo comía con los ojos.

Hola… solo pasaba para darte las gracias por el masaje… gracias a eso estoy como si no me hubiera pasado nada –dijo Marco mientras veía al fondo todo el movimiento del evento que sucedía en el jardín de Raúl – disculpa no quería ser imprudente

Que bueno que ya estas bien –decía Raúl quien aún no soltaba la mano del joven, quería sentir seguir disfrutando de su contacto –y no te preocupes no es ninguna molestia

Bueno… solo pasaba a agradecerte veo que estas ocupado-decía Marco y de inmediato retiro su mano

No… es más si quieres puedes quedarte… -dijo Raúl sorprendiéndose así mismo por la precipitada invitación

¿Cómo crees? –contestó apenado el jovencito que tenia cautivado a Raúl

Insisto, quédate… anda pásale -dijo Raúl y utilizando este pretexto de conducirlo hacia el jardín, Raúl llevo la palma de su mano derecha a la espalda de Marco y su verga bajo su pantalón comenzó a palpitar al sentir el contacto de su suave piel con su mano.

Esta bien… me quedare un rato… pero si me siento incomodo… me retiro, ¿esta bien? –dijo Marco dejándose llevar por uno de sus jugadores favoritos

Es mas si te sientes incomodo… yo mismo te llevo a tu casa –contestó Raúl nuevamente sorprendido por su respuesta tan infantil y disfrutando del contacto, su mano continuaba sobre la espalda de Marco y de vez en cuando con mucho cuidado la deslizaba por su espalda y esa sensación le transformaba sus emociones.

Marco recibió una agradable sorpresa cuando al llegar al jardín y observar a los invitados se dio cuenta que muchos de sus jugadores favoritos estaban ahí reunidos, inmediatamente comenzó a sentirse muy contento, pero también se mesuro un poco porque no deseaba ser una molestia para Raúl.

Raúl poco a poco lo fue presentando a todos los invitados, haciendo mención que era un buen vecino y hasta el final lo llevo a sentar a la mesa de Iván Helguera, para que pudiera platicar con su cuñado, ya que por tener casi la misma edad pensó que tal vez seria una buen idea.

De inmediato Alejandro y Marco comenzaron a platicar y el primer tema del que hablaban era sobre lo emocionados que estaban de estar rodeados de los mejores jugadores de España y algunos del mundo, intercambiaron opiniones sobre sus jugadores favoritos, hasta que finalmente Alejandro, por ser más extrovertido, hablo en voz baja y le preguntó que cual era el jugador que más le gustaba.

Marco se mostró al principio un poco sorprendido, pero cedió ante la presión de Alejandro y la plática comenzó a girar en torno a ese tema.

Del otro lado del jardín, Vicente Rodríguez continuaba perdiendo el control de sus emociones y es que se encontraba en medio de dos de los jugadores más atractivos reunidos esta tarde, por un lado veía el rostro varonil y atractivo de Xabi Alonso llamándole poderosamente la atención sus manos y por el otro lado tenía el rostro infantil y tierno de Iker Casillas. Decidió que antes de perder el control de sus sentidos, lo mejor sería huir un momento de esa mesa y con el pretexto de ir al baño, se levantó a toda prisa, dejando un poco sorprendidos a Casillas y a Xabi por su actitud.

Cuando iba al baño a mojarse el rostro, se topo con Raúl, quien seguía absorbido en sus pensamientos y le pregunto:

Oye Raúl ¿podrías prestarme tu computadora? Es que se me olvido mandar un correo importante a mi contador –le preguntó Vicente Rodríguez

Por supuesto que la puedes usar–le dijo Raúl

Entonces Raúl le indico por donde se fuera para entrar a su estudio por el lado del jardín y que la computadora estaba sobre el escritorio, le dijo que seguramente la computadora estaba prendida y Vicente se marcho hacia el estudio.

Vicente se encontró con la puerta que daba al pequeño pasillo que conducía directamente al jardín, entró y cerro con llave con el propósito de no ser molestado, pero no se dio cuenta de que al asegurar la puerta, la llave cayo al suelo y se deslizo hacia fuera. Vicente pasó por el pasillo y de inmediato se encontró con el estudio, le pareció agradable y demasiado confortable.

Y sin más tiempo que perder levantó la pantalla de la Laptop y al deslizar el Mouse del equipo de inmediato la pantalla salió del estado de ahorro de energía y lo que Vicente Rodríguez vio en la pantalla lo dejo totalmente sorprendido, mudo de la impresión, era algo que no lo esperaba.

Vicente Rodríguez venía huyendo de sus pensamientos homosexuales que venía sintiendo desde hace varias semanas y sobretodo de lo que le había pasado hace algunos minutos cuando estaba sentado en medio de Iker Casillas y Xabi Alonso y ahora con toda la presión que sentía, tenía frente a sus ojos una imagen donde dos hombres tenían sexo en medio de un bosque, la imagen era demasiado morbosa como para ignorarla, además de que no sentía deseos de cerrar la ventana que el explorador de Internet le mostraba: un hombre acostado en el suelo con una mano agarrando la base de su verga apuntando hacia el cielo mientras un segundo hombre estaba sentado sobre esa enorme verga mostrando su rostro con una mueca que transmitía el inmenso dolor que sentía mientras su culo se tragaba más de la mitad de la verga.

Por momento Vicente Rodríguez se preguntó que como era posible que en la computadora de Raúl González pudieran estar abiertas este tipo imágenes, pero de inmediato se le olvido esa pregunta porque llevado por la curiosidad y por la excitación que nuevamente comenzaba a sentir y sobre todo por el intenso morbo que le brillaba de los ojos, Vicente deslizo el apuntador del Mouse hacia el botón de siguiente y se presentó ante sus ojos perdidos por el deseo, una nueva imagen que le volvió a sorprender.

A Vicente Rodríguez se le hacía algo novedoso la manera en que los modelos podían soportar dentro de su culo una vergas tan enormes y que sin poder aceptarlo al cien por ciento consideraba que eran unas vergas hermosas, por su forma, por su tamaño, por su color, lo que le excitaba más era observar el rostro de los modelos que recibían en sus culos o en su bocas esa preciosas vergas, esos gestos de dolor lo estaban excitando demasiado y sin darse cuenta su mano izquierda se encontraba acariciando su propio miembro por encima del pantalón.

Sin estar seguro de que lo que hacía estaba bien, Vicente Rodríguez arrastrado por el morbo comenzó a deslizarse en medio de todas esas fotos de hombres teniendo sexo en diferentes posiciones y lugares.

Mientras tanto Raúl, sentía ahora también mucho más morbo al observar desde cualquier punto del jardín a los jovencitos que estaba ahora juntos: Alejandro y Marco, si por Raúl hubiera sido ya estuviera ahora en algún lugar del jardín follando intensamente los tres. La excitación que sentía comenzaba a ser visible, Raúl se acerco a la mesa donde estaba Fernando con las esposas de los dos:

¿Cómo va todo? –preguntó Raúl

Creo que todo esta saliendo perfecto, felicidades campeón –le contestó Fernando Morientes dándole una palmada en la espalda

Si eso creo yo también –contesto la esposa de Raúl –pero deberías de tranquilizarte porque te veo un poco alterado, te veo nervioso, como si estuvieras… no se como… explicarlo… como si estuvieras abochornado

¿En serio? –dijo Raúl sorprendido –bueno ando de aquí para haya revisando que todo este bien.

Pero lo único cierto es que Raúl estaba excitado desde la mañana a pesar de haberse masturbado no le había bajado para nada la calentura que le hervía la sangre por todo su cuerpo y ahora más desde que sabe que los dos jovencitos están más cerca y verlos juntos le ponía más, lo mantenía en una estado de excitación que no solo bajaba si no que se incrementaba, incluso comenzaba a transpirar, se notaba sudado y era una sensación que ya no podía controlar y alargar. Así que tomo una decisión:

Oye compadre, ¿me podrías ayudar en algo? –le dijo Raúl González tomando el brazo a Morientes para obligarlo a acompañarlo

Claro que si –contestó un tanto desconcertado Morientes –vamos

Así que tanto Raúl como Fernando se alejó de sus respectivas esposas y fueron tomando camino rumbo a la puerta que llevaba al estudio.

¿Qué te sucede? Si no te conociera tan bien pensaría que estas excitado –le dijo Fernando en voz baja mientras caminaban en medio de los invitados para perderse entre ellos –tienes tus mejillas rojas y así siempre te pones cuando lo estas

Pues así estoy… necesito tener tu verga dentro de mí ahora –le contestó Raúl mientras saludaba o escuchaba palabras de los invitados

¿Estas loco? –le contestó Fernando Morientes –es muy arriesgado

No, nadie se va a dar cuenta, todos se encuentran muy entretenido ¿o es que ya no me quieres? –Raúl siempre le gustaba chantajear a todos y además era algo que se le daba y sobretodo que le funcionaba

Como no te voy a querer –contestó Morientes

Entonces demuéstramelo, ya veras que no pasara nada –dijo Raúl cuando llegaron a la puerta del estudio.

Raúl intentó abrir la puerta pero estaba cerrada, Vicente Rodríguez la había cerrado hace algunos minutos. Entonces decidieron entrar a la casa, estaban a punto de irse a al cuarto de Raúl, pero por motivos de seguridad decidieron que era mejor ir al estudio ya que ahí nadie los molestaría porque siempre estaba cerrado y era como el sitio privado de Raúl al que prácticamente tenían prohibido entrar sin su autorización.

Mientras eso sucedía, Vicente Rodríguez ya tenía su verga a fuera del pantalón apretándola fuertemente con su mano izquierda y sus ojos seguían clavados en las imágenes que veía por Internet de hombres teniendo sexo con hombres en diferentes posiciones sexuales, cuando de pronto comenzó a correrse, su verga comenzó a lanzar chorros de semen que fueron a parar en la misma mano, fue una situación que no se esperaba ni mucho menos había sido planeada, simplemente su excitación llego al punto en que sus huevos ya no pudieron seguir conteniendo el semen que tenía acumulado.

Apenas estaba intentando recuperarse de su corrida cuando escucho ruidos provenientes de afuera del estudio y de inmediato se levanto del escritorio con su verga aún en la mano, llena de semen y sosteniéndose el pantalón con la otra mano olvidándose de cerrar la computadora por la prisa que tenía de esconder para que nadie lo viera así: con su verga en la mano llena de semen.

Vicente Rodríguez corrió hacia el pasillo por donde había entrado, primero quería esconderse para poder limpiarse la mano y arreglarse el pantalón para finalmente salir por donde había entrado.

Cuando ya Vicente se había ocultado en el pasillo, Raúl y Fernando de inmediato entraron al estudio poniendo mucha atención en cerrar la puerta para evitar algún improviso. Vicente tenía un poco de dificultad para limpiarse, ya que con la mano derecha llena de semen, no podía buscar en las bolsas de su pantalón algún trozo de papel higiénico, por lo que se estaba retrasando más.

Sin decir ninguna palabra, Raúl González lanzó sus brazos al cuello de Fernando Morientes y sus gruesos y sensuales labios invadieron los labios delgados de Fernando, quien comenzaba a acariciar la espalda del capitán de la selección, que se mostraba sumamente excitado.

Vicente Rodríguez no alcanzaba a ver quienes eran las personas que habían entrado, pero si podía escuchar claramente el sonido de los besos y mientras terminaba de limpiarse la mano pensó que tal vez era alguno de sus compañeros que venían acompañados por su novia. Pero se sorprendido cuando escucho que los besos cada vez se hacían más intensos, en ningún momento le dio curiosidad por mirar de quienes se trataban, estaba mas preocupado por arreglar su pantalón y limpiarse sin hacer ruido para poder salir.

De pronto cuando termino de acomodarse el pantalón y a punto de irse a la puerta para abrir, Vicente Rodríguez escucho un murmullo que no alcanzo a identificar la voz:

¿Quiero que me folles Fernando? –dijo Raúl con su voz melosa a Morientes

Vicente Rodríguez seguía confundido ahora solo quedaban dos opciones: Fernando Torres o Fernando Morientes, cualquiera de los dos podía ser el que estaba ahí con una mujer, si era Morientes pensó que estaba con su esposa, pero si era Torres no se había dado cuenta de que hubiera llegado con alguna amiga o novia.

Entonces prepárate porque te voy a llenar con mi polla –le contestó Fernando Morientes a Raúl mientras levantaba los brazos para poder sacarle su playera

Entonces Vicente reconoció la voz de Morientes y pensó que estaba con su esposa, pero aún así le causo un poco de sorpresa descubrirlos en el estudio de Raúl, en una casa ajena haciendo estas cosas que normalmente se dan entre la parejas jóvenes y por un momento se imagino que se trataba de un matrimonio ejemplar al que le gustaba aún correr ciertos riesgos.

Fernando Morientes era quien desnudaba a Raúl González, ya había logrado quitarle su playera y mientras jugaba con uno de sus pezones, las manos de Morientes intentaban desabrochar el pantalón del cada vez más excitado Raúl.

Raúl solo se mantenía de pie disfrutando de las caricias que su amante Morientes le hacía en cada uno de sus pezones mientras sus manos acariciaban el cabello de Fernando.

Finalmente Fernando Morientes logro desabrochar el pantalón del capital de la selección y lo bajo y hasta el suelo con todo y el bóxer que traía puesto, quedando totalmente desnudo a su vista por segunda ocasión (recordar que la primera había sido en la habitación de Raúl), situación que le emociono mucho, ya que el cuerpo de Raúl se le hacía sumamente sensual, sobre todo su rostro le causaba mucho morbo.

Mientras tanto, Vicente Rodríguez incomodo por las circunstancias y una vez arreglado su pantalón, de inmediato se fue a la puerta y cual sería su sorpresa que al momento de intentar abrirla, la puerta estaba bajo llave y la llave no estaba en su lugar y recordó que al momento de cerrarla ahí se había quedado pegada, desesperado comenzó a buscarla alrededor por si se había caído, pero no la localizo por ningún lado y se quedo parado sin saber que hacer, lo que si era seguro es que no deseaba ser visto por la situación tan incomoda que sería si llegasen a descubrir que había alguien en el estudio.

Por su lado, Fernando y Raúl se abrazan fuertemente mientras sus manos recorrían el cuerpo del otro, por su lado Morientes tenía un contacto con la suave y caliente piel de Raúl, ya que lo tenía completamente desnudo a su disposición, disfrutando de ese cuerpo que tanto lo inquietaba, en cambio Raúl tenía que meter sus manso bajo la camisa de Fernando para poder sentir su piel. Sus lenguas entrelazadas, sus labios pegados y sus bocas queriéndose comer uno al otro.

Vicente Rodríguez decidió quedarse parado ahí a esperar que terminaran los enamorados de su encuentro pasional, cuando de pronto escucho algo que definitivamente lo dejo en estado de shock:

Cómeme el culo –dijo Raúl a Morientes mientras sus manos continuaban acariciando sus cuerpos –ya no aguanto… estoy que ardo

Tranquilo bebe –le contestó Fernando Morientes mientras le besaba el cuello y sus labios bajaban por su torso fibroso y delgado –en unos segundo llego a tu delicioso culo que tanto extrañaba

Ahh… ahh… si… papi… -decía Raúl totalmente transformado por la pasión y el deseo, que a pesar de disfrutar de las caricias de su amante Morientes, en su mente continuaban desfilando cualquier cantidad de imágenes con los jovencitos que estaba afuera en su jardín, quería y deseaba follarlos intensamente como en unos segundos lo follarían a él –dame tu lengua… que ya no… aguanto… ahh

Vicente reconoció las voces y ambas eran masculinas: Raúl González y Fernando Morientes, no podía creer lo que escuchaba, le parecía que era algo imposible de ser cierto, por un momento pensó que era una mala broma, estaba desconcertado, como era posible que dos hombres casados estuvieran involucrados, que tuvieran relaciones sexuales en la casa de uno de ellos.

Esta historia continuará