La partida de mus

Una partida que me hace ganar a mi amiga.

LA PARTIDA DE MUS

Mi mujer y yo tenemos unos amigos y vecinos con los que nos llevamos de maravilla, Laura que asi se llama ella. es una rubia muy guapa y con un cuerpo muy apetecible, debo decir que no somos unos chavales, tenemos una media de 50 años, vamos edad para saber cada uno lo que quiere.

Nos gusta juntarnos y jugar de vez en cuando al mus, aunque la verdad no seamos unos expertos, hace unos días nos juntamos en casa de Laura y Carlos para echar una partida.

Laura siempre ha hecho comentarios con doble intención con respecto a mi en tono de broma, eso siempre me tiene despistado y no se a que atenerme, cuando empezamos la partida dijo, nada de señas porque como no se hacerlas no vaya a entender alguien lo que no es, guiñar el ojo o poner morritos, yo le conteste, que cada uno lo entienda como quiera, jijiji eso eso, contesto ella.

Siempre jugamos de pareja ella y yo, porque la enseñe a jugar y dice que conmigo está más agusto, mi mujer Lola y Carlos forman la otra pareja de juego, después del comentario que habia hecho y la sonrisa picara que me habia dirigido, tome la decisión de ese día jugarmela del todo, mientras estaban repartiendo las cartas dije que iba un momento al baño, le puse un mensaje diciendo, quitate las bragas que me encantaria ver tu conchita, me meti el telefono en el bolsillo y en el momento de entrar al salón, envie el mensaje.

Cuando sono su móvil y yo me estaba sentando crei que me daba un infarto por lo que habia hecho y las consecuencias que podia tener, que lo leyera y liara la marimorena, que lo dejara correr y no dijera nada en ese momento o que tubiera la reacción que yo más deseaba, voy un momento a la habitación dijo, yo me quede flipado, iba a ser posible que me concediera lo que le habia pedido?, Carlos dijo, venga date prisa que  no empezamos nunca, al momento volvió, se sento frente a mí, me miro a los ojos, los bajo a sus piernas y entreabrio las mismas un poco, lo suficiente para dejarme ver lo que tanto habia deseado, su conchita, la tenia depilada y era una preciosidad, me quede tan clavado que casi se dan cuenta mi mujer y su marido que dijeron si empezabamos ya, miramos las cartas y comentamos, con estas cartas no vamos a disfrutar nada, tenemos que arriesgar para pasarlo mejor, nos descartamos y viendo las nuevas cartas dije, esto pinta mejor podemos hasta echar ordagos y disfrutar del juego, adelante dijo ella y abrio mas las piernas dejando un panorama espectacular a mi vista que me puso a tope, podia ver con amplitud todo su chochito depilado que tenia una pinta riquisima, mi imaginación se olvido de la partida y comenzo a pensar que haria con esa maravilla, encima ella, tal vez leyendo mi pensamiento, comenzo un juego perverso abriendo y cerrando la conchita que me tenia cardiaco, tenia unos labios externos gruesos asemejandose a una concha de las buena y era capaz en sus movimientos de enseñarme su pepita que se veia deliciosa.

Ganamos la partida y dije, con estas cartas no me importaria jugar todos los días y disfrutar como hoy, a mi tampoco, me contesto, no todos los días pero si siempre que se pueda, segui disfrutando de la vista que me regalaba hasta que decidimos marcharnos a casa.

Cuando nos despedimos le dije, esta noche puedes soñar con la partida asi disfrutas por partida doble y mañana me lo cuentas, ojala dijo ella y así nos fuimos.

A la mañana siguiente me mando un mensaje de voz, anoche estaba caliente a más no poder pensando en lo que habiamos hecho, espere a que se durmiera Carlos que no tardo nada y empece a tocarme el coño que lo tenía empapado, me estube pajeando casi media hora, conteniendome sin gritar ni jadear para no despertar a Carlos, me frotaba el clitoris y veia el cielo, metiendome los dedos imaginaba que era algo mejor que tu me estabas metiendo y cuando finalmente me corri, me mordi los labios para no gritar del orgasmo que me vino, no te imaginas que manera de mojarme por todos los lados, fue increible, me gustaba tanto que ni siquiera me levante a lavarme, he dormido toda la noche con esa sensación de humedad en tu conchita que tanto me gusta.

Cuando volvamos a jugar otra partida veras como te vas a poner, te voy a dar una grata sorpresa.

Yo la respondi cuanto me alegraba de lo que habia disfrutado y la pedi un deseo que sabia ella no me iba a negar, Cada vez que nos juntemos para algo, no te pongas bragas y asi en cualquier momento podre disfrutar de ese chochito que tanto me gusta.