La oportunidad llega sola - por Elpintor2

Un grupo de autores de TR hemos decidido escribir una serie de microrelatos como ejercicio. Esperamos que sean del agrado de los lectores.

La oportunidad llega una sola vez en la vida, si la dejas pasar, quizás nunca más vuelvas a encontrarla en tu camino… Llegó a su residencia en punto de la media noche, nunca pensó encontrarse con Johanna, la vecina del 71-B a quien llevaba meses cortejando; se saludaron y abordaron el ascensor, ella siempre insinuante, él como siempre, al ataque, pero Johanna nunca iba más allá, se despidió con un beso en la mejilla y hasta allí llegó todo, se cerraron las puertas del ascensor y el aparato bajó en vez de seguir hasta su piso, la emoción le había hecho olvidarse de marcar el piso 16°, se abrieron las puertas en la planta baja y ante sus ojos apareció la figura exuberante de Ingrid, la cuñada de Johanna, otro monumento de mujer al cual jamás le había prestado atención por el distanciado trato que ella le brindaba. Se notaba que venía bajo los efectos del alcohol, entró a la cabina del ascensor con una sonrisa poco usual en ella, lo midió con la mirada y le soltó a boca jarro: "Que divino huele esa fragancia que usas!...". el hombre, audaz por naturaleza, le dijo con mayor descaro, "para que la disfrutes esta noche, si quieres.."sin mas palabras, la tomó por la cintura atrayéndola hacia sí y le plantó un beso de lengua que ella correspondió con fiereza. "Así que te gusta mi cuñada, pues a mí me gustas tú y no iba a permitir que ella se me adelantara…". Llegaron al último piso y él abrió la puerta del amplio maletero, así que tenían casi dos metros2 para hacer lo que, a todas luces, ambos deseaban; no hubo preámbulos, le subió la falda hasta más arriba de la cintura, apartó la tela del bikini y la ensartó de un solo golpe de caderas comenzando ambos un frenético movimiento de caderas, sus lenguas se daban batalla sin descanso y él le amasaba las rotundas tetas por encima de la ropa. El orgasmo que los asaltó fue explosivo, prolongado e intenso. "Sigue usando esa fragancia que me vuelves loca, y a Johanna le fascina también, te lo puedo asegurar…"; "Que tengas buenas noches Ingrid…". Al día siguiente se cruzaron en el estacionamiento y el saludo de ella a penas se oyó…; llegó hasta su carro y volteando con disimulo, le sonrío