La Partida

Relatos con fotos de unos amigos a los que hacen una visita...

La Partida

Soy Santi y tengo treinta años, los mismos que mi esposa, María. Ella es una mujer estupenda, mide 1,68 y tiene un cuerpo precioso, lleno de curvas, con buen culo, unas tetas ni grandes ni pequeñas y un coño que me vuelve loco, siempre perfectamente arreglado, con la raja depilada y una fina tira de pelillos en el pubis. Pero lo que me vuelve loco es lo abierta que es en cuanto al disfrute de su cuerpo. Como prueba os voy a contar las vacaciones que vivimos hace algunos veranos.No hacía mucho que nos habíamos casado y aquel verano decidimos alquilar un apartamento en una bonita localidad de Alicante. Era un bajo y tenía un pequeño jardín que, por supuesto, se veía desde los apartamentos superiores.

Como es lógico, allí tomábamos el sol y ella lo hacía en topless, por lo que muchos vecinos no dudaban en asomarse a mi mujer con las tetas al aire. Además ella usaba un minúsculo tanga que era casi como si se pusiese desnuda, sobre todo cuando se ponía boca abajo exhibiendo su precioso culo.Antes de empezar las vacaciones había hablado con un amigo, Josemari, que también iba a ir por aquella zona a veranear con su familia, por lo que le llamé y le invité a que viniese un día a comer.

"Ella tomaba el sol en topless ante la vista de los vecinos"

Ese día María estaba tomando el sol en el jardín, en topless por supuesto, y cuando llamaron a la puerta ella siguió a lo suyo ya que alguna vez habíamos ido a la playa con Josemari y éste le había visto ya las tetas. Pero al abrir, el primer sorprendido fui yo, ya que nuestro amigo venía acompañado de un chaval de unos dieciocho años. Después de saludarnos, Josemari dijo que su acompañante era su sobrino, Pablo, y que había querido venir con él para no quedarse solo con los mayores. "Pasad, María está en el jardín tomando el sol", les dije, mientras me excitaba la pensar en como reaccionaría el chaval al ver a mi mujer con las tetas al aire y ella al verse sorprendida en topless por un desconocido.

Cuando entramos en el jardín el más sorprendido fue el sobrino de nuestro amigo, que se puso colorado y con un sospechoso bulto en el pantalón, al verla a ella tan destapada. María se mostró encantada con la visita y además de los dos besos de rigor, a Josemari le obsequió con un gran abrazo clavando sus pezones en la fina camiseta que llevaba él. A Pablo también le dio un par de besos y le preguntó si le gustaba lo que estaba viendo esas vacaciones. Naturalmente el chaval contestó que si, mientras fijaba su vista en los pechos de mi mujer.

Después de tomar unas cervezas, comimos en la terraza, y para disfrute de todos, María no se molestó en cubrirse. Eso si, antes nos preguntó si no nos importaba que comiese en tetas, "que con el calor que hace…", y naturalmente nadie puso ninguna pega. Cada vez que ella se levantaba de la mesa todos mirábamos embobados el movimiento se sus pechos y cuando se agachaba a recoger algo babeábamos viendo su precioso culo e imaginando lo poco que tapaba su tanga.Con el vino de la comida y un par de copas nos fuimos calentando y a mí se me ocurrió que podríamos jugar a las cartas. Todos estuvieron de acuerdo y Josemari propuso que para hacerlo más divertido podríamos apostar algo.

"Me excitaba pensar como reaccionarian al ver a mi mujer con las tetas al aire"

Fue María la que propuso que entonces podíamos jugar a las prendas. La idea era genial, si no fuera porque los hombres llevábamos camiseta, pantalón, calzoncillos y otras prendas mientras que ella tan sólo vestía el tanga y las chancletas. Ella prefirió arriesgarse y no ponerse mas prendas, antes que pasar calor y con chulería nos dijo que no nos tenía miedo.Jugamos a una especie de poker en el que el que perdía se quitaba una prenda o cumplía un mandato que ordenaba el que tuviese mejor jugada. Las primeras manos fueron dándole la razón a María y, mientras ella seguía con su tanga y sus chancletas, pablo estaba en camiseta y calzoncillos, Josemari aún conservaba el pantalón y yo solo conservaba la camiseta. Pero por fin ella perdió dos veces seguidas y lógicamente, se quedó sólo con el tanga. Aquello se ponía más caliente por momentos, Pablo y Josemari veían que María podía quedarse desnuda de un momento para otro, yo totalmente excitado por el morbo de la situación y ella aparentaba tranquilidad pero se la notaba tensa.

Tanto que perdió la siguiente mano y cuando Josemari, el ganador, le propuso que bailase una canción en el jardín si no quería quedarse en cueros ella aceptó sin rechistar. Había que verla brincar en mitad de la hierba al ritmo de la música mientras nosotros disfrutábamos con el balanceo de sus tetas. Y claro, en un momento todas las terrazas se llenaron de hombres contemplando el espectáculo, y eso fue lo que más la ruborizó.Después fui yo quien perdió la camiseta, y antes de que ella perdiera otra mano, pablo se quedó en calzoncillos y Josemari en camiseta. Pero por fin a ella le tocó volver a perder, y ante el mandato de asomarse a la calle en topless a preguntar algo a quien pasase por allí, ella prefirió quedarse en cueros. Lo más discretamente que pudo se quitó el tanga.

"Lo más discretamente que pudo se quitó el tanga"

Aunque no pudimos ver su coño escondido debajo de la mesa, a los tres hombres, más o menos, se nos levantó una delatora erección.Las dos manos siguientes fue Josemari quien perdió, por lo que después de quedarse en pelotas, le tocaba cumplir un mandato. Debía dar un masaje en la espalda a los demás jugadores y claro, cuando llegó a María la situación subió unos cuantos grados. Eso debió ponerla algo nerviosa porque perdió la siguiente ronda. Yo era el ganador, así que debía imponer el mandato, aunque Josemari me advirtió que no fuese más benévolo porque fuese mi mujer, por lo que decidí subir un poco el nivel y la mandé que, de espaldas a nosotros se tocase los pies con las manos sin flexionar las rodillas. Maria, que me había mirado asustada mientras yo pensaba la prueba, respiró tranquila y después de comentar "ah, solo es eso"se agachó dejandonos ver la parte trasera de su sexo.

Los tres hombres nos quedamos embobados mirando su raja depilada, sobre todo pablo, que con la boca abierta no podía articular palabra. Cuando se incorporó, María preguntó desafiante "¿Qué, os ha gustado?". Josemari respondió "perdona que te lo diga, pero tienes un coño precioso", "gracias ¿y a ti que te parece?" dijo ella mirando a pablo, "es lo más bonito que he visto nunca" respondió él. A mi no me preguntó nada, pero aún alucinaba con su atrevimiento.El juego estaba subiendo de temperatura por momentos y ya no era el momento de echarse atrás.

Después fue Pablo quien perdió dos rondas seguidas. Cuando se desprendió de sus calzoncillos, surgió un pene a punto de estallar, era evidente que estaba excitadísimo. Después fue Josemari quien le impuso el mandato de que le acariciase el pene quien él eligiera y, totalmente sonrojado eligió a María quien gustosamente comenzó a mover el miembro del chaval, hasta que este estalló en una gran riada de semen, por lo que para él había finalizado la partida, al menos de momento.La siguiente ronda se cambiaron los papeles, y fue María quien ganó y Josemari el perdedor, así que ella decidió vengarse. "Me tienes que lamer el culo hasta que salga brillo".

Pobre Josemari, cuanto "sufrió" lamiendo el ano a mi esposa.Con un jugador menos y el ambiente supercaldeado, ella volvió a perder. Era evidente que estaba tan excitada que no sabía ni las cartas que tenía en la mano y que cumpliría cualquier cosa que le mandáramos. Por eso, cuando Josemari le mandó que se abriera de piernas y dejase que le tocásemos lo que quisiésemos, ella se tumbó en la hamaca y se puso totalmente abierta para que la tocásemos. Josemari fue el primero en acariciar su coño, pasando una mano por la raja y el pubis, deleitándose con los jugos que desprendía, mientras con la otra mano acariciaba una teta. Pablo, que ya había recuperado la erección, y ya desinhibido se acercó y comenzó a tocarla la otra teta y el culo, metiendo los dedos en el coño cuando Josemari dejaba un hueco. Y yo…, pues tocaba lo que podía, aunque bastante tenía con disfrutar de aquel momento tan morboso.

"Perdona que te diga , pero tienes un coño precioso" respondio Josemari

Entonces Pablo comenzó a lamerle el coño, mientras Josemari hacía lo mismo con las tetas. Ella gemía de placer, pero para sorpresa de los demás, de repente se acordó del juego y preguntó si no íbamos a terminar. "¿Cómo?", le pregunté, "habrá que decidir quien gana ¿no?, ¿Qué os parece que el que gane tenga derecho a pedir a los demás la prueba que quiera?".¿Cómo íbamos a negarnos? Pablo y ella ya habían perdido, así que teníamos que decidir una prueba para ver quien era el vencedor, pero ella ya lo tenía todo decidido. "Muy fácil, que se sienten y el primero que se corra pierde". Pablo no lo tenía claro "pero algo habrá que hacer para que se corran".

Ella sabía como, "es muy facil, como nosotros hemos perdido ya, pues nos encargaremos de provocarles y el que antes se corra pierde" dijo mientras se reía. Estaba totalmente lanzada, aunque ella es una mujer muy caliente, yo nunca la había visto llegar a tanto. Antes de empezar la prueba final, todos nos desnudamos, y Josemari y yo nos acomodamos en el sofá preparados para aguantar. Ella dio inicio, "comencemos el espectáculo a ver cuanto aguantáis". Se puso delante nuestro con las piernas totalmente abiertas y preguntó "¿me veis bien el coño?", nosotros asentimos con la cabeza, "jeje, mejor, así os correréis antes".

Se puso las manos en la nuca haciendo que sus pechos se elevasen y resultasen más apetitosos. "Pablo, tócame las tetas, a ver si los vamos animando" dijo al chaval que aun parecía algo cortado, mientras por detrás empezaba un fabuloso magreo de senos."Pero Pablo, acércate más, que sino éstos ni se inmutan, apriétame el culo con tu rabo, que me pone cachonda, a ver que piensan estos muchachos", dijo ella moviendo su trasero provocativamente. Mientras, Josemari y yo intentábamos aguantar, pero no podíamos evitar tocarnos.

Yo me estaba poniendo a mil viendo al chico sobar las tetas a mi mujer."Espera, creo que a Josemari lo que le pone es mi culo, así que provoquemos", dijo ella mientras se agachaba de espaldas a nosotros, agarrando las manos de Pablo para que la tocase el culo. El sobaba suavemente las nalgas y ella le increpó "pero hombre, no te cortes, atrévete a más, a ver si se corren" y él comenzó a pasar sus dedos por toda la raja, metiéndolos por el coño y el ano. El chaval también estaba cada vez mas excitado mientras nosotros a duras penas aguantábamos. "¿A ver si lo que os pone es ver a un tío?" dijo maría poniéndose detrás de Pablo.

Con una mano empezó a acariciarle los testículos, mientras con la otra se la pelaba delante de nuestras narices. Y claro, el pobre no aguantó mucho tiempo antes de correrse como un animal. Yo también estaba a punto de eyacular, pero aguanté lo suficiente como para ver como ella volvía a la posición anterior. Puso su culo contra la polla de Pablo, moviéndolo para embadurnarse con el semen, mientras el chico le tocaba las tetas.

"Se tumbó en la hamaca y se puso totalmente abierta para que la tocásemos"

Pero esta vez ella misma comenzó a masturbarse delante nuestro. Viendo aquello no me pude contener y en un par de caricias, me corrí. Yo había perdido, pero ella seguía con las piernas abiertas masturbándose. Su coño estaba empapado. Josemari había ganado la partida, pues aún no se había corrido. Sabiéndose ganador decidió pedir la prueba en ese mismo momento. "Santi, no te importará haga lo que haga?", me preguntó.

Por supuesto le contesté que no, que en eso consistía el juego. Entonces se acercó a María, que seguía con las piernas abiertas escuchando la conversación y, sin dudarlo un momento le metió el pene por el coño y comenzó a follársela salvajemente. Yo no podía creerme tanto atrevimiento, pero tenía que aceptarlo y la verdad es que la situación me resultaba muy morbosa. Mientras mi amigo metía y sacaba su polla del coño de mi mujer pablo y yo nos la tocábamos las tetas y el culo. Tanta era la excitación que no tardaron mucho en correrse.

También el chaval y yo nos pajeamos viendo la escena. Era el final perfecto para una fabulosa partida.

"Creo que a Josemari lo que le pone es mi culo , así que provoquemos"