La obscuridad de tus ojos (un momento bochornoso)1

Instintivamente acerque a mi rostro mi panty para percibir de cerca el olor que emanaba de ella

  • Se que nos separamos un poco con el tiempo pero necesitaba decirte el porque deje de frecuentar tu casa. La verdad es que todo esto se remonta a mucho tiempo atrás… cuando apenas éramos unas niñas y estudiábamos juntas en bachillerato.

Aún recuerdo como si fuese ayer el primer día que nos vimos en clases, de inmediato sentí que teníamos tanto en común. Aunque apenas tenía algunos meses en la ciudad sentí como si nos hubiésemos conocido de toda la vida. Mi madre se había trasladado por razones de trabajo a Venezuela y pensaba instaurarse con su empresa de consultoría, en la capital. Este proyecto le había apasionado tanto y desde hace tanto tiempo que sentía que debía apoyarla así esto la obligara a dejarme sola por tanto tiempo.

  • Disculpa pero no me dejas copiar el nombre del libro… - Me dijiste – Mucho gusto me llamo Vanessa, me permites. No veo la cartelera?

  • Lo siento, mi nombre es Luisa

  • Mucho Gusto Luisa, ¿De donde eres? Tu acento me parece…

  • Soy Mexicana, mi mamá se acaba de trasladar para acá y …

  • ¿Mexicana? De lujo… yo tengo algunas amigas Mexicanas las conozco a través de l chat. ¿De que parte de México eres?

  • De Querétaro

No habían pasado 15 minutos y ya éramos casi hermanas y confidentes. A pesar de que apenas teníamos 13 años nos dimos cuenta casi de inmediato que a pesar de veníamos de países y de culturas diferentes teníamos tanto en común.

  • Jajajaja… y a ti cual te gusta más El Vampiro o El Lobo???

  • La neta los dos están cuerísimos…

  • ¿Qué? Jajajajaja Luci… ¿Que quieres decir con cuerísimos? Jajajajaja

  • Jajajajaja

Podíamos pasar horas hablando de casi cualquier tema, escuchando música, chateando por internet… creo que conseguir a alguien como tu me ayudó mucho en aquel momento de mi vida para adaptarme a esta nueva realidad que se me presentaba. Aun estaba chavita, pero dejar atrás toda una vida, por breve que esta fuera no era un paso sencillo de dar y mucho menos si tenía que darlo a solas… con mi mamá.

  • ¿Por qué no le hablamos a tu mamá y te quedas esta noche en mi casa? Estoy segura que si mi mamá la llama ella no va a decir que no…

  • No lo sé… recuerda que tenemos poco tiempo acá en Venezuela y… porque mejor no te quedas tu en mi casa? así no me siento tan sola. Mi mamá esta instalando su oficina y llega siempre tarde.

  • Uff… si me gustaría pero mi papá es como cerrado con eso… no es que me sobre proteja ni nada de eso… solo que no confía mucho en la gente así como de primera mano… Si para que me dejara abrir mi perfil de Facebook fue una odisea

  • Aviéntate Vane!!!

  • Hoy después de clases los llamamos a ver que me dice mi mamá

  • Siii… y así te muestro mi colección de cd´s que esta de pelos… la verdad esta bien chida ya veras!!!

  • Jajajajaja Lu… voy a tener que ponerte un traductor porque te entiendo solo la mitad de lo que dices

Esa mañana, aun no se porque pero no pude concentrarme en nada de lo que decía el profesor solo pensando que irías a mi casa después del cole… La verdad es que después de haber dejado a mis amistades en México era la primera vez que sentía que alguien me escuchaba y me entendía. Todas mis amistades se habían quedado en casa, todas las chavas que habían estado presentes en los momentos más importantes de mi vida ya no eran más las cómplices de mis ocurrencias sino fotos y caracteres en la pantalla de mi laptop y cada vez que chateaba con ellas me dolía un poco más estar tan lejos. Aun podía recordar aquel beso que Alex medió el día que le dije que me iría a Venezuela.

  • ¿Chiquita de verdad que no hay manera de que te quedes?

  • No, mi jefa ya me confirmó que nos iremos a vivir a Venezuela

  • Ufff Eso si esta cañon… y yo ps… la neta… si quería decirte que… que yo…

Y sin darme tiempo a reaccionar me tomó por los hombros y me dio el que sería mi primer beso en los labios. Un beso que jamás podré olvidar porque aunque fue torpe e inocente tenía esa calidez, esa pasión y esa ternura de quien siente de verdad. Puedo recordar que en fracción de segundos mi corazón se acelero al sentir la firmeza de sus manos en mis hombros atrayéndome hacia él; que era ligeramente más alto que yo… y presintiendo sus intenciones no pude más que cerrar los ojos y resignarme a recibir ese beso que también, en secreto, yo deseaba que me diera. Sus labios se posaron sobre los míos y comenzaron a besarlos lentamente y con delicadeza. Muchas sensaciones se apoderaron de mi entonces. Un calor ajeno y extraño me impulsaba a buscar sus caderas con mis manos pero de pronto me conseguí con un chico temeroso y avergonzado que de pronto me soltó y sin decir palabra alguna se dio media vuelta y salió corriendo.

Jamás entendí el porque de esa reacción. ¿Porque salió corriendo? Porque me dejo allí con esa necesidad de él, con ese deseo de de sentir su calor… su proximidad…

La verdad es que nunca antes me había interesado mucho es los chavos; pero es que Alex no era como los otros…

A sus 14 años tenia un físico muy bien desarrollado. Sus piernas delataban que desde pequeño sus padres le habían inculcado la pasión por el futbol, siendo “Hincha de los Gallos Blancos” más por tradición que por afición; ya que siempre había querido apoyar al “Chivas” ; su espalda amplia y sus brazos eran sin duda el reflejo de horas de trabajo físico que…

  • RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIINNNNNNNNNNGGGGGGG Luisa!!! Tierra llamando a Luisa…. Vámonos que todavía me toca a llamar a la casa para saber si me van a dar permiso de quedarme en tu casa!?!? En que piensas??? Tienes una Carita mija…

  • En nada, en nada… ¿Que hora es? ¿Ya son las doce? Dejame llamar a mi mamá primero a ver que dice pero se que no se va ha negar

  • Pues vamos a llamarla de una vez… porque si mi papá llega a la casa seguro que le dice a mi mamá que no me dé permiso… que ya me voy a poner a inventar.

Mi mamá no puso ninguna traba… gracias a Dios. Para ella era mucho mejor que alguna chava de la escuela me acompañara a casa para que yo no estuviese sola en aquel apartamento. No tuve necesidad de darle mayores detalles porque se encontraba reunida en un almuerzo de negocios.

  • No te preocupes mamacita. No se pongan a inventar allí solitas, mi reina. Yo voy a demorar un poco pero si quieres dale mi número de móvil a los padres de esa chiquita para que me llamen mamacita. Que la virgencita me la guarde y me la proteja. Mucho cuidado mi reina…

Nos fuimos directamente al departamento que habíamos rentado, estratégicamente ubicado cerca del liceo y de la oficina que estaba montando mi mamá y te convencí de que llamaras desde allí a tu casa mientras yo tomaba una ducha. Pasamos directo a mi habitación y te mostré donde estaba el mi auxiliar mientras dejaba mi bolsa y mis cosas junto a la comoda de madera blanca que estaba junto a mi cama.

  • Llama desde acá mientras me doy una ducha Vane… siéntete como en tu casa. – Te dije cerrando la puerta del baño detrás de mí.

  • Dale – respondiste guiñándome un ojo.

Entre al cuarto de baño y empecé a desvestirme dejando la ropa tirada en el suelo mientras habría los grifos para que el agua caliente llegase a través de las tuberías desde el calentador de la cocina. Lance la chemisse azul y el pantalón azul sobre la cesta sin preocuparme en garantizar que hubiesen quedado dentro. Como apenas había entrado en la adolescencia mi busto era aún pequeño… o al menos así me sentía yo en comparación a otras compañeras del liceo que se habían desarrollado desde más temprana edad y tenían ya unos senos bastante desarrollados aún cuando eran menores en edad que yo. Asi que me quité los acostumbradores de algodón y los solté en el suelo pero cuando fui a retirar mis bragas note que en mis protectores diarios estaban húmedos y reconocí en el aire aquel olor que tenia mi ropa interior ese día que Alex me besó frente a la casa…

Si, me había excitado recordando aquel beso que tanto me había gustado y que me había hecho pensar de una manera completamente distinta en los chavos. Ese beso que logro que mi cuerpo reaccionara despertando mis instintos más básicos de mujer, acelerando mi corazón, haciendo que mis pequeños pezones se erectacen mis que mi vagina se humedeciese por primera vez con esos fluidos viscosos que me decían que ya no era más una niña, sino una mujer capaz de sentir y de lograr que un chico se fijase en mi…

Instintivamente acerque a mi rostro mi panty para percibir de cerca el olor que emanaba de ella y de manera inmediata la otra mano que me quedaba libre se perdió entre mis piernas buscando la fuente de ese elixir que hacia que mi corazón se acelece a mil. Con mucha delicadeza empecé a acariciar mis labios suavemente… presionando mi clítoris con movimientos circulares. La presión en esa zona de mi cuerpo me hacia recordar la fuerza con la que Alex me había atraído hacia él; ese instante impulsivo pero mágico que me estremeció el ser haciendo que cada musculó de mi cuerpo se contrayese…

Me deje caer en el suelo sobre mi propia ropa mientras aumentaba la intensidad de aquel masaje entre mis piernas. mis caderas comenzaron a convulsionarse como nunca me había sucedido, me sentía confundida por ese extraño placer y aunque me provocaba cierto miedo, no quería detenerme... y justo cuando estaba a punto de experimentar mi primer orgasmo, no se por que, pero abrí mis ojos...

  • ¿Que estas haciendo? Sal del Baño!!! Esperame afuera…

  • Mi mamá quiere hablar contigo – Dijiste señalando el teléfono en mi cómoda.

  • Si, si… si, dame cinco minutos por favor…

Recuerdo que tomé una toalla y me dirigí al teléfono. Tu mamá me dijo algo sobre el tiempo que podías pasar en mi casa… y de que tu ya le habías dado el numero del móvil de mi mamá… y que ellas ya habían conversado. Yo escuche parte de lo que me decía, pero no podía dejar de ver tus ojos grandes y expresivos. Sentía que mi rostro estaba caliente y rojo de la vergüenza y aunque no le respondía a tu mamá sino con monosílabos no quería que aquella conversación terminara. Estaba avergonzada y confundida, sin saber que decir. Al fin tu mamá colgó y nos quedamos las dos en silencia viéndonos en mi habitación. Tu de pie frente a mi con una expresión en el rostro que yo no podía describir y yo semi-desnuda envuelta en una toalla sentada en el banco de mi cómoda, con los dedos llenos de mis propios fluidos y los senos duros como rocas.

Traté de hablar pero las palabras no salían de mi garganta. Y cuando sentí que los ojos estaban empezando a inundarse de vergüenza me dijiste:

  • Creo que tienes algo que terminar allá adentro: Y me refiero al baño!!!

Estallamos en una carcajada inmensa las dos y me levanté para abrazarte. Sentir tus brazos rodeándome en ese momento me llenó de una paz infinita. No se cuanto tiempo estuvimos así abrazadas pero ese abrazo significo muchísimo para mi y sentí en ese momento que nada sería capaz de separarnos. Te solté y corrí a la ducha mientras te señalaba el aerocloset donde estaba mi estéreo y mi colección de cd´s

  • Coloca lo que desees… no me tardo nada

  • Seguro Lu… por cierto tendrás algo que me prestes para dormir. No tenía pensado quedarme fuera de casa hoy así que no traje nada de ropa.

  • Órale Bonita, allí en las gavetas están mis pijamas… ¡Coge la que gustes! No me tardo…

  • Pos órale tu también!!! Jejejejejejeje…

Me duché rápidamente para no dejarte sola mucho tiempo y aunque nunca antes te lo confesé solo pensaba durante todo el baño como abordaría la conversación contigo al salir del baño… Era la primera vez que esto me pasaba… era la primera vez que me dejaba llevar así por mis instintos. ¿Que estarías pensando de mí en ese momento? Cerré el grifo del agua y tomé de nuevo la toalla y mientras me secaba pensaba en que si querías irte y no hablarme lo entendería… pero me habías preguntado por los pijamas… así que tal vez yo me estaba complicando más de lo que debía. Abrí la puerta del baño y no pude creer lo que veía. Estabas acostada boca abajo sobre mi cama. Estabas descalza y con las piernas flexionadas. Tenias puesto un cachetero gris y una blusita blanca de algodón que se transparentaba dejando ver ese color trigueño de tu piel. Por primera vez me había detenido a ver lo largas y torneadas que eran tus piernas y lo bien formadas que estaban tus nalgas… sin duda no era un mito aquello de que “Las Venezolanas son unas mujeres espectaculares. Tenías una cola hecha en el cabello y estabas leyendo una revista de las que yo tenía junto al espejo de la peinadora.