La Pasion en el Fútbol (1)

Comienza una nueva serie de relatos basado en futbolistas famosos. Raúl Gonzalez, capitan de la selección española, se da cuenta que su afición por los jovencitos aún esta latente.

Hola mi nombre es Marco y anteriormente había escrito la serie de relatos llamada "El Chico del Chat" y ahora inició una nueva titulada " La pasión en el fútbol " esperando que sea de su total agrado, recuerden que estan basado en futbolistas famosos y que son historias sacadas de mi mente calenturienta y cualquier semejanza con la realidad son puras coincidencias. Por último, para cualquier sugerencia o comentario lo pueden hacer en jjra2304@yahoo.com.mx .

La pasión en el fútbol

Capitulo Uno

Renace una vieja obsesión

Parecía que hoy era un domingo como cualquiera, pero menos para la familia del jugador español madricista Raúl González. El día de hoy se llevaría a cabo una parrillada totalmente familiar en su casa y a la cual estaban invitados todos los integrantes de la selección española con sus familias.

La finalidad de esta convivencia era la integración de los jugadores que habían sido convocados por el entrenador Iñaki Sáenz para participar como seleccionados en la Eurocopa 2004 en el país vecino de Portugal y Raúl como capitán del mismo tenía la obligación de lograrla. Además de alguna manera tenía, de alguna forma, terminar con toda la serie de especulaciones que existen entorno a las rivalidades y conflictos que venían existiendo dentro del equipo, era una manera de aliviar cualquier problema que pudiera existir.

Y fue precisamente Raúl quien por iniciativa propia decidió organizar la parrillada y por fortuna todos los integrantes de la llamada Furia Roja habían estado de acuerdo en participar. A la parrilla estaban invitados los integrantes del cuerpo técnico y la plantilla. Raúl y a petición de varios jugadores habían señalado dos condiciones para esta convivencia: uno deberían asistir con su familia y dos en toda la reunión no se hablaría de fútbol.

Desde muy temprano Raúl se despertó sumamente inquieto, existían asuntos que le inquietaban y algunos de ellos le preocupaban mucho y el principal de todos era la mala campaña que había tenido en el Real Madrid en el último año y que se complico más desde que lo operaron a finales del año pasado. Tenía ahora la doble responsabilidad de responder dentro de la Selección. Otro asunto que le inquietaba era la convivencia del día de hoy, deseaba que fuera importante para la integración del equipo que comenzaría a capitanear al día siguiente que comenzaría la concentración de los seleccionados.

Raúl decidió que para despejar un poco su mente, lo mejor sería salir a ejercitarse un poco al campo deportivo que se encontraba cerca de su casa. Con mucho cuidado se levantó de la cama para no despertar a su esposa. Raúl acostumbraba a dormir solo con un bóxer y una playera ligera. Mientras buscaba un pantalón y sudadera deportiva, se quito su playera y al pasar por un espejo, se quedo varios segundos observando se cuerpo delgado pero fibroso, desde hace unos meses había optado por depilarse el poco vello que salía de su abdomen y era una sensación que le agradaba muchísimo.

Raúl salió de la recamara mientras se ajustaba la cinta de su pantalón deportivo y al pasar por la habitación de su hijo mayo, decidió asomarse para verificar que dormirá tranquilamente.

Raúl salió de su casa y mientras caminaba por el grande y espacioso jardín, realizaba alguna serie de ejercicio de calentamiento y estiramiento. Antes de atravesar el portón de acceso a su mansión, Raúl hecho un vistazo su reloj de pulso y se percató que en menos de una hora comenzarían a llegar las personas que se encargarían de todo el evento: desde quienes colocarían las mesas, los meseros, los cocineros hasta lo músicos que ambientarían la comida.

Raúl salió de su casa y comenzó a trotar lentamente mientras se dirigía al campo deportivo que se encuentra cerca de su casa y que alguna vez contribuyo económica para su construcción. Así que ya para los vecinos y habitantes de esa localidad no les era extraño verlo ejercitándolo varias veces al mes.

Raúl al llegar al campo deportivo se percató de que estaba completamente vació y en el fondo se sintió aliviado por esa razón, ya que en estos momentos no sentía muchas ganas de atender a los fans que pudieran acercársele. Así que más seguro por tener todo bajo su control, Raúl incremento un poco la velocidad de sus pasos y comenzó a correr alrededor de la cancha de fútbol.

Cuando Raúl llevaba ya más de veinte minutos corriendo, se percató que atrás de él venía corriendo un joven y haciendo un gesto de molestia siguió corriendo, ya que Raúl por unos momento pensó que tal vez se acercaría para pedir algún autógrafo o algo semejante, así que resignado afrontaría lo que pasará .

Cuando el joven estaba a punto de acercarse Raúl volvió a mirar hacia atrás y al fin pudo apreciar por completo el rostro del joven que se acercaba y lo que vio lo dejo sumamente impactado.

El muchacho que se acercaba era un joven de aproximadamente diecinueve años, con un rostro hermoso, angelical, perfecto, como de una escultura griega, con unos ojos azules enormes y brillantes, su nariz afilada y perfecta, sus labios sumamente delgados y rojos, su frente ancha y con un mentón bien formado. Raúl pensaba que ese rostro era tan perfecto que por algún momento pensó que tal vez era una alucinación suya, ya que nunca antes lo había visto por ahí.

Cuando el chico pasó a su lado y acoplándose al ritmo de Raúl:

Hola, buenos días –saludo muy cordila el chico.

Buenos… días –contestó Raúl un poco aturdido y sorprendido.

Y es que después de saludarlo, el joven le ofreció una sonrisa que iluminó todo su hermoso rostro, resaltando los pequeños hoyitos que se le formaban en las mejillas, además de mostrarle su prefecta dentadura blanca, cautivando más a Raúl que seguía sorprendido.

Después del saludo, el chico continuo corriendo incrementado su velocidad y pasando a Raúl, quien corría atrás del chico pudiéndose percatar que junto a la perfección de su cara le seguía un cuerpo perfectamente tallado y creado.

El chico medía como 1.85 centímetros, era delgado, de espalda ancha que contrastaba con su pequeña cintura y con su cadera ancha, además tenía un buen trasero marcado, como el chico traía un short sumamente corto Raúl pudo apreciar las largas piernas que tenía y lo macizas que estaban, también traía puesto solo una camiseta sin mangas, luciendo sus largos brazos muy marcados.

Raúl comenzó a inquietarse con el chico que se alejaba, lo veía sumamente atractivo y sobre todo perfecto, no podía quitarle la vista de encima y es que para Raúl los jovencitos eran uno de los deseos más guardados, incluso nunca antes había hablado con nadie de estos sentimientos. Raúl acelero un poco más para poder estar más cerca del chico y así poder apreciar con más cercanía su exquisito cuerpo.

Así estuvieron dando dos vueltas y Raúl seguía manteniéndose a corta distancia disfrutando del espectáculo tan excitante que le brindaba el chico. Cuando de repente el chico dio un mal paso y cayó inmediatamente al suelo lastimándose el tobillo derecho. Raúl acelero e inmediatamente acudió a su ayuda.

El chico quedo semi acostado, apoyando sus manos sobre el césped y gesticulando algunos gestos de dolor ocasionados por el tobillo lastimo.

Haber permíteme ayudarte –dijo Raúl agachándose para ayudar a sentar a el chico

Estoy… bien… -decía el chico quejándose fuertemente mientras intentaba ponerse de pie

No... no intentes levantarte –decía Raúl mientras tomaba con sus manos la rodilla de la pierna lastimada –tienes una factura por la manera en que te caíste puede ser algo grave

No… no tengo nada –insistía el chico en medio de gemidos de dolor -ahh

Déjame checar que es lo que te paso –dijo Raúl de manera cariñosa y mirando a los ojos al chico que se encontraba sentado quejándose de dolor.

Esta… bien –contestó el chico al percatarse de su testarudez

Entonces Raúl con una sonrisa en sus grandes labios comenzó a hablarle suavemente al chico para intentar tranquilizarlo mientras sus fuertes manos comenzaban a recorrer desde la rodilla hacia el tobillo lastimado. Raúl acostumbrado a este tipo de lesiones en los entrenamientos de fútbol, sabía claramente lo que había ocasionado el golpe y sobre todo la manera de manejar este tipo de incidencias. Entonces con sus manos comenzó a darle un masaje para ir calentar sus músculos.

A pesar de la situación en que se encontraba el chico, Raúl no pudo evitar comenzar a excitarse al tocar y sentir la suavidad de su piel, era una sensación que en estos momentos le causaba una sensación de culpabilidad, ya que mientras el chico se quejaba de dolor, Raúl sentí mucho morbo.

A propósito ¿cómo te llamas? –pregunto Raúl mirando fijamente a los ojos del chico

Disculpa, me llamo Marco –contestó el chico también mirándolo a los ojos y obsequiándole una de sus más lindas sonrisas –mucho gusto Raúl.

Entonces sabes quien soy –contestó Raúl

Todo el mundo sabe quien eres, sobre todo, toda España te conoce –contestó Marco

Entonces Marco le ofreció una de sus manos a Raúl y este inmediatamente suspendió el masaje para corresponderle el saludo. Se dieron el saludo con un fuerte apretón de manos sobre todo por parte de Marco, situación que encendió de sobremanera a Raúl por la fuerza con que lo saludo y Raúl se percató que Marco con uno de sus dedos le dio una breve caricia mientras apretaban sus manos.

Raúl un poco intimidado retiro rápidamente su mano y prosiguió con el masaje:

Estoy a punto de llegar a la parte afectada, tal vez te duela un poco pero te aseguro que todo saldrá bien –dijo Raúl suavemente para tranquilizar al chico

Esta… bien –contestó Marco muy seguro

Cuando Raúl toco el tobillo, Marco solo arrugo un poco su rostro en señal de dolor y Raúl inició un masaje suave pero profundo, intentando relajar los ligamientos de su músculo y como ya lo había sospechado se trataba solo de una molestia muscular sin afectar ningún hueso.

No paso nada, solo fue un desgarre muscular –dijo Raúl que seguía masajeando suavemente el área del tobillo y levantó su mirada para verlo a los ojos

Cuando de repente sus ojos se toparon con la entrepierna de Marco y pudo percatarse que por uno de los costados de su diminuto short se asomaba la gorda cabeza de su verga e inmediatamente desvió su mirada hacia el tobillo que masajea.

Marco se percató de lo sucedido pero no hizo ningún comentario y solo se limito acomodar su diminuto short para cubrir su miembro.

Listo –fue Raúl quien rompió el silencio e inmediatamente se puso de pie para ofrecerle su mano a Marco y ayudarlo a levantar –con un poco de reposo y otro masaje con alguna pomada para mañana no tendrás nada

Marco extendió su brazo y apoyándose con su pierna ilesa se puso de pie y al intentar apoyarse con su pie lastimado, se quejo nuevamente al sentir un intenso dolor.

Ahh… gracias… -decía Marco –ahh… ahh

Con cuidado, déjame te ayudo –contestó Raúl e inmediatamente se acerco a Marco y se coloco a su costado derecho.

Entonces Marco inmediatamente subió su brazo derecho al hombro de Raúl apoyando su axila velluda con el hombre izquierdo de Raúl, quien pudo sentir su hombro caliente al contacto. Raúl, sin más remedio, llevo su brazo izquierdo a la cintura de Marco sujetándolo fuertemente, comprobando su pequeña cintura pero sobre todo de lo duro que estaba la parte baja de su abdomen, seguramente horas de gimnasio y abrazados comenzaron a caminar.

Cuando se encontraban ya afuera del campo deportivo, Marco le dijo a Raúl que lo dejara ahí, que solito podía llegar a su casa, pero Raúl insistió en acompañarlo y llevarlo hasta la puerta de su casa. La casa de Marco quedaba muy cerca también del campo deportivo pero al otro extremo de la casa de Raúl.

Nunca te había visto por aquí, ¿eres nuevo en la colonia? –preguntó Raúl

Si, así tiene a penas como un mes que llegue a vivir con mis padres, pero ellos tiene años viviendo aquí, mira –contestó Marco y señalando su casa que se encontraba a escasos pasos –ahí esta la casa, cuando gustes.

Gracias, si conozco de vista a tus padres, pero no sabía que tenían un hijo –dijo Raúl

Para Raúl era sumamente excitante sentir el calor del cuerpo de Marco, que a pesar de llevar ambos ropa podía sentirse, además discretamente acariciaba su cintura

Cuando estuvieron a fuera del portón de la casa de Marco, este busco las llaves que dejo escondidas en una de las plantas que rodeaban la banqueta e inmediatamente abrió.

Bueno, muchas gracias Raúl –contestó Marco

No, no fue nada, supongo que si a mi me hubiera pasado, me habrías ayudado ¿o no? –sonriendo contestó Raúl – ¿porque no llama a tu papa para que te ayude?

Es… que… estoy solo, mis padres salieron todo el fin de semana y llegarán hasta mañana lunes muy temprano.

¿Estas solo en casa? –contestó sorprendido y angustiado Raúl –entonces déjame acompañarte hasta dentro

No, esta bien, no te preocupes –tratando de no dar mas molestias, contestó Marco

Pero Raúl ya no lo tenía nuevamente sujetado de la cintura y comenzaron a caminar hacia dentro, el patio era muy pequeño e inmediatamente se metieron a su casa. Raúl le dijo que lo mejor sería que permaneciera en reposo al menos unas horas mientras le bajaba la inflamación y que era necesario un breve masaje con alguna pomada antiinflamatoria.

¿Dónde tienes tu botiquín de emergencias? –preguntó Raúl

Si mal no recuerdo, hay uno en el baño de mi habitación –contestó Marco mientras caminaban a las escaleras para subir a su habitación.

Marco fue el primero que comenzó a subir por las escaleras, seguido de Raúl quien no dejaba de mirarlo de la cabeza hasta los pies, poniendo especial atención en su pequeño pero abultado trasero. Marco subía primero su pie lastimado y sujetándose fuertemente del barandal subía el otro pie, poco a poco, al cuidado de Raúl que le seguía por atrás. Cuando estuvieron a punto de llegar al segundo piso, Marco perdió el equilibrio al subir una de sus piernas y al no sujetarse bien su cuerpo se venció hacia atrás y cayo en brazos de Raúl, quien afortunadamente reacciono a tiempo para poder sujetarlo fuertemente.

Marco cayó de espaldas a Raúl, quien lo sostuvo metiendo sus manos prácticamente bajo sus hombros y entonces fue cuando Raúl se percató con sus manos del perfecto abdomen de lavado que tenía Marco y sin querer una de sus manos fue a parar a su entrepierna, tocando su verga semierecta y mientras los dos se acomodaban Raúl pudo sentir, aún encima de su ropa, el calor del cuerpo de Marco.

Cuando Raúl se dio cuenta del lugar donde su mano estaba, inmediatamente apenado la retiro y siguieron caminando hacia el cuarto de Marco.

La sorpresa que se llevo Raúl al entrar a ese cuarto fue grande, ya que las paredes del cuarto estaban totalmente tapizadas con posters y fotografías de los más hermosos futbolistas del mundo: David Beckham, Iker Casillas, Fernando Morientes, Cristiano Ronaldo, Andry Shevchenko, entre otros y del mismo Raúl.

¿Cómo vez también me gusta mucho el fútbol? –dijo Marco seguro de lo que decía y sin ningún pudor

Si, ya me di cuenta –sonrió Raúl al percatarse que el gusto por el fútbol iba mas haya del deporte, porque obviamente un chico normal al que le guste el fútbol no tiene su recamara tapizada de fotografías con jugadores en donde lo que menos se luce es el deporte mismo.

Mira, abajo del lavamanos esta el botiquín de emergencias –dijo Marco para terminar de hablar del fútbol.

Raúl se dirigió al baño que era muy visible e inmediatamente se agacho a buscar dentro del botiquín alguna pomada antiinflamatoria. Desde el lugar donde estaba sentado en su cama Marco pudo percatarse que al agacharse a Raúl se le comenzaban a ver sus nalgas e inmediatamente se excitó y su verga comenzó a levantarse sin ningún pudor.

Raúl se levanto y se dio la vuelta y al observar en la cama a Marco, se dio cuenta de que en la posición en que se encontraba lucía sumamente sexy y nuevamente comenzó a inquietarse, no quería que sus sentimientos salieran a la luz, era una situación sumamente peligrosa debido a situación en que se encontraba, pero tampoco era algo que podría evitar ya que desde siempre le han llamado enormemente la atención los jovencitos, cada ves que ve a alguno como Marco, quisiera lanzarse encima de el y hacerle el amor salvajemente, recorriendo con su lengua todo su cuerpo suave.

Raúl reacciono y mientras conversaban de cualquier asunto, tomo un poco de pomada sobre su mano y las talló. Cuando creo oportuno comenzó a masajear nuevamente el tobillo lesionado de Marco y sintió una enorme satisfacción cuando sus manos tocaron la suave y joven piel del chico que lo tenía hipnotizado por su belleza física, además su el aire infantil que le rodeaba le excitaba sumamente.

Como Raúl creía imposible poder controlar sus emociones más tiempo inmediatamente se disculpó diciendo que tenía prisa y después de despedirse muy efusivamente de Marco, Raúl salió casi corriendo de la casa, como si alguien o algo lo estuviera impulsando a quedarse. Antes de salir a la calle, Raúl tuvo que acomodar su verga bajo el pantalón porque era muy visible su erección y no quería llamar la atención en la calle de esa manera.

Raúl salió de la casa e inmediatamente se dirigió a su casa corriendo, sintiendo como su verga le quemaba el vientre y los mismos movimientos hacían que su verga se pusiera más y más dura a cada momento, así que para evitar miradas inmediatamente se quitó la sudadera y se la amarró a la cintura y de alguna manera podía ocultar sus casi veinte centímetros de carne dura.

Conforme se acercaba a su casa se percató de que de algunas camionetas comenzaban a bajar mesas, sillas e instrumentos musicales y miró su reloj percatándose de que ya habían pasado casi dos horas desde que salió y que los preparativos estaban ya a la vista.

Raúl entró a su casa en medio de los trabajadores y después de saludarlos inmediatamente entró a su casa por la puerta de la cocina y se dio cuenta de que su esposa estaba preparando el desayuno, saludo muy cariñosamente a sus hijos y a su esposa y de inmediato se fue a su recamara para meterse rápidamente al baño.

Apenas entró y comenzó a desnudarse por completo dejando al descubierto su fibroso cuerpo y saltando al aire sus veinte centímetros de erección, los cuales inmediatamente comenzaron a recibir atención de su mano derecha.

Raúl tomo su verga de la base y la apretó fuertemente agitaba el resto, la abandono unos segundos mientras llenaba su mano de saliva y comenzó a subir y a bajar su mano por todo su largo. Mientras su otra mano pellizcaba sus pezones que ya los tenía duros de la excitación.

Raúl sumamente excitado aceleraba los movimientos de su mano sobre su verga erecta, su otra mano acariciaba sus velludos huevos y acariciaba la entrada de su ano, los movimientos de su mano iban de su pecho, abdomen, sus huevo y terminaban en la entrada de su culo. Raúl cerraba sus ojos y a su mente llegaban las imágenes del jovencito que acaba de dejar en su casa y de la que salió huyendo por temor a perder el equilibrio entre sus deseos y la realidad.

En su mente pasaban las imágenes del hermoso rostro del chico, de su escultural cuerpo, de su abultado trasero, de su miembro semierecto y de la suavidad de su piel. Raúl sentía como le hervía la sangre por dentro en cualquier momento podía estallar su verga.

Para hacer más placentero el momento, Raúl se metió bajo al regadera y mientras su mano seguía tallando su verga y la otra acariciando su cuerpo, dejó que el chorro del agua cayera sobre su abdomen recorriendo todo su cuerpo.

Raúl cerró sus ojos y sin dejar de masturbarse se metió por completo bajo el agua disfrutando de sus propias caricias, dejando escapar gemidos de placer, incluso se llego a imaginar que se cogía al jovencito.

Ahh... ahh... –gemía Raúl bajo el agua mientras continuaba apretando su verga y sus huevos

De repente Raúl sintió que se venía y todo su cuerpo se tenso, incluso tuvo apoyar su espalda en la pared para no desfallecer, su verga lanzaba chorros de semen que iban a parar a su abdomen, a su mano y algunos al suelo. Raúl no paraba de lanzar gemidos de dolor y su mano seguía apretando su verga, quería exprimir hasta la última gota de semen. Su otra mano acariciaba sus huevos y la entra de su culo.

Fue hasta cuando su verga perdió su dureza, cuando finalmente Raúl abrió sus ojos y recupero el control de su cuerpo y respiración, mientras el agua resbalaba por todo su cuerpo. Inmediatamente Raúl se puso a eliminar los restos de su corrida y finalmente se baño.

Apenas termino de bañarse, Raúl tomo una toalla y se la enredo a su cintura sin secarse el agua, las gotas del agua escurrían desde su largo cabello, pasando por su cuello, fuerte y marcado abdomen para quedar en el vientre desde donde se sujetaba la toalla.

Cuando se disponía a buscar su ropa interior en uno de los cajones de su ropero, comenzó a sonar su teléfono celular personal y por el tono del timbre personalizado inmediatamente identifico de quien se trataba y su rostro se ilumino con una enorme sonrisa y visiblemente emocionado corrió hasta la mesita donde se encontraba y contestó.

Buenos días para ti también –dijo Raúl después de escuchar que la otra persona lo saludo –me acabo de bañar. Si me parece perfecto… aquí te espero… no tardes mucho. Te quiero mucho y te mando un beso –al pronunciar esta última frase lo hizo con mucho cuidado, verificando que no hubiera ninguna persona a su alrededor y con voz baja.

Raúl colgó el teléfono y lleno de buen humor decidió que no llevaría ninguna ropa interior. Se unto crema con jengibre en todo su cuerpo, desde los brazos, abdomen, nalgas, hasta sus piernas y pies; uso un tratamiento para el rostro y un tipo de protector labial que hacia resaltar el color de sus labios. Escogió un pantalón de mezclilla azul deslavado y una playera tipo polo de color rojo resaltando el color de su piel, se puso unos huaraches negros para mantenerse cómodo y por último se roció de manera abundante su loción preferida: Acqua di Gio. Cuando se vio al espejo lucía sumamente atractivo y era el objetivo porque en pocos minutos llegaría la persona con la que en las últimas fechas compartía más que una simple amistad y quería lucir hermoso ante sus ojos.

Raúl bajo y se encontró que su esposa lo esperaba y juntos desayunaron, comió algo muy ligero y de inmediato se dirigió al jardín para verificar que todos los arreglos y preparativos salieran tal y como estaban planeados.

Pasaron cerca de cuarenta minutos, en los cuales Raúl verificaba los arreglos y entraba a su casa, cuando de repente le avisaron que su amigo y compadre Fernando Morientes estaba llegando junto a su familia y aún se encontraba estacionando su vehículo.

Raúl junto con su esposa, salió de su casa para encontrar a la familia Morientes y darles la bienvenida a su residencia, como compadres que son existía una amistad y confianza entre las dos familias y por lo tanto muchas veces se reunían ya sea en casa de Raúl, como era este caso, o en la casa de Fernando.

La familia Morientes había llegado temprano para ofrecer su ayuda en los preparativos del evento. Entraron a la casa e inmediatamente los hijos de Fernando fueron en busca de los hijos de Raúl, la esposa de Raúl tomo del brazo a Victoria, la esposa de Morientes y se fueron a la cocina mientras hablaban de la ropa y cosas por el estilo.

Raúl y Fernando quedaron solos en la sala e inmediatamente sus sonrisas iluminaron sus rostros mostrando cierta complicidad entre ellos.

Vamos al estudio ahí estaremos más relajados, nadie nos molestara –dijo Raúl poniéndose de pie

Vamos –contesto Fernando Morientes y comenzaron a caminar

A su paso, Raúl se topo con una de las empleadas de su casa y le solicitó que le llevarán agua mineral al estudio.

Raúl abrió la puerta del estudio y se quedo parado ahí hasta que Fernando Morientes entro al estudio y de inmediato cerró la puerta y se lanzo sobre él abrazándolo por la espalda.

Te extrañe muchísimo –dijo Raúl con un tono de voz casi infantil apoyado su rostro en la dura y ancha espalda de Morientes

Yo también a ti–dijo Fernando separándose de Raúl –pero hay que tener cuidado puede entrar alguien

Y en eso se escucho que alguien tocaba la puerta y Raúl autorizo la entrada y una de las sirvientas venía con una charola y con dos refrescos de agua mineral, los coloco de inmediato sobre la mesa de centro y se retiro cerrando la puerta a sus espaldas. Raúl se dirigió a la puerta y la cerró con seguro.

Ahora si, ya nadie nos puede molestar –dijo Raúl mientras se acercaba nuevamente a Morientes y de inmediato llevo sus brazos a su cuello y sus gruesos labios tomaron posesión de los labio suaves y delgados de Fernando Morientes

Continuara....