La Orgullosa Claudia

Volví a colocar mi verga en su entrada y empuje con toda las fuerzas de que era capaz, esta vez todo el glande se sumió en su abertura continúe y logre encajarle la mitad de mi tiesa verga, en ese momento sentí su himen que me impedía continuar...

La Orgullosa Claudia.

Claudia es la prima de mi prima, es una mujer de piel apiñonada, que siempre lleva el cabello muy corto, tan solo un par de centímetros debajo de sus orejas, tiene una boca grande, labios carnosos y besables y unos hermosos ojos verdes desafiantes, ahí se acaba el encanto de su rostro, pues su nariz es ancha muestra imperfecciones en su piel, sus mejillas y frente lucen algunas huellas del acné de su pasada adolescencia, en general confieso que no es bonita ni de rasgos elegantes, su cuello descansa en unos hombros algo anchos para el resto del cuerpo, y lucirían mucho mejor si tuviera unos senos grandes y redondos; por el contrario su frente muestra una "pechonalidad" escasa, modesta, casi de puberta, su cuerpo continua deslizándose hacia abajo, afilándose, hasta llegar a una breve cinturita y un vientre muy plano, producto de interminables palizas que se pone en el gimnasio y a una dieta auto impuesta, para olvidar que hace tiempo era una chica gordita y con problemas de granos.

Hasta este momento quizá mi Claudia no resulte atractiva o seductora, pero es a partir de su breve cintura donde empieza la magia y el orgullo de Claudia, dándole forma de reloj de arena sus caderas comienzan a ensancharse hasta completar el trasero más espectacular que haya visto en mi vida, es el par de nalga mas redondo, firme, voluminoso de toda la tierra, Vamos, me refiero a que tiene un culo de antología, y por lo que se puede adivinar goza de una piel suave, sin estrías ni piel de naranja, terso, tal vez algo exagerado para el resto de su complexión o por la escasez de tetas, una vez que puedes dejar de admirar esa par de maravillas de la naturaleza, viene un juego de piernas que en nada desentona con su bellísimo y provocador trasero, largas, perfectamente torneadas, muy acariciables

Por delante su magnífico pubis forma un adorable triangulo de placer, el cual lo puedo admirar cada vez que la veo enfundada en aquellos conjuntos deportivos tan atrevidos que suele usar, o en súper sexys mayones de licra, que le quedan untados, no, lo correcto es decir pintados, se nota cerradito y abultado, tal vez por una afelpada mata de pelos, aunque yo me la imagino afeitada, totalmente libre de vellos, me pone a mil cuando su ropa le hace alguna jugarreta y se marca la separación de los labios de su vagina, eso me mata y me enloquece, aquella barba partida no es muy amplia, por lo que supongo Claudia todavía es Virgen.

La prima de mi prima acaba de entrar a la Universidad, es de carácter ambivalente, prejuiciosa y algo intolerante, se enoja con frecuencia y luego pasa a la alegría loca, después a la tristeza y otras veces esta muy seria; su familia sin ser rica, tiene dinero y por lo mismo suele mirar por debajo del hombro a la mayoría de las personas que conoce, esta situación y su trasero de concurso la han vuelto mas insoportable y orgullosa; pero a pesar de todo hemos compartido momentos muy agradables charlando, escuchando música o viendo películas, es de buen tamaño, ni alta ni chaparra, mide 1.68 cm y si, la verdad es difícil tratar con ella.

La conozco desde que éramos niños, cuando era una niña dulce, gordita y algo gritona, impaciente y caprichosa desde pequeña, mi prima, sus hermanas y demás primas de ella no la incluían en sus juegos por lo mismo, debido a esto no le quedaba más que refugiarse conmigo, y pasar las tardes a mi lado, debido a que mis padres trabajaban todo el día, me dejaban en casa de mi prima y de ahí visitábamos muy a menudo la casa de Claudia y su familia; por ese motivo nos fuimos haciendo inseparables, súper amigos y confidentes.

Al ir creciendo las burlas de sus hermanas y demás primas de ella, incluida la mía, eran más crueles, eran sus años de mayor robustez, yo la consolaba, la defendía y la ayudaba a realizar sus labores escolares, al entrar a la prepa Claudia decidió ponerse a dieta, ver lo referente a sus granos con un dermatólogo y remato metiéndose a un gimnasio, de esa fecha a seis meses más, Claudia adquirió cuerpazo y si bien, seguía siendo no agraciada del rostro, ya podía burlarse de sus hermanas y primas pues la mayoría eran flacuchas, sin nada por delante y nada por detrás, eso le había subido su autoestima y la hacía sentirse muy orgullosa y feliz de su enorme y redondo trasero.

Claudia tiene novio, dos años mayor que ella, al que conoció en el Gimnasio que frecuenta, es alto, como de 1.90 cm, moreno como ella, poseedor de un cuerpo muy bien definido y musculoso, nariz afilada, barba de candado, cabello negro y quebrado, ojos color miel y es bastante pesado, con muchos menos recursos económicos que ella, a quien a través de la mirada de sus ojos adivino sus secretas intenciones de querer llevarse a la cama a Claudia y gozar de ese soberbio culo, para terminar dejándola después de haberse comido tan suculento manjar.

Afortunadamente el mismo carácter y forma de pensar de Claudia, la han hecho una chica que se sabe cuidar bastante bien sola, no ha cedido para nada a las peticiones de Gerardo, el nombre de su novio, pues ella aspira a encontrar alguien mucho mejor que él, muy segura de que su voluminoso trasero le puede conseguir un novio más guapo…y sobre todo rico, por lo mismo sabe que tiene un enorme tesoro y también sabe que hay que cuidarlo.

Solemos vernos 3-4 veces a la semana, generalmente por las tardes, después de que comemos, a pesar de que soy menor dos años que ella, soy un tipo estudioso y responsable, siempre me pide que la ayude con sus tareas, con sus investigaciones y resúmenes, y más que una ayuda termino haciéndoselos, así ella tiene más tiempo libre para estar más tiempo en el gimnasio, o con su novio o simplemente para descansar o embellecerse, a veces me encuentro rodeado de un montón de libros o haciendo análisis a su lado, mientras ella se corta las uñas, se las pinta, se pone cremas en la cara o se maquilla.

Cuando voy a visitarla, subimos a su recamara, ahí podemos estar a gusto y charlar con un poco de privacía, muchas veces ella cierra la puerta de su cuarto para que sus hermanas no nos molesten, me platica de cómo van las cosas con su novio, a veces me pide consejos, otras hablamos de cine, de deportes, de música, de todo y nada, y sin que ella me lo diga abiertamente me considero y siento que soy su mejor amigo, nos llevamos como hermanos, aunque he de admitir que me gustaría que Claudia fuera mi novia..

No negaré que me resulta difícil no admirar sus enormes atributos de vez en cuando, sobre todo cuando se alista para ir al gimnasio, trato de mantener mi mirada en la suya, para que no vaya a pensar algo malo de mi, hay días que se ve tan suculenta que no aguanto las ganas de llegar a mi casa, encerrarme en el baño o en mi cuarto y pajearme en su honor, me imagino lo celestial que se debe sentir el acariciar y apretar sus nalgas, ya no digamos el penetrarla, me masturbo pensando en ella desde que era un adolescente.

Un día viernes después de haber comido con mis amigos en el mercado, me dirigí a su casa a visitarla y ver en que podía ayudarla, ¡ah! Y claro, también para disculparme; el día anterior me había telefoneado por la noche ya que tenía una tarea que se le estaba complicando mucho, creo que se trataba de algunas ecuaciones o algo por el estilo, así como un resumen urgente que entregar, Sin embargo el jueves por la noche no me encontraba en casa y no volví hasta muy tarde, por lo que solo tome nota del recado que le dejo a mi madre, siendo una hora no muy propia para regresarle la llamada y preguntarle que necesitaba.

Hacia un día muy hermoso y soleado, por lo que decidí caminar, llevaba puesta mi bata blanca del laboratorio y un pequeño maletín con el material que utilizamos en la clase, algodón, vendas y mas vendas, cinta adhesiva, frascos con formol, morfina y otros anestésicos, pues habíamos diseccionado e inyectado varios animales en la clase de Biología y a veces necesitábamos adormilar al animal y en otros sacrificarlo, mi cuaderno de notas, un par de plumas para escribir y mi cámara digital.

-Por favor mama, no me gusta visitar a los abuelos, me aburro, ya soy grande, además de que tengo muchísima tarea que entregar, no puedo acompañarlos y perder el fin de semana en el pueblo-

Alegaba Claudia a su madre,

-Pero hija, ni que fuéramos tan seguido a verlos, recuerda que es una ocasión especial, cumplen un año más de casados, estará toda la familia, así que no podrás aburrirte, veras que lo pasaras súper, en cuanto a tu tarea, puedes ir haciéndola en el pueblo, y lo que te falte te ayudamos entre tus hermanas y yo para que termines pronto, anda, ¿Qué dices?-

Le respondió su madre a Claudia,

-No mama, lo siento, NO puedo acompañarlos, es mi última palabra-

Termino por decir la caprichosa Claudia,

-Ok, está bien, no discutiré contigo Claudia, ya eres toda una mujer, ni puedo obligarte a acompañarnos, pero tampoco te dejare dinero, ya que no lo necesitaras, pues estarás encerrada en casa terminando tus labores, nos vemos hija, cuídate-

Respondió tranquilamente la señora, sin querer prolongar la discusión, conociendo el carácter de su hija.

-¡Mama!, no es justo, tengo gastos que hacer, comprar material, ¿Qué voy a comer?-

Contesto de inmediato Claudia muy enfadada,

-Hay comida en el refrigerador, no te morirás de hambre-

Respondió su madre,

-Pero…pero… ¿Y mi material?-

Suavizo su tono de respuesta Claudia a su madre,

-Muéstrame que es lo que necesitas y te dejaré la cantidad que requieres-,

De nueva cuenta contesto muy ecuánime la señora,

-¡Mama!-,

-Muéstramelo hija-;

-¡Mama!..Entiende-

Respondió una Claudia muy molesta,

-Lo siento hija, no me has enseñado que necesitas comprar, por lo tanto, no hay dinero, es mi última palabra-

Contesto su madre, mientras se dirigía a la camioneta familiar donde ya la esperaban dentro las hermanas y el padre de Claudia sin voltearse a responder los gritos y protestas de su hija.

Al menos no todo estaba perdido pensó Claudia, aún le quedaba Gerardo, habían hecho planes de salir ese día a comer, luego a ver el estreno de la semana en el cine y por la noche, al antro de moda, ese que tenias que reservar con 2 meses de anticipación; una vez que el vehículo desapareció de su vista, regreso a su casa y le marco a su novio,

-Gerardo, ¡Hola amor!, si, si…yo también, recién voy llegando del gimnasio, no te encontré por allá, ¿Dónde estabas?-

(silencio),

-Ah, ya veo, y bien, ¿Cómo vas para nuestros planes de hoy?

(Silencio),

-¡Que!...no es posible amor, habíamos hecho planes…si, si, entiendo pero…. ¡Te pasas!,…no, no voy a calmarme, ¡me pelee con mi madre para conseguir quedarme, me dejaron sin dinero y ahora resulta encima que no vas a poder salir conmigo!....olvídalo, te dejo, tengo tarea que hacer, ¡adiós!-

Colgó una Claudia furiosa y desconecto el aparato telefónico, pues no deseaba estar alegando con su novio, ni hablar con nadie en esos momentos.

En la Avenida a dos calles de su casa, vi la camioneta del padre de Claudia pasar, sin que nadie me viera, ahí dentro viajaban sus padres y sus hermanas, por más que me estire y aguce la vista no vi que ella estuviera dentro, pensé que tal vez irían a comer a un restaurante o de compras, por lo que decidí proseguir con mi camino.

Toque el timbre y la puerta de la reja varias veces en casa de Claudia, así como grite su nombre, hasta que al cabo de varios minutos más salió ella con Cara de pocos amigos,

-Assh, eres tú… ¿Qué quieres?-,

Me dijo muy secamente, mientras me abría de mal modo la puerta de la reja y entraba a su patio,

-Bueno yo, este…ayer me llamaste, creo tenias algo urgente, ¿En qué puedo ayudarte Claudia?-

Le dije tartamudeando y apenado por no haberle ayudado ayer, se notaba que estaba de malas,

-¿Urgente?, ah...Si, si, olvídalo, ya no es tan urgente, tendré mucho tiempo el fin de semana para hacer las cosas YO SOLA, Gracias por nada-

Me respondió ella molesta; más rojo que un tomate respondí,

-Lo Siento Clau, la verdad Salí por la noche y regrese muy tarde, te pido una disculpa y te ofrezco mi ayuda si aún te puedo ser de utilidad-

Concluí.

-¿No me escuchaste Roberto?, NO necesito tu ayuda, así que por favor, retírate, déjame en paz, tengo otras cosas que hacer-

Cargo de nuevo Claudia,

-Espera, espera Claudia, no tuve la culpa de no poder ayudarte ayer, lo siento, no te enojes conmigo, ¿Pasa algo?, ¿Te peleaste con tu novio?, ¿Puedo ayudarte?-,

Respondí con la plena convicción de no dejar las cosas como estaban, fue un grave error, pues ella reacciono peor todavía,

-¿Y a ti que chingados te importa?, NO, gracias, no necesito ni quiero tu ayuda, no vuelvas a meterte en mis cosas y en mi vida ¿quieres?, de lo contrario no volveré a dirigirte la palabra, ahora, date media vuelta y lárgate, desaparece de mi vista… ¡Evapórate!-,

Me respondió muy contrariada lanzando chispas de sus ojos, al mismo tiempo que me daba la espalda y se dirigía hacia la puerta de su casa.

-Hey Claudia, por favor no seas así, yo no te he hecho nada…-,

No pude continuar con mi defensa, pues ella se giro de inmediato, convirtiéndose en Pantera volvió a verme con ojos que echaban chispas y me dijo en tono burlón,

-Demonios ¿Y se supone que eres un chico listo, no me has escuchado?, está bien, te lo repetiré por última vez, NO necesito tu ayuda, NO te metas en mi vida, ya te pareces a mis latosas hermanas, por suerte se fueron con mis padres y no regresaran hasta el Domingo en la noche, NO me he peleado con Gerardo, tengo cosas más interesantes que hacer, que perder mi tiempo contigo, ¿Cómo qué?, te diré, voy a subir a mi recamara, me desnudaré lentamente y me daré un buen baño, me secare por completo al finalizar, saldré de regreso a mi cuarto, donde pasare muchos minutos observándome en mi espejo completamente desnuda, te cuento eso para que tu imaginación podrida tenga algo en que entretenerse por la tarde, así tendrás material para jalártela en mi honor, luego me arreglare muy sexy, Gerardo pasara por mí, iremos a comer, al cine y ya en la noche al Antro que siempre he querido ir-,

Hizo una pausa, como midiendo el efecto que sus palabras surtían en mí, observando cada una de mis muecas y gestos, sabedora que me lastimaba mucho y me hacía daño con ese discurso tan cruel.

Preparando la estocada final continuo,

-¡Ah sí!, quizá una vez que salgamos del antro, lo traiga a casa, lo invitare a mi recamara y lo dejare que me haga el amor como un poseso, así que deja de quitarme el tiempo, ahora lárgate, esfúmate, y por último, NO quiero volver a verte en un buen tiempo, ADIÓS-

Concluyo al mismo tiempo que me azotaba la puerta de su casa en las narices y me dejaba sumido en mi pesar.

Me di media vuelta muy triste, me estaba enfilando hacia la salida, cuando una idea cruzo mi mente fuertemente alimentada por el deseo de venganza y el rencor que enturbiaba mi razón, el portazo que Claudia había dado en la puerta de su casa fue tal que no consiguió cerrar su puerta sino al contrario dejarla entreabierta, por dentro en el piso de abajo note las llaves de la casa, las tome sin hacer ruido regrese a la puerta de la reja, la azote, para que se escuchara que me había ido muy enojado y luego le puse llave con discreción, entre a su casa y con toda discreción repetí el procedimiento con la otra puerta, posteriormente me quite los zapatos para no hacer ruido y me acerque con mis cosas a la escalera, pasaron largos y lentos minutos más, escuche sus pisada, una puerta que se cerraba y por fin el ruido de la ducha al caer, inmediatamente procedí a subir a su recamara a prepararle una sorpresita.

Conocía el lugar a la perfección, así que no me sería difícil conseguir lo que estaba planeando, a toda prisa dispuse de lo que necesitaría, pues no sabía cuánto tiempo se llevaría en ducharse, con todas mis cosas listas, me escondí atrás de la puerta, enfrente del espejo, la misma puerta me cubriría de cualquier reflejo delator, y en las manos cargaba el material que daría inicio a mi plan, esto lo logre 5 minutos antes de que ella saliera del baño, no tenía ninguna prisa y espere pacientemente su retorno.

De nueva cuenta escuche el ruido de una puerta al abrirse, la del baño supuse, luego sus pisadas y finalmente la vi entrar a la habitación con una toalla en la cabeza y con otra envolviéndole el cuerpo, se detuvo ante el espejo, desenrollo la toalla que cubría sus cabellos se acerco varias veces al espejo buscándose barros o imperfecciones y finalmente, dejo caer la toalla que le cubría su voluptuoso cuerpo, mi pene sin quererlo comenzó a reaccionar de la celestial visión que se posaba ante mi vista, ahí frente a mí a escasos centímetros de distancia la vanidosa Claudia completamente desnuda observaba complacida su máximo orgullo su enorme y escultural trasero, tuve que concentrarme para no echar a perder mis planes, luego ella se puso frente al espejo agarro sus senos con ambas manos y se acerco a su reflejo para explorarse bien, una alarma se activo en mi cabeza, había llegado el momento idóneo que aproveche para ejecutar mi venganza.

Con un movimiento rápido, coloque mi mano con algodones que contenían formol y los otros anestésicos en la nariz y boca de Claudia, mientras yo me cubría la mano con un guante y la nariz me la había tapado con gasa para no aspirar los vapores, forcejeo levemente muy sorprendida por unos segundos y después se desvaneció, deje caer el algodón la sujete por los brazos para evitar que cayera, la levante y la deposite en su cama boca arriba, luego regrese por el algodón, el cual tire por la taza del baño junto con el guante y la gasa que me cubría, me lave las manos y regrese a donde había dejado a mi bella durmiente.

Con las vendas amarradas a las patas de la cama matrimonial de Claudia, la sujete de pies y manos con firmeza, formando una X más o menos, pues brazos y piernas le quedaban separados luego en su boca cerrada, puse varias gasas mas y finalmente cinta adhesiva para evitar que hablara o gritara, al termino de todo esto ella todavía estaba noqueada tan solo esperaba que no hubiese sido demasiado de las soluciones y se me hubiese pasada la mano, algo así podía causarle daño cerebral o incluso la muerte, confiaba en que mis cálculos no hubieran sido erróneos.

Me quite la bata, quedándome en ropa normal, saque la cámara digital de mi maletín y ¡Por fin!, finalmente podía admirar su exquisito cuerpo desnudo, procedí a fotografiarla desnuda e inconsciente, haciendo varios close-ups a su rostro, a sus tetas y muchos más a su pubis y vagina, los cuales como suponía se encontraban bastante cubiertos por un suave y afelpado vello muy oscuro, el cual procedí a acariciar con mucho morbo, excitación y nerviosismo.

Mi verga estaba completamente erecta para esas instancias, incluso me dolía un poco de lo dura que estaba, como parte de mi plan me la saque y primero la acerque a su rostro, tomándole varias obscenas con mi pene junto a su cara, incluso se lo metí por la boca, primero la punta y luego hasta la mitad, todo aquello quedo registrado en mi cámara, ella comenzaba a despabilarse, debía darme prisa, puse mi pene entre la mata de pelos de su cueva y otras fotos mas simulando que se la metía sin penetrarla realmente, estas fotos me servirían de defensa y como chantaje en caso de que ella quisiera denunciarme o por si intentaba contárselo a alguien y claro también me servirían para obtener más favores sexuales de ella en el futuro pensaba.

Una vez concluida la sesión de fotos deje mi cámara en su buro, metí de nuevo mi verga a la bragueta tome unos algodones mas, los moje con alcohol y se los pase por la nariz, no deseaba violarla dormida, mi venganza debía llevarse estando ella plenamente consciente, para que sufriera la muy perra y se arrepintiera de lo que me había humillado, no tendría consideración, ni piedad, como ella no las había tenido conmigo.

Despertó lentamente, le tomo unos minutos asimilar en qué posición se encontraba y lo que estaba sucediendo,

- Hola mi bella durmiente…como veras Claudia, mi podrida mente ha ideado darte una Sorpresa con S mayúscula-,

Con ironía Le dije al mismo tiempo que ella abría los ojos enormes como platos,

-Si ¿sabes?, decidí cambiar mis pajas habituales en tu honor por un poco de acción verdadera, tu lo entiendes ¿no? mi verga necesitaba algo de investigación de campo, pensé...Mmm...¿Para que derramar inútilmente mi semen sobre la alfombra o en la taza del baño cuando lo indicado seria llenarte de mi leche tus entrañas puta?-

Termine de decirle esto acentuándolo con un gesto depravado y de profundo rencor.

Mientras tanto ella se retorcía, dándose cuenta de que estaba bien amarrada a la cama, así como de que le había cubierto la boca lo que la imposibilitaba para emitir algún grito de ayuda, queja o protesta en mi contra, solo mantenía los ojos bien abiertos como lechuza y movía la cabeza repetidamente en gesto de negación sin ocultar el temor que esto le inspiraba, con una mirada suplicante de que la soltara de que no siguiera adelante rogándome que no la violara.

Baje la vista hacia su pubis, para evitar que aquel rostro suplicante terminara por convencerme, yo no era un violador pero la situación había llegado a límites extremos, ya no había marcha atrás, así recordando sus palabras hirientes volví a tomar valor y proseguí, le dije lentamente mientras acariciaba su peluda raja,

-¿Sabes perrita?, siempre supuse que tenias mucho pelo en tu pubis Clau, lo adivinaba a través de la sexy ropa de licra que usabas para provocarme puta, para tenerme comiendo de tu mano, tu dándote la gran vida mientras yo hacía tus labores, pues bien Claudia ha llegado la hora de que me pagues por todos y cada uno de los favores que te hice-,

Si esto es posible abrió aun más los ojos y continuo negando con la cabeza, Salí de su habitación y regrese con un cubo de agua, toalla, crema de afeitar de su padre y varios rastrillos.

- Solo hay un problema mi peluda putita, a mi me gustan las rajas bien depiladitas-

Le comente mientras le besaba el pubis y los labios mayores,

-Sin embargo eso se puede arreglar ya lo veras-,

Procedí a afeitarle su conejito, me senté sobre sus piernas, para evitar que se moviera mucho,

-Te sugiero que no te muevas de más Claudia, podría cortarte-

Le sugerí y asustada decidió dejar de moverse tanto, tarde más de 15 minutos en dejarle un coño perfectamente depilado, ahora podía ver a la perfección lo bello de su raja, lo cerrado que era, e imaginaba lo apretado que estaría, y lo rico que sentiría al desvirgarla.

Recogí las cosas que había utilizado para rasurarla, luego regrese a su cuarto portando una sonrisa llena de lujuria,

-Ahora si mi querida puta, veras de lo que es capaz mi pútrida imaginación, mi lujuria incontrolable y mis ganas de poseerte, vas a ser toda mía-,

Le susurre al oído apreciando su rostro crispado por el odio y la impotencia, luego la bese tiernamente en la frente y en los ojos ella no dejaba de moverse, así que le sujete la cabeza con ambas manos y procedí a lamerle el rostro comenzando por sus mejillas, para luego seguir por su cuello hasta llegar a su pezón izquierdo, lo tome entre mi boca y comencé a succionarlo, primero suave y luego fuertemente como si quisiera obtener leche de su teta, su rostro iracundo estaba completamente rojo de indignación, con mi otra mano tome su otro chuponcito y comencé a jalárselo en círculos, estirándolo cada vez más, causándole daño, las primeras lagrimas brotaron de sus parpados, sin compadecerme de ella la mire a los ojos,

-Es una lástima que no tengas tetas perrita desentonan con tu enorme y deseable culo puta mía-.

Deje sus pezoncitos para seguir lamiendo su perfecto vientre plano, metiéndole la lengua en el ombligo y simulando que me lo cogía, metía y sacaba mi lengua de ese orificio, finalmente llegue a la tierra prometida, ese magnífico pubis, el cual acaricie por largos minutos, para luego comenzar a lamerlo y besarlo lentamente, absorbiendo su aroma de hembra, mientras ella se debatía luchando, intentando inútilmente liberarse de sus amarres, consiguiendo enrojecerse las muñecas y los tobillos por donde la tenia fuertemente sujetada sin lograr siquiera aflojar un poco la presión

Después de lamer su divina raja por varios minutos, me levante y empecé a desnudarme lentamente delante de sus ojos, primero mi camisa, luego me baje el pantalón, finalmente mis calzones cayeron al suelo, muy cerca de donde ella había dejado su tanga para irse a bañar, mi verga seguía completamente parada y dura, las venas se me saltaban por la potente erección, de nuevo ella volvió a la carga moviéndose para todos lados tratando de zafarse, esfuerzo en vano que solo conseguía cansarla, su cabeza, no paraba de moverse como una campana, siempre negando, rogándome que no lo hiciera, para este instante ella lloraba abiertamente, gruesos lagrimones recorrían sus mejillas mojándole el cabello, lloraba de rabia e impotencia al saber que sería violada y no podía hacer nada al respecto, me acerque a ella despacio, gozando mi momento, agarre mi verga por el glande y lo puse en la inmaculada entrada de su cueva,

- No tienes idea de cuánto he deseado este momento Claudia, deja de luchar perra, nadie vendrá a salvarte puta, Ni tu familia y mucho menos tu inútil novio-,

Le dije.

Comencé a ejercer presión sobre su raja, tratando de que el cabezón fuera entrando para abrirle paso al resto del cuerpo de mi verga, mi piel blanca contrastaba con lo apiñonada de la suya, sus labios comenzaban a amoldarse a la forma de mi glande, sin embargo ella oprimía los músculos de su vagina, intentando impedir que la penetrara mientras no paraba de llorar y se ponía morada por el esfuerzo, por los gritos ahogados que profería y por la desesperación, después de varios minutos más viendo que no llegábamos a nada, me retire sin haberla penetrado ella pareció respirar aliviada pensando en que todo había terminado y que finalmente no la violaría, lo que hice fue buscar en su Buro crema o aceite, lo que fuera que me facilitara entrar a su cerrada cavidad, encontré un poco de crema y me la unte por toda la verga enfrente de su vista gotas de sudor perlaban su frente.

-¿Con que la perra se hace la difícil no?, ya verás que mi pedazo de fierro va a perforar tus entrañas, voy a reclamarte como mía-

Complete la tarea de embadurnar de crema mi verga y se la mostré poniéndola a escasos centímetros de su boca, tapada con cinta, mi verga mide unos 14-17 cm de largo, y casi 5 cm de grosor, no sería muy larga pero creo que si lo suficientemente ancha, regrese a la entrada de su cueva con un dedo le puse crema también, volví a colocar mi verga en su entrada y empuje con toda las fuerzas de que era capaz, esta vez todo el glande se sumió en su abertura continúe y logre encajarle la mitad de mi tiesa verga, en ese momento sentí su himen que me impedía continuar.

Comencé a bombearla ejerciendo mayor presión cada vez que mi pene tocaba su himen, ella se retorcía como un gusano con sal, incapaz de soltarse lágrimas quemantes de dolor no paraban de manar de sus ojos cuando por fin el paraíso prohibido se me abrió,

-¡Aaaaaaah!-,

Su himen cedió y de un solo empujón mi verga entro completamente a su vagina, ahí me quede todo adentro sin moverme, para evitar que la tremenda excitación que sentía me hiciera eyacular dentro de ella tan pronto, quería prolongar y gozar de este momento al máximo, mientras ella resoplaba y abría los ojos desmesuradamente.

Con todo mi peso recostado sobre ella, dejo de moverse tanto, mientras yo sentía un agradable calorcito en mi verga era su cálida sangre que manaba una vez roto para siempre su himen virginal, sentía sus paredes vaginales apretar y amoldarse a su brusco invasor, observe su rostro el cual lucia con una mirada perdida, mientras más lagrimas manaban de sus ojos sabedora de que ya no era virgen, una vez recuperado procedí a follarla,

-Aaaaah, oooh, mmmm, ¡Aaaaaahhh!, estas riquísima Claudia sabía que estabas muy buena, pero no que se sintiera tan pero tan rico cogerte Puta-,

Le comente mientras continuaba con un mete-saca brusco, torpe, producto de mi inexperiencia, doloroso para ella, pero súper placentero para mí.

Después de varios minutos cogiéndomela, note su mirada suplicante clavada en mis ojos, era la misma mirada que utilizaba cuando quería pedirme algo, así que me detuve,

-¿Sucede algo perra mía, quieres decir algo putita?-

Le pregunte despectivo, ella asintió con la cabeza,

-mmmm, no sé si te destapo la boca gritaras y armaras un escándalo, no es buena idea, a menos que me prometes no gritar o de lo contrario te ira mucho peor maldita cerda, ¿Entendiste?, ¿Prometes portarte bien, ser una buena puta?-

Claudia afirmo de nuevo, saque mi verga de su concha, la cual salió acompañada de un hilillo de sangre, la cual se derramo sobre su cama;

-Ok, esto dolerá-

Le dije, mientras le arrancaba de un tirón la cinta de su boca, solo profirió un grito ahogado causado por el dolor, mientras los labios de su boca se enrojecían y se hinchaban un poco.

-¿Y bien?, ¿Qué quieres decirme perra?-

Le dije fríamente, conteniendo los sollozos y sorbiéndose los mocos balbuceo,

-P...por…por favor. Roberto...no mas…suéltame ya, retírate...n...no...no diré nada a nadie, lo pro...prometo-,

-¿Acaso eres pendeja?, no voy a retirarme aún ni siquiera he eyaculado quiero gozarte putita-

Respondí altanero,

-Escu...chame, déjame ya, te lo...ruego-,

-Olvídalo, si eso es todo lo que tenias que decir, te tapare la boca de nuevo y seguiré cogiéndote hasta derramar mi leche-

le solté,

-Esp...es...espera, por favor, déjame, ten piedad…no continúes...es...estoy en...en mi...periodo fértil,..pue...des...em.bara...zarme-

Termino entre sollozos.

-Mmm, ya veo, la putita orgullosa no quiere resultar panzona, como te he dicho no he eyaculado todavía, ¿que ganaría yo si te dejo en este momento?-

le pregunte sin mostrar compasión,

-Si te vas ya…te prometo...te juro por lo más sagrado no decir nada, ni denunciarte…además, seré tuya voluntariamente en tres ocasiones distintas mas, con protección…por favor, entiende y suéltame ya-

Me dijo un poco más calmada y entre hipos y llanto,

-Tú oferta suena muy tentadora pero ¿Sabes?, prefiero darte una buena cogida hoy que tres artificiales mañana-

Le dije y volví a meterle de un golpe mi verga,

-¡No, No, ¡déjame maldito, pervertido hijo de puta!, suéltame, ayudaaaaa!-

Comenzó a gritar desesperada sin dejar de llorar, ante esta situación inesperada le propine un sonoro y muy fuerte bofetón en la cara,

-¡Cállate maldita!, me prometiste portarte bien ya que no tienes palabra, compruebo que lo de las tres ocasiones posteriores era una vil mentira-

Le grite mientras me agachaba a recoger mis calzones para metérselos en la boca y así silenciarla.

Esta vez quedo atónita al descubrir que podría ponerme muy violento, su rostro debía dolerle mucho, pues mi mano estaba marcada en su mejilla muy enrojecida y un hilo de sangre salía por su labio inferior, sin embargo atragantándose con mis calzones en su boca no podía protestar de nuevo decidí embestirla como un poseso deseaba meterle mi verga lo más profundo que pudiera, mis empellones eran cada vez mas frenéticos, más rápidos y más profundos, ya no oponía resistencia con su cuerpo pues dejo de moverse, se quedo mirando el techo de su recamara llorando sin parar, mientras yo la violaba a placer.

Mi verga entraba y salía produciéndome un enorme deleite, sentía como mi glande abría sus paredes y acariciaba sus labios con cada mete-saca, ella parecía una muñeca sin vida, y solo obtenía de mi victima hipos y llanto.

Al cabo de unos minutos más mi calentura era tal que explote muy dentro de ella, una copiosa cantidad de mi espesa leche le lleno sus entrañas nunca antes en mis masturbaciones había tenido una corrida tan abundante como esta, ni mucho menos tan placentera, me quede un buen rato dentro de ella hasta que la última gota de mi semilla hubiera sido depositada en su vagina, Claudia tenía los ojos muy enrojecidos e hinchados de tanto llorar, lentamente me Salí de ella y fui orinar al baño como si nada.

De regreso escuche que alguien tocaba la puerta, por la ventana de otro cuarto muy discretamente descubrí que era Gerardo con un enorme ramo de rosas para Claudia, ella intento gritar al escuchar que él la llamaba, pero ni un quejido salió de su boca cubierta, finalmente después de 15-20 minutos el se retiro, pensando en que ella se había salido de casa muy enfadada con él, yo regrese al cuarto donde Claudia me observo con infinito odio y desprecio.

-Que ojos muñeca, no deberías mirar así a quien ha tomado tu virginidad corazón…por cierto, el que tocaba era el inútil de tu novio …aaah y creo que te traía un enorme arreglo floral…es una lástima que él no haya polinizado a esta preciosa florecita, ¿no crees?, hacen tan linda pareja-

Me acerque a ella, lentamente le desate el brazo izquierdo ella se dejo hacer, pensando en que ya todo había terminado luego la pierna del mismo lado, me fui del otro lado y rápidamente amarre la mano izquierda junto con la derecha, ella noto que algo iba mal y empezó a mover la pierna tratando de zafarse le di fuertes nalgadas para disuadirla y conseguí amarrarla de nuevo, después de varios movimientos más, la tenia boca abajo, con el culo al aire y le había cambiado los calzones de la boca por nueva cinta, tardamente comprendió que lo que más deseaba en el mundo era romperle el culo.

En esta posición sin que ella me viera inicié una nueva sesión de fotos, lo que sirvió para que mi verga se levantara de nuevo ¡por fin tenia ante mí, mi mas anhelado deseo! su perfecto y redondo trasero, deje la cámara en paz y me dispuse a penetrarla de nuevo pero esta vez por atrás, habían pasado 35-40 minutos entra mi primera corrida y esta nueva violación.

De nueva cuenta se la metí en su raja por detrás, sintiendo sus hermosos bombones con mis huevos , después de un rato le saque la verga que estaba embarrada de su sangre y de restos de semen que comenzaban a salirle lentamente por la raja, le escupí varias veces en su ojete y lentamente deslice mi dedo medio en su culo, este entro muy lenta y dolorosamente, si Claudia tenía una raja apretada la estrechez de su culo era impresionante, sin importarme el tiempo que tomara mi dedo fue entrando...,una falange.., dos falanges..., hasta que mi dedo se perdió en aquel culo inmenso de antología.

Mantuve mi dedo hasta el fondo por largos minutos, permitiendo que su ano se dilatara lo suficiente, copiosas gotas caían de mi frente producto de mi suma excitación luego puse al cabezón en la entrada de su ano y comencé a empujar con fuerza, si le dolía o no, o si continuaba llorando o no, no lo supe ni me importaba pues ella estaba boca abajo y su cabello me cubría su rostro, sin más miramientos empuje y empuje, hasta que su otrora virginal ano cedió y mi verga se hundió hasta el fondo mientras mis dedos se clavaban en sus nalgas como garfios.

Esta vez tuve que cuidar mucho el ritmo de mis embestidas, pues su culo apretaba aun mas que su raja, además de que el solo saberme que estaba en tan celestial lugar me tenía a punto de derramarme en cada mete-saca, ¡Dios! como estaba gozando de aquel descomunal trasero, era tan terso, tan apretable, tan redondo, me fascinaba magrear sus carnes, abrirle las nalgas para permitir una penetración más profunda, comencé a romperle el culo con fuerza y rapidez, esta vez dure menos que en su concha.

Eyacule dentro de ella solo que esta vez mi leche rego sus intestinos y la cantidad de mi semilla fue mucho menor que la primera vez dentro de su vagina.

No saque mi pene hasta que este recupero su flacidez dentro del culo de Claudia, ella nunca imagino que su enorme y redondo trasero, su tesoro más preciado seria tomado de aquella salvaje y brutal forma, lo que había guardado y cuidado tanto fue sin pensarlo a caer en mis garras, presa de mi lujuria, rencor y pasión mezclados.

Al salir mi verga pequeñas burbujitas y un hilillo de leche salieron de su ano, lo que aproveche para tomar unos deliciosos acercamientos de su culo una vez que había derramado mi leche en su interior.

Me metí a bañar dejándola atada como estaba, boca abajo y con el culo roto chorreándole mi leche, Salí muy limpio, fresco y súper relajado me vestí como si nada hubiese pasado ante su atónita mirada, Claudia no podía creer que pudiera destilar tanto cinismo e indiferencia.

Ya estaba cayendo la noche así que baje al comedor y me prepare un sándwich para comer y leche fría de tomar regrese sin darle importancia a su estado, prendí su computadora de la cual sabia la clave pues ella me la había dado para cuando le hacia su tarea, estuve revisando mi correo por unos minutos después copie algunas fotos de la tarjeta de memoria de mi cámara a su computadora, le quite el protector de pantalla para que quedaran fijas y ella pudiera descubrirlas en cuanto la soltara, le servirían de advertencia y me mantendrían a salvo, tal vez...

Volví a acomodarla boca arriba, Claudia ya no lloraba, al parecer se le habían acabado las lagrimas, repetí el procedimiento de los narcóticos aunque en menor cantidad que la primera vez, deje su computadora prendida para que viera las fotos y un mensaje escrito al pie del teclado advirtiéndole que no se le ocurriera contarle a nadie lo ocurrido o se atendría a las consecuencias, Una vez que ella quedo inconsciente corte las vendas que la sujetaban, baje sin hacer ruido por la escalera cerré la puerta de su casa con llave y repetí lo mismo en la reja, luego avente la llave y me fui protegido por las sombras de la noche, por hoy era el hombre más feliz de la tierra ya mañana seria otro día...