La pareja y la pelirroja
Una pareja empieza a follar en un parque y acaba uniendose una pelirroja.
LA PAREJA Y LA PELIRROJA
Fernando y su chica Nerea estaban en el parque pasando la tarde, como pareja que eran pues besándose y acariciándose, más bien metiendose mano. Ya era tarde y ellos se habían colocado en una zona a salvo de miradas indiscretas ya que su excitación sexual estaba subiendo. Solo había una chica cerca suyo, una pelirroja que hizo que Nerea comentara lo buen culo que tenía la chica. Se fueron desinhibiendo y los besos dieron paso a caricias más intimas. Nerea le quitó la camiseta a su chico y empezó a besarle el torso y a mordisqueárselo.
El chico la quitó la camisa roja y la dejó en camiseta en la cual se marcaban sus grandes pezones color café. Nerea que estaba sentada sobre el chico se movía oscilando de tal forma que su coño rozara con la polla de su novio haciendo que este se pusiera todavía más cachondo. Maider, o sea, la pelirroja había empezado a mirarles y a excitarse. Sin que la parejita la viera se empezaba a acariciar el coño por encima de la tela de sus pantalones.
Nerea que ahora se había quitado la camiseta ofreciéndole sus grandes y turgentes pechos a su novio estaba a mil y empezaba a soltarle los botones del pantalón al chico que la advirtió que tenían público pero en lugar de frenar las ansias de follar de su chica las aumentó. A ella le excitaba más que la vieran y aparte quería provocar a la chica para ver si se unía a la fiesta. Ella desnudaba al chico con cara de vicio mirándole a los ojos.
La pelirroja ya estaba completamente desatada y se había soltado los pantalones y metido la mano por dentro de sus braguitas se acariciaba su coño emitiendo pequeños gemidos de placer. Nerea vió la escena y se dio cuenta que la tenía donde quería. Fue donde ella dejando a su chico desnudo y empalmado. Fue donde Maider, se arrodilló y besándola en la boca la dijo si se quería unir a la fiesta. Maider dijo que si y la bajó los pantalones a Nerea.
Luego le quitó el tanga, Nerea era morena con melena, ojos marrones oscuros, pechos grandes y turgentes, gordita, con el culo grande pero duro y el pubis rasurado. A Maider la gustaba y la hacía ponerse muy caliente. Ella pelirroja de melena leonada, ojos color miel, pechos pequeños con pezones rosa claro, culito duro y pequeño y el pubis ligeramente recortado con el vello púbico de color pelirrojo.
Nerea cuando llegaron donde Fernando se sentó a horcajadas sobre él penetrándose en su vagina y empezando a botar sobre el chico follandose con la polla. Maider entre tanto se había situado sentada sobre la cara del hombre de frente a Nerea. Las dos chicas se besaban y acariciaban como explorando sus anatomías e intentando descubrir todos sus rincones. Fernando sujetaba las nalgas de Maider, las abría y cerraba para luego comenzar a lamer su conejito poco a poco con la lengua.
A veces lo punteaba con su húmedo apéndice y con sus dedos pulgares abría los labios vaginales para que la lengua penetrase más adentro. Las dos mujeres ahora se apretaban los pechos una a la otra a la vez que con los dedos masturbaban el clítoris una de la otra. El chico con dos dedos penetró el coño de la pelirroja y con uno su culo. Estaba no paraba de gemir y jadear y esto ponía más cachonda a Nerea. Maider se separaba a veces para observar mientras se masturbaba como Nerea botaba dándose placer con el pene de su novio.
Este ser observada hacía además que Nerea se excitase más y no pudiendo aguantar más y emitiendo un agudo chillido tuviera un fuerte orgasmo. Se levantó y se puso a un lado de la polla del chico e hizo que la otra chica la imitara. Iniciaron una mamada a dos bocas suavemente, disfrutando de ella y consiguiendo que el chaval eyaculara en sus caras.
Los tres se quedaron un rato tumbados en la hierba completamente desnudos. Las dos chicas enseguida empezaron a besarse y a acariciarse muy dulcemente. La mano de Nerea acariciaba la suave piel de la pelirroja besándola en sus carnosos labios a la vez que jugaba con sus pezones endureciéndolos. Maider por su parte trepaba sobre la morena hasta situarse sobre ella y empezar a comerla el coño en un lujurioso 69. Desde esta posición Maider tenía también acceso a la verga del chico y la empezó a tocar y acariciar.
Luego se la metió en la boca y alternativamente lamía el coño de la chica y la polla de su novio. El novio ya se había recuperado y andaba buscando que hacer ahora cuando fue frente al coño de Maider que estaba siendo lamido y comido por Nerea de manera experta. La polla fue rozando ahora el coño de la pelirroja masturbándose con sus labios vaginales resbalando por su gelatinoso conejito hasta que entró toda dentro y empezó a follarla sujetándose de sus pechos.
Nerea ahora se deslizó desde debajo de la chica y se tumbó boca arriba con las piernas completamente abiertas ofreciéndole todo su coño a la pelirroja. Maider como si de una golosina se tratara, abrió con dos dedos el coño y empezó a lamerlo en toda la extensión de los labios vaginales. Con la lengua luego la penetró muy suavemente haciendo gozar a la mujer. Fernando la embestía lenta y profundamente haciendo movimientos a veces circulares.
Maider respondía a las acometidas apretando y relajando sus músculos pélvicos. Conseguía que el hombre se excitara más pero ella no quería que se corriera pronto así que a veces le hacía parar. Pero el chico ya había decidido sustituir el coño de Maider por su culo. Con la mano mojada por los flujos de la pelirroja jugaba con el estrellado agujerito hasta que logró meter varios dedos y follarla con ellos. La chica se acostumbró ante tal invasión y cuando se quiso dar cuenta el pene estaba penetrándola analmente.
Nerea que era virgen por detrás no podía dejar escapar la oportunidad y dijo a su novio que también ella quería ser penetrada por el culo. Su novio estaba tan excitado que no podía negarse y la morena Nerea se puso a cuatro patas con las piernas completamente abiertas ofreciéndole todo su culo que el chico no dudó en aprovechar.
La penetró de una sola vez haciendo que la chica gritase pero ese grito de dolor se transformó en un placer que la mujer no pensaba que existía. La pelirroja ahora la estaba ofreciendo su coño que Nerea no dudó en lamer como si de una perra en celo se tratara. La cogía con las manos también de los pechos apretándoselos y luego haciendo que se relajase. La pelirroja por su parte la guiaba en la comida del coño acariciándola el pelo y diciéndola cuando debía acelerar, cuando disminuir la velocidad y cuando detenerse.
En eso estaba cuando el chico con un gutural aullido eyaculó cayendo los chorros algunos en la espalda de su novia y otros llegaron hasta el cuerpo de la pelirroja que en ese momento se estaba corriendo por la comida de coño que Nerea le había hecho.
Quedaron los tres exhaustos y cuando se vistieron acordaron repetirlo más veces y vaya si lo hicieron.
Este relato es imaginario pero la situación y los personajes son acordados con Naiara otra autora de relatos pícaros, se puede decir que es un ejercicio conjunto. Si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a: