La oficina

Me gusta ver como te has trasnformado de una esposa y madre a una mujer sensual y cachonda desde que empezamos a platicar.

Cuando giro el interruptor de la base y empiezo a sentir en mi mano la deliciosa vibración del consolador que compramos esta tarde para disfrutarlo en tu cuerpo buscando mas placer sobre el placer, te veo vendada de tus ojos con tu pañuelo de seda y tus manos atadas con unas esposas de piel, te sientes indefensa, deseada, caliente y húmeda, no sabes que esperar y todo esto que te he mostrado en nuestros encuentros te ha gustado, has salido de tu monótona vida de casada con dos hijos y un trabajo de oficina aburrido, has salido de tu vida burda y aburrida para encontrarte de nuevo como una mujer que un hombre desea y que se encarga de darte placer, que busca el tuyo para encontrar el de él mismo, que te lleva a un orgasmo tras otro.

Hacia mucho años que no te sentías así y apenas estas en los 30’s, te habías olvidado de ti y te habías convertido en esposa y madre de tres niños, pues tu esposo se había convertid en una carga mas, en uno mas a quien cuidar y regañar por que se porta mal, eres la gente de confianza en la oficina, un numero, una empleada, pero ya no, sin dejar tu vida atrás, te has visto de nuevo como una mujer atractiva, seductora, cachonda, deliciosa y sensual, hemos ido a ver la lencería que me gusta que uses para mi y que disfrutas haciéndolo debajo de tu ropa de oficina, te sientes sensual y has cambiado ese perfume soso por una mas cachondo que cuando lo percibo, mi verga se para de inmediato al saber que estas cerca.

La primera vez que te dije que es lo que yo veía en ti, te sorprendiste, no sabias si mandarme al diablo, reportarme o callarte, te buscaba para decirte lo rica que te ves y como te deseo, como tiemblo al tenerte cerca y como me he masturbado pensando en lo delicioso que seria poderte coger, fui despertando en ti el deseo, empezaste a buscarme con la mirada cuando llegabas, te escribía lo que me gustaría hacer en tu cuerpo y como deseo que tuvieras un orgasmo conmigo besando tu cuerpo, como te acariciaría despacio cada pequeña parte de piel que desnudara con mis manos, buscando y encontrando las parte sensible de tu cuerpo que ni tu esposo ni tu sabían que tenias, te escribía que no salieras a comer y te quedaras a trabajar en tu lugar, me sentiste llegar detrás de ti y te tomo de los hombros y me acerco a ti, aspirando tu perfume, besándote el cuello, sin hablar, sin presiones, bajaría mis manos y acariciaría tus pechos deliciosos, sentiría como se suben tus pezones y como se agita tu respiración, sabes que soy yo el que te desea y el que te quieres desnudar, tomo con mas fuera tus pezones y los siento crecer bajo mis caricias, los tienes deliciosos y muy sensibles.

Te levanto pues es poco el tiempo que tenemos solos aquí en la oficina y aun cuando sabemos que hay cámaras eso lo hace mas excitante, levanto tu falda negra y bajo tus medias y tus pantaletas, me llega tu olor, te inclino sobre tu lugar y me siento en tu silla, te tomo de tus nalgas y la abro, te digo lo sabrosa que estas y empiezo a comerte, pasando mi lengua muy despacio, que me sientas apenas y veo como se eriza tu piel y como tiemblas, separo tus labios y te encuentro húmeda y caliente para mi, sabes delicioso, me encargo de comerme tu vagina saboreándola, llenando mi cara de tus fluido que salen y salen de ti y que me dice que lo esta disfrutando, me separo un poco y de nuevo abro tus nalgas y veo tu ano, nunca nadie te lo ha tocado ni siquiera tu esposo, no se lo habías permitido, pensabas que era sucio y antihigiénico pero ahora ya no piensas eso solo quieres sentirme, me acerco, sientes mi respiración y sabes que voy a hacer, me dices algo, tratas de decir alguna negativa y recibes una nalgada, con mas ruido que dolor, te callas, te sientes diferente, dominada, te gusta y cuando sientes mi lengua en tu ano, se contrae, pero sientes como el placer te recorre la espalda, tu ano, tu vagina y tu boca dice finalmente “que rico”, no lo puedes creer, de tener una vida monótona ahora te estas dejando coger en la oficina, corriendo el riesgo de ser vistos.

Todo ha cambiado y se volvió tan rico y excitante que solo deseas que siga, sientes como uso  mi lengua y vas aflojando la presión de tu ano, sientes el placer de que te penetre con mi legua y tu esfínter se relaja, te masajeo las nalgas y una de mis manos acaricia tu clítoris, lo tomo entre mis  dedos y lo masajeo buscando tu placer que llega en oleadas hasta tu cerebro nublándolo, solo escucho tu voz diciendo “que rico”, no hay tiempo me levanto saco mi verga sin bajarme el pantalón y la pongo en la entrada de tu vagina, te tomo de los hombros y te jalo hacia mi, despacio, muy rico, voy entrando en tu cuerpo y tu me vas aceptando, te empujas tu misma con tus manos desde tu lugar de trabajo, te gusta sentirte cogida y bien cogida, tomo tus manos y juntos tus brazos en tu espalda y ahí los tomo con una de mis manos dejándote indefensa y con la otra te tomo de tu cabello y te sigo jalando hacia mi, empiezo a entrar y salir de ti, que rica estas, que buena te ves y que nalgas mas deliciosas se te ven cuando me verga entra y sale, el olor que tienes, ese olor que me vuelve loco.

Te digo lo buena que estas y que ganas tenia de cogerte así, que ahora eres mía y que te voy  coger cuando yo quiera, rápido siento que terminare, pero tu llegas primero, me aprietas mi verga con tu vagina, que deliciosa sorpresa el perrito que tienes, que delicia es que me lo aprietes y siento como terminas y te lleno de mi leche para no ensuciar el lugar, vamos relajándonos y empezamos a escuchar ruido a lo lejos en los pasillo de abajo, la gente comienza a regresar, me salgo de ti, me doy media vuelto y me voy al baño, veo como te arreglas y también vas al baño quedando solo el olor a sexo en esa área.

Ahora ha pasado un poco de tiempo, no me has dicho que no a nada de lo que te he pedido, ahora con este juguete me dispongo a lograr que termines varias veces, pero sin que veas que voy a hacer, he prendido unas velas para que el olor te tranquilice, algo de música suave en contraste con saberte indefensa, vestida con un corsé color vino, una tanga del mismo color de encaje, medias de seda negra agarradas a un liguero que hace juego, y unos tacones negros muy altos, bien peinada y maquillada, pero sobre todo perfumada, ahora eres otra mujer cuando estas conmigo, ya no eres un papel ni madre i esposa, sino que eres tu con todos tus deseos en la piel, tu vida ya no es como antes, ahora esta completa y juntos veremos que sigue adelante, ahora que el aceite que se calienta al sentir mi aliento esta en tu cuerpo es tiempo de experimentar cosas nuevas en  este cuerpo tan rico que tienes.