La nueva vida...cap. VI. Parte D

Tardes de playa y una noche en Montego Bay

Para ParFetiche

d) Tardes de playa y una noche en Montego Bay.

Como os conté en el último capítulo, tras la primera fiesta, la cual fue flipante, nos despertamos prácticamente a la hora de comer (pasadas las 13h) con una sorprendentemente no demasiado intensa resaca (al menos por mi parte, Susana sí que tenía un dolor de cabeza “acojonante” en sus palabras). Tras los correspondientes arrumacos, mientras intercambiábamos nuestras lenguas Susana llevó mi mano a su coño y, la verdad, no me importó tirar para abajo y empezar a comérselo mientras ella se terminaba de desperezar y se fumaba un cigarro, hasta que sus gemidos entrecortados y sus movimientos de pelvis indicaron que se había corrido. Tras agradecérmelo (“gracias mi amor, qué manera de darme los buenos días, si yo sólo quería un dedito….jjejejejje mmmmm te quiero”, dijo mientras recogía con su lengua los restos de flujos vaginales que quedaban por los alrededores de mis labios) nos fuimos a la ducha para ser otra vez personas. En la ducha no paramos de abrazarnos y de confesarnos lo bien que nos habíamos sentido el uno con el otro la noche anterior, cuando sólo buscábamos vicio y diversión y cómo nos puso de cachondos el vernos con otras personas. “Las pocas dudas que teníamos sobre cómo íbamos a soportar esto ya las resolvimos anoche jajaja” le dije yo, a lo que respondió agachándose y lamiéndome los pezones mientras me cucaba el ojo mirándome y me enjabonaba la polla y el culo con la esponja)

Tras ducharnos, ponernos frescos (yo con bermudas playeras y una camiseta, y Susana con un vestidito veraniego color azul turquesa y transparente sin nada de ropa interior bajo) y tomar una aspirina cada uno, nos fuimos al buffet libre. No había tiempo que perder. Queríamos comer e ir a la piscina o a la playa a tomar el sol y a drogarnos y a beber. Vamos, lo que es seguir de fiesta. Tras comer e ir a la habitación a esnifar algo de coca, coger un par de habanos y tabaco para mi chica y llevar también algo de coca para hacer más amenas esas tardes de playa, fuimos para allá, donde nos tostamos toda la tarde al sol durante los primeros días. Sin parar de pedir piñas coladas y mojitos toda la tarde, a las 6 de la tarde ya llevábamos un pelotazo curioso. Aunque habíamos tenido suerte y habíamos cogido una de estas camas con sombrilla y una mesita en el centro que nos resguardaban algo del sol y eso, unido a la coca que nos metíamos (yo del abdomen y las tetas de mi novia, y ella del espejito que estaba sobre la mesa. Donde estábamos había ambiente pero nada sexual, pero si nos íbamos hacia una parte más alejada del hotel (tampoco mucho, unos 200 metros) donde habían unas dunas, podíamos ver gente follando y la verdad, que tanto esa tarde como los siguientes días vimos de todo por allí: desde parejas follando, hasta intercambios, maridos grabando con los móviles como empleados negros del hotel (ya me sonaba más de uno…) o negros que conocían en playa se follaban a sus mujeres, o bukkakes de mujeres con varios hombres (maridos y amigos y también algún negro que otro) o gang bangs.

Nosotros, evidentemente, de ver esas cosas nos poníamos muy burros, y unido al pelotazo que llevábamos de beber y la coca acabábamos follando tanto de regreso en nuestras hamacas como allí también, a la vista de todos, donde Susana me hizo unas mamadas memorables y me cabalgaba mientras se dejaba acariciar por varios tíos gorditos, calvos y maduretes que estaban allí esperando a que sus mujeres terminaran con sus negros o amantes de turno. Se montaban verdaderas bacanales en la playa. Los tíos le amasaban las tetas y le daban azotes en el culo cuando la ponía a cuatro patas para follarla. Más de uno le puso la polla (y alguna que otra tía se abrió de piernas para que le comiera el coño) delante de su cara, pero la muy zorra, cuando eso ocurría, me miraba (giraba la cabeza. Yo no veía sus ojos pues siempre tenía las gafas de sol puestas) para que, gimiendo como una zorra mientras su macho (o sea, yo) la montaba, pedía y a veces suplicaba mi aprobación para probar otra polla (los coños sí que le obligaba a comérselos todos, sin importar cómo estuviera la tía) y Susana lo disfrutaba la muy zorra.

Por otra parte, si me gustaba la polla (recordad que le doy a todo. El tío me daba más o menos igual pero el rabo me tenía que agradar para que primero lo disfrutara mi niña y luego, quizás yo) le decía que sí con la cabeza, que hiciera lo que le apeteciera) pero si la polla era pequeña, le hacía un gesto (que era una buena ostia en la nalga, que le doliera y le dejara el culo rojo, mientras la seguía follando) y ella simplemente decía que “no” educadamente al susodicho. Al que le decía que sí era afortunado de disfrutar de la boca o de la mano de mi novia hasta que se corrían sobre su cara (le prohibí en la boca).

Evidentemente en esos paseítos nuestros a la zona de las dunas también me hicieron alguna que otra mamada y me follé (con condón, claro) a alguna que otra guiri. En concreto, tres durante esos primeros días. A una la follé a cuatro patas mientras ella le comía el coño y el culo a mi novia (según se colocaba, la boca le quedaba a la altura de una cosa u otra) y las otras dos sólo me la comieron (una pelirroja que creo que nos dijo que era de Australia y algo más mayor que nosotros me la chupó junto a mi novia, intercambiando babas por mis huevos y mi capullo, hasta que me corrí en la boca de ella y compartió la lefa con mi chica) y la otra mujer quiso degustar tanto tiempo mi buen rabo que Susana, para hacer tiempo, se fue a pegarse un baño, ya que pasaba hasta el culo del marido (un gordo de más de 50 años y rojo como una gamba) de la tía, a pesar de los intentos de este por conseguir algo con mi novia, un pivón de 26 años en el pináculo de su belleza. La mujer tenía algunos años menos que el marido, tetas caídas y culo con celulitis. Rubísima. Pero la chupaba de vicio y como esa mañana también me había hecho una mamada Susana en la habitación pude aguantar suficiente para que ella disfrutara todo lo que quisiera. Quedó prendada de mi rabo, y me ofreció pasar esa noche por su habitación para follarle el resto de sus agujeros (“the rest of my holes baby”, tal cual dijo), ya que era feliz con su marido pero ya no la satisfacía y él era un cornudo consentido). Amablemente, decliné la oferta ya que no me atraía para más que una mamada (¿quién se niega a una buena mamada, provenga de quien provenga?

A Larry y a Fiona también los vimos alguno de esos primeros días más allá de nuestro memorable primer día allí. Los vimos en la playa todos los días y nos saludábamos, hablábamos y compartimos también alguna que otra juerga tanto en la zona de las dunas como alguna que otra tarde/noche en la discoteca o en alguna de nuestras habitaciones, nosotros cuatro o con más gente. Especialmente recuerdo una parejita joven a la que metimos en nuestros juegos. Eran jovencitos, de unos 21 años, ingleses, toda la vida juntos (desde los 16 nos dijeron) y querían experimentar cosas, por eso habían viajado allí. Pero el novio se puso demasiado borracho y tuvimos que acompañarlo a su habitación a que durmiera la mona. Pero a la chica (no muy agraciada de cuerpo, alta y delgada, poco pecho y blanquita, pero no sé, tenía algo morboso) no le importó y quiso venir con nosotros a nuestra habitación junto con Fiona y Larry. Fiona y Susana la enseñaron a esnifar coca hasta convertirla en toda una experta en solo una tarde, y también en una experta mamadora de coños. Larry evidentemente sólo se ocupaba de que no nos faltara de nada, ni copas ni droga, aunque la chica llegó a follárselo con el mismo arnés que usamos con Larry y Fiona la primera vez. Tras hacerse correr a mi novia y a Fiona, esnifamos todos un poco de coca del culo de mi chica y esta vez le tocó mamarme la polla (“it’s soooo big!!” decía, y la verdad que no había conocido más pollas aparte de la de su novio, que no sé cómo sería pues no llegamos a verlo desnudo). A cuatro patas y follándole la boca, Susana le quitó el arnés a Larry y mientras se besaba dulcemente con Fiona compartiendo el humo de un cigarro que también compartían entre las dos y quitándose los restos de coca de la nariz de la otra con sus lenguas, cuchicheaban sobre quién se iba a tirar a follaba a esa niñita. Al final fue Fiona la que se colocó el arnés y le estuvo follando alternativamente el culo y el coño mientras Susana me ofrecía coca poniendo el espejito y el billete a la altura de mi nariz (yo estaba sentado con la espalda apoyada en el cabezal de la cama

“Snnnnnnfff” esnifaba mientras escuchaba las arcadas de la chica, producto del esfuerzo de mi mamada y del dolor que su culo recibía cuando era follado por Fiona

“Eso es, dale fuerte cariño” me decía al oído mientras esnifaba. “Joder qué pedazo de vacaciones eh jajajajaj” introdujo su lengua hasta lo más hondo de mi boca.

“Ya te digo. Eres la mejor” le dije tras darle un buen azote a su culo. Finalmente me corrí en la boca de la chica, que también se corrió varias veces mientras Fiona la folló. Quedó encantada, como Fiona, que no se cansaba ni del cuerpazo de mi zorra ni de mi rabo.

Cómo no, a Susana se le antojó hacer algún bukkake después de ver alguno que otro esos días.

“Jajajajaja, venga va nene, te prometo que ninguno se va a correr en mi boca, pero no sé, me apetece sentirme usada y que me den pollazos por toda la cara…”

“Joder, lo único que me da reparo es que a alguno se le escape la lefada en la boca, pero sabes que no me importa que lo hagas y menos si alguna de las que haya por ahí me mantiene entretenido jejeje”

“Pues venga, dicho y hecho. Snnnnnnfffff” nos metimos un par de rayas sobre el espejito en la mesita entre nuestras hamacas, Susana se encendió un cigarro, se terminó su piña colada y nos fuimos de la mano a la zona de las dunas que, según veíamos a los lejos por la gente que entraba y salía, estaba bastante concurrida.

Al llegar allí había un par de toallas tiradas en la arena: en una de ellas una pareja estaba follando, con la mujer (una gordita aunque bastante joven) cabalgando al chico, mientras en la toalla de al lado, a una negra pequeñita aunque con un cuerpo espectacular (también empleada del hotel) le estaban comiendo el coño entre un matrimonio que, según los escuché hablar mientras se besaban y se merendaban aquél coño negro, eran alemanes u holandeses.

Había varias personas alrededor, como nosotros, observando las escenas, con las mujeres masturbando las pollas de los maridos mientras todos jaleaban, sonreían y animaban a la gente que follaba

“Arrodíllate y empieza a chupármela” le dije a Susana. Ella sólo sonrió y empezó a hacer lo que le había dicho, atrayendo cada vez más miradas de los allí presentes. Escuché varios  “She’s hot” (está buena) y cosas parecidas de la gente que allí estaba mientras nos miraban. De repente, vi claro cómo podía cumplir la fantasía de mi chica:

“She wants to suck many cocks” (quiere comer muchas pollas), sacándole la polla de la boca y, cogiéndola del pelo, dirigir su cara para que mirara a todos los allí presentes con vicio y que tuviera clara la gente que todo aquél o aquella que se acercara iba a tener su premio. Luego le di un pequeño tortazo, la cogí del pelo y la obligué a seguir mamándomela. “Gluuurp, gluuurp gluuuurp..mmmmm…jaaaaaa….qué polla tienes cariño…no me canso nunca de ella…” se la sacaba de la boca, me pedía que la escupiera, para lo cual abría la boca y sacaba la lengua y esperaba con la lengua sacada hasta que se la llenaba de mis babas, tras lo cual seguía mamando como una cerda. Al principio con algo de vergüenza, pero pronto se formó un corrillo alrededor nuestro con parejas y bastantes tíos solos que no paraban de reír y animar.

“You can touch” (podéis tocar)- le dije a todo el mundo, y tras varios “Thank you” y miradas agradecidas tanto de hombres como de mujeres hacia mí, enseguida el cuerpo de mi novia se vio rodeado por manos tanto de hombres (maduros, no tan maduros, más gordos, menos gordos, más atractivos, menos atractivos, etc) como de alguna que otra mujer (también bastante distintas entre sí), sobándole las tetas, el coño, el culo (tanto las nalgas como el agujero) y también agarrándola del pelo y obligándola a comerme la polla más profundamente.

Mi putita, que no es tonta, mientras me la comía, iba observando alrededor a todo el personal que la sobaba, y pronto eligió un buen rabo para sustituir al mío, que era de un tío gordito y calvo bastante mayor r, de unos 60 años. Ni corta ni perezosa, se sacó la polla de mi boca (junto a varios hilillos de baba) y se lanzó, tras mirar sonriente y con cara de zorra al tío ese, a zamparse su rabo, que no era extremadamente largo pero sí muy grueso. Yo me hice a un lado elegantemente para que la peña disfrutara de mi puta, aunque estaba atento a todo no sea que algo fuera mal. Una vez me aparté, el cuerpo de Susana se perdió entre una marabunta de piernas y culos que prácticamente me impedían verla. Todos le ponían la polla en las mejillas y ella, ya ni selectiva ni ostias, las mamó todas y cada una, aunque “alguna de ellas daba risa cari, de lo pequeñaja que era, y encima no se ponía dura jijijiji” me contó cuando nos dimos una ducha más tarde en la habitación.

También alguna que otra tía le arrimó el coño, cosa que hizo sonreír a Susana ya que, ni mucho menos estaba harta de tanta polla, pero siempre va bien cambiar de palo jejejeje. Recibió los 3 o 4 coños (comparado con las, según me dijo, “creo que unas quince pollas” que se comío) con una sonrisa en la cara dirigida tanto al coño como a su dueña. Y una de esas tías a las que le comió el coño, una vez se corrió en la boca de mi niña (las chicas sí podían hacerlo en su boca obviamente jejeje) se alejó del grupo a presentarse y darme las gracias por el espectáculo que estábamos dando. Curiosamente hablaba español ya que era de Chile, de unos 40 años, delgadita y ciertamente guapa de cara. Me dijo que se acababa de divorciar, que su ex marido era muy puritano y que a ella le gustaba disfrutar del sexo. Se ofreció a hacerme una paja o una mamada “para terminar lo que no habíamos dejado terminar a mi novia”, cosa que acepté encantado. Me senté en una toalla que había por ahí libre y me dejé hacer una paja, que en nada de tiempo se convirtió en mamada…”tenés una pinga enorme, déjame probarla” me decía, y si la paja no la hacía mal, la mamada la hacía todavía mejor, consiguiendo que descargara en su mano tras masturbarme después frenéticamente. Para cuando me había corrido, ya se habían corrido casi todos los tíos que habían estado disfrutando de los placeres que mi novia sabía proporcionar con su boca (“no te preocupes mi amor, me toqué las mejillas y las tetas haciéndoles ver que se podían correr ahí, en la boca ni de coña. Además me dolía la boca de tanto usarla, no quería hacer más esfuerzos jajaja” me dijo mientras nos duchábamos más tarde en la habitación) dejándomela perdida de lefa, tras lo cual nos ganamos un buen aplauso de todos y alguno de ellos nos dio toallitas de estas perfumadas para que Susana se limpiara.

El grupo se desperdigó y de vuelta a las hamacas, agarrados de la mano, me confesó que había sido increíble y que no iba a ser el último que hiciera, pero que le daba morbo hacerlo con muchos negros.

“Jajajaja, si no lo consigo aquí lo haré en casa, contrataré cinco o seis sementales para que me usen como a la puta que soy jajajaja”

“Siempre que contrates a otras cinco o seis negras para que me mantengan entretenido a mí te dejaré hacer lo que te salga del coño jajajaja”

“Siempre y cuando luego nos los cambiemos, tú te hinches a mamar pollas negras y yo tenga mi fiestecita de chocolate también jajajajaja”

Nos descojonamos los dos, nos besamos apasionadamente, esnifamos algo más de coca una vez de vuelta en las hamacas y, como seguía cachonda, me la empezó a chupar (“quiero tenerla firme otra vez, que me apetece follar, y sabes que consigo lo que quiero jejejeje”. Empezó a fumar y a comerme la polla como sólo ella sabe, tirándome el humo al tronco y a los huevos, y vaya si me la acabó poniendo dura otra vez…  me la acabé follando primero con ella cabalgándome como una diosa y con las tetas pringosas, y luego la puse a cuatro patas y le di por el culo (“préñame el culo hijo de puta, rómpemelo, hazme tuya aaaahahh”) que sorprendentemente entró sin dificultad, cogiéndola del pelo mientras la sodomizaba sin piedad y ella mantenía el cigarro en la boca…hasta que descargué la poca lefa que me quedaba (aunque el placer fue inmenso) dentro del culo de mi amada, jejejeje.

Así fue la más memorable de las tardes en la playa. Tras varios días de monotonía allí (lo cual se traducía en mucha coca, mucho sexo, mucho alcohol y mucha fiesta por la noche no está mal, ¿no?) decidí regalarnos una noche diferente y le dije a Susana durante la tarde que pasamos en la piscina que se vistiera elegante pero al mismo tiempo sexy esa noche para ir, después de cenar, pasar la noche fuera, en Montego Bay, una ciudad a 50 km de donde estábamos y también costera, y que había oído que había muy buenos clubes swinger (uno bastante especial, ya que, además de ser swinger, tenía todo tipo de escorts. Masculinos, femeninos y transexuales. Había leído que allí la gente se comportaba como un club swinger normal, con los escorts bailando y haciendo numeritos, y si alguna pareja quería algo con ellos ya se les decía y se negociaba el precio. O sea, un puti-swinger jejejejeje. Aunque era caro, bastante claro, cosa que evidentemente nos gustó aún más, ya que sabíamos que íbamos a tener calidad). A Susana se le iluminaron los ojos cuando le dije lo que íbamos a hacer esa noche. “Trae pasta por si no nos gusta nadie, cabrón jejeejejej” me dijo. Y teníamos toda la pasta del mundo, así que era apostar sobre seguro. Iba a ser una noche memorable.

Me gasté una pasta (una tontería para nosotros realmente) en contratar una limusina con todas las comodidades habidas y por haber en su interior para toda la noche. Susana escogió un elegante aunque muy erótico vestido negro de fiesta con sandalias de tacón muy eróticas y por supuesto sin nada debajo y yo, pues como siempre, vaqueros y una camisa de manga larga de Armani remangada con mocasines. Ya se nos notaba el moreno y teníamos un color muy sensual.  Tras ponernos ciegos a cenar, fuimos a la habitación a por coca, puros y tabaco para mi niña, y por supuesto dinero, unos 30.000 dólares (no había que escatimar en nada) para después meternos en la limusina, que nos estaba esperando en el enorme hall del hotel. Una vez con la limusina cerrada y nosotros dentro, nos bebimos una buena copa de champán francés y nos hicimos unas buenas rayas, (yo sobre las tetas de mi chica, que se bajó el vestido hasta la cintura) haciéndonos prometer que la noche iba a ser como mínimo tan excitante como aquél bukkake que hizo Susana en la playa o las fiestas que ya habíamos vivido allí. Le di otros 100 dólares al conductor para que hiciera la vista gorda y nos dejara fumar, de modo que nos encendimos unos buenos Cohíba mientras nos enrollábamos sensualmente y tranquilamente, sin prisas, besándonos y recorriendo nuestra boca con nuestras lenguas, tocándonos sutilmente por encima de la ropa y sin parar de fumar, brindar y esnifar, lo que hizo que nos pusiéramos bastante colocados y cachondos.

Una vez allí el club era espectacularmente grande (varias salas, todas modernas), aunque parecía un resort, muchos jacuzzis, alguna que otra piscina pequeña y mucho morbo. Llegamos bastante colocados y tras pagar lo que costaba entrar por pareja más la barra libre (no fue barato precisamente, aunque para nosotros sí) nos  dedicamos a visitar el local con el primer mojito en la mano. Había de todo: parejas normales como nosotros, parejas que ya estaban conversando animadamente con algún negrito, negrita o negrit@ (ya me entendéis), algunos hasta jugando a la vista de todos o con el/la escort bailando para ellos, con lo cual se le encendió la bombilla a mi chica.

“Quiero que alguna de estas zorras negras te haga un baile privado conmigo mirando, te apetece mi amor?” dijo mirándome con esa carita de niña buena que no ha roto un plato en su vida…”yo te lo pago jijijij”

Agarrándola fuerte del culo por debajo del vestido y mordiéndole el labio inferior para después comerle la boca, le dije que me encantaría

“Jejejeje, elígela tú cariño” me dijo. Elegí a una mulata despampanante de tetas increíbles y un culo acojonantemente delicioso. Portia nos dijo que se llamaba. 24 años. Y para sorpresa de Susana también contraté a James, un negro impresionante con unos músculos y una tableta de abdominales realmente espectacular para  lo mismo.

Nos fuimos a una sala privada, nos sentamos en unos cómodos sofás, pagamos lo acordado (150 dólares a cada uno) yo me encendí un puro y Susana un cigarro, y sacó algo de coca. Tras esnifar algo de coca de las tetas de mi chica y ella hacer lo propio de la mesita donde dejamos los mojitos, ofrecimos esnifar a ellos. El chico pasó, pero la chica aceptó encantada (“very sweet” thanks- “muy dulce, gracias” dijo agradeciéndomelo, sonriéndome y acariciándome la barbilla) y tras esnifar comenzaron los bailes, poniéndonos cachondos perdidos en nada de tiempo.

Sabían cómo bailar muy sensualmente, rozándonos (ella su culo contra mi paquete y él pasando su paquete por la boca de mi chica…) y enseguida saqué más dinero

“Quiero que me la coma” le dije  a Susana

“Jajaja, no pierdes el tiempo” me respondió ella. Enseguida Susana hizo una seña de mamar a la chica, y ella respondió que 100 dólares más, 200 si la quería sin condón. Sin problema. Solté los 200 y enseguida a aquella guarra negra totalmente desnuda (sólo con los tacones) se arrodilló y empezó a hacer aquello por lo que le habíamos pagado. Se notaba que era una profesional. Lo hacía de puta madre. Susana le cogía de la cabeza y le marcaba el ritmo de la mamada, mientras el chico seguía bailando un poco descolocado, hasta que Susana le hizo la misma señal al chico, y el chico le dijo que se la podía chupar gratis que estaba muy buena. Todos reímos (menos la zorra, ocupada mamándomela) ante tal comentario, y en nada de tiempo el cuadro se puso así: la chica arrodillada mamándomela, Susana y yo sentados y pegaditos en el sofá, con el chico de pie marcando el ritmo de la mamada que le hacía mi chica. Tenía una polla de impresión, la verdad. Bastante más de 20 cm y gordísima. Por algo era escort. De vez en cuando Susana se la sacaba de la boca para morrearme, hasta que vi como sacaba 200 dólares más, se los daba al chico y entonces me dijo al oído si la quería probar y yo, ni corto ni perezoso, agarré la polla del negro, quitándosela a mi chica, que me quitó el puro para fumar tranquilamente ella mientras preparaba otras nuevas rayas de coca.

“Ssssssnnnnnffff, ufff joder qué gustazo mmmmm, está rica esa polla negra mi amor?”

“Gluuuurp, mmmmm, gluuurp…tremenda, ven a compartirla conmigo anda”

“Jajajaja, ya voy cabrón”. Me pasó el espejo con mi raya por entre las piernas del negro, que seguía de pie, con otra para la chica, que se sacó mi polla de la boca para sonriente meterse la rayita mirándome a los ojos…”ssnnnnfff, thank you papi” y volver a hundir su cabeza hasta lo más hondo de mi rabo. Después pasó Susana por entre las piernas del negro, dándole primero un buen lametón a su ano, para luego pasar a los huevos, para luego ponerse junto a la zorra que me comía la polla y compartirla con ella. Susana escupía, la zorra mamaba.

“Bueno, ya está bien ahora cada uno a lo suyo que esta polla negra es mía hijo de puta jajajaj” dijo Susana dándole unas buenas caladas al puro y pasándomelo, tras lo cual se apoderó de la polla negra y yo empecé a fumar relajado esperando la inminente corrida en la boca de la zorra negra, que no tardó en llegar sobre la boquita de la escort, que se fue rápido al baño privado de la sala a limpiarse la boca. A Susana le costó un poco más, pero también hizo correrse al negrazo, echándole toda la lefa por las mejillas y luego dándole unos pocos pollazos en las mejillas mientras los dos sonreían.

Enseguida despachamos a los dos escorts y nos quedamos tranquilamente besándonos, fumando y comentando la experiencia.

“¿Le ha gustado al señor compartir el regalito de su zorrita?”

“Jejejeje, mucho, mi niña, pero la zorrita se ha quedado sin catar a la negra, que estaba muy buena…”

“Jejeje, ya te digo tío, pero bueno, ya he catado muchas y me quedan muchas por catar…por una que deje escapar viva no pasa nada jejeje…ven aquí mi amor…” me dijo, morreándome con pasión y compartiendo el humo del puro.

Fuimos en busca de más caza, y sorprendentemente dimos con una pareja española por el local. Extremadamente atractivos ambos y con cuerpazos. Él era moreno y más o menos de mi altura. Ella una rubia despampanante y bellísima, con un cuerpo muy cuidado. Eran del norte. Jóvenes aunque más cerca de los 40 que de los 30. Empresario él, su esposa trabajaba en sanidad. A Ángel y Lorena (así se llamaban) les gustaba la buena vida (se les notaba en el saber estar y en la ropa que tenían clase y pasta). Susana y Lorena enseguida hicieron buenas migas y no paraban de hablar y reír en la barra mientras fumaban y bebían. De vez en cuando iban al baño riéndose y agarradas de la cintura “a empolvarse la nariz”. Yo me puse a hablar con el chico, muy agradable también.

“No nos conformamos con cualquier cosa cuando hay pelas. En España hay buenos clubes y mucho vicio si vives en Barcelona o en Madrid o incluso por vuestra zona, pero por la nuestra la zona está bastante muerta y nos vemos más por fiestecillas privadas con gente que conocemos que van del mismo rollo. Si vivís en Madrid os vais a hinchar, tendréis de todo”

“Sí, la verdad es que vamos a empezar a vivir en Madrid. Los dos hemos encontrado trabajo (una vez más, mentíamos, no queríamos que la gente supiera el dineral que teníamos y que nuestra vida iba a ser una continua orgía de sexo y drogas) allí, nos gusta la ciudad y el vicio y no hay mejor sitio que Madrid, así que cuando queráis estáis invitados, que nuestras hembras parece que se entienden jajajaja” le señalé a la barra (nosotros estábamos en una mesita con cómodos sillones) y las vimos besándose con las tetas fuera a la vista de todos). Había muchos tíos y parejas que les entraban (parecían verdaderas putas) pero riéndose los rechazaban a todos.

“Jajajaja, vaya, parece que sí, y bueno vosotros igual, vivimos en un chalet y tenemos amistad con gente de mucha pasta, así que en nuestras fiestecillas no falta de nada, supongo que sabes por dónde voy, así que nuestra casa es vuestra para cuando vengáis”

Tras brindar con un excelente Macallan 24 años por las nuevas amistades vinieron nuestras señoras a la mesa, súper sonrientes y sentándose cada una en las piernas de su hombre, abrazándonos y comiéndonos el cuello

“¿Qué tal lo pasáis, chicos?-preguntó Lorena

“¿No véis nada que os guste, aparte de lo que ya tenéis?”- dijo esta vez Susana

“Jajajaja- reímos los dos- Muy poco de lo que vemos por aquí esta noche tiene tanta calidad como lo que ya tenemos…”-respondí yo…

“Mmmmmmm, Susanita, ¿se la han ganado no?” dijo Lorena

“Jajajajaja, sí, es que mi niño tiene respuestas para todo, no le hace falta ni decir esas cosas para ganarse lo que quiera de mí…

En ese momento las dos se levantaron de nuestro regazo y se arrodillaron entre nuestras piernas, dejando los culos prácticamente en pompa y sin nada debajo, tanto el de Susana como el de Lorena, que iba vestida un poco de choni, con el morbo que me daba,…”por eso nos han confundido tanto con putitas en la barra jajajaja” me dijo al sacarse la polla de su marido de la boca. Susana me quitó el whisky, dándole un buen sorbo…”mmmmm, delicioso nene, vas mejorando el gusto jejejejeje”. Le reí el comentario también. Luego me quitó el puro que me acababa de encender, poniéndoselo en la boca para tener sus manos libres y poder desabrocharme la bragueta. Una vez mi polla estuvo liberada (y por supuesto dura del morbo del momento, con mucha gente mirando desde otras mesas o desde la barra, incluidas putas que miraban con envidia como nuestras guarras les quitaban trabajo), Susana dio una fuerte calada al puro, echando el humo sobre el tronco de mi polla, para después cucarme el ojo y devolverme el puro y el whisky y empezando a obsequiarme con una jalada de polla tan estupenda como la que le estaba dando Lorena a su marido, y todo eso sin dejar de mirarnos a los ojos.

“Son una caja de sorpresas ¿eh? jajajaja”- me decía Ángel. “Por cierto…puedo?” me indicó señalando con su dedo el culo de mi novia…

“Por supuesto, adelante, sírvete jajajaja”

“Jajaja, gracias tío.” Soltamos nuestras espaldas del respaldo y con nuestras manos nos dedicamos a sobar el coño y el culo de la mujer del otro mientras ellas continuaban con su continuo sube-baja de la cabeza sobre nuestras pollas, obsequiándonos con un placer que sólo dos zorras curtidas en el mundo del vicio de la manera en que ellas dos lo estaban podían proporcionarnos.

Pasados unos minutos, las chicas pararon de mamar, para girar la cabeza, mirarse y, de repente, intercambiar posiciones (con un lascivo y lujurioso beso lésbico entre medias, al cruzarse) para proceder Lorena a zamparse mi polla babeada previamente por Susana, mientras esta hizo lo propio con la polla de Ángel, que al fijarme me di cuenta que tenía unas dimensiones muy similares a la mía, así que deduje que ninguna estaría molesta con el cambio, jejejejeje.

“Una caja de sorpresas muy imprevisibles”- dije yo- “joder qué bien la come tu señora ufffff, no sé si voy a aguantar eh jjajaja”

“Tu novia tampoco se queda corta, joder ostia aaaahhhh, qué manera de tragar y con esta cara de zorra que tiene (lo dijo mientras acariciaba la barbilla de Susana”

“Jajajaja, no, tío, no se queda corta no, además la tengo bien entrenada, la come de puta madre…”…

“Es agradable escuchar voces españolas” dijo una voz masculina en la mesa justo detrás nuestro.

Era un caballero de unos 50 años, de buena planta y bastante atractivo, que estaba acompañado de 5 chicas negras como el tizón (putas, se veía a la lengua), todas ellas en topless y bebiendo champán, mientras él estaba también con la camisa desabrochada y las chicas, una a una, se iban turando para agacharse y mamársela.

“Jajajajaja, sí, la verdad, habíamos conocido a esta pareja pero siempre es un placer encontrarse gente que hable nuestro idioma, cercana y viciosa como nosotros jajaja” le respondió Ángel. Todos reímos ante tal comentario, incluidas nuestras chicas, que se sacaron las pollas de la boca para presentarse.

“Hay que darse homenajes que la vida son dos días jejejjee” dijo el caballero mientras agarraba del pelo a la que le estaba comiendo la polla para levantarla y con la misma mano guiaba a la siguiente zorra hacia su rabo.

“Brindo por eso” dije yo. Los tres alzamos nuestra copa y brindamos por los placeres de la vida jejejeje.

Nuestras chicas dejaron de mamar para asomarse hacia  la otra mesa y al ver el panorama, se miraron la una a la otra de forma cómplice, para volverse a arrodillar y volver, esta vez, cada una con su hombre. De rodillas entre nuestras piernas y masturbándonos poco a poco y escupiendo en nuestras ya muy babeadas pollas, pusieron caras de niñas buenas (seguro que Susana le había enseñado a hacer eso a Lorena…ideal para conseguir cualquier cosa que quiera…)…

“Cari porfi, podemos follarnos a esas negritas…están muy buenas…no le vas a decir que no a tu niña caprichosa verdad mi niño? Anda vámonos los diez a una sala privada…venga…jejejeje, no te da morbo ver a tu zorrita con tanta negra? Jijijiji…”

No sé los argumentos que Lorena utilizaría con su marido pero a mí ya me había convencido Susana, de ver todas las posibilidades que ofrecía esa orgía estaba cachondísimo…

“Juan, amigo (que así se llamaba nuestro nuevo amigo, manchego, recientemente separado, sin hijos y con un buen puñado de billetes- “una buena primitiva, y aquí estoy celebrándolo”- nos dijo), qué te parece si nos vamos todos a una sala privada para no tener tanto mirón y mirona viendo lo bien que nos lo pasamos?” le pregunté

“Jajajaja, por mí genial amigos, pero estas zorras negras las pagamos a pachas que no son baratas eh jajaja...- Juan empezó a preguntarles a las chicas, haciendo señas con los dedos y tal…-estas chicas dicen que 2 horas con todas ellas cuesta 2000 dólares, o sea, mil yo y mil vosotros. ¿Qué os parece?”

Cuchicheamos entre los cuatro hasta Lorena y Susana dijeron al unísono. “Tres!!!”

Todos reímos: “Jajajajaja, no tenéis bastante con dos perracas…” dije yo

“Las queremos catar a todas así que tres horas y no se hable más jajaja, si a todos nos parece bien” dijo Lorena

“Venga va, entonces serán 3000 dólares, 1500 cada uno (o sea, 750 Ángel y Lorena y otros 750 mi chica y yo. Al final nos iba a salir barata y todo la bacanal jajajaja.

Nos levantamos todos. Susana y yo íbamos agarrados y fumando. Lorena y Ángel también iban agarrados. Cuando Juan se acercó con las putas las chicas enseguida se las quitaron, comenzando a inspeccionarlas, tocándolas por todos los sitios como quién compra algo y quiere asegurarse de que está en buen estado. Vamos, las trataban como mercancía. Mientras, los hombres charlábamos animadamente. Todo el mundo en el local nos miraba con envidia: 8 personas, todas incuestionablemente atractivas, se iban a pegar una orgía de campeonato.

Nos dirigimos hacia otra de las salas privadas. Pagamos un plus (de casi 1000 dólares más entre todos) porque nos dejaran ponernos copas ya que la sala estaba acondicionada con hielo bebidas y todo tipo de bebidas alcohólicas, pero no queríamos camarera (de ahí que fuera tan cara). Con un par de barras para que las chicas bailasen, rodeadas por un gran sofá que giraba en un extremo. Una vez con la puerta cerrada (con pestillo para que nadie nos molestase) ordenamos a las chicas que se quedaran completamente desnudas, tan sólo con los tacones. Tras las pertinentes presentaciones entre Susana, Lorena y Juan, las chicas nos pidieron la coca. Sacamos bastante, así que salieron unas 20 rayas larguitas aunque no muy gordas. Ofrecimos a Juan, que la rechazó. Hicimos unas 15 rayas a medias entre la nuestra y la de Ángel y Lorena (Juan no quería…”pero dale a ellas que así de deshiniben más y les podemos hacer más guarradas jajaja”. Todos reímos y la verdad es que tenía razón.).

Ofrecimos coca a todas las chicas. Todas tomaron menos una, que la rechazó, poniendo cara de asco además. Lorena y Susana se miraron riéndose, se levantaron y cada una le dio una bofetada a la chica, para luego fumar y tirarle el humo a la cara.

“Tú aquí haces lo que se te ordena, entendido zorra?” (todo ello en un perfecto inglés)- le dijo Lorena a la chica mientras Susana la agarraba del pelo.

“Nos has costado una pasta y vas a hacer lo que nos salga a mí, a mi amiga o a nuestros amigos de los huevos” sentenció Susana, y entre Susana y Lorena se la llevaron al sofá del pelo, se sentaron, se pusieron cada una un poco de coca en una teta y le ordenaron: “que no quede nada, negra”. La negra, con alguna lágrima en los ojos, hundió su cara entre las tetas de mi chica y de Lorena a chuparlas y esnifar el polvito blanco mientras ellas se morreaban. Mientras se comían la boca nos acercamos Ángel y yo, envidiosos jejeje, Juan también se acercó, a señal de Susana, enzarzándonos en un apoteósico morreo a 5 lenguas. Las otras cuatro zorras observaban de pie pasmosamente.

Tras el beso, me ofrecí a poner copas para todos. Tras decirme cada uno lo que quería, me fui a la barra, llevándome por supuesto a una zorra para que me mantuviera entretenido y me ayudara. Le hice el gesto de agacharse y darse la vuelta, porque quería que me lamiera el ojete, de modo que de estar un momento en pie, vista por todos, se agachó debajo de la barra a comerme el culo. “Uy qué pronto desaparecen cuando se van contigo cabronazo jajajaja” dijo Juan

“Hacía tiempo que no me lo lamían bien lamido el ojete y la boca de esta zorra tiene pinta de saber hacerlo bien. Todo lo que saques de propina para ti jjajaajja”

Todos reímos mi comentario, especialmente cuando me tiré un pedo en la cara de la zorra que me seguía comiendo el culo y que se oyó en toda la sala. Todos se descojonaron, incluida alguna de las putas.

“No te ha dicho que todo lo que saques para ti, negrita??” dijo Lorena. “Pues aprovecha jajajaja”

Mientras ponía ron con limón y whisky cola para todos, cada uno se había apropiado de una guarra: Susana estaba fumando mientras una negra le comía el coño; a su lado, Juan disfrutaba de las impresionantes tetas de otra; y un poco más alejados, más de lo mismo: Ángel y Lorena se intercambiaban las otras dos putas, que se comían la polla de Ángel y las tetas y el depiladísimo y muy bonito chocho de Lorena. Susana ya se había lanzado a comerse la polla de Juan mientras la negra le comía los huevos y cuando llegué con todas las copas, Lorena se levantó y me agarró del brazo para llevarme a otro sofá, llevándonos a la negra que me había estado lamiendo el culo.

“Bueno nena, ahora a comerme el culo venga, y sin rechistar, que como te quejes otra vez como antes me quejo y te sacan a ostias los seguratas” le ordenó Lorena. Todos reímos y la verdad es que esa zorra negra era la más remilgada, todas las demás no ponían ninguna pega a nada de lo que pedíamos. Lorena se encendió un cigarro, cogió el espejito con la coca, se levantó la pelvis para facilitar que la negra le comiera el culo, y mientras se lo comía y se retorcía de placer, nos metimos un par de rayas (yo de sus tetas). Luego yo me puse en la misma posición y la negra tuvo que alternar su culo con el mío, por la cuenta que le traía. Empezamos a morrearnos de forma muy cerda mientras nos comían todo las negras.

Juan y mi chica se pusieron en la misma posición que Lorena y yo, con el culo boca arriba para que dos negras dieran buena cuenta mientras ellos fumaban, bebían y se besaban. Mientras tanto Ángel se divertía con las otras tres negras, que había que amortizar lo que habían costado. Una estaba morreándole, la otra le comía los pezones y la otra se afanaba en comerle los huevos y la polla, mientras intercambiaban posiciones continuamente. Estuvimos los tres grupitos así, sólo que continuamente intercambiándonos a las negras para que todas tuvieran ocasión de probar todo coño, polla y culo blanco que habían pagado por sus servicios.

Como decía, nuestros culos, pollas, culos y tetas ya estaban llenos de babas de todas las putas negras que estábamos jodiendo. Imagino que les dolería la boca de tanto mamar de todo, de modo que a Lorena y a Susana se les inventó un jueguecito, que ya se habían corrido bastantes veces. Lorena lo explicó:

“Venga chicos, ahora Susana y yo vamos a sentarnos tranquilamente en el sofá y queremos que nuestros coños y nuestros culos sigan siendo chupados aquí mientras fumo y charlo con mi amiga, así que elegid a las 3 guarras estas que tengan los culos que más os gusten que las vais a poner a cuatro patas y os las vais a follar por el agujero que queráis, pero si las que nos dejáis no  nos gusta cómo nos lo lamen todo vamos a tener que cambiar de guarra jejejeje. Pero bueno, si nos gustan las tendremos en casi propiedad, el que se las quiera follar que venga y se las folle, eso sí, avisad para correros, que os quitaremos el condón y nos la echaréis en la boca.

Dicho y hecho. Tras reírnos y comentar la gran idea que había tenido Lorena, comenzaron a besarse y a tocarse las tetas mientras los chicos decidíamos con qué zorras nos quedábamos. Cada uno escogió una, la que más le gustó, las pusimos a cuatro patas con los tacones y con las manos apoyadas en el sofá, Susana se levantó para ponerme el condón con la boca y besarme con lengua mientras me decía que “qué buen gusto tiene mi chico, ha escogido la de mejor culete, no es tonto ni ná jejeje”, para darleseguidamente un par de azotes a su culo, un par al mío y agacharse con el condón como si fuera un biberón, quitárselo de la boca, chupármela rápido y ponérmelo.

Una vez puesto y cuando yo ya había escogido el agujero de mi zorra (el culo), mientras la follaba, Susana echó una raya de coca sobre cada nalga de la negra, le ordenamos que dejara de moverse y nuestras chicas disfrutaron del dulce polvo blanco sobre una nalga más negra que el tizón.

El mismo proceso hicieron con la negra que eligió Ángel, y cuando ya estábamos los dos follándonos a nuestras negras, Juan dijo que a ver quién le ayudaba ahora con el condón, que “quería el mismo tratamiento jajajaja”.

Todos nos reímos y nuestras chicas fueron encantadas a comérsela entre las dos para después ponerle el condón Susana con la boca como toda una profesional y, una vez puesto, hacer de mamporrera y dirigir la polla hacia el culo de su negra, cuyas nalgas ya había sido abiertas por Lorena.

“Muchas gracias bellezas, me habéis dado el tratamiento VIP jejejeje”. Se besaron los tres al mismo tiempo.

Una vez estábamos despachados los tres chicos, las chicas hicieron ese gesto con las manos de cuando se termina un trabajo, volvieron a morrearse mientras se azotaban los culetes y pidieron a las dos negras libres un par de cubatas, que les trajeron enseguida, para arrodillarse y ponerse a mamar coño blanco enseguida.

“Ufffff, aaaaahhhhhggg, joder ostia puta…qué gustazo me está dando la míaaaaa” dijo Lorena. “Qué tal la tuya, cielo?” dijo dirigiéndose a mi chica

“Bueno, no está mal, pero…ayyy… no me muerdas coño! (dijo Susana con un cigarro en la boca mientras abofeteaba a la negra por hacerle daño…)creo que voy a ir cambiando, me muerde demasiado la cerda jajaja”

“Jajaja. Sírvete tú misma, ahí tienes tres mas” dijo señalando a los otros tres culos que estaban bamboleándose ante nuestras embestidas…

“¿Juan, nos las cambiamos? Qué te parece?” preguntó Susana

“Claro, guapa, ya he dado buena cuenta de esta zorra, tanto de su culo como de su coño, toda tuya” Juan le pegó una buena ostia con desprecio al culo de su negra antes de mandarla para Juan.

Susana hizo lo propio, con una salvedad: “Abre la boca zorra”. Cuando la negra de Susana la abrió, Susana le escupió en la boca.”Ahora con mis babas en tu boca vas y le comes la polla a mi amigo, que no se le seque la boca”

La cara de asco de la negra fue indescriptible…pero no le quedaba otra…”Jajajajaja, joder qué detallazo Susana…” dijo Juan mientras cogía del pelo a su nueva negra ya arrodillada asegurándose que su rabo seguía duro…

“Nada tío, pero dame tu leche en la boca eh …jajajaja que me la he ganado…”

“Jajajaja, hecho…”

“Ufffff, esta sí, Lore, esta sí, joder qué manera de chupar…aaaaahhhh, baja hasta el culo perra…dame placer…

“No seas avariciosa hija de puta, pásamela que la pruebe…” dijo Lorena…

“Jajajaja, toma anda, culito veo culito quiero…”

“Jijiji…calla…” se pasaron las negras agarrándolas del pelo, y el resultado fue el mismo. Las cabronas habían escogido las dos de las cinco que mejor sabían mamar coño y se estaban corriendo una y otra vez

Nosotros tardamos un poco más. Estábamos disfrutando de lo lindo dando por culo (y también por el coño) a esas diosas de ébano, hasta que uno a uno, fuimos sacando rápido la polla del agujero que tocaba en ese momento, quitándonos el condón, y echando la lefa sobre las bocas, juntitas y con las lenguas sacadas, de estas dos pedazo de rubias que teníamos como mujeres.

Tras terminar todos exhaustos, nos relajamos fumando y terminándonos el cubata en el sofá, ya con las negras fuera ya que no nos hacían falta para nada, y nos despedimos de nuestros amigos, porque teníamos que volver al hotel ya que eran más de las 6 de la mañana y nuestros amigos, Ángel y Lorena como Juan, se hospedaban en un resort de Montego Bay. Nos hicieron casi prometer que volveríamos otra noche de nuestra estancia en Jamaica, pero ya veríamos lo que hacer… ya que lo habían pasado estupendamente y no habían conocido a nadie tan viciosos como nosotros…en fin, nos dimos los teléfonos y los e-mails por si acaso no nos veíamos para poder vernos una vez de vuelta en España…

Con Juan igual, nos dimos forma de contacto y nos pareció un chico encantador a todos. Nos dijo que a ver cuando nos reuníamos todos en Madrid para una buena, que él hacía negocios en Madrid y que podríamos liarla buena de vez en cuando. Le dijimos que ya estaba tardando en poner fecha.

En cuanto a Ángel y Lorena,les dijimos que quizás volveríamos… que el dinero no era problema…pero eso lo dejaré para los lectores…queréis que vuelvan otra noche a ese puti-swinger y se peguen otra fiesta? O que se vuelvan a ver de vuelta en España en otra fiesta antológica? O me centro en el resto de aventurillas del resort y en la vuelta a Madrid de nuestros protagonistas, relatando cómo encauzan su nueva vida de multimillonarios? Si queréis tenéis

Espero que os haya gustado y espero vuestras valoraciones y comentarios

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